Cuando el gobierno cambia de lugar Gustavo Esteva Ejidatarias y ejidatarios de San José del Progreso, Ocotlán, fueron brutalmente reprimidos la semana pasada. Luchaban contra la Compañía Minera Cuzcatlán, subsidiaria de la canadiense Fortuna Silver Mines, por los daños sociales y ambientales que estaba provocando su explotación minera. Ante la indiferencia de las autoridades los ejidatarios decidieron bloquearla. El 6 de mayo, 2 mil 500 efectivos policiacos y militares rompieron el bloqueo. Tres semanas antes, el 17 y 18 de abril, se celebró en San Pedro Apóstol, también en el valle de Ocotlán, el Foro Nacional Tejiendo Resistencias por la Defensa de Nuestros Territorios. Comunidades zapotecas, mixtecas, mixes, chatinas y chontales de las siete regiones de Oaxaca, junto con organizaciones locales, estatales, nacionales e internacionales, se reunieron para tomar acuerdos ante el acoso a que las someten empresarios y autoridades. Al ofrecer su decidido respaldo a los campesinos de San José y exigir la cancelación del proyecto minero, quienes asistieron al foro mostraron una conciencia lúcida de la necesidad de actuar conjuntamente al ejercer soberanía sobre sus territorios. Además de oponerse a otros proyectos mineros, presas y diversos megaproyectos, afirmaron la necesidad de articular sus empeños para enfrentar la amenaza que pesa actualmente sobre su patrimonio natural y social. No era una iniciativa aislada. El 14 de marzo, el mismo día en que los campesinos de San José del Progreso desconocieron a sus autoridades priístas y crearon el consejo que encabezará su lucha, se celebró en Capulalpam de Méndez, en la sierra de Juárez, el primer Foro Regional sobre Derechos Indígenas, Territorialidad y Jurisdicción sobre Recursos Naturales, que congregó a numerosas comunidades de la región y a organizaciones sociales. Son sólo dos botones de muestra de un movimiento de gran alcance que revela una profunda mutación política: es el paso de la tradicional lucha por la tierra a la defensa del territorio; es también la transformación de la resistencia en una lucha de liberación. Los pueblos se reconocen así como fuerza constituyente, la que hizo valer la soberanía popular en la Constitución de 1917. Realizan ahora un ejercicio soberano, amparado en el artículo 39 constitucional, para defender su patrimonio. De este modo, el gobierno mismo y el arte de gobernar cambian poco a poco de lugar. A medida que los poderes constituidos desertan de sus funciones y nos conducen al abismo, la gente reivindica la gobernanza. Allá arriba, el ejercicio del gobierno se reduce cada vez más a la instrucción autoritaria, el uso de la fuerza y la manipulación mediática, para profundizar su subordinación al capital nacional y trasnacional. Hasta las calificadoras de Wall Street descalifican ahora las medidas que ha tomado el gobierno ante la crisis económica. El fracaso político es aún mayor. Cada una de las campañas organizadas para conquistar la legitimidad que Calderón no logró en las urnas provoca mayor desprestigio. Se ha roto la vergonzante alianza con el PRI, que nunca cumplió satisfactoriamente sus propósitos. Se cumple el pronóstico de que la campaña contra el narco sería el Irak de Calderón: deteriora cada vez su capacidad de gobernar y es evidente que no podrá ganarla. Las continuas derrotas electorales revelan el creciente rechazo ciudadano a una administración tan incompetente como corrupta y autoritaria. El comportamiento errático y confuso ante el nuevo virus podría haber sido la gota que derrama el vaso. A medida que se despeja la polvareda que las autoridades levantaron con su escándalo imprudente, queda a la vista de todos la ineptitud oficial en el manejo de un asunto en extremo delicado y la condición real de los aparatos institucionales, cada vez más obsoletos y contraproductivos. El episodio desgarró el tapaojos que muchas personas empleaban para negar el estado de cosas y seguir poniendo su esperanza en un cambio en los operadores de esos aparatos. Aunque el tapaojos era tan inútil como el cubrebocas, reduce la angustia de quienes no ven más opción que la ilusión electoral, por considerarla la única vía democrática de transformación. Pero la opción existe. La gente comprueba cada día el carácter ilusorio de esa vía y recupera paso a paso el arte de gobernar, que así regresa a los hombres y mujeres que forman la fuerza constituyente de la sociedad y pueden ejercer libremente su autonomía y su soberanía. Y si de esto se trata, los zapatistas siguen siendo la fuente principal de inspiración. Demuestran en la práctica, a pesar de un acoso creciente y continuas provocaciones, que esa opción es viable y contiene claramente embrión de porvenir. |
Miércoles 29 de diciembre de 2010, p. 4
Lúcidos examinadores de la realidad y autores comprometidos murieron durante el año que concluye. Fueron referentes culturales, principalmente en el ámbito de las letras: el escritor Carlos Montemayor, el cronista Carlos Monsiváis, el narrador José Saramago y el filósofo Bolívar Echeverría.
La Jornada recuerda a estas personalidades, hacedores de un valioso legado.
También ocurrieron los fallecimientos del poeta Alí Chumacero; de los historiadores Friedrich Katz y Howard Zinn; de los narradores Tomás Eloy Martínez, J. D. Salinger y Miguel Delibes; y del filólogo Antonio Alatorre, entre otros.
El tenor, maestro, narrador, poeta, ensayista, traductor y activista Carlos Montemayor (Parral, Chihuahua, 1947) falleció en la ciudad de México el domingo 28 de febrero, debido al cáncer que lo aquejó durante meses. En su obra rescató la voz de los colectivos enfrentados al sistema político que les negaba cabida. Indígenas y grupos opositores de izquierda encontraron eco en su creación literaria y reivindicación en su discurso político.
Conocedor de las lenguas hebrea, griega clásica, latina, francesa, portuguesa, italiana e inglesa, tradujo obras clásicas como las Odas de Píndaro, Carmina Burana, poesías de Cayo Valerio Catulo, Virgilio y Safo, así como de poetas tales como Fernando Pessoa y Lêdo Ivo. Al parejo desarrolló una labor de rescate de los idiomas indígenas de nuestro país, que fructificó en un par de volúmenes centrados en éstos y en su poesía.
Otra de las herencias que deja fue recuperar en los libros Guerra en el paraíso, Las armas del alba y Las mujeres del alba, los motivos de los grupos opositores armados de las décadas de los 60 y 70, y el hostigamiento gubernamental a las comunidades que les dieron cobijo. Campesinos, indígenas, estudiantes, han sido masacrados una y otra vez en los países de nuestro continente. La historia de su resistencia es una memoria que dignifica nuestra vida
, manifestó el narrador.
El Premio Nobel de Literatura José Saramago (Portugal, 1922) murió el 18 de junio a la edad 87 años, debido a la leucemia. El novelista, poeta y ensayista conjuntó en su persona la generosidad, los ideales por la justicia social y una escritura profundamente determinada por la realidad. La existencia del portugués se puede caracterizar por su sentencia: El único valor que considero revolucionario es la bondad
.
Es el único portugués que ha ganado el máximo reconocimiento a las letras del mundo, que le fue otorgado en 1998 por su capacidad para volver comprensible una realidad huidiza, con parábolas sostenidas por la imaginación, la compasión y la ironía
, afirmó la Academia sueca.
“La razón de escribir, en el fondo, no es más que esa: escribir… No escribo para agradar, tampoco para desagradar. Escribo para desasosegar. Me gustaría que todos mis libros fueran considerados como libros del desasosiego”, señaló Saramago en 2009 en torno a su novela Caín.
En El Evangelio según Jesucristo y Caín desnudó a la religión como mitificación de la realidad; y abordó el tema de la razón en los tiempos modernos en su trilogía formada por Ensayo sobre la ceguera, Todos los nombres y Ensayo sobre la lucidez.
Carlos Monsiváis (ciudad de México, 1938), cronista crítico de los fenómenos presentes en la mexicanidad, además de analista de los hechos sociales que han conmovido los cimientos de la sociedad nacional durante los siglos recientes, expiró el 19 de junio debido a complicaciones de una fibrosis pulmonar.
Identificado con la izquierda, el ensayista capitalino reivindicó en sus escritos al individuo y sus derechos como base del entramado social, contra el autoritarismo y la derecha. En esta lid se inclinó por el movimiento de 1968, los ídolos populares, las figuras de izquierda y los acontecimientos que significaban ideas progresistas; también apoyó las luchas de las minorías sexuales y culturales.
La obra de Monsiváis, caracterizada por la ironía frente a una realidad intolerable, fue un revire humorístico frente a los agravios por medio de la sátira política, como en su columna Por mi madre, bohemios, en la cual evidenciaba la ignorancia y exhibía la demagogia de políticos, empresarios, jerarcas católicos y personajes de la vida pública en general.
El editor y poeta Alí Chumacero (1918) falleció el 22 de octubre en la ciudad de México, víctima de neumonía. Fue un amante de la lectura desde su infancia en su natal Acaponeta, Nayarit, y a ella dedicó su vida entera como crítico, ensayista y editor. Entre su creación literaria destaca Poema de amorosa raíz, de los versos más célebres en nuestro país.
Laboró durante más de medio siglo en el Fondo de Cultura Económica y fue una de las figuras centrales del éxito de la casa editora. Ahí, el autor de Palabras en reposo atestiguó el paso de algunas de las mejores obras de la literatura mexicana del siglo XX y fue famoso el rumor, que Chumacero negaba, de haber mejorado la novela Pedro Páramo de Juan Rulfo con su corrección.
El filósofo marxista e investigador Bolívar Echeverría (1941), referente crítico del capitalismo en América Latina, falleció el 5 de junio en la ciudad de México como consecuencia de un infarto. El ecuatoriano, que adoptó la nacionalidad mexicana, fue autor de una extensa obra sobre modernidad, economía y cultura, y enfocó su trabajo a los ámbitos de la teoría crítica y la filosofía de la cultura.
Echeverría consideraba al barroco en América Latina una forma de resistencia cultural y una modernidad alternativa. “La verdadera fuerza del impulso anticapitalista –escribió– está expandida muy difusamente en el cuerpo de la sociedad, en la vida cotidiana y muchas veces en la dimensión festiva de esta última, donde lo imaginario ha dado refugio a lo político y donde esta actitud anticapitalista es omnipresente”.
Teoría que sostuvo en obras como Conversaciones sobre lo barroco, La modernidad del barroco y Definición de la cultura.
El sábado 16 de octubre, a los 83 años, pereció en la ciudad de Filadelfia Friedrich Katz, a consecuencia de cáncer. El antropólogo e historiador austriaco dedicó su vida profesional al estudio del acontecer en México y América Latina en los siglos XIX y XX. Produjo obras indispensables para entender a nuestro país como La guerra secreta en México: Europa, Estados Unidos y la Revolución Mexicana, De Díaz a Madero: Orígenes y estallido de la Revolución Mexicana y la biografía Pancho Villa, ineludible si se desea comprender al revolucionario.
Howard Zinn (Nueva York, 1922) murió el 27 de enero por una afección cardiaca, . El historiador de izquierda plasmó en su obra el punto de vista de los de abajo durante la construcción estadunidense y fue autor del libro más vendido sobre el tema: La otra historia de Estados Unidos. Referente antibelicista en ese país, el también articulista de La Jornada mantuvo siempre la esperanza en el rescate de la humanidad contra la opresión.
El periodista y narrador Tomás Eloy Martínez, nacido en Buenos, Aires, en 1934, quien logró unificar lo mejor de ambas disciplinas en su obra, pereció el 31 de enero en la capital de su país. Fue autor de una extensa obra que incluye novela, crónica, ensayo, relato, libretos de cine y televisión, donde destacan La pasión según Trelew, prohibida por la dictadura argentina; Santa Evita, traducida a múltiples idiomas, y El vuelo de la reina.
Autor de culto en Estados Unidos, J.D. Salinger (1919) murió el 27 de enero, en New Hampshire. El guardián entre el centeno, publicado en 1951, bastó para colocar al escritor entre los más reconocidos de la literatura moderna de su país y lanzarlo a la fama que siempre despreció.
Miguel Delibes (1920) vivió una España enfrentada por la Guerra Civil y luego la férrea dictadura de Francisco Franco. Es autor de una narrativa del espacio rural español, cruzada por el hambre y la falta de libertades. Su deceso ocurrió el 12 de marzo.
El ensayista y reconocido filólogo Antonio Alatorre, expiró el 21 de octubre a los 88 años. Originario de Autlán, Jalisco, ejerció una labor docente en nuestro país y otras naciones, y fue estudioso de Sor Juana Inés de la Cruz, de quien editó las obras completas. Fue un notable traductor y hacedor de una obra especializada en la que sobresale Los 1001 años de la lengua española.
A lo largo del año también se registraron los decesos de la poeta y traductora Esther Seligson (ciudad de México, 1941); el poeta y especialista en literatura chicana Juan Bruce-Novoa (San José, Costa Rica, 1944-California, Estados Unidos); el escritor y cronista Armando Jiménez (Piedras Negras, Coahuila, 1917-Tuxtla Gutiérrez, Chiapas); el crítico literario Sergio Nudelstejer (Varsovia, Polonia, 1924), y el autor de novela negra Juan Hernández Luna (ciudad de México, 1962).
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