Nuevo evangelio electorero de un viejo gerente del TLC y del neoliberalismo en México. Salinas de Gortari y la Demagogia Desesperada Rebelión/Universidad de la Filosofía “El ejecutivo del Estado moderno no es otra cosa que un comité de administración de los negocios de la burguesía.” Marx El gran negocio de la desmemoria. “¿Para qué pelear por el pasado?” se pregunta uno de los administradores de la oligarquía. CNN exhibe a Salinas de Gortari como intelectual crítico, incluso, crítico de los intelectuales críticos. Habla de la “batalla de las ideas”, porque es justamente lo que más le falta hoy a “la clase política”, para explicar su servilismo ante la ofensiva capitalista que abruma al pueblo mexicano. La desvergüenza televisada prepara sus fauces rumbo al 2012. Detrás de esta acometida “libresca” está la táctica del peor priismo para encaramar en la presidencia del país a un pelele más de TELEVISA. Sueña, quizá Salinas, con que su libro se convierta en el nuevo evangelio de la vieja corrupción del PRI. Acaso piense que su libro devolverá restos morales a las filas del PRI que se caen a narco pedazos por todas partes. Dice Salinas que la intelectualidad en México está empobrecida: “el país parece estar empobrecido intelectualmente”1, y quizá derrame una lágrima -nostálgica- por no contar con Octavio Paz para que le escriba los guiones y le legitime las maravillas de la “Economía de Mercado”. Como otrora. Pero le queda Vargas Llosa… perdón, me olvidaba que fue Salinas quien lo expulsó de México cuando Paz lo trajo para el encuentro “La Experiencia de la Libertad” en 19902. Alma mater filosófica del TLC. Por cierto, ¿Pensará que México está “empobrecido intelectualmente” por todos los militantes, de pensamiento avanzado, que fueron asesinados durante su mandato? ¿O se olvida, por ejemplo, del pensamiento del EZLN, de Adolfo Sánchez Vázquez… de los trabajadores obreros y campesinos, de los estudiantes y de todos aquellos devastados por su muy inteligente idea servil de entregar al país al TLC? Salinas de Gortari y sus cómplices sienten que se quedan afuera de las ideas revolucionarias que recorren al mundo y tratan de inventar las suyas para sembrar confusión y dilatar los cambios… típico reformismo. Salinas sueña con manipular eternamente al PRI y, al mismo tiempo, manipular al PAN y al PRD, que en ciertas capas dirigentes son lo mismo. El plan es tomar las riendas del poder para tranquilizar a una burguesía que mira cómo, la idiotez de sus gerentes, no tiene límites, mientras se desmorona la pachanga de saqueo y explotación que tanto han disfrutado en complicidad TLC con los yanquis. Tenemos 600 perredistas muertos en el sexenio de Salinas de Gortari. Aunque CNN y algunos otros periodistas, serviles también, pongan su voto para lavarle la cara a un personaje siniestro, México tiene dignidad y tiene Historia Revolucionaria. No van a silenciarla con saliva de criminales ni de periodistas cómplices. Salinas de Gortari, en lugar de un sillón preferencial para exhibirse como filósofo del reformismo reloaded, debiera estar sentado ante un tribunal popular que lo obligara a rendir cuentas, y a pagarlas, por la traición descomunal que sus políticas entreguistas ha significado y costado a muchas generaciones de mexicanos. Ya lo lograremos. Invocar un santoral de filósofos no conjura las monstruosidades de la ideología dominante. El cinismo de los mercenarios no conoce límite. Ante las no menos serviles cámaras de CNN y el “Tea Party” Mediático del Consenso de Miami (meca idílica de los golpistas y los reformistas), Salinas de Gortari recitó, con sonrisa de suficiencia filosófica, los nombres de todos los pensadores que ha manoseado para tapiar las zonas más turbias de su desfachatez ideológica. Quiere convencernos de que su mucho saber es la clave de los nuevos postulados reconciliadores, deslizados mañosamente detrás de la idea eufemística de “ciudadanización” de la política. Viejo truco del reformismo más rancio: “Democracia republicana, ni Estado ni mercado: Una alternativa ciudadana', donde propone la participación de todos para enfrentar la adversa realidad…”3. Ya que en México nadie cree en los partidos burgueses orfebres de las peores desgracias nacionales, le llama “ciudadanía” al plan oligarca de acumular los votos que se pueda para consagran nuevos fraudes. El libro que presentará será un horóscopo ideológico de bolsillo con las nuevas ideas de la vieja clase dominante. Se equivoca Salinas, una vez más. México tiene una fortaleza intelectual más vigorosa que nunca. Hoy no nos engañan como lo hicieron siempre. Hoy el pueblo mexicano aprendió a desconfiar de la palabrería burguesa de sus empresarios y de sus políticos serviles. Eso es un avance magnífico. México cuenta con experiencia, dolores y claridad enorme y logró manifestar sus más hondas aspiraciones revolucionarias antes del golpe de estado electorero que prohijó Calderón con la ayuda sospechosa de correligionarios de priistas como Salinas. Igualito que contra Cuauhtémoc Cárdenas. Nos falta organización y dirección Revolucionaria, pero eso no implica estar ciegos o inhabilitados para refutar, polemizar y combatir las falacias y artimañas que Salinas exhibe en su nuevo-viejo púlpito bibliográfico. El poder político burgués es, cínicamente, el poder organizado de una clase opresora, y sale en la tele. Y más aún, existe un continente completo, existe un mundo convulsionado y en Rebelión ante las consecuencias inmundas, de hambre, miseria y muerte, que ha dejado el neoliberalismo que tanto ama y quiere profundizar el gerente Carlos Salinas de Gortari y sus jefes yanquis. Se equivoca como siempre, aunque confíe en la represión, en la persecución y en el silenciamiento de la crítica que él hoy critica. No se nos olvida su intervención contra el diario Uno Más Uno, no se nos olvidan los militantes asesinados, no se nos olvida el desastre económico en que dejó a México y no se nos olvida el FOBAPROA coronado por sus súbditos. No olvidamos que ocupó la presidencia de México del 1 de diciembre de 1988 al 30 de noviembre de 1994, bajo fuertes acusaciones de fraude electoral. No olvidamos la privatización masiva de empresas estatales incluida la banca. No olvidamos la entrega de Telmex a su prestanombres Slim. No olvidamos su servidumbre al Vaticano y su traición a los principios de Juárez y Zapata. No olvidamos su ofensiva contra el movimiento obrero ni el atentado a muerte contra los ejidos campesinos de todo el país. No olvidamos su silencio, ni las maniobras para enturbiar las investigaciones, por el asesinato de Luis Donaldo Colosio. No olvidamos sus paseos en “la Ferrari” lujosa al lado de Carlos Saúl Menem en Argentina. No olvidamos su frivolidad política, sus torneos de dominó ni la visión obscena de la vida empeñada en convertirlo todo en mercancía. Ni escribiendo millones de libros, Salinas logrará esconder las canalladas ni las muertes por las que debe explicaciones a raudales. Pidámosle al pueblo de México que elabore la lista sin las amenazas típicas de los guardianes de Salinas. La moda de escribir libros, como parapetos culteranos para esconder canalladas, cunde en todo el mundo de la mano de editoriales serviles que hacen negocios buitres. La biblioteca de Alejandría parecería pequeña al lado de las muy cuantiosas obras bibliográficas pergeñadas por delincuentes de todo tipo. Así que no nos asusta este fetiche “nuevo” ni nos disuade de debatirlo en cuanto foro sea preciso, pese incluso a que Salinas sea experto en eludir debates y más experto en soltar ráfagas de calumnias (y amenazas) ayudado por sus amigos “periodistas” de los medios que le insuflan bravuconadas contra quienes lo llaman a dar explicaciones y a debatir públicamente. México es una fuerza revolucionaria inmensa y permanente ratificada el 20 de noviembre de 1910. Suele ser definida como la primera Revolución contemporánea en América Latina. Impulsada por la insurrección de los ejércitos indígenas y campesinos, más la adhesión de fracciones políticas, opuestas al enésimo fraude electoral cometido por el dictador Porfirio Díaz. Este es un proceso revolucionario que sigue vivo a pesar de todas las andanadas que, en su contra, se han desplegado durante 100 años. Esta Revolución fija un acontecimiento nuevo para México, y para la historia de las luchas de los explotados y oprimidos. Es un triunfo que, con sus limitaciones y sus tareas pendientes, expresa el malestar de clase de los desposeídos y vislumbra un mundo donde imperan las reivindicaciones mejores para la humanidad toda. No lo silenciarán ni mil CNN calumniando en simultáneo, ni mil TELEVISAS matrimoniando vedetes con funcionarios, ni miles de libros de miles de Carlos Salinas con imitadores sucedáneos o feligreses juntos. Lo veremos en 2012, por ejemplo. En un país que tiene memoria histórica, de resistencia y lucha muy profundas, no se olvidan los asesinatos cometidos contra el EZLN, ni contra los luchadores de los movimientos sociales. No se olvida la red mafiosa de la familia Gortari, ni de sus cómplices, no se olvida el fraude ni se olvida el periodo criminal en que se hizo llamar “presidente”. No se nos olvida todo lo que, aun hoy, padecemos por el TLC y que sus seguidores han recogido como posta obligada para mantenerse en el poder. No se nos olvida una sola de las tropelías ocasionadas por los gerentes del capitalismo. Aunque Salinas no quiera discutir sobre el “pasado”, ese “pasado” está vivito y coleando en nuestro presente y futuro revolucionario… y permanente. La lucha de clases se agudiza. NOTAS |
Miércoles 29 de diciembre de 2010, p. 4
Lúcidos examinadores de la realidad y autores comprometidos murieron durante el año que concluye. Fueron referentes culturales, principalmente en el ámbito de las letras: el escritor Carlos Montemayor, el cronista Carlos Monsiváis, el narrador José Saramago y el filósofo Bolívar Echeverría.
La Jornada recuerda a estas personalidades, hacedores de un valioso legado.
También ocurrieron los fallecimientos del poeta Alí Chumacero; de los historiadores Friedrich Katz y Howard Zinn; de los narradores Tomás Eloy Martínez, J. D. Salinger y Miguel Delibes; y del filólogo Antonio Alatorre, entre otros.
El tenor, maestro, narrador, poeta, ensayista, traductor y activista Carlos Montemayor (Parral, Chihuahua, 1947) falleció en la ciudad de México el domingo 28 de febrero, debido al cáncer que lo aquejó durante meses. En su obra rescató la voz de los colectivos enfrentados al sistema político que les negaba cabida. Indígenas y grupos opositores de izquierda encontraron eco en su creación literaria y reivindicación en su discurso político.
Conocedor de las lenguas hebrea, griega clásica, latina, francesa, portuguesa, italiana e inglesa, tradujo obras clásicas como las Odas de Píndaro, Carmina Burana, poesías de Cayo Valerio Catulo, Virgilio y Safo, así como de poetas tales como Fernando Pessoa y Lêdo Ivo. Al parejo desarrolló una labor de rescate de los idiomas indígenas de nuestro país, que fructificó en un par de volúmenes centrados en éstos y en su poesía.
Otra de las herencias que deja fue recuperar en los libros Guerra en el paraíso, Las armas del alba y Las mujeres del alba, los motivos de los grupos opositores armados de las décadas de los 60 y 70, y el hostigamiento gubernamental a las comunidades que les dieron cobijo. Campesinos, indígenas, estudiantes, han sido masacrados una y otra vez en los países de nuestro continente. La historia de su resistencia es una memoria que dignifica nuestra vida
, manifestó el narrador.
El Premio Nobel de Literatura José Saramago (Portugal, 1922) murió el 18 de junio a la edad 87 años, debido a la leucemia. El novelista, poeta y ensayista conjuntó en su persona la generosidad, los ideales por la justicia social y una escritura profundamente determinada por la realidad. La existencia del portugués se puede caracterizar por su sentencia: El único valor que considero revolucionario es la bondad
.
Es el único portugués que ha ganado el máximo reconocimiento a las letras del mundo, que le fue otorgado en 1998 por su capacidad para volver comprensible una realidad huidiza, con parábolas sostenidas por la imaginación, la compasión y la ironía
, afirmó la Academia sueca.
“La razón de escribir, en el fondo, no es más que esa: escribir… No escribo para agradar, tampoco para desagradar. Escribo para desasosegar. Me gustaría que todos mis libros fueran considerados como libros del desasosiego”, señaló Saramago en 2009 en torno a su novela Caín.
En El Evangelio según Jesucristo y Caín desnudó a la religión como mitificación de la realidad; y abordó el tema de la razón en los tiempos modernos en su trilogía formada por Ensayo sobre la ceguera, Todos los nombres y Ensayo sobre la lucidez.
Carlos Monsiváis (ciudad de México, 1938), cronista crítico de los fenómenos presentes en la mexicanidad, además de analista de los hechos sociales que han conmovido los cimientos de la sociedad nacional durante los siglos recientes, expiró el 19 de junio debido a complicaciones de una fibrosis pulmonar.
Identificado con la izquierda, el ensayista capitalino reivindicó en sus escritos al individuo y sus derechos como base del entramado social, contra el autoritarismo y la derecha. En esta lid se inclinó por el movimiento de 1968, los ídolos populares, las figuras de izquierda y los acontecimientos que significaban ideas progresistas; también apoyó las luchas de las minorías sexuales y culturales.
La obra de Monsiváis, caracterizada por la ironía frente a una realidad intolerable, fue un revire humorístico frente a los agravios por medio de la sátira política, como en su columna Por mi madre, bohemios, en la cual evidenciaba la ignorancia y exhibía la demagogia de políticos, empresarios, jerarcas católicos y personajes de la vida pública en general.
El editor y poeta Alí Chumacero (1918) falleció el 22 de octubre en la ciudad de México, víctima de neumonía. Fue un amante de la lectura desde su infancia en su natal Acaponeta, Nayarit, y a ella dedicó su vida entera como crítico, ensayista y editor. Entre su creación literaria destaca Poema de amorosa raíz, de los versos más célebres en nuestro país.
Laboró durante más de medio siglo en el Fondo de Cultura Económica y fue una de las figuras centrales del éxito de la casa editora. Ahí, el autor de Palabras en reposo atestiguó el paso de algunas de las mejores obras de la literatura mexicana del siglo XX y fue famoso el rumor, que Chumacero negaba, de haber mejorado la novela Pedro Páramo de Juan Rulfo con su corrección.
El filósofo marxista e investigador Bolívar Echeverría (1941), referente crítico del capitalismo en América Latina, falleció el 5 de junio en la ciudad de México como consecuencia de un infarto. El ecuatoriano, que adoptó la nacionalidad mexicana, fue autor de una extensa obra sobre modernidad, economía y cultura, y enfocó su trabajo a los ámbitos de la teoría crítica y la filosofía de la cultura.
Echeverría consideraba al barroco en América Latina una forma de resistencia cultural y una modernidad alternativa. “La verdadera fuerza del impulso anticapitalista –escribió– está expandida muy difusamente en el cuerpo de la sociedad, en la vida cotidiana y muchas veces en la dimensión festiva de esta última, donde lo imaginario ha dado refugio a lo político y donde esta actitud anticapitalista es omnipresente”.
Teoría que sostuvo en obras como Conversaciones sobre lo barroco, La modernidad del barroco y Definición de la cultura.
El sábado 16 de octubre, a los 83 años, pereció en la ciudad de Filadelfia Friedrich Katz, a consecuencia de cáncer. El antropólogo e historiador austriaco dedicó su vida profesional al estudio del acontecer en México y América Latina en los siglos XIX y XX. Produjo obras indispensables para entender a nuestro país como La guerra secreta en México: Europa, Estados Unidos y la Revolución Mexicana, De Díaz a Madero: Orígenes y estallido de la Revolución Mexicana y la biografía Pancho Villa, ineludible si se desea comprender al revolucionario.
Howard Zinn (Nueva York, 1922) murió el 27 de enero por una afección cardiaca, . El historiador de izquierda plasmó en su obra el punto de vista de los de abajo durante la construcción estadunidense y fue autor del libro más vendido sobre el tema: La otra historia de Estados Unidos. Referente antibelicista en ese país, el también articulista de La Jornada mantuvo siempre la esperanza en el rescate de la humanidad contra la opresión.
El periodista y narrador Tomás Eloy Martínez, nacido en Buenos, Aires, en 1934, quien logró unificar lo mejor de ambas disciplinas en su obra, pereció el 31 de enero en la capital de su país. Fue autor de una extensa obra que incluye novela, crónica, ensayo, relato, libretos de cine y televisión, donde destacan La pasión según Trelew, prohibida por la dictadura argentina; Santa Evita, traducida a múltiples idiomas, y El vuelo de la reina.
Autor de culto en Estados Unidos, J.D. Salinger (1919) murió el 27 de enero, en New Hampshire. El guardián entre el centeno, publicado en 1951, bastó para colocar al escritor entre los más reconocidos de la literatura moderna de su país y lanzarlo a la fama que siempre despreció.
Miguel Delibes (1920) vivió una España enfrentada por la Guerra Civil y luego la férrea dictadura de Francisco Franco. Es autor de una narrativa del espacio rural español, cruzada por el hambre y la falta de libertades. Su deceso ocurrió el 12 de marzo.
El ensayista y reconocido filólogo Antonio Alatorre, expiró el 21 de octubre a los 88 años. Originario de Autlán, Jalisco, ejerció una labor docente en nuestro país y otras naciones, y fue estudioso de Sor Juana Inés de la Cruz, de quien editó las obras completas. Fue un notable traductor y hacedor de una obra especializada en la que sobresale Los 1001 años de la lengua española.
A lo largo del año también se registraron los decesos de la poeta y traductora Esther Seligson (ciudad de México, 1941); el poeta y especialista en literatura chicana Juan Bruce-Novoa (San José, Costa Rica, 1944-California, Estados Unidos); el escritor y cronista Armando Jiménez (Piedras Negras, Coahuila, 1917-Tuxtla Gutiérrez, Chiapas); el crítico literario Sergio Nudelstejer (Varsovia, Polonia, 1924), y el autor de novela negra Juan Hernández Luna (ciudad de México, 1962).
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