 Ulloa dijo haber encontrado a estas indígenas trabajando en un prostíbulo de Tokio, donde, afirmó, todavía hay varias niñas mexicanas en condiciones de esclavitud sexual. La activista, quien ha rescatado a mujeres mexicanas en burdeles de otros países --el más reciente caso fue en Nueva York, en septiembre pasado-- indicó que al menos cinco de estas niñas indígenas ya se encuentran en México con sus familias, pero se reserva su identidad para protegerlas. Responsabilizó a mafias internacionales especializadas en el tráfico de mujeres de haber contactado en un principio a las familias de estas indígenas, a las que ofrecieron varios miles de dólares para convencerlas de trabajar en el extranjero. "Cuando llegan a Japón les quitan los documentos de viaje y después no pueden volver", dijo. Las niñas mexicanas encontradas en Japón fueron sacadas de territorio nacional con la promesa de que se les llevaría a trabajar a EU en restaurantes de comida rápida. Sus empleadores, mintieron. "Les dijeron que iban a ir a trabajar a Estados Unidos pero después las llevaron a Japón legalmente. Se han rescatado cinco niñas, pero sabemos que hay más, muchas más", dijo. La dirigente de la ONG -que se dedica a monitorear las tendencias sobre trata de personas en México y Latinoamérica- aseguró que internacionalmente se ha logrado encontrar a mujeres mexicanas que han sido víctimas en las redes de trafico de personas en media docena de países, entre ellos EU, Canadá, España, Holanda, Bélgica y Alemania "porque allá son exóticas y no son lo común". Al menos 15 organizaciones internacionales dedicadas al tráfico de mujeres se han establecido en la Ciudad de México y han comenzado a operar en zonas de tolerancia de prostitución en el DF, como la Merced. Hasta el momento se ha podido ligar a mafias de Rusia, Argentina, Cuba y hasta Nigeria al negocio de la prostitución en el DF, lo mismo que a cárteles de la droga que han expandido sus influencias hacia la trata de personas. | 
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