Oaxaca, Oax. 1 de mayo de 2008. Miles de trabajadores y activistas salieron hoy a las calles de la capital oaxaqueña para cerrarle la boca a Bernabé Jiménez Ríos, secretario de Relaciones de la Sección 22 del SNTE (Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación), quien en la víspera de la jornada del Día internacional de la clase trabajadora había pedido, a través de una conferencia de prensa, que la APPO (Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca) se abstuviera de participar en las movilizaciones. “La APPO vive” y “la APPO somos todos”, fue la respuesta en las calles.
“Yo también soy Sección 22, orgullosamente, y seguimos en la lucha”, remató más tarde, durante el mitin, la profesora Hilaria Franco Barroso, esposa de Emeterio Marino, quien mes y medio estuvo en estado de coma a causa de la golpiza que le propinaron los cuerpos represivos, en julio del año pasado. “Es doloroso cuando veo una nota en el periódico donde dice que la Sección 22 se desliga de la APPO; no, compañeros, yo también soy Sección 22, orgullosamente, y seguimos en la lucha”, dijo la maestra zanjando la disputa desatada tras las declaraciones de Bernabé Jiménez. Abajo la secundaron con gritos: “magisterio y pueblo unidos/ jamás serán vencidos”.
Y es que ayer la prensa local se dio gusto informando que Jiménez Ríos, a nombre de la Coalición Democrática de Sindicatos del Estado de Oaxaca, pedía que la APPO no participara en la jornada, argumentando que las demandas eran netamente laborales, como el repudio a la Ley del ISSSTE, aumento salarial y, en el caso de la Sección 22, la emisión de la convocatoria para renovar a su dirigencia.
Las reacciones no se hicieron esperar. “Cómo es posible que la Sección 22 diga algo así, cuando fue el pueblo el que salió en su ayuda en el 2006”, comentaban algunos activistas. Otros, más enterados, tomaban la declaración como una prueba de que la burocracia sindical de la Sección 22 ha cedido a las presiones de Elba Esther Gordillo, presidenta del SNTE, pues una de las condiciones que ésta habría fijado para emitir la convocatoria, consiste en deslindarse del movimiento social.
Bernabé Jiménez salió a medio mitin a decir que no dijo lo que la prensa dijo que dijo. Afirmó que los reporteros le habían preguntado si la marcha era convocada por la Coalición de Sindicatos o por la APPO y trató de explicar la confusión a partir de ese punto, pero ya no lo dejaron continuar, pues su voz se ahogó en un mar de abucheos que intentaban ser también acallados con los gritos de “unidad, unidad/ en la lucha popular”.
Había razón para la suspicacia. Los sindicatos que hoy conforman la Coalición (telefonistas, trabajadores de la Secretaría de Salud, IMSS, ISSSTE, electricistas y universitarios, entre otros) también participaron en el Frente de Sindicatos y Organizaciones Democráticas de Oaxaca, que fue rebasado por la APPO en 2006 y la mayoría de ellos no la respaldaron; incluso muchos de los burócratas sindicales que están a la cabeza de la Coalición recién creada, no se diferencian en nada de un auténtico líder charro.
Es el caso del secretario general de la Sección 35 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Salud, Jenoé Ruiz López, quien se vanaglorió en el zócalo de haber “regularizado” la situación laboral de miles de trabajadores del ramo, cuando lo cierto es que en ese sector de servicios es donde más ha crecido el empleo precarizado y los trabajadores bajo régimen de contrato están a un paso de superar en número a los trabajadores que cuentan con base laboral y están sindicalizados.
“No pueden pedir que sólo marchen trabajadores y no la APPO, pues los de la APPO también somos trabajadores”, se defendían los activistas que se apersonaban en la manifestación gritando vivas a la APPO para hacer constar su presencia, aunque tal vez no era tan necesario, pues los trabajadores de la educación de los Valles Centrales, uno de los contingentes más numerosos de la Sección 22, por ejemplo, ya lo hacían por su cuenta, dejando en segundo plano las demandas de aumento salarial y la convocatoria, enarboladas desde los micrófonos.
Lo que estaba en juego este Primero de mayo oaxaqueño era, si no decidir, si al menos impulsar el movimiento hacia uno u otro sentido, o los que haya. Flavio Sosa, por ejemplo, insistió en llevar a cabo “una revolución pacífica, humanista y democrática”; otros hablaron “desde abajo y a la izquierda”; y está la presencia de los grupos marxistas, de los más diversos, para escoger; están los anarquistas y los barricaderos. Este Primero de mayo toda o una parte de la APPO iba a ser mandada al carajo, pero salieron hombro a hombro a gritar que “la APPO somos todos”.
Un Primero de mayo en tres tiempos
Los primeros contingentes de trabajadores en arribar al zócalo fueron los aglutinados en los sindicatos charros, que fueron recibidos por grupos musicales. Luego los pertenecientes a la Coalición y por último la Sección 22 y la APPO.
Muchos de los que formaron parte del primer bloque, asistieron al “desfile” para poder cobrar un bono al que sólo tienen derecho si van, para lo cual les otorgan una playera y una gorra. No obstante, se revelaron: gritaban consignas en contra de sus propios delegados, a quienes tachaban de vendidos y traidores. Un grupo de oficinistas que trabajan para el gobierno del estado, hicieron una hoguera con sus gorras para repudiar al secretario general de su sindicato, Joel Castillo, quien se retiró del lugar ante el acoso.
Las demandas del segundo bloque estaban enfocadas más a las cuestiones laborales; no obstante, un grupo numeroso de estos trabajadores se quedaron a esperar a los maestros y a la APPO, que llegaron en disputa, soterrada. Las dirigencias diciendo “por aquí” y las bases “por allá”. Y las diferentes fracciones de la APPO “acullá”. “Lo importante es que esto se mueve”, comenta un profesor mientras camina rumbo al zócalo, donde aún permanecen unos cuantos trabajadores que llegaron con el primer bloque, haciéndose notar por su uniforme, pero ya sin gorra.
La Sección 22 entregó su pliego petitorio
Mientras, en la ciudad de México, un contingente representativo de la Sección 22 entregó su pliego petitorio al gobierno federal, advirtiendo que si no lo resuelve de manera satisfactoria, el magisterio oaxaqueño iniciará movilizaciones a partir del 15 de mayo.
Asimismo se informó que la comisión que viajó a la ciudad de México para entrevistarse con Rafael Ochoa Guzmán, secretario general del SNTE, para tratar el asunto de la emisión de la convocatoria, fue suspendida a causa del fallecimiento de la madre de éste. “Es un pretexto”, se mofa Susana, profesora de preescolar, “Rafael Ochoa no tiene madre…”
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