QUE PASARA CON EL MAGISTERIO OAXAQUEÑO

Historias del más acá / Oaxaca: en busca de un nuevo mes de mayo Sábado 04 de Diciembre de 2010 09:52 El secretario general de la sección 22 del Sindicato Nacional de Maestros de la Educación, parte de la Coordinadora Nacional de Maestros, me recibe en uno de los centros de capacitación de maestros en el centro de la ciudad de Oaxaca el último día de noviembre. En las varias habitaciones hay maestros reunidos hablando de gises y pizarrones, en otra se discute la organización de la marcha del 1 de diciembre al mismo tiempo que esté tomando posesión Gabino Cué como gobernador constitucional del estado de Oaxaca. El profesor Ázael Santiago me invita a que nos sentemos en una mesa en medio de una bodega con material escolar. ¿Por qué arruinarle la fiesta a Gabino? Pregunté. ¿Con él cuál es la bronca…? Habla Ázael como lo que es, un profesor. Didáctico. Claro. Duro. La marcha es para despedir a Ulises Ruiz y para recordarle que no nos olvidamos de sus crímenes. Cuando habla del nuevo gobernador siempre le llama por sus dos apellidos y el nombre: y pues que escuche Gabino Cué Monteagudo que no nos olvidamos de nuestras demandas. El gobernador entrante llegó con el apoyo de todos los partidos con excepción del PRI, tiene detrás de él a ex integrantes de la APPO y buena parte del empresariado, grupos indígenas… pero aún no se ha podido sentar formalmente con los maestros. Me explica Ázael que las asambleas no consideraron correcto reunirse con Cué antes de que tomara posesión. Ha habido algunos contactos muy superficiales. Están preparando un documento formal que defina sus demandas principales al gobernador. Entonces se reunirán con él. ¿Es posible, le pregunto, que por primera vez en muchos mayos, esta vez no haya paros, ni huelgas ni marchas en Oaxaca. Que los estudiantes oaxaqueños tengan clases en mayo? El profesor Santiago me explica que sus métodos de lucha no son arbitrarios, que han sido obligados. Que entienden la molestia de muchos oaxaqueños, pero que no tienen de otra. ¿Hay posibilidad? Siempre la hay. Pero nuestras demandas son las que son. La 22 no acepta la Alianza por la Calidad Educativa, en Oaxaca ni se han aplicado exámenes estandarizados ni se han concursado plazas. Por eso, por ejemplo, hay cientos y cientos de maestros que hoy cobran por honorarios. Gabino Cué Monteagudo debe ser nuestro aliado en esto frente a la SEP, me dice el profesor Ázael. ¿Si esto pasa, si hay un proceso de negociación serio, se pararían las huelgas y las marchas? Nosotros tenemos una historia de lucha. Esa lucha no la vamos a abandonar, me dice. Nos han querido desparecer muchas veces, no nos va a pasar lo que al SME. En todo su optimismo de que podrá cambiar, al menos el tono con el que se vive en Oaxaca, Gabino Cué sólo duda cuando le pregunto sobre los maestros. Ha buscado reunirse con ellos y no lo ha logrado. Sabe que sus demandas sobrepasan su capacidad de resolución y que al final de cuentas la maestra Gordillo es… la maestra. Pero sabe que si no es capaz de resolver, de alguna manera, el problema recurrente más visible y añejo, el que originó el conflicto del 2006, ni los oaxaqueños ni el país podrán darle una buena calificación al gobernador aliancista. Resolver, o al menos administrar, el asunto de los maestros es un caso simbólico para el nuevo gobierno. Después de tres días en Oaxaca preguntando todo el tiempo a oaxaqueños sobre sus expectativas frente a Cué, está claro que hay un nuevo ánimo, se respira diferente. Hay una sonrisa y, a pesar de los problemas, una esperanza. Y siempre hay un pero, los maestros. ¿Podrá con los maestros? ¿Qué hará con los maestros? Y en el centro de ese conflicto está el 2006. “En Oaxaca no habrá paz sin justicia”, me dijo Cué. Siempre conforme a los límites de la ley. Tanto Cué como Ázael se refirieron al documento de la Suprema Corte de Justicia como base para revisar lo acontecido en aquellos turbulentas semanas en Oaxaca. Lo cierto hoy es que no hay uno solo de los homicidios de maestros de aquellos días que esté plenamente aclarado. Y también es cierto que el documento de la Corte señala abusos de la APPO. La resolución del asunto de los maestros tendrá que pasar por esa revisión del pasado. Es inevitable. Y el miércoles, miles de maestros estuvieron ahí para recordárselo. A él y a los oaxaqueños. ¿Cuál es el indicador con el que será justo evaluarte en cinco años? Muy difícil de medir, me dijo Gabino Cué, pero lo que más importa es restituir el tejido social que en los últimos años está roto, destrozado. Urge la reconciliación entre oaxaqueños. Si no, nada se podrá hacer. La herencia de Ulises Ruiz. Carlos Puig / Milenio.com