¿Qué pasó en Ayotzinapa?Luly Morales @Lulyannmié 14 dic 2011 Hay tradicionalmente en el estado mexicano una especie de pavor irracional para aplicar la ley a grupos de manifestantes organizados. Lo mismo pueden bloquear cualquier arteria de la ciudad de México, impedir el funcionamiento de una universidad, evitar la construcción de un aeropuerto, estrangular el corazón de una ciudad por meses, y un largo etcétera. Hemos confundido el ordenamiento y la aplicación de la ley con la represión. A pesar del libre derecho de manifestarse, la ley establece en muchos de estos casos una reglamentación específica, como en la ciudad de México, donde no se puede cortar la circulación de arterias principales, pues bien, a pesar de esto, sucede todos los días, y tan tranquilos. El lunes pasado los estudiantes de la escuela normal de Ayotzinapa bloquearon a la autopista Cuernavaca-Acapulco cerca de las 11:00am, menos de una hora después llegó la policía estatal preventiva, hubo disparos al aire para disuadir a los manifestantes. ¿Esa es la manera en que se dispersa una multitud? ¿con disparos? Una cosa es aplicar la fuerza para disolver una manifestación que obstruye una vía principal y otra muy diferente el asesinato artero de dos personas desarmadas, Jorge Alexis Herrera Peña y Gabriel Echeverría de Jesús. Una murió de un balazo en el cráneo y otro de un tiro en el cuello, lo que hace suponer que quien sea que haya disparado lo hizo con la intención de asesinarlos, no se trató de balas disparadas al aire que impactaron a los jóvenes de manera casual, sino que el objetivo era abatirlos. Las imágenes que muestran a un joven corriendo en pants con mochila al hombro, y que en menos de dos segundos cae baleado, son realmente aterradoras. Igual de aterradora que la de la persona vestida a rayas verdes que dispara una arma larga hacia el lugar donde se encontraban los estudiantes. Las imágenes mostraban todo menos un operativo coordinado. En la escena participaron al menos policías estatales, ministeriales y la policía federal. (se dice que el ejército llegó posteriormente). En un operativo como este, con al menos 3 fuerzas armadas, ¿alguien realmente planeó el operativo, o solo se trataba de amontonar elementos?¿que labor de inteligencia se tenía, quien la realizó? ¿quien tenía el mando, los Estatales, los ministeriales o la Federal?¿de quien se recibían órdenes?¿quien estableció la coordinación?. Mi apuesta es que nadie, nadie sabía nada, y todo se dejó al azar. El gobernador de Guerrero, Angel Aguirre ordenó el relevo de Ramón Almonte Borjas, secretario de Seguridad Pública estatal, Alberto López Rosas, procurador, y el subsecretario Ramón Arreola. Muy bien. ¿Pero quien mató a los dos jóvenes que cayeron?. ¿O seguiremos como hasta ahora en el caso de aguas blancas, que después de 16 años no hay claridad de lo sucedido?. Entiendo desde luego la obligación del estado de imponer la ley. Me parece además que había que despejar la autopista del sol. Pero lo que sucedió el lunes no fué un operativo para despejar una arteria, lo que ocurrió el lunes fue el cobarde asesinato de dos jóvenes. Eso por supuesto que está muy lejos de imponer la ley, mas aún, es trastocar aún más un estado de por sí con graves problemas, y cortar de dos balazos el futuro de dos estudiantes. Jorge y Gabriel no lo merecían. ¿Tendrá Angel Aguirre la voluntad política de aclararlo? Sus antecedentes dicen lo contrario. Esperemos. Blog: lulyann.com Twitter: @lulyann ... |
José Saramago, único portugués en ganar el Nobel de Literatura, y Carlos Monsiváis, cronista crítico de los fenómenos presentes en la mexicanidad, fueron dos de los examinadores de la vida que fallecieron durante el año que terminaFoto La Jornada
Reyes Martínez Torrijos
Periódico La Jornada
Miércoles 29 de diciembre de 2010, p. 4
Miércoles 29 de diciembre de 2010, p. 4
Lúcidos examinadores de la realidad y autores comprometidos murieron durante el año que concluye. Fueron referentes culturales, principalmente en el ámbito de las letras: el escritor Carlos Montemayor, el cronista Carlos Monsiváis, el narrador José Saramago y el filósofo Bolívar Echeverría.
La Jornada recuerda a estas personalidades, hacedores de un valioso legado.
También ocurrieron los fallecimientos del poeta Alí Chumacero; de los historiadores Friedrich Katz y Howard Zinn; de los narradores Tomás Eloy Martínez, J. D. Salinger y Miguel Delibes; y del filólogo Antonio Alatorre, entre otros.
El tenor, maestro, narrador, poeta, ensayista, traductor y activista Carlos Montemayor (Parral, Chihuahua, 1947) falleció en la ciudad de México el domingo 28 de febrero, debido al cáncer que lo aquejó durante meses. En su obra rescató la voz de los colectivos enfrentados al sistema político que les negaba cabida. Indígenas y grupos opositores de izquierda encontraron eco en su creación literaria y reivindicación en su discurso político.
Conocedor de las lenguas hebrea, griega clásica, latina, francesa, portuguesa, italiana e inglesa, tradujo obras clásicas como las Odas de Píndaro, Carmina Burana, poesías de Cayo Valerio Catulo, Virgilio y Safo, así como de poetas tales como Fernando Pessoa y Lêdo Ivo. Al parejo desarrolló una labor de rescate de los idiomas indígenas de nuestro país, que fructificó en un par de volúmenes centrados en éstos y en su poesía.
Otra de las herencias que deja fue recuperar en los libros Guerra en el paraíso, Las armas del alba y Las mujeres del alba, los motivos de los grupos opositores armados de las décadas de los 60 y 70, y el hostigamiento gubernamental a las comunidades que les dieron cobijo. Campesinos, indígenas, estudiantes, han sido masacrados una y otra vez en los países de nuestro continente. La historia de su resistencia es una memoria que dignifica nuestra vida
, manifestó el narrador.
El Premio Nobel de Literatura José Saramago (Portugal, 1922) murió el 18 de junio a la edad 87 años, debido a la leucemia. El novelista, poeta y ensayista conjuntó en su persona la generosidad, los ideales por la justicia social y una escritura profundamente determinada por la realidad. La existencia del portugués se puede caracterizar por su sentencia: El único valor que considero revolucionario es la bondad
.
Es el único portugués que ha ganado el máximo reconocimiento a las letras del mundo, que le fue otorgado en 1998 por su capacidad para volver comprensible una realidad huidiza, con parábolas sostenidas por la imaginación, la compasión y la ironía
, afirmó la Academia sueca.
“La razón de escribir, en el fondo, no es más que esa: escribir… No escribo para agradar, tampoco para desagradar. Escribo para desasosegar. Me gustaría que todos mis libros fueran considerados como libros del desasosiego”, señaló Saramago en 2009 en torno a su novela Caín.
En El Evangelio según Jesucristo y Caín desnudó a la religión como mitificación de la realidad; y abordó el tema de la razón en los tiempos modernos en su trilogía formada por Ensayo sobre la ceguera, Todos los nombres y Ensayo sobre la lucidez.
Carlos Monsiváis (ciudad de México, 1938), cronista crítico de los fenómenos presentes en la mexicanidad, además de analista de los hechos sociales que han conmovido los cimientos de la sociedad nacional durante los siglos recientes, expiró el 19 de junio debido a complicaciones de una fibrosis pulmonar.
Identificado con la izquierda, el ensayista capitalino reivindicó en sus escritos al individuo y sus derechos como base del entramado social, contra el autoritarismo y la derecha. En esta lid se inclinó por el movimiento de 1968, los ídolos populares, las figuras de izquierda y los acontecimientos que significaban ideas progresistas; también apoyó las luchas de las minorías sexuales y culturales.
La obra de Monsiváis, caracterizada por la ironía frente a una realidad intolerable, fue un revire humorístico frente a los agravios por medio de la sátira política, como en su columna Por mi madre, bohemios, en la cual evidenciaba la ignorancia y exhibía la demagogia de políticos, empresarios, jerarcas católicos y personajes de la vida pública en general.
El editor y poeta Alí Chumacero (1918) falleció el 22 de octubre en la ciudad de México, víctima de neumonía. Fue un amante de la lectura desde su infancia en su natal Acaponeta, Nayarit, y a ella dedicó su vida entera como crítico, ensayista y editor. Entre su creación literaria destaca Poema de amorosa raíz, de los versos más célebres en nuestro país.
Boívar Echeverría, en el debate sobre la reforma energética en la UNAM, en 2008Foto Marco Peláez
Laboró durante más de medio siglo en el Fondo de Cultura Económica y fue una de las figuras centrales del éxito de la casa editora. Ahí, el autor de Palabras en reposo atestiguó el paso de algunas de las mejores obras de la literatura mexicana del siglo XX y fue famoso el rumor, que Chumacero negaba, de haber mejorado la novela Pedro Páramo de Juan Rulfo con su corrección.
El filósofo marxista e investigador Bolívar Echeverría (1941), referente crítico del capitalismo en América Latina, falleció el 5 de junio en la ciudad de México como consecuencia de un infarto. El ecuatoriano, que adoptó la nacionalidad mexicana, fue autor de una extensa obra sobre modernidad, economía y cultura, y enfocó su trabajo a los ámbitos de la teoría crítica y la filosofía de la cultura.
Echeverría consideraba al barroco en América Latina una forma de resistencia cultural y una modernidad alternativa. “La verdadera fuerza del impulso anticapitalista –escribió– está expandida muy difusamente en el cuerpo de la sociedad, en la vida cotidiana y muchas veces en la dimensión festiva de esta última, donde lo imaginario ha dado refugio a lo político y donde esta actitud anticapitalista es omnipresente”.
Teoría que sostuvo en obras como Conversaciones sobre lo barroco, La modernidad del barroco y Definición de la cultura.
El sábado 16 de octubre, a los 83 años, pereció en la ciudad de Filadelfia Friedrich Katz, a consecuencia de cáncer. El antropólogo e historiador austriaco dedicó su vida profesional al estudio del acontecer en México y América Latina en los siglos XIX y XX. Produjo obras indispensables para entender a nuestro país como La guerra secreta en México: Europa, Estados Unidos y la Revolución Mexicana, De Díaz a Madero: Orígenes y estallido de la Revolución Mexicana y la biografía Pancho Villa, ineludible si se desea comprender al revolucionario.
Howard Zinn (Nueva York, 1922) murió el 27 de enero por una afección cardiaca, . El historiador de izquierda plasmó en su obra el punto de vista de los de abajo durante la construcción estadunidense y fue autor del libro más vendido sobre el tema: La otra historia de Estados Unidos. Referente antibelicista en ese país, el también articulista de La Jornada mantuvo siempre la esperanza en el rescate de la humanidad contra la opresión.
El periodista y narrador Tomás Eloy Martínez, nacido en Buenos, Aires, en 1934, quien logró unificar lo mejor de ambas disciplinas en su obra, pereció el 31 de enero en la capital de su país. Fue autor de una extensa obra que incluye novela, crónica, ensayo, relato, libretos de cine y televisión, donde destacan La pasión según Trelew, prohibida por la dictadura argentina; Santa Evita, traducida a múltiples idiomas, y El vuelo de la reina.
Autor de culto en Estados Unidos, J.D. Salinger (1919) murió el 27 de enero, en New Hampshire. El guardián entre el centeno, publicado en 1951, bastó para colocar al escritor entre los más reconocidos de la literatura moderna de su país y lanzarlo a la fama que siempre despreció.
Miguel Delibes (1920) vivió una España enfrentada por la Guerra Civil y luego la férrea dictadura de Francisco Franco. Es autor de una narrativa del espacio rural español, cruzada por el hambre y la falta de libertades. Su deceso ocurrió el 12 de marzo.
El ensayista y reconocido filólogo Antonio Alatorre, expiró el 21 de octubre a los 88 años. Originario de Autlán, Jalisco, ejerció una labor docente en nuestro país y otras naciones, y fue estudioso de Sor Juana Inés de la Cruz, de quien editó las obras completas. Fue un notable traductor y hacedor de una obra especializada en la que sobresale Los 1001 años de la lengua española.
A lo largo del año también se registraron los decesos de la poeta y traductora Esther Seligson (ciudad de México, 1941); el poeta y especialista en literatura chicana Juan Bruce-Novoa (San José, Costa Rica, 1944-California, Estados Unidos); el escritor y cronista Armando Jiménez (Piedras Negras, Coahuila, 1917-Tuxtla Gutiérrez, Chiapas); el crítico literario Sergio Nudelstejer (Varsovia, Polonia, 1924), y el autor de novela negra Juan Hernández Luna (ciudad de México, 1962).
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