Marco Rascón La ciudadanía se construye; el ser civilizados es una obra educativa que depende del ejercicio de obligaciones y derechos. En ello, la construcción de reglas políticas es fundamental para distinguir entre un sistema democrático o uno autoritario, entre una democracia representativa o una partidocracia. México lleva en No obstante, las reformas electorales han sido muchas en favor de los partidos y pocas o cada vez más combatidas, las que tienen que ver con la ciudadanización de la política. Una de las más recientes ha sido sacar de la cuenta de los votos válidos el rechazo general a todos los partidos o el voto por candidatos independientes, que son considerados El pasado viernes 29 hubo dos acontecimientos para el debate electoral. El primero es histórico, pues el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) decidió admitir la demanda de Elisa de Anda, candidata independiente a diputada federal por Coyoacán, en su juicio para la protección de los derechos políticos y electorales del ciudadano, contra la resolución del Instituto Federal Electoral (IFE) que le negó ese derecho. Esto es una resolución diferente del caso de Jorge Castañeda, como ella misma señala, pues los propios órganos electorales, como el TEPJF, serán los que tendrán que debatir sobre su derecho constitucional y como parte de las garantías individuales, que es el derecho de un ciudadano a ser votado, o si es válida la limitación del derecho exclusivo de los partidos políticos a postular candidatos y que da base a un régimen electoral cerrado y a una partidocracia cada vez más aislada de los objetivos de la sociedad. Esta es una decisión sin precedente, dado que se reconoce el derecho de una ciudadana para inconformarse contra el monopolio de los partidos a postular candidatos. El otro acontecimiento de ese día fue el debate en el Consejo General del IFE en relación con el voto independiente, considerado Esta visión desde el IFE niega por ignorancia los orígenes de los cambios electorales en el país a partir de una amplia movilización ciudadana que permitió avanzar en el derecho a la representación plural, la alternancia, contra el régimen de partido único y partido de Estado, por el respeto al voto, contra las prácticas fraudulentas, contra el clientelismo y el corporativismo, por la autonomía de los órganos electorales, por la ciudadanización de los consejeros. En nuestros días el resultado de esa larga marcha por la democratización de la vida política –si bien hubo alternancia y desapareció formalmente el partido de Estado o único– reportó nuevos vicios, que hicieron que se separaran los intereses de los partidos de los objetivos de la ciudadanía. Tanto en lo que significa la función de los legisladores como de los gobernantes, da lo mismo si son de un partido u otro. Los colores y las siglas, como símbolos de la identidad ideológica y en conjunto de la pluralidad, se tornaron en un gris general donde lo mismo da votar por uno que por otro. Es urgente, entrar en la crítica frontal de la partidocracia y la descomposición del actual sistema de representación política, pues lo que se está construyendo no son cambios ni mejorías, sino una tendencia hacia las formas autoritarias y las salidas de fuerza. Los recientes acontecimientos, como la ineptitud sanitaria; las revelaciones de Miguel de la Madrid a Carmen Aristegui y las respuestas de Carlos Salinas y su hermano Raúl; los excesos en gastos de campaña y el costo de los medios en elecciones; el cruce de línea o frontera que separaba hasta hace unos días el narcotráfico de la política y que ahora se convierte en un solo tema; las luchas entre nepotismos; las campañas de odio entre candidatos y partidos; el canibalismo de votos entre aliados; el voto confuso; la falta de propuestas y programas; las consignas vacías; la mutación de una cámara a otra, de un puesto a otro; los acuerdos secretos entre partidos; las alianzas inconfesables. Todo es causa del desencanto, la abstención o el voto nulo y es lo que le responde a la partidocracia. Este 5 de julio, votar independiente e instalar mesas alternas para expresar en un mural el sentido de nuestro voto, son propuestas desde una sociedad que busca retomar la iniciativa contra la paralización y la polarización maniquea de los partidos, que se disputan el vacío. |
Miércoles 29 de diciembre de 2010, p. 4
Lúcidos examinadores de la realidad y autores comprometidos murieron durante el año que concluye. Fueron referentes culturales, principalmente en el ámbito de las letras: el escritor Carlos Montemayor, el cronista Carlos Monsiváis, el narrador José Saramago y el filósofo Bolívar Echeverría.
La Jornada recuerda a estas personalidades, hacedores de un valioso legado.
También ocurrieron los fallecimientos del poeta Alí Chumacero; de los historiadores Friedrich Katz y Howard Zinn; de los narradores Tomás Eloy Martínez, J. D. Salinger y Miguel Delibes; y del filólogo Antonio Alatorre, entre otros.
El tenor, maestro, narrador, poeta, ensayista, traductor y activista Carlos Montemayor (Parral, Chihuahua, 1947) falleció en la ciudad de México el domingo 28 de febrero, debido al cáncer que lo aquejó durante meses. En su obra rescató la voz de los colectivos enfrentados al sistema político que les negaba cabida. Indígenas y grupos opositores de izquierda encontraron eco en su creación literaria y reivindicación en su discurso político.
Conocedor de las lenguas hebrea, griega clásica, latina, francesa, portuguesa, italiana e inglesa, tradujo obras clásicas como las Odas de Píndaro, Carmina Burana, poesías de Cayo Valerio Catulo, Virgilio y Safo, así como de poetas tales como Fernando Pessoa y Lêdo Ivo. Al parejo desarrolló una labor de rescate de los idiomas indígenas de nuestro país, que fructificó en un par de volúmenes centrados en éstos y en su poesía.
Otra de las herencias que deja fue recuperar en los libros Guerra en el paraíso, Las armas del alba y Las mujeres del alba, los motivos de los grupos opositores armados de las décadas de los 60 y 70, y el hostigamiento gubernamental a las comunidades que les dieron cobijo. Campesinos, indígenas, estudiantes, han sido masacrados una y otra vez en los países de nuestro continente. La historia de su resistencia es una memoria que dignifica nuestra vida
, manifestó el narrador.
El Premio Nobel de Literatura José Saramago (Portugal, 1922) murió el 18 de junio a la edad 87 años, debido a la leucemia. El novelista, poeta y ensayista conjuntó en su persona la generosidad, los ideales por la justicia social y una escritura profundamente determinada por la realidad. La existencia del portugués se puede caracterizar por su sentencia: El único valor que considero revolucionario es la bondad
.
Es el único portugués que ha ganado el máximo reconocimiento a las letras del mundo, que le fue otorgado en 1998 por su capacidad para volver comprensible una realidad huidiza, con parábolas sostenidas por la imaginación, la compasión y la ironía
, afirmó la Academia sueca.
“La razón de escribir, en el fondo, no es más que esa: escribir… No escribo para agradar, tampoco para desagradar. Escribo para desasosegar. Me gustaría que todos mis libros fueran considerados como libros del desasosiego”, señaló Saramago en 2009 en torno a su novela Caín.
En El Evangelio según Jesucristo y Caín desnudó a la religión como mitificación de la realidad; y abordó el tema de la razón en los tiempos modernos en su trilogía formada por Ensayo sobre la ceguera, Todos los nombres y Ensayo sobre la lucidez.
Carlos Monsiváis (ciudad de México, 1938), cronista crítico de los fenómenos presentes en la mexicanidad, además de analista de los hechos sociales que han conmovido los cimientos de la sociedad nacional durante los siglos recientes, expiró el 19 de junio debido a complicaciones de una fibrosis pulmonar.
Identificado con la izquierda, el ensayista capitalino reivindicó en sus escritos al individuo y sus derechos como base del entramado social, contra el autoritarismo y la derecha. En esta lid se inclinó por el movimiento de 1968, los ídolos populares, las figuras de izquierda y los acontecimientos que significaban ideas progresistas; también apoyó las luchas de las minorías sexuales y culturales.
La obra de Monsiváis, caracterizada por la ironía frente a una realidad intolerable, fue un revire humorístico frente a los agravios por medio de la sátira política, como en su columna Por mi madre, bohemios, en la cual evidenciaba la ignorancia y exhibía la demagogia de políticos, empresarios, jerarcas católicos y personajes de la vida pública en general.
El editor y poeta Alí Chumacero (1918) falleció el 22 de octubre en la ciudad de México, víctima de neumonía. Fue un amante de la lectura desde su infancia en su natal Acaponeta, Nayarit, y a ella dedicó su vida entera como crítico, ensayista y editor. Entre su creación literaria destaca Poema de amorosa raíz, de los versos más célebres en nuestro país.
Laboró durante más de medio siglo en el Fondo de Cultura Económica y fue una de las figuras centrales del éxito de la casa editora. Ahí, el autor de Palabras en reposo atestiguó el paso de algunas de las mejores obras de la literatura mexicana del siglo XX y fue famoso el rumor, que Chumacero negaba, de haber mejorado la novela Pedro Páramo de Juan Rulfo con su corrección.
El filósofo marxista e investigador Bolívar Echeverría (1941), referente crítico del capitalismo en América Latina, falleció el 5 de junio en la ciudad de México como consecuencia de un infarto. El ecuatoriano, que adoptó la nacionalidad mexicana, fue autor de una extensa obra sobre modernidad, economía y cultura, y enfocó su trabajo a los ámbitos de la teoría crítica y la filosofía de la cultura.
Echeverría consideraba al barroco en América Latina una forma de resistencia cultural y una modernidad alternativa. “La verdadera fuerza del impulso anticapitalista –escribió– está expandida muy difusamente en el cuerpo de la sociedad, en la vida cotidiana y muchas veces en la dimensión festiva de esta última, donde lo imaginario ha dado refugio a lo político y donde esta actitud anticapitalista es omnipresente”.
Teoría que sostuvo en obras como Conversaciones sobre lo barroco, La modernidad del barroco y Definición de la cultura.
El sábado 16 de octubre, a los 83 años, pereció en la ciudad de Filadelfia Friedrich Katz, a consecuencia de cáncer. El antropólogo e historiador austriaco dedicó su vida profesional al estudio del acontecer en México y América Latina en los siglos XIX y XX. Produjo obras indispensables para entender a nuestro país como La guerra secreta en México: Europa, Estados Unidos y la Revolución Mexicana, De Díaz a Madero: Orígenes y estallido de la Revolución Mexicana y la biografía Pancho Villa, ineludible si se desea comprender al revolucionario.
Howard Zinn (Nueva York, 1922) murió el 27 de enero por una afección cardiaca, . El historiador de izquierda plasmó en su obra el punto de vista de los de abajo durante la construcción estadunidense y fue autor del libro más vendido sobre el tema: La otra historia de Estados Unidos. Referente antibelicista en ese país, el también articulista de La Jornada mantuvo siempre la esperanza en el rescate de la humanidad contra la opresión.
El periodista y narrador Tomás Eloy Martínez, nacido en Buenos, Aires, en 1934, quien logró unificar lo mejor de ambas disciplinas en su obra, pereció el 31 de enero en la capital de su país. Fue autor de una extensa obra que incluye novela, crónica, ensayo, relato, libretos de cine y televisión, donde destacan La pasión según Trelew, prohibida por la dictadura argentina; Santa Evita, traducida a múltiples idiomas, y El vuelo de la reina.
Autor de culto en Estados Unidos, J.D. Salinger (1919) murió el 27 de enero, en New Hampshire. El guardián entre el centeno, publicado en 1951, bastó para colocar al escritor entre los más reconocidos de la literatura moderna de su país y lanzarlo a la fama que siempre despreció.
Miguel Delibes (1920) vivió una España enfrentada por la Guerra Civil y luego la férrea dictadura de Francisco Franco. Es autor de una narrativa del espacio rural español, cruzada por el hambre y la falta de libertades. Su deceso ocurrió el 12 de marzo.
El ensayista y reconocido filólogo Antonio Alatorre, expiró el 21 de octubre a los 88 años. Originario de Autlán, Jalisco, ejerció una labor docente en nuestro país y otras naciones, y fue estudioso de Sor Juana Inés de la Cruz, de quien editó las obras completas. Fue un notable traductor y hacedor de una obra especializada en la que sobresale Los 1001 años de la lengua española.
A lo largo del año también se registraron los decesos de la poeta y traductora Esther Seligson (ciudad de México, 1941); el poeta y especialista en literatura chicana Juan Bruce-Novoa (San José, Costa Rica, 1944-California, Estados Unidos); el escritor y cronista Armando Jiménez (Piedras Negras, Coahuila, 1917-Tuxtla Gutiérrez, Chiapas); el crítico literario Sergio Nudelstejer (Varsovia, Polonia, 1924), y el autor de novela negra Juan Hernández Luna (ciudad de México, 1962).
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