■ La matanza de Gaza, primera prueba de fuego para Obama Ampliar la imagen Funeral de palestinos, víctimas de la ofensiva armada de Israel en la franja de Gaza Foto: Ap Ante todo, esta columna desea saldar una deuda de gratitud con su amigo el doctor Alfredo Jalife-Rahme, eminente analista de la política internacional y brillante defensor de Petróleos Mexicanos, quien durante los debates en torno a la reforma energética escribió: “la propuesta de (Felipe) Calderón es tan absurda como si alguien llegara al taller del cerrajero a pedirle que le abra su casa porque perdió las llaves, pero, en recompensa, le ofrece regalarle la mitad de lo que haya adentro”. Conocida desde entonces como “la parábola de Jalife”, la idea fue recogida en una escena de El Loro Negro, aquella en que Felipato le suplica a Don Beltrone que le abra la Torre de Pemex. Por un imperdonable descuido, el autor de ese panfleto teatral olvidó darle al doctor el crédito y las gracias por su espontánea contribución. Hace algunas semanas, Jalife-Rahme fue blanco de un linchamiento promovido por defensores a ultranza del gobierno de Israel, que lo acusaron de “antisemita”, invocando, entre otros, a los nazis, para darle mayor tremendismo a sus argucias. Ni tardo ni perezoso, Alfredo les devolvió una respuesta demoledora, en la que demuestra, con un dechado de probanzas puntuales, los vínculos que existen entre la banca israelí y el Mossad, en el marco de la política sionista (léase, racista y expansionista) de Tel-Aviv contra el pueblo palestino. Quienes fomentaron la lapidación simbólica del doctor Jalife, acudiendo al viejo y abominable recurso de anteponer los monstruosos crímenes de Hitler contra los judíos como justificación universal para los actuales crímenes del sionismo, hoy tienen por delante una muy ardua tarea: están obligados moralmente a condenar la matanza que el ejército y la fuerza aérea de Israel perpetran en la franja de Gaza. Callar ante semejante carnicería, cerrar los ojos ante una ofensiva militar desproporcionada que ha bombardeado incluso colegios de niños, guardar silencio ante una descarada invasión que pretende acabar de una vez por todas con el proyecto de Estado palestino pintaría de cuerpo entero a los acusadores de Alfredo Jalife y pondría en aprietos a quienes los acompañaron con sus firmas “políticamente correctas” en el desplegado de mediados de diciembre. Ni en pro ni en contra de Israel, sino a favor de palestinos y judíos en tanto exponentes de lenguas y culturas venerables, Desfiladero recuerda que entre el odio y las diferencias irreconciliables de uno y otro bando hay un movimiento pacifista, tanto en Israel como en Gaza y Cisjordania, que ha sufrido la represión del sionismo con una crueldad ilimitada. ¿Quién puede olvidar, por ejemplo, el sacrificio de Rachel Corrie, la activista neoyorquina de apenas 24 años, que el 16 de marzo de 2003 fue asesinada precisamente en la franja de Gaza, cuando se plantó delante de un traxcavo israelí para tratar de impedir que derrumbara una vivienda de refugiados palestinos? Indiferente a su desafío, despreciando su valor y la belleza de su vida, la máquina pasó por encima de ella, aplastándola. Hasta ahora no recuerdo que ninguno de los acusadores del doctor Jalife haya escrito una sola palabra de reprobación al respecto. ¿Habrá nueva política exterior en EU? Motivo de tristeza y vergüenza en todo el mundo, la matanza de Gaza, que sin rubor alguno ha sido aplaudida por George WC Bush, será la primera prueba de fuego para el nuevo presidente electo de Estados Unidos. Quienes cifran sus esperanzas de cambio profundo en el liderazgo de Barack Obama podrían empezar a decepcionarse el ya cercano martes 20 de enero, cuando el nuevo mandatario se refiera al gobierno de Israel. Entre otras cosas, para garantizar su ascenso al poder y entablar buenas relaciones con la todopoderosa banca israelí, Obama nombró secretaria de Estado a Hillary Clinton, una de las más fervientes aliadas de Tel Aviv. Por lo tanto será muy difícil que inaugure su administración entrando en conflicto con la responsable de la “nueva” política exterior de Estados Unidos. Pero si se limita a “deplorar” la masacre y no emprende acciones enérgicas para castigar a sus autores, la palabra desilusión podría empezar a asociarse a su nombre… desde el primer día… como sin duda sucederá. La semana que viene, por lo pronto, Obama recibirá a Calderón para discutir, según se dijo, el tema de la violencia asociada al narcotráfico, que acaba de tocar con los pétalos de una granada las instalaciones de Televisa-Monterrey, y que ha causado la muerte de más de 6 mil personas en los pasados 12 meses. ¿Hablarán, asimismo, del precio de la gasolina, actualmente más barata en el país del norte? ¿Obama le adelantará parte del plan anticrisis que dará a conocer el 20 de enero? ¿Calderón le preguntará a qué vino Bill Richardson a Cholula en diciembre, para entrevistarse con Jesús Ortega, presidente espurio del PRD? Hace unos días, Richardson renunció a la Secretaría de Comercio de Estados Unidos, sin haber ejercido el cargo, para evitarle un escándalo de corrupción a su jefe. ¿Ortega lo habrá salado? Carstens y el diesel Cinco días después de la asunción de Obama, Andrés Manuel López Obrador presidirá en el Zócalo la primera asamblea anual del Movimiento en Defensa del Petróleo, la Economía Popular y la Soberanía Nacional. En ese acto, Alejandro Encinas leerá el programa de acciones múltiples que están detallando diversas comisiones que dependen, como subsecretarías, del gobierno legítimo. Ahí, desde luego, se presentará una contrapropuesta al ridículo plan de emergencia que esta semana divulgó Calderón, y que tendrá a bien congelar los precios de las gasolinas después de aumentarlos 35 veces en lo que va del bienio, pero no el del diesel, cuyo costo al público ya provocó un paro de pescadores en Sinaloa, Oaxaca, Chiapas, Campeche y algunos puertos de Veracruz, que puede extenderse si Agustín Carstens no cede. Al echarse para atrás, luego de asegurar que el alza continua de los combustibles era lo más conveniente para los mexicanos, Carstens ratificó su incompetencia. ¿No previó que de tal modo iba a disparar la inflación y la pérdida de empleos, como está ocurriendo? Así como su “reforma fiscal” no sirvió para nada, y su política monetaria fue incapaz de evitar que el peso se devaluara 40 por ciento, sus bandazos en materia de precios de energéticos insinúan que está perdido. ¿Qué medidas debe adoptar la resistencia civil pacífica a partir del 25 enero? ¿Qué esperan del programa que ese día anunciarán Encinas y López Obrador? Manden sus ideas al buzón de esta columna y véanlas publicadas en el blog de El Patín del Diablo, que el próximo sábado reanudará sus actividades. |
Miércoles 29 de diciembre de 2010, p. 4
Lúcidos examinadores de la realidad y autores comprometidos murieron durante el año que concluye. Fueron referentes culturales, principalmente en el ámbito de las letras: el escritor Carlos Montemayor, el cronista Carlos Monsiváis, el narrador José Saramago y el filósofo Bolívar Echeverría.
La Jornada recuerda a estas personalidades, hacedores de un valioso legado.
También ocurrieron los fallecimientos del poeta Alí Chumacero; de los historiadores Friedrich Katz y Howard Zinn; de los narradores Tomás Eloy Martínez, J. D. Salinger y Miguel Delibes; y del filólogo Antonio Alatorre, entre otros.
El tenor, maestro, narrador, poeta, ensayista, traductor y activista Carlos Montemayor (Parral, Chihuahua, 1947) falleció en la ciudad de México el domingo 28 de febrero, debido al cáncer que lo aquejó durante meses. En su obra rescató la voz de los colectivos enfrentados al sistema político que les negaba cabida. Indígenas y grupos opositores de izquierda encontraron eco en su creación literaria y reivindicación en su discurso político.
Conocedor de las lenguas hebrea, griega clásica, latina, francesa, portuguesa, italiana e inglesa, tradujo obras clásicas como las Odas de Píndaro, Carmina Burana, poesías de Cayo Valerio Catulo, Virgilio y Safo, así como de poetas tales como Fernando Pessoa y Lêdo Ivo. Al parejo desarrolló una labor de rescate de los idiomas indígenas de nuestro país, que fructificó en un par de volúmenes centrados en éstos y en su poesía.
Otra de las herencias que deja fue recuperar en los libros Guerra en el paraíso, Las armas del alba y Las mujeres del alba, los motivos de los grupos opositores armados de las décadas de los 60 y 70, y el hostigamiento gubernamental a las comunidades que les dieron cobijo. Campesinos, indígenas, estudiantes, han sido masacrados una y otra vez en los países de nuestro continente. La historia de su resistencia es una memoria que dignifica nuestra vida
, manifestó el narrador.
El Premio Nobel de Literatura José Saramago (Portugal, 1922) murió el 18 de junio a la edad 87 años, debido a la leucemia. El novelista, poeta y ensayista conjuntó en su persona la generosidad, los ideales por la justicia social y una escritura profundamente determinada por la realidad. La existencia del portugués se puede caracterizar por su sentencia: El único valor que considero revolucionario es la bondad
.
Es el único portugués que ha ganado el máximo reconocimiento a las letras del mundo, que le fue otorgado en 1998 por su capacidad para volver comprensible una realidad huidiza, con parábolas sostenidas por la imaginación, la compasión y la ironía
, afirmó la Academia sueca.
“La razón de escribir, en el fondo, no es más que esa: escribir… No escribo para agradar, tampoco para desagradar. Escribo para desasosegar. Me gustaría que todos mis libros fueran considerados como libros del desasosiego”, señaló Saramago en 2009 en torno a su novela Caín.
En El Evangelio según Jesucristo y Caín desnudó a la religión como mitificación de la realidad; y abordó el tema de la razón en los tiempos modernos en su trilogía formada por Ensayo sobre la ceguera, Todos los nombres y Ensayo sobre la lucidez.
Carlos Monsiváis (ciudad de México, 1938), cronista crítico de los fenómenos presentes en la mexicanidad, además de analista de los hechos sociales que han conmovido los cimientos de la sociedad nacional durante los siglos recientes, expiró el 19 de junio debido a complicaciones de una fibrosis pulmonar.
Identificado con la izquierda, el ensayista capitalino reivindicó en sus escritos al individuo y sus derechos como base del entramado social, contra el autoritarismo y la derecha. En esta lid se inclinó por el movimiento de 1968, los ídolos populares, las figuras de izquierda y los acontecimientos que significaban ideas progresistas; también apoyó las luchas de las minorías sexuales y culturales.
La obra de Monsiváis, caracterizada por la ironía frente a una realidad intolerable, fue un revire humorístico frente a los agravios por medio de la sátira política, como en su columna Por mi madre, bohemios, en la cual evidenciaba la ignorancia y exhibía la demagogia de políticos, empresarios, jerarcas católicos y personajes de la vida pública en general.
El editor y poeta Alí Chumacero (1918) falleció el 22 de octubre en la ciudad de México, víctima de neumonía. Fue un amante de la lectura desde su infancia en su natal Acaponeta, Nayarit, y a ella dedicó su vida entera como crítico, ensayista y editor. Entre su creación literaria destaca Poema de amorosa raíz, de los versos más célebres en nuestro país.
Laboró durante más de medio siglo en el Fondo de Cultura Económica y fue una de las figuras centrales del éxito de la casa editora. Ahí, el autor de Palabras en reposo atestiguó el paso de algunas de las mejores obras de la literatura mexicana del siglo XX y fue famoso el rumor, que Chumacero negaba, de haber mejorado la novela Pedro Páramo de Juan Rulfo con su corrección.
El filósofo marxista e investigador Bolívar Echeverría (1941), referente crítico del capitalismo en América Latina, falleció el 5 de junio en la ciudad de México como consecuencia de un infarto. El ecuatoriano, que adoptó la nacionalidad mexicana, fue autor de una extensa obra sobre modernidad, economía y cultura, y enfocó su trabajo a los ámbitos de la teoría crítica y la filosofía de la cultura.
Echeverría consideraba al barroco en América Latina una forma de resistencia cultural y una modernidad alternativa. “La verdadera fuerza del impulso anticapitalista –escribió– está expandida muy difusamente en el cuerpo de la sociedad, en la vida cotidiana y muchas veces en la dimensión festiva de esta última, donde lo imaginario ha dado refugio a lo político y donde esta actitud anticapitalista es omnipresente”.
Teoría que sostuvo en obras como Conversaciones sobre lo barroco, La modernidad del barroco y Definición de la cultura.
El sábado 16 de octubre, a los 83 años, pereció en la ciudad de Filadelfia Friedrich Katz, a consecuencia de cáncer. El antropólogo e historiador austriaco dedicó su vida profesional al estudio del acontecer en México y América Latina en los siglos XIX y XX. Produjo obras indispensables para entender a nuestro país como La guerra secreta en México: Europa, Estados Unidos y la Revolución Mexicana, De Díaz a Madero: Orígenes y estallido de la Revolución Mexicana y la biografía Pancho Villa, ineludible si se desea comprender al revolucionario.
Howard Zinn (Nueva York, 1922) murió el 27 de enero por una afección cardiaca, . El historiador de izquierda plasmó en su obra el punto de vista de los de abajo durante la construcción estadunidense y fue autor del libro más vendido sobre el tema: La otra historia de Estados Unidos. Referente antibelicista en ese país, el también articulista de La Jornada mantuvo siempre la esperanza en el rescate de la humanidad contra la opresión.
El periodista y narrador Tomás Eloy Martínez, nacido en Buenos, Aires, en 1934, quien logró unificar lo mejor de ambas disciplinas en su obra, pereció el 31 de enero en la capital de su país. Fue autor de una extensa obra que incluye novela, crónica, ensayo, relato, libretos de cine y televisión, donde destacan La pasión según Trelew, prohibida por la dictadura argentina; Santa Evita, traducida a múltiples idiomas, y El vuelo de la reina.
Autor de culto en Estados Unidos, J.D. Salinger (1919) murió el 27 de enero, en New Hampshire. El guardián entre el centeno, publicado en 1951, bastó para colocar al escritor entre los más reconocidos de la literatura moderna de su país y lanzarlo a la fama que siempre despreció.
Miguel Delibes (1920) vivió una España enfrentada por la Guerra Civil y luego la férrea dictadura de Francisco Franco. Es autor de una narrativa del espacio rural español, cruzada por el hambre y la falta de libertades. Su deceso ocurrió el 12 de marzo.
El ensayista y reconocido filólogo Antonio Alatorre, expiró el 21 de octubre a los 88 años. Originario de Autlán, Jalisco, ejerció una labor docente en nuestro país y otras naciones, y fue estudioso de Sor Juana Inés de la Cruz, de quien editó las obras completas. Fue un notable traductor y hacedor de una obra especializada en la que sobresale Los 1001 años de la lengua española.
A lo largo del año también se registraron los decesos de la poeta y traductora Esther Seligson (ciudad de México, 1941); el poeta y especialista en literatura chicana Juan Bruce-Novoa (San José, Costa Rica, 1944-California, Estados Unidos); el escritor y cronista Armando Jiménez (Piedras Negras, Coahuila, 1917-Tuxtla Gutiérrez, Chiapas); el crítico literario Sergio Nudelstejer (Varsovia, Polonia, 1924), y el autor de novela negra Juan Hernández Luna (ciudad de México, 1962).
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