■ Espejito, espejito... (diplomático) ■ Autoelogios “sin falsa modestia” ■ Obama: “deferencias” magnificadas El pasado viernes, reunido en Palacio Nacional con embajadores y cónsules mexicanos, Felipe Calderón retomó el camino de las críticas a su antecesor, Vicente Fox. Cuando tomó el poder, dijo el michoacano, “México tenía una relación tensa (…) con algunos países” pues, recordó, se estaba “mal” con Cuba, Estados Unidos, América Latina y “varias” naciones más. En dos años, en cambio, el calderonismo habría devuelto a México “una presencia acorde a las dimensiones y el potencial del país” y, “sin falsas pretensiones de modestia”, se habría “recuperado el liderazgo” que nuestro país “merece”. Es en el plano diplomático donde el felipismo funda la esperanza de que algunos de sus opositores le reconozcan méritos años más delante, pues pausadamente ha ido recomponiendo los desastres provocados por los ahora vaticanamente reconocidos desequilibrios mentales del ranchero guanajuatense, cuyas confrontaciones y patanerías fueron multiplicadas por los apetitos y reajustes personales de Jorge Castañeda y la mediocridad altanera de Luis Ernesto Derbez. Ayer mismo, en un episodio comercialmente exaltado en los medios mexicanos, aunque en los estadunidenses se tuvieron registros mínimos de lo que acá fue promovido como si fuera una medalla olímpica en los cien metros bilaterales, el optimista Calderón fue recibido por el calculador presidente electo del país vecino, Barack Obama, en una deferencia magnificada desde la posición mexicana, pues el michoacano habría sido el primer jefe formal de Estado en ser recibido en su condición expectante por quien encarna una amplia (pero acaso ilusa) esperanza de cambios que no sean solamente de color cutáneo. Nada trascendente surgió de esa reunión, pues justamente por su condición de electo no le es posible a Obama signar acuerdos o tomar decisiones que se traduzcan en hechos de gobierno. Ya se verá más delante si el gesto inaugural de quien fue candidato demócrata significa una posibilidad de que temas delicados de la relación bilateral tengan una atención menos primitiva que la prestada por los rancheros Bush y Fox, a pesar de los cantos y loas que en su momento se hicieron a aquella visita del texano al rancho de San Cristóbal, tan espectacular y mediáticamente promovida como improductiva acabó siendo. Por lo pronto, el flanco débil del posicionamiento calderonista está manifiesto en el mismo discurso pronunciado ante los diplomáticos el pasado viernes, cuando les llamó a “promover la imagen” del país y a “defenderlo no sólo de los posibles ataques que se puedan presentar, sino verdaderamente defenderlo para divulgar la realidad de lo que es y de lo que ocurre en México”, pues, por ejemplo, “no es una percepción ficticia un ambiente de paz y de tranquilidad en las calles del Centro de la ciudad de México. Es una realidad”, además de que “México tiene una circunstancia de gobernabilidad democrática y es capaz de llegar a acuerdos no sólo entre todos los partidos políticos, (sino) entre los Poderes de la Unión, entre los distintos órdenes de Gobierno”. Marcadamente necesitado de hacer que el cuerpo diplomático reproduzca su visión color rosa de la realidad mexicana, Calderón no tuvo empacho en reconocer que “pareciera que en el mundo se generara la impresión de que en México se está, simple y sencillamente masacrando a la población civil en las calles, incluyendo las de esta ciudad, y que se está generando una situación de caos y, honestamente, no es así”. La restauración de la fachada externa topa, ciertamente, con una terrible realidad interna que Calderón pretende negar, al grado de que instruyó a los diplomáticos mexicanos a que “digan en cualquier parte del mundo” que su país “cuenta con estabilidad política. Sí, por supuesto, que cuenta con estabilidad y gobernabilidad democrática y que sus poderes funcionan con responsabilidad”. Así que, “como presidente de la República y jefe del Estado”, sentenció Calderón, ha de decirse que “el nuestro, nuestra nación, es orgullosamente un Estado pleno, funcional”. Los analistas extranjeros, particularmente los estadunidenses, no necesitan ninguna compleja red de información para encontrar las debilidades del encargado de una administración urgida de presumir oratoriamente aquello de lo que carece. El poder desbordado del narcotráfico y la crisis del sistema político han colocado a México en una situación vulnerable de la que se aprovecharán los gobernantes estadunidenses, sean palomas o halcones, blancos o negros, más allá de los detalles de protocolo o las “deferencias” formales que tanto llenan los bolsillos rotos de una administración gubernamental mexicana que ciertamente ha corregido las barbaridades diplomáticas del foxismo pero que por la agudización de sus problemas internos está hoy más que nunca en riesgo de absorciones, condicionamientos o sometimientos abiertos del vecino poder que está en decadencia pero aún con la fuerza suficiente para engullirse a pichones sin fuerza ni sustento reales. Astillas El gobernador del estado de México, Enrique Peña Nieto, es el principal responsable de los graves daños que se han causado con el proyecto de promoción turística denominado Resplandor teotihuacano. A pesar de las oportunas denuncias que sobre el punto se han hecho, los funcionarios del Instituto Nacional de Antropología e Historia, con Alfonso de Maria y Campos al frente, han cedido a las presiones de Quique Gaviotón y han maniobrado para traicionar acuerdos y acelerar los planes de instalación de luces y sonido… No puede darse mejor muestra de confianza en la estabilidad económica del país que la decisión del gobernador del Banco de México, Guillermo Ortiz, de dividir su tiempo entre el encargo mexicano y la presidencia del consejo del Banco de Pagos Internacionales, con sede en Suiza. Ortiz combinaría las dos chambas durante todo el año, si no es que antes Calderón y Carstens le empujan a dejar de darles lata con vaticinios y análisis contrarios a los de Los Pinos… Y, mientras Ebrard se pone tantito austero, ¡hasta mañana, con Reyes Heroles II que sigue refinando! |
Miércoles 29 de diciembre de 2010, p. 4
Lúcidos examinadores de la realidad y autores comprometidos murieron durante el año que concluye. Fueron referentes culturales, principalmente en el ámbito de las letras: el escritor Carlos Montemayor, el cronista Carlos Monsiváis, el narrador José Saramago y el filósofo Bolívar Echeverría.
La Jornada recuerda a estas personalidades, hacedores de un valioso legado.
También ocurrieron los fallecimientos del poeta Alí Chumacero; de los historiadores Friedrich Katz y Howard Zinn; de los narradores Tomás Eloy Martínez, J. D. Salinger y Miguel Delibes; y del filólogo Antonio Alatorre, entre otros.
El tenor, maestro, narrador, poeta, ensayista, traductor y activista Carlos Montemayor (Parral, Chihuahua, 1947) falleció en la ciudad de México el domingo 28 de febrero, debido al cáncer que lo aquejó durante meses. En su obra rescató la voz de los colectivos enfrentados al sistema político que les negaba cabida. Indígenas y grupos opositores de izquierda encontraron eco en su creación literaria y reivindicación en su discurso político.
Conocedor de las lenguas hebrea, griega clásica, latina, francesa, portuguesa, italiana e inglesa, tradujo obras clásicas como las Odas de Píndaro, Carmina Burana, poesías de Cayo Valerio Catulo, Virgilio y Safo, así como de poetas tales como Fernando Pessoa y Lêdo Ivo. Al parejo desarrolló una labor de rescate de los idiomas indígenas de nuestro país, que fructificó en un par de volúmenes centrados en éstos y en su poesía.
Otra de las herencias que deja fue recuperar en los libros Guerra en el paraíso, Las armas del alba y Las mujeres del alba, los motivos de los grupos opositores armados de las décadas de los 60 y 70, y el hostigamiento gubernamental a las comunidades que les dieron cobijo. Campesinos, indígenas, estudiantes, han sido masacrados una y otra vez en los países de nuestro continente. La historia de su resistencia es una memoria que dignifica nuestra vida
, manifestó el narrador.
El Premio Nobel de Literatura José Saramago (Portugal, 1922) murió el 18 de junio a la edad 87 años, debido a la leucemia. El novelista, poeta y ensayista conjuntó en su persona la generosidad, los ideales por la justicia social y una escritura profundamente determinada por la realidad. La existencia del portugués se puede caracterizar por su sentencia: El único valor que considero revolucionario es la bondad
.
Es el único portugués que ha ganado el máximo reconocimiento a las letras del mundo, que le fue otorgado en 1998 por su capacidad para volver comprensible una realidad huidiza, con parábolas sostenidas por la imaginación, la compasión y la ironía
, afirmó la Academia sueca.
“La razón de escribir, en el fondo, no es más que esa: escribir… No escribo para agradar, tampoco para desagradar. Escribo para desasosegar. Me gustaría que todos mis libros fueran considerados como libros del desasosiego”, señaló Saramago en 2009 en torno a su novela Caín.
En El Evangelio según Jesucristo y Caín desnudó a la religión como mitificación de la realidad; y abordó el tema de la razón en los tiempos modernos en su trilogía formada por Ensayo sobre la ceguera, Todos los nombres y Ensayo sobre la lucidez.
Carlos Monsiváis (ciudad de México, 1938), cronista crítico de los fenómenos presentes en la mexicanidad, además de analista de los hechos sociales que han conmovido los cimientos de la sociedad nacional durante los siglos recientes, expiró el 19 de junio debido a complicaciones de una fibrosis pulmonar.
Identificado con la izquierda, el ensayista capitalino reivindicó en sus escritos al individuo y sus derechos como base del entramado social, contra el autoritarismo y la derecha. En esta lid se inclinó por el movimiento de 1968, los ídolos populares, las figuras de izquierda y los acontecimientos que significaban ideas progresistas; también apoyó las luchas de las minorías sexuales y culturales.
La obra de Monsiváis, caracterizada por la ironía frente a una realidad intolerable, fue un revire humorístico frente a los agravios por medio de la sátira política, como en su columna Por mi madre, bohemios, en la cual evidenciaba la ignorancia y exhibía la demagogia de políticos, empresarios, jerarcas católicos y personajes de la vida pública en general.
El editor y poeta Alí Chumacero (1918) falleció el 22 de octubre en la ciudad de México, víctima de neumonía. Fue un amante de la lectura desde su infancia en su natal Acaponeta, Nayarit, y a ella dedicó su vida entera como crítico, ensayista y editor. Entre su creación literaria destaca Poema de amorosa raíz, de los versos más célebres en nuestro país.
Laboró durante más de medio siglo en el Fondo de Cultura Económica y fue una de las figuras centrales del éxito de la casa editora. Ahí, el autor de Palabras en reposo atestiguó el paso de algunas de las mejores obras de la literatura mexicana del siglo XX y fue famoso el rumor, que Chumacero negaba, de haber mejorado la novela Pedro Páramo de Juan Rulfo con su corrección.
El filósofo marxista e investigador Bolívar Echeverría (1941), referente crítico del capitalismo en América Latina, falleció el 5 de junio en la ciudad de México como consecuencia de un infarto. El ecuatoriano, que adoptó la nacionalidad mexicana, fue autor de una extensa obra sobre modernidad, economía y cultura, y enfocó su trabajo a los ámbitos de la teoría crítica y la filosofía de la cultura.
Echeverría consideraba al barroco en América Latina una forma de resistencia cultural y una modernidad alternativa. “La verdadera fuerza del impulso anticapitalista –escribió– está expandida muy difusamente en el cuerpo de la sociedad, en la vida cotidiana y muchas veces en la dimensión festiva de esta última, donde lo imaginario ha dado refugio a lo político y donde esta actitud anticapitalista es omnipresente”.
Teoría que sostuvo en obras como Conversaciones sobre lo barroco, La modernidad del barroco y Definición de la cultura.
El sábado 16 de octubre, a los 83 años, pereció en la ciudad de Filadelfia Friedrich Katz, a consecuencia de cáncer. El antropólogo e historiador austriaco dedicó su vida profesional al estudio del acontecer en México y América Latina en los siglos XIX y XX. Produjo obras indispensables para entender a nuestro país como La guerra secreta en México: Europa, Estados Unidos y la Revolución Mexicana, De Díaz a Madero: Orígenes y estallido de la Revolución Mexicana y la biografía Pancho Villa, ineludible si se desea comprender al revolucionario.
Howard Zinn (Nueva York, 1922) murió el 27 de enero por una afección cardiaca, . El historiador de izquierda plasmó en su obra el punto de vista de los de abajo durante la construcción estadunidense y fue autor del libro más vendido sobre el tema: La otra historia de Estados Unidos. Referente antibelicista en ese país, el también articulista de La Jornada mantuvo siempre la esperanza en el rescate de la humanidad contra la opresión.
El periodista y narrador Tomás Eloy Martínez, nacido en Buenos, Aires, en 1934, quien logró unificar lo mejor de ambas disciplinas en su obra, pereció el 31 de enero en la capital de su país. Fue autor de una extensa obra que incluye novela, crónica, ensayo, relato, libretos de cine y televisión, donde destacan La pasión según Trelew, prohibida por la dictadura argentina; Santa Evita, traducida a múltiples idiomas, y El vuelo de la reina.
Autor de culto en Estados Unidos, J.D. Salinger (1919) murió el 27 de enero, en New Hampshire. El guardián entre el centeno, publicado en 1951, bastó para colocar al escritor entre los más reconocidos de la literatura moderna de su país y lanzarlo a la fama que siempre despreció.
Miguel Delibes (1920) vivió una España enfrentada por la Guerra Civil y luego la férrea dictadura de Francisco Franco. Es autor de una narrativa del espacio rural español, cruzada por el hambre y la falta de libertades. Su deceso ocurrió el 12 de marzo.
El ensayista y reconocido filólogo Antonio Alatorre, expiró el 21 de octubre a los 88 años. Originario de Autlán, Jalisco, ejerció una labor docente en nuestro país y otras naciones, y fue estudioso de Sor Juana Inés de la Cruz, de quien editó las obras completas. Fue un notable traductor y hacedor de una obra especializada en la que sobresale Los 1001 años de la lengua española.
A lo largo del año también se registraron los decesos de la poeta y traductora Esther Seligson (ciudad de México, 1941); el poeta y especialista en literatura chicana Juan Bruce-Novoa (San José, Costa Rica, 1944-California, Estados Unidos); el escritor y cronista Armando Jiménez (Piedras Negras, Coahuila, 1917-Tuxtla Gutiérrez, Chiapas); el crítico literario Sergio Nudelstejer (Varsovia, Polonia, 1924), y el autor de novela negra Juan Hernández Luna (ciudad de México, 1962).
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