HAY DEMOCRACIA EN MEXICO??

ZAPATAZO DEFENSA DEL VOTO, ¿DEFENSA DEL STATUS? Miguel Ángel Schultz Dávila ¿y quiénes fueron los que iniciaron ese regreso al pasado si no los propios partidos y los órganos electorales al permitir que las viejas costumbres siguieran campeando por sus fueros en los procesos electorales y en los ejercicios de gobierno? Es lógico que los voceros de los partidos, sobre todo de los mayoritarios, y los representantes de los órganos electorales rechacen el voto nulo o en blanco y que más de uno se lo adjudique a la competencia partidaria. Está en su naturaleza motivar la participación y se traicionarían a sí mismos haciendo lo contrario. Según los planteamientos de quienes exhortan a que se siga votando como siempre, el voto nulo no representa nada, fomenta la no participación y refuerza las tendencias a la abstención en momentos en los que México necesita consolidar su democracia. Lo dice falsamente el árbitro electoral, que por cierto ha perdido gran parte de su margen de efectividad y su credibilidad. ¿Cómo van a decir los partidos o el Instituto Federal Electoral (IFE) que nuestra democracia crece cuando la gente ya no quiere ir a las urnas y hay cada vez más gobiernos y cámaras de minoría? Los argumentos con los que rechazan la iniciativa de votar en blanco son que el voto nulo atenta contra la democracia, no ofrece a cambio ninguna alternativa viable; no votar favorece a los partidos más antidemocráticos y, en pocas palabras, es un regreso al pasado. Frente a estos argumentos vale la pena preguntar: ¿y quiénes fueron los que iniciaron ese regreso al pasado si no los propios partidos y los órganos electorales al permitir que las viejas costumbres siguieran campeando por sus fueros en los procesos electorales y en los ejercicios de gobierno? Ninguno de los promotores del voto en blanco ha planteado que eso sea una alternativa para solucionar nada. Sólo han dicho que es un llamado de atención para invitar a que se discuta nuevamente y se atiendan las asignaturas que han dejado deliberadamente pendientes la burocracia de los partidos, la del gobierno y la de los órganos electorales. ¿Será posible que por ese simple llamado al que se están sumando cada vez más líderes de opinión se atemoricen, los señalen, los acusen de estar participando en una especie de conjura y los condenen así porque si? No cabe duda. Quienes ha querido regresar al pasado son aquellos que no toleran ni siquiera una crítica y un mínimo llamado de atención de la ciudadanía para cambiar lo que tal vez les sirvió bastante bien a ellos, pero no tuvo mucha utilidad para mejor las condiciones del país y no le sirvió a los mexicanos. Si el sistema de partido que tenemos hoy sirviera para algo más que para encumbrar a sus abúlicas burocracias, seguramente que no se hubieran suscitado casos como los de Atenco o como la rebelión popular de Oaxaca en el 2006, cuyas heridas aun no cierran. Si la partidocracia que nos manda hubiera servido de algo más no estaríamos en un "guerra santa" contra la delincuencia organizada, que es evidencia de la podredumbre social en la que nos encontramos, ni habría los miles de desempleados que hoy no tienen alternativa alguna bajo el gobierno quién se promovió para llegar a Los Pinos en ser el presidente del empleo y que ha hecho todo lo contrario. Comentario al margen: La obra de cuatro carriles en la salida poniente de la ciudad es el reflejo de las obras demagógicas que sólo viene a disminuir las áreas verdes que son vitales para la metrópoli, sin que se resuelva de fondo el problema de la vialidad. Ahí están los árboles arrancados de raíces, mutilados, cercenadas las raíces. Según organismos internacionales, por cada habitante de zonas urbanas debe haber un mínimo de área verde para poder preservar la salud física y mental, principio que aquí no se cumple. Al terminar las obras iniciará el calvario de quienes viven en la zona poniente de la ciudad. Ya veremos la estela de accidentes que se suscitarán porque lo que menos importa son los peatones. fcnmix@yahoo.com.mx