Astillero Con dinero baila el PRI Ensayo para 2012 Todo cabe en un jarrito Julio Hernández López Copetito manda: lo electoral, convertido en mercantil; juegos de artificio comicial a cargo de brigadas dedicadas a construir triunfos para los aliados de la peña del erario que es abuela de su nieto (pre)candidato. ¿Milagro, sorpresa, triunfo de la democracia, ejemplo de modernidad (torre de David, arca de la alianza, estrella de la mañana), confirmación contundente de que los votos cuentan y la alternancia es posible (siempre y cuando no vaya por la izquierda)? Más bien, ríos de dinero de origen incomprobable que hicieron funcionar la maquinaria simplificada de adulteración que ya prescindió de estrategias e ingenierías más o menos esforzadas para aterrizar en el hecho crudo de la compra directa de votos y el pago en efectivo a funcionarios de casillas conforme a resultados. Además del explicable y justificado hartazgo ciudadano por las torpezas graves del calderonismo, la No pago pa’ que me sigan pegando: los financistas oscuros han ayudado a que haya una nueva conformación del poder que llevará al fracasado Calderón a replegar sus tropas y reformular sus planes de desquiciada Lo sucedido este domingo es un ensayo de lo que se planea para 2012. En el duelo al sol de mapaches pistoleros los priístas resultaron mejores que los blanquiazules. Entre otras cosas, porque los del PRI tuvieron mejor armamento: dinero, dinero y dinero, según recomienda la fórmula napoleónica (¿los inversionistas ocultos apostaron a dos cartas, o se cargaron a la opción tricolor que les ofrecía mejores réditos y garantía de pronta recuperación?). Además, los estrategas de tres colores tuvieron experiencia, cuadros capacitados y una estrategia relampagueante que les llevó en los días previos a los comicios a desplazarse por todo el país para cerrar los tratos mercantiles y vigilar el cumplimiento de los compromisos adquiridos. Las próximas elecciones presidenciales están predestinadas a ser un escenario magno de inequidad, ilegalidad y trampas. Atracomulco. Nada ha de complacer tanto, sin embargo, al respetable público (que pasó de bicicletero a telenovelero) como los interesantes incidentes de la boda real tan largamente pospuesta, la del famoso Chente hoy levantado en armas declarativas contra su breve sucesor, y la persistente Martita, mamá de sus impunes hijitos Bribiescas. Oh, cuando la desgracia acometía a los blanquiazules y el apachurrado Felipín, cuando el país parecía caer en las garras renovadas del dinosaurismo salinizado, cuando era posible decaer porque nada salvó al país ni cambió la faz podrida del poder (ni los votos nulos que valieron para lo que ya se sabía), entonces ha de aparecer la pareja tan simpática y oportuna, para que los mexicanos se entretengan en los entretelones del amor después de Los Pinos, de las pasiones en el rancho egocéntrico de San Cristóbal y en las discusiones apasionantes acerca de la validez de la ceremonia religiosa realizada en los jardines reales y no en una iglesia de la plebe (ya el jefe católico del feudo hizo saber que expidió una presunta autorización exprés a los tórtolos forrados (de fortuna sexenal). ¡Feliz luna ¿de miel?! Astillas La elección de nuevo dirigente del PAN está encaminada a ser un nuevo fracaso del licenciado Calderín (las elecciones confirmaron el diminutivo). Hay un enojo concentrado contra el equipo inservible que el felipismo impuso en los comités nacional y estatales, regidas todas las decisiones imperiales por el capricho y el amiguismo, y una corriente importante cree necesario que el nuevo jefe político del partido blanquiazul sea ajeno a la corte real. Pobrecito señor presidente, había dicho el profeta Servitje... El gatopardismo azteca se confirma: la dirigencia del PRD está considerando la posibilidad de restituir el Frente Amplio Opositor, obviamente con el PT y Convergencia. Esta columna, obsesionada con lo nuevo, propone que el coordinador sea nuevamente Jesús Ortega, para ver si nuevamente coordina la campaña de López Obrador... Y, mientras las armas futboleras se cubren de gloria ganándole a... Guadalupe, ¡hasta mañana! Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx |
Miércoles 29 de diciembre de 2010, p. 4
Lúcidos examinadores de la realidad y autores comprometidos murieron durante el año que concluye. Fueron referentes culturales, principalmente en el ámbito de las letras: el escritor Carlos Montemayor, el cronista Carlos Monsiváis, el narrador José Saramago y el filósofo Bolívar Echeverría.
La Jornada recuerda a estas personalidades, hacedores de un valioso legado.
También ocurrieron los fallecimientos del poeta Alí Chumacero; de los historiadores Friedrich Katz y Howard Zinn; de los narradores Tomás Eloy Martínez, J. D. Salinger y Miguel Delibes; y del filólogo Antonio Alatorre, entre otros.
El tenor, maestro, narrador, poeta, ensayista, traductor y activista Carlos Montemayor (Parral, Chihuahua, 1947) falleció en la ciudad de México el domingo 28 de febrero, debido al cáncer que lo aquejó durante meses. En su obra rescató la voz de los colectivos enfrentados al sistema político que les negaba cabida. Indígenas y grupos opositores de izquierda encontraron eco en su creación literaria y reivindicación en su discurso político.
Conocedor de las lenguas hebrea, griega clásica, latina, francesa, portuguesa, italiana e inglesa, tradujo obras clásicas como las Odas de Píndaro, Carmina Burana, poesías de Cayo Valerio Catulo, Virgilio y Safo, así como de poetas tales como Fernando Pessoa y Lêdo Ivo. Al parejo desarrolló una labor de rescate de los idiomas indígenas de nuestro país, que fructificó en un par de volúmenes centrados en éstos y en su poesía.
Otra de las herencias que deja fue recuperar en los libros Guerra en el paraíso, Las armas del alba y Las mujeres del alba, los motivos de los grupos opositores armados de las décadas de los 60 y 70, y el hostigamiento gubernamental a las comunidades que les dieron cobijo. Campesinos, indígenas, estudiantes, han sido masacrados una y otra vez en los países de nuestro continente. La historia de su resistencia es una memoria que dignifica nuestra vida
, manifestó el narrador.
El Premio Nobel de Literatura José Saramago (Portugal, 1922) murió el 18 de junio a la edad 87 años, debido a la leucemia. El novelista, poeta y ensayista conjuntó en su persona la generosidad, los ideales por la justicia social y una escritura profundamente determinada por la realidad. La existencia del portugués se puede caracterizar por su sentencia: El único valor que considero revolucionario es la bondad
.
Es el único portugués que ha ganado el máximo reconocimiento a las letras del mundo, que le fue otorgado en 1998 por su capacidad para volver comprensible una realidad huidiza, con parábolas sostenidas por la imaginación, la compasión y la ironía
, afirmó la Academia sueca.
“La razón de escribir, en el fondo, no es más que esa: escribir… No escribo para agradar, tampoco para desagradar. Escribo para desasosegar. Me gustaría que todos mis libros fueran considerados como libros del desasosiego”, señaló Saramago en 2009 en torno a su novela Caín.
En El Evangelio según Jesucristo y Caín desnudó a la religión como mitificación de la realidad; y abordó el tema de la razón en los tiempos modernos en su trilogía formada por Ensayo sobre la ceguera, Todos los nombres y Ensayo sobre la lucidez.
Carlos Monsiváis (ciudad de México, 1938), cronista crítico de los fenómenos presentes en la mexicanidad, además de analista de los hechos sociales que han conmovido los cimientos de la sociedad nacional durante los siglos recientes, expiró el 19 de junio debido a complicaciones de una fibrosis pulmonar.
Identificado con la izquierda, el ensayista capitalino reivindicó en sus escritos al individuo y sus derechos como base del entramado social, contra el autoritarismo y la derecha. En esta lid se inclinó por el movimiento de 1968, los ídolos populares, las figuras de izquierda y los acontecimientos que significaban ideas progresistas; también apoyó las luchas de las minorías sexuales y culturales.
La obra de Monsiváis, caracterizada por la ironía frente a una realidad intolerable, fue un revire humorístico frente a los agravios por medio de la sátira política, como en su columna Por mi madre, bohemios, en la cual evidenciaba la ignorancia y exhibía la demagogia de políticos, empresarios, jerarcas católicos y personajes de la vida pública en general.
El editor y poeta Alí Chumacero (1918) falleció el 22 de octubre en la ciudad de México, víctima de neumonía. Fue un amante de la lectura desde su infancia en su natal Acaponeta, Nayarit, y a ella dedicó su vida entera como crítico, ensayista y editor. Entre su creación literaria destaca Poema de amorosa raíz, de los versos más célebres en nuestro país.
Laboró durante más de medio siglo en el Fondo de Cultura Económica y fue una de las figuras centrales del éxito de la casa editora. Ahí, el autor de Palabras en reposo atestiguó el paso de algunas de las mejores obras de la literatura mexicana del siglo XX y fue famoso el rumor, que Chumacero negaba, de haber mejorado la novela Pedro Páramo de Juan Rulfo con su corrección.
El filósofo marxista e investigador Bolívar Echeverría (1941), referente crítico del capitalismo en América Latina, falleció el 5 de junio en la ciudad de México como consecuencia de un infarto. El ecuatoriano, que adoptó la nacionalidad mexicana, fue autor de una extensa obra sobre modernidad, economía y cultura, y enfocó su trabajo a los ámbitos de la teoría crítica y la filosofía de la cultura.
Echeverría consideraba al barroco en América Latina una forma de resistencia cultural y una modernidad alternativa. “La verdadera fuerza del impulso anticapitalista –escribió– está expandida muy difusamente en el cuerpo de la sociedad, en la vida cotidiana y muchas veces en la dimensión festiva de esta última, donde lo imaginario ha dado refugio a lo político y donde esta actitud anticapitalista es omnipresente”.
Teoría que sostuvo en obras como Conversaciones sobre lo barroco, La modernidad del barroco y Definición de la cultura.
El sábado 16 de octubre, a los 83 años, pereció en la ciudad de Filadelfia Friedrich Katz, a consecuencia de cáncer. El antropólogo e historiador austriaco dedicó su vida profesional al estudio del acontecer en México y América Latina en los siglos XIX y XX. Produjo obras indispensables para entender a nuestro país como La guerra secreta en México: Europa, Estados Unidos y la Revolución Mexicana, De Díaz a Madero: Orígenes y estallido de la Revolución Mexicana y la biografía Pancho Villa, ineludible si se desea comprender al revolucionario.
Howard Zinn (Nueva York, 1922) murió el 27 de enero por una afección cardiaca, . El historiador de izquierda plasmó en su obra el punto de vista de los de abajo durante la construcción estadunidense y fue autor del libro más vendido sobre el tema: La otra historia de Estados Unidos. Referente antibelicista en ese país, el también articulista de La Jornada mantuvo siempre la esperanza en el rescate de la humanidad contra la opresión.
El periodista y narrador Tomás Eloy Martínez, nacido en Buenos, Aires, en 1934, quien logró unificar lo mejor de ambas disciplinas en su obra, pereció el 31 de enero en la capital de su país. Fue autor de una extensa obra que incluye novela, crónica, ensayo, relato, libretos de cine y televisión, donde destacan La pasión según Trelew, prohibida por la dictadura argentina; Santa Evita, traducida a múltiples idiomas, y El vuelo de la reina.
Autor de culto en Estados Unidos, J.D. Salinger (1919) murió el 27 de enero, en New Hampshire. El guardián entre el centeno, publicado en 1951, bastó para colocar al escritor entre los más reconocidos de la literatura moderna de su país y lanzarlo a la fama que siempre despreció.
Miguel Delibes (1920) vivió una España enfrentada por la Guerra Civil y luego la férrea dictadura de Francisco Franco. Es autor de una narrativa del espacio rural español, cruzada por el hambre y la falta de libertades. Su deceso ocurrió el 12 de marzo.
El ensayista y reconocido filólogo Antonio Alatorre, expiró el 21 de octubre a los 88 años. Originario de Autlán, Jalisco, ejerció una labor docente en nuestro país y otras naciones, y fue estudioso de Sor Juana Inés de la Cruz, de quien editó las obras completas. Fue un notable traductor y hacedor de una obra especializada en la que sobresale Los 1001 años de la lengua española.
A lo largo del año también se registraron los decesos de la poeta y traductora Esther Seligson (ciudad de México, 1941); el poeta y especialista en literatura chicana Juan Bruce-Novoa (San José, Costa Rica, 1944-California, Estados Unidos); el escritor y cronista Armando Jiménez (Piedras Negras, Coahuila, 1917-Tuxtla Gutiérrez, Chiapas); el crítico literario Sergio Nudelstejer (Varsovia, Polonia, 1924), y el autor de novela negra Juan Hernández Luna (ciudad de México, 1962).
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