San Luis Acatlán, 23 de octubre. Al paso de la Caravana del Frente Popular en Defensa de la Tierra (FPDT) por municipios indígenas de La Montaña, recibieron la solidaridad de estudiantes de la Universidad Intercultural del Estado de Guerrero (UIEG), de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias (CRAC) y, de manera imprevista, representantes de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO) les manifestaron su apoyo durante un breve homenaje que ofrecieron al legendario guerrillero Genaro Vázquez Rojas, en la tumba donde yace, en la cabecera de San Luis Acatlán. En el segundo día de gira de la comitiva del FPDT –integrada por tres ejidatarios de San Salvador Atenco– por esta región indígena, ofrecieron una conferencia en la Universidad Intercultural (ubicada en La Ciénega, pueblo me’phaa de Malinaltepec) acerca de la defensa del territorio, en la cual relataron ante un centenar de estudiantes las acciones atroces que cometieron cuerpos policiacos enviados por los gobiernos federal y el del estado de México contra sus compañeros en mayo de 2006; desde entonces, nueve de ellos están presos en el penal Molino de las Flores, Texcoco, condenados a 31 años de cárcel; otros tres recluidos en el penal de máxima seguridad del Altiplano (Ignacio del Valle, Felipe Álvarez y Héctor Galindo); y dos más (América del Valle y Adán Pérez) viven desde hace tres años ocultándose ante la orden de arresto que hay en su contra. Cuando narraban los abusos sexuales que cometieron los policías contra las mujeres de Atenco, los allanamientos violentos, el asesinato de un adolescente y un estudiante de la UNAM, así como la condena de 112 años que se le impuso a Ignacio del Valle, los jóvenes de la Intercultural reaccionaron con asombro y desaprobaron las acciones del gobierno. “Venimos a decirles la verdad que no se cuenta en la televisión”, les dijo, franco, el ejidatario Damián Camacho. De La Ciénega, la comitiva –acompañados por una representación de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero (CETEG) y del Taller de Desarrollo Comunitario (Tadeco)–, partió a la sede de la CRAC en la comunidad de Espino Blanco, donde fueron recibidos por policías y comandantes. Les manifestaron que hacen suya la lucha por la libertad de los presos políticos, y después participaron en una entrevista en la radio comunitaria la Voz del Pueblo, órgano de difusión de la CRAC. El recorrido De Tlapa a San Luis Acatlán, los ejidatarios recorrieron la carretera que comunica a La Montaña con la Costa Chica, una obra sumamente deteriorada a cinco años de haber sido inaugurada por Vicente Fox. Los actos de esta jornada no fueron tan numerosos como la marcha y el mitin que se efectuó ayer en Tlapa, pero sí permitieron un diálogo directo entre los atequenses y las organizaciones. A San Luis Acatlán la comitiva arribó como a las 5 de la tarde. En las oficinas centrales de la CRAC, comandantes y policías los recibieron. Platicaron durante más de una hora y expusieron que desde hace ocho días, Ignacio del Valle, Felipe Álvarez y Héctor Galindo están en huelga de hambre en el penal del Altiplano por las condiciones “inhumanas” a las que son sometidos con el resto de los internos, más de 300 en total: no les ofrecen ningún minuto al aire libre, permanecen las 24 horas en celdas diminutas, los parientes que los visitan son obligados a exhaustivas revisiones sin ropa y les limitan la atención médica. “Gracias a la lucha que hemos emprendido todas las organizaciones en todo el país, el país no está peor; sin embargo, creemos que estamos en un escenario de guerra no abierta, pero sí de confrontación”, expresó Javier Ramírez, de la comitiva de San Salvador Atenco, ante las autoridades comunitarias. Los de la CRAC y el FPDT intercambiaron expresiones de apoyo y acordaron establecer una alianza ante futuras acciones del gobierno contra sus integrantes. Como muestra de agradecimiento, los atequenses otorgaron un machete a los comandantes con las insignias del FPDT. A las 7 de la tarde los ejidatarios enfilaron rumbo a la tumba donde yace Genaro Vázquez Rojas. No estaba previsto, pero en el trayecto coincidieron con representantes de la APPO y de la CETEG. Ofrecieron una ofrenda donde colocaron dos machetes, flores y un sombrero de palma en la lápida y también le brindaron vítores. Fue quizá el momento más emotivo del día. “Hermano Genaro, que los pueblos encuentren el camino que les heredaste”, señaló Damián Camacho. Después, todos gritaron con el puño en alto: “¡Viva Genaro Vázquez! ¡Hasta la victoria siempre comandante!” La larga jornada de este día, que comenzó desde las 9 de la mañana, concluyó en una reunión con lugareños de la comunidad General Enrique Rodríguez Cruz, bastión de la Policía Comunitaria, quienes a 21 años de haber fundado el pueblo no pertencen a ningún municipio de manera formal, por lo tanto son limitadas las obras que reciben. Mañana habrá un encuentro con los indígenas amuzgos de la radio comunitaria La Palabra del Agua, en Xochistlahuaca.La APPO y estudiantes de la Intercultural se solidarizan con el movimiento de Atenco
Miércoles 29 de diciembre de 2010, p. 4
Lúcidos examinadores de la realidad y autores comprometidos murieron durante el año que concluye. Fueron referentes culturales, principalmente en el ámbito de las letras: el escritor Carlos Montemayor, el cronista Carlos Monsiváis, el narrador José Saramago y el filósofo Bolívar Echeverría.
La Jornada recuerda a estas personalidades, hacedores de un valioso legado.
También ocurrieron los fallecimientos del poeta Alí Chumacero; de los historiadores Friedrich Katz y Howard Zinn; de los narradores Tomás Eloy Martínez, J. D. Salinger y Miguel Delibes; y del filólogo Antonio Alatorre, entre otros.
El tenor, maestro, narrador, poeta, ensayista, traductor y activista Carlos Montemayor (Parral, Chihuahua, 1947) falleció en la ciudad de México el domingo 28 de febrero, debido al cáncer que lo aquejó durante meses. En su obra rescató la voz de los colectivos enfrentados al sistema político que les negaba cabida. Indígenas y grupos opositores de izquierda encontraron eco en su creación literaria y reivindicación en su discurso político.
Conocedor de las lenguas hebrea, griega clásica, latina, francesa, portuguesa, italiana e inglesa, tradujo obras clásicas como las Odas de Píndaro, Carmina Burana, poesías de Cayo Valerio Catulo, Virgilio y Safo, así como de poetas tales como Fernando Pessoa y Lêdo Ivo. Al parejo desarrolló una labor de rescate de los idiomas indígenas de nuestro país, que fructificó en un par de volúmenes centrados en éstos y en su poesía.
Otra de las herencias que deja fue recuperar en los libros Guerra en el paraíso, Las armas del alba y Las mujeres del alba, los motivos de los grupos opositores armados de las décadas de los 60 y 70, y el hostigamiento gubernamental a las comunidades que les dieron cobijo. Campesinos, indígenas, estudiantes, han sido masacrados una y otra vez en los países de nuestro continente. La historia de su resistencia es una memoria que dignifica nuestra vida
, manifestó el narrador.
El Premio Nobel de Literatura José Saramago (Portugal, 1922) murió el 18 de junio a la edad 87 años, debido a la leucemia. El novelista, poeta y ensayista conjuntó en su persona la generosidad, los ideales por la justicia social y una escritura profundamente determinada por la realidad. La existencia del portugués se puede caracterizar por su sentencia: El único valor que considero revolucionario es la bondad
.
Es el único portugués que ha ganado el máximo reconocimiento a las letras del mundo, que le fue otorgado en 1998 por su capacidad para volver comprensible una realidad huidiza, con parábolas sostenidas por la imaginación, la compasión y la ironía
, afirmó la Academia sueca.
“La razón de escribir, en el fondo, no es más que esa: escribir… No escribo para agradar, tampoco para desagradar. Escribo para desasosegar. Me gustaría que todos mis libros fueran considerados como libros del desasosiego”, señaló Saramago en 2009 en torno a su novela Caín.
En El Evangelio según Jesucristo y Caín desnudó a la religión como mitificación de la realidad; y abordó el tema de la razón en los tiempos modernos en su trilogía formada por Ensayo sobre la ceguera, Todos los nombres y Ensayo sobre la lucidez.
Carlos Monsiváis (ciudad de México, 1938), cronista crítico de los fenómenos presentes en la mexicanidad, además de analista de los hechos sociales que han conmovido los cimientos de la sociedad nacional durante los siglos recientes, expiró el 19 de junio debido a complicaciones de una fibrosis pulmonar.
Identificado con la izquierda, el ensayista capitalino reivindicó en sus escritos al individuo y sus derechos como base del entramado social, contra el autoritarismo y la derecha. En esta lid se inclinó por el movimiento de 1968, los ídolos populares, las figuras de izquierda y los acontecimientos que significaban ideas progresistas; también apoyó las luchas de las minorías sexuales y culturales.
La obra de Monsiváis, caracterizada por la ironía frente a una realidad intolerable, fue un revire humorístico frente a los agravios por medio de la sátira política, como en su columna Por mi madre, bohemios, en la cual evidenciaba la ignorancia y exhibía la demagogia de políticos, empresarios, jerarcas católicos y personajes de la vida pública en general.
El editor y poeta Alí Chumacero (1918) falleció el 22 de octubre en la ciudad de México, víctima de neumonía. Fue un amante de la lectura desde su infancia en su natal Acaponeta, Nayarit, y a ella dedicó su vida entera como crítico, ensayista y editor. Entre su creación literaria destaca Poema de amorosa raíz, de los versos más célebres en nuestro país.
Laboró durante más de medio siglo en el Fondo de Cultura Económica y fue una de las figuras centrales del éxito de la casa editora. Ahí, el autor de Palabras en reposo atestiguó el paso de algunas de las mejores obras de la literatura mexicana del siglo XX y fue famoso el rumor, que Chumacero negaba, de haber mejorado la novela Pedro Páramo de Juan Rulfo con su corrección.
El filósofo marxista e investigador Bolívar Echeverría (1941), referente crítico del capitalismo en América Latina, falleció el 5 de junio en la ciudad de México como consecuencia de un infarto. El ecuatoriano, que adoptó la nacionalidad mexicana, fue autor de una extensa obra sobre modernidad, economía y cultura, y enfocó su trabajo a los ámbitos de la teoría crítica y la filosofía de la cultura.
Echeverría consideraba al barroco en América Latina una forma de resistencia cultural y una modernidad alternativa. “La verdadera fuerza del impulso anticapitalista –escribió– está expandida muy difusamente en el cuerpo de la sociedad, en la vida cotidiana y muchas veces en la dimensión festiva de esta última, donde lo imaginario ha dado refugio a lo político y donde esta actitud anticapitalista es omnipresente”.
Teoría que sostuvo en obras como Conversaciones sobre lo barroco, La modernidad del barroco y Definición de la cultura.
El sábado 16 de octubre, a los 83 años, pereció en la ciudad de Filadelfia Friedrich Katz, a consecuencia de cáncer. El antropólogo e historiador austriaco dedicó su vida profesional al estudio del acontecer en México y América Latina en los siglos XIX y XX. Produjo obras indispensables para entender a nuestro país como La guerra secreta en México: Europa, Estados Unidos y la Revolución Mexicana, De Díaz a Madero: Orígenes y estallido de la Revolución Mexicana y la biografía Pancho Villa, ineludible si se desea comprender al revolucionario.
Howard Zinn (Nueva York, 1922) murió el 27 de enero por una afección cardiaca, . El historiador de izquierda plasmó en su obra el punto de vista de los de abajo durante la construcción estadunidense y fue autor del libro más vendido sobre el tema: La otra historia de Estados Unidos. Referente antibelicista en ese país, el también articulista de La Jornada mantuvo siempre la esperanza en el rescate de la humanidad contra la opresión.
El periodista y narrador Tomás Eloy Martínez, nacido en Buenos, Aires, en 1934, quien logró unificar lo mejor de ambas disciplinas en su obra, pereció el 31 de enero en la capital de su país. Fue autor de una extensa obra que incluye novela, crónica, ensayo, relato, libretos de cine y televisión, donde destacan La pasión según Trelew, prohibida por la dictadura argentina; Santa Evita, traducida a múltiples idiomas, y El vuelo de la reina.
Autor de culto en Estados Unidos, J.D. Salinger (1919) murió el 27 de enero, en New Hampshire. El guardián entre el centeno, publicado en 1951, bastó para colocar al escritor entre los más reconocidos de la literatura moderna de su país y lanzarlo a la fama que siempre despreció.
Miguel Delibes (1920) vivió una España enfrentada por la Guerra Civil y luego la férrea dictadura de Francisco Franco. Es autor de una narrativa del espacio rural español, cruzada por el hambre y la falta de libertades. Su deceso ocurrió el 12 de marzo.
El ensayista y reconocido filólogo Antonio Alatorre, expiró el 21 de octubre a los 88 años. Originario de Autlán, Jalisco, ejerció una labor docente en nuestro país y otras naciones, y fue estudioso de Sor Juana Inés de la Cruz, de quien editó las obras completas. Fue un notable traductor y hacedor de una obra especializada en la que sobresale Los 1001 años de la lengua española.
A lo largo del año también se registraron los decesos de la poeta y traductora Esther Seligson (ciudad de México, 1941); el poeta y especialista en literatura chicana Juan Bruce-Novoa (San José, Costa Rica, 1944-California, Estados Unidos); el escritor y cronista Armando Jiménez (Piedras Negras, Coahuila, 1917-Tuxtla Gutiérrez, Chiapas); el crítico literario Sergio Nudelstejer (Varsovia, Polonia, 1924), y el autor de novela negra Juan Hernández Luna (ciudad de México, 1962).
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