EL OCASO DE ULISES RUIZ A PUNTO DE ENTREGAR MANDATO

El ocaso de Ulises Ruiz se tiñe de sangre (I Parte)   Juan Carlos Zavala    Viernes 29 de Octubre de 2010 09:36 http://www.rioaxaca.com/v1/images/stories/fotoarchivo2010/fotos_de_octubre/urodedo.jpg.     Es sábado, y conforme pasan las horas parece que será un día sin mayores aspavientos. Al menos, ninguno fuera de los que ya se está acostumbrado en la ciudad de Oaxaca: bloqueos, marchas, plantones, protestas. No fue así. Cerca de las once de la mañana el líder del Movimiento Unificador de Lucha Triqui (MULT, una de las organizaciones más grande del estado), Heriberto Pazos Ortiz, murió acribillado a balazos mientras viajaba en su camioneta. "Tenemos en Oaxaca una paz engañosa", afirmaba por la misma hora pero en un escenario diferente el diputado electo Flavio Sosa, quien participaba como exponente en el seminario Las lecciones de la elección 2010, convocado por la UABJO. Apenas un día antes, el dirigente del Comité de Defensa Ciudadana (Codeci), Catarino Torres Pereda - preso político en 2006 -, fue ejecutado por un grupo armado dentro de las oficinas de su organización ubicadas en Tuxtepec. En menos de 24 horas dos líderes sociales en Oaxaca fueron asesinados. Los escenarios futuros pintaban ya, catastróficos para el estado. Mientras se cumplen o no, el ocaso del sexenio de Ulises Ruiz Ortiz continúa manchándose de sangre. La lista de dirigentes sociales, políticos y sindicales en la entidad, asesinados en los seis años de su gobierno es larga, superan los cincuenta. Pasadas las elecciones del cuatro de julio, la derrota electoral del PRI y el consecuente triunfo de Gabino Cué Monteagudo como gobernador del estado, quien entrará en funciones el primero de diciembre próximo, los crímenes con tintes políticos se han agravado. El primero de ellos, "pos electoral", fue la ejecución del secretario general del Sindicato Único de Trabajadores del Colegio de Bachilleres de Oaxaca (Sutcobao), Tomás Matus Matus. El pasado 17 de agosto, una persona solitaria disparó contra el líder sindical en cuatro ocasiones frente a sus oficinas en la colonia Reforma cerca de las diez de la mañana, según la versión de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE). El nueve de octubre, el presidente municipal electo por el PRI de Mártires de Tacubaya, distrito de Jamiltepec, Artemio Tomás Jiménez Baños, fue emboscado y asesinado cuando regresaba de trabajar en su parcela. Al día siguiente el diputado local electo en el distrito de Ocotlán, Manuel Benítez Manzanares fue secuestrado por un grupo armado. A dos meses de la privación ilegal de la libertad del legislador electo salido de las filas del Partido Acción Nacional (PAN), su paradero se desconoce. En ninguno de los crímenes mencionados se ha detenido a los responsables y la PGJE ha sido incapaz de presentar avances sobre las investigaciones, o señalar las líneas de investigación o posibles móviles. La paz en el estado es engañosa, retomando las palabras de Flavio Sosa - uno de los principales líderes de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO) en el 2006 -, y los asesinatos de los dirigentes podrían desestabilizar al gobierno entrante ante la exigencia de justicia y castigo a los responsables. Psicosis colectiva El dirigente de la Coordinadora contra la Represión y la Impunidad, Gilberto Hernández Santiago, sostiene que con los dos últimos asesinatos de líderes sociales en el estado se pretende intimidar y generar psicosis colectiva. La ejecución del líder del Comité de Defensa Ciudadana (Codeci), Catarino Torres Pereda, y del dirigente del Movimiento de Unificación de Lucha Triqui (MULT), Heriberto Pazos Ortiz, aseveró, dice, son crímenes de Estado con los que se busca generar terror para inhibir la inconformidad y el descontento social. "El descontento generalizado del pueblo que se manifiesta ante toda la situación de pobreza, falta de empleo, los grandes y millonarios desvíos de recursos públicos que el gobierno que encabeza Ulises Ruiz Ortiz está realizando y, ante la gran deuda multimillonaria derivada también de los saqueos de recursos, y sobre todo ante la gran impunidad que prevalece; desde luego que éstos crímenes esperemos que no sean factor para distraer la atención y olvidar a los múltiples crímenes que se han cometido con anterioridad y que se en encuentran en la total impunidad". Gilberto Hernández señala que desde la campaña electoral del actual gobernador del estado, Ulises Ruiz, se han cometido crímenes con tintes políticos que permanecen impunes. Recordó el asesinato del profesor Serafín García en Huautla de Jiménez; así como las más de 26 crímenes cometidos durante las movilizaciones de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO) en 2006, los que a cuatro años de haber sido ejecutados se encuentran sin esclarecer y sin castigo a los responsables. El dirigente de la Coordinadora menciona también, los más de 32 crímenes cometidos en la región Triqui donde las víctimas han sido niños, mujeres y personas que han representado un carácter moral para dicha región. Conteo regresivo. En diciembre de 2009 la ejecución del líder de la Organización de Comerciantes Independientes y Verbeneros del Estado de Oaxaca, Roberto Mendoza, ensombreció la contienda electoral del 2010. Ultimado a balazos en un restaurante, su muerte se une a las ejecuciones más recientes del ex director de la Policía Auxiliar Bancaria, Industrial y Comercial (PABIC), Alejandro Barrita (2008); Aristeo López Martínez (2009) ex coordinador de Seguridad Pública Municipal del ayuntamiento de la ciudad de Oaxaca - estos dos, actores principales en la represión ejercida contra activistas sociales durante el conflicto de 2006 y 2007 en Oaxaca - y de la líder del Partido de la Revolución Democrática (PRD) en San Pedro Jicayán, Beatriz López Leyva (2009). Violencia acentuada desde 1999. Los crímenes anteriores se enmarcan en un escenario de violencia acentuada desde 1999, de acuerdo con el investigador del Instituto de Investigaciones en Humanidades (IIHUABJO), Porfirio Santibáñez Orozco, durante el cual la entidad ha vivido dos "periodos de excepción". Es decir, explica, antes de la caída electoral del PRI por la Presidencia del República, los gobernantes de los estados estaban sometidos a los titulares del Poder Ejecutivo en el país; cuando llega el Partido Acción Nacional (PAN) al poder, "no hay poder que esté por encima de los gobernantes de las entidades: los ediles municipales, el Poder Judicial y el Congreso local están controlados por el gobernador".