-Hace unos dias se descubre una camioneta Robada traida por ministeriales
-Posteriormente policías municipales asaltan a jóvenes en El Mirador
El pasado domingo 18 de noviembre una pareja de jóvenes universitarios conoció el rostro tenebroso de algunos elementos de la Policía Municipal.
Alrededor de las 20:40 horas los novios llegaron al Mirador, en el cerro del Fortín, para charlar un rato frente a la ciudad capital iluminada en el anochecer.
Todo transcurría con normalidad dentro del vehículo, cuando unos golpecillos en la ventana lateral del automóvil los sumergieron en una verdadera pesadilla.
-Muchachos los vamos a tener que remitir a un Juez Calificador por faltas a la moral -espetó autoritario el uniformado.
-Pero si no estamos haciendo nada malo, nada más estamos platicando, Trataron de defenderse los muchachos mientras otro policía se sumaba a su compañero y escudriñaba con atención a los dos jóvenes.
-Ahora sí se metieron en un gran problema, porque si los llevamos con el juez hay muchos reporteros y les van a tomar fotografías que mañana seguramente verán sus padres. Agregó el policía municipal ante el azoro de sus interlocutores.
-Pero no estamos haciendo nada malo...
-Bueno, si quieren podemos arreglar aquí el problema. ¿Cuánto traen? --terció el otro con todo cinismo.
La pareja buscó entre sus bolsillos el dinero con el que contaban y sumaron entre los dos 400 pesos que ofrecieron a los uniformados para que les hicieran el "favor" de no presentarlos ante el Juez Calificador.
-No´mbre eso no alcanza para nada. Porque mejor no nos das tus aretes, propuso uno de los policías, mientras fijaba la vista en los pendientes de plata de la muchacha.
-No, eso es un regalo de mi mamá y no puedo dárselos --respondió la joven rechazando la propuesta.
-No, pues entonces se van a meter en muchos líos, porque el Juez Calificador también les va a exigir una lana, no crean que ahí los van a dejar ir así como así, agregó el "guardián" de la Ley ante el temor de los novios.
-Bueno, que más traen. Reloj, cadenas, teléfonos celulares. ¡Eso! déjanos tu teléfono celular. Suelta de pronto el municipal a la muchacha que para evitarse problemas decide entregar su teléfono al policía.
-Quítale el chip. Ordena el sujeto mientras sus ojos brillan de codicia.
-Déjeselo, no crea que le voy a marcar -contesta la joven con la indignación reflejada en el rostro.
-No, no, sácale el chip -reitera el ladrón con uniforme.
La muchacha extrae el chip y entrega el aparato al maleante disfrazado de policía.
Dice que el teléfono celular tiene un costo de 3 mil pesos, "pero ni siquiera lo van a poder utilizar porque no le entregue el manos libres y está bloqueado", trata de resignarse la joven.
-Pero en cualquier negocio de teléfonos los desbloquean y venden el "manos libres".
-Pues que les aproveche, a esos rateros.
-¿Y por qué no fueron con el Juez Calificador?
-Pues porque nos sorprendieron, no supimos que hacer ante las amenazas de los tipos. De haber sabido hasta le habló a mis padres para denunciar el robo, pero nos metieron temor y luego nos propusieron el "arreglo".
LUIS IGNACIO VELÁSQUEZ
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