viernes, 28 de septiembre de 2007

EL DERECHO DE REBELION

Así viven las clases dominantes: del sufrimiento y de la muerte de las clases
dominadas, y pobres y ricos, oprimidos y déspotas, en virtud de la costumbre y de
las preocupaciones heredadas, consideran natural este absurdo estado de cosas.
Pero un día uno de los esclavos toma el periódico y lo lee: es un periódico
libertario. En él se ve cómo el rico abusa del pobre sin más derecho que el de la
fuerza y la astucia; en él se ve cómo el gobierno abusa del pueblo sin otro derecho
que el de la fuerza. El esclavo piensa entonces, y acaba por concluir que, hoy como
ayer, la fuerza es soberana, y, consecuente con su pensamiento, se hace rebelde. A
la fuerza no se le domina con razones: a la fuerza se le domina con la fuerza.
El derecho de rebelión penetra en las conciencias, el descontento crece, el
malestar se hace insoportable, la protesta estalla al fin y se inflama el ambiente.
Se respira una atmósfera fuerte por los efluvios de rebeldía que la saturan y el
horizonte comienza a aclararse. Desde lo alto de su roca el viejo buitre acecha.
De las llanadas no suben ya rumores de quejas, ni de suspiros ni de llantos: es
rugido el que se escucha. Baja la vista y se estremece: no percibe ni una sola
espalda: es que el pueblo se ha puesto de pie.
Bendito momento aquel en que un pueblo se yergue. Ya no es el rebaño de
lomos tostados por el sol, ya no es la muchedumbre sórdida de resignados y de
sumisos, sino la hueste de rebeldes que se lanza a la conquista de la tierra
ennoblecida porque al fin la pisan hombres.
El derecho de rebelión es sagrado porque su ejercicio es indispensable para
romper obstáculos que se oponen al derecho de vivir. Rebeldía, grita la mariposa
al romper el capullo que la aprisiona; rebeldía, grita la yema al desgarrar la recia
corteza que le cierra el paso; rebeldía, grita el grano en el surco al agrietar la
tierra para recibir los rayos del sol; rebeldía, grita el tierno ser humano al desgarrar
las entrañas maternas; rebeldía, grita el pueblo cuando se pone de pie para aplastar
con tiranos y explotadores.
La rebeldía es la vida: la sumisión es la muerte. ¿Hay rebeldes en un pueblo?
La vida está asegurada y asegurados están también el arte y la ciencia y la
industria. Desde Prometeo hasta Kropotkin, los rebeldes han hecho avanzar a la
humanidad.
Supremo derecho de los instantes supremos es la rebeldía. Sin ella, la
humanidad andaría perdida aún en aquel lejano crepúsculo que la historia llama la
Edad de Piedra; sin ella la inteligencia humana hace tiempo que habría naufragado
en el lodo de los dogmas; sin ella, los pueblos vivirían aún de rodillas ante los
príncipes de derecho divino; sin ella, esta América hermosa continuaría durmiendo
bajo la protección del misterioso océano; sin ella, los hombres verían aún perfilarse
los recios contornos de esa afrenta humana que se llamó la Bastilla.
Y el Buitre Viejo acecha desde lo alto de su roca, fija la sanguinolenta pupila
en el gigante que avanza sin darse cuenta aún del porqué de la insurrección. El
derecho de rebelión no lo entienden los tiranos.
RICARDO FLORES MAGON. Regeneración 10 Septiembre 1910.

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OAXACA DE JUAREZ, MAGON Y ZAPATA ,APPO 2011, http://todoelpoderalpueblo.blogspot.com