■ Buscaron entrar por la fuerza; pedían que recibieran a representantes Tensión en caracol por arribo de 220 integrantes de la Orcao■ Es una provocación, pues se había acordado una junta: zapatistas Ampliar la imagen Integrantes de la Orcao en las afueras del caracol en el Ejido Morelia Foto: Moysés Zúñiga Ejido Morelia, Chis. 9 de enero. Procedentes de Sibacá (Ocosingo), a eso de las 8 horas llegaron unas 50 personas de la Organización Regional de Cafeticultores de Ocosingo (Orcao) en tres camiones de carga hasta las rejas del caracol zapatista y, golpeándolas, intentaron ingresar por la fuerza. No lograron quitar la cadena y desistieron. En las siguientes horas llegaron más vehículos. A las 11 ya sumaban 220 personas y 19 camiones y camionetas. Entre gritos y amenazas, encabezados por el dirigente José Pérez Gómez, exigían entrar para hablar con la junta de buen gobierno (JBG). En realidad, ésta había aceptado discutir con Orcao la posesión del predio Chijtal, tierras recuperadas por las bases zapatistas en 1994 en la región autónoma Che Guevara del municipio Lucio Cabañas, y que reclama la organización de cafeticultores, de filiación perredista. “Ellos se rajaron, y las tierras han seguido en manos del EZLN. Ya se midieron las tierras recuperadas, pero hubo un acuerdo para abrir un proceso de discusión con los hermanos de Orcao”, expuso la JBG a La Jornada. La JBG aceptaba recibir a 15 representantes de Orcao, pero éstos insistían en 30, alegando que era el número de comunidades presentes, aunque sólo acreditaron 12, con los sellos en un documento que dejaron en el suelo, afuera del caracol. El ambiente era tenso. Amenazaban con irrumpir en la sede autónoma. Pronto empezaron a llegar vehículos con bases de apoyo zapatistas de las comunidades de la región Tzot’z choj, que entraban directamente al caracol, sin confrontar a los campesinos tzeltales, que se asumían como perredistas o priístas. Con el grupo de Orcao también venían Nicolás López Gómez, Leticia Sántiz López y María Cleopatra Carrillo Cabrera, representantes de Unorca y de la denominada Comisión de Mujeres. Acusaron a la JBG de “no existir buena voluntad, al no recibir la comisión propuesta”. Más tarde, la propia JBG declararía que “la comisión propuesta” era una provocación, pero que nunca se negó a recibir a los de Orcao. “Si los estábamos esperando para reunión.” De hecho, Orcao había faltado a una cita anterior. Otro problema estaba en el aire, aunque sin relación con lo acordado para discutir. Data del pasado 26 de noviembre, cuando el “sobrestante” Juan Urbina, empleado de una constructora de Macuspana (Tabasco), con contrato de la constructora López Flores, de Yajalón (Chiapas), destruyó con su maquinaria la tubería que suministra agua a la comunidad Patria Nueva, vecina de Sibacá y sede de la región Primero de Enero del municipio autónomo Lucio Cabañas, donde habitan zapatistas y “orcaístas”. Desde entonces, el empleado y la empresa se comprometieron a reparar el daño, así como las afectaciones en las calles del poblado. Patria Nueva lleva mes y medio sin agua. No cumplieron. “El problema ni siquiera es con Orcao, sino con la compañía”, explicó más tarde un miembro de la JBG rodeado del resto de sus compañeros. Tras semanas de reclamaciones, la mañana de ayer los zapatistas hicieron venir al “sobrestante” Urbina al caracol. Al no resolver el problema, fue detenido por la JBG hasta la mañana de hoy, cuando renovó su compromiso de restituir la tubería destruida y salió manejando su camioneta. Por su parte, y “aprovechando el viaje”, los de Orcao condicionaban hoy a la JBG a discutir el asunto de Chijtal si también se abordaban otros sobre los que no existía compromiso: los desacuerdos por la carretera Patria Nueva-San Marcos y el entronque Corazón de María-Ojo de Agua. Además, en este último, Orcao ha bloqueado el paso e impide a las bases zapatistas trasladar madera para construir nuevos espacios en la escuela autónoma de Primero de Enero. La concentración de “orcaístas” duró hasta las 13:30 horas. Antes de retirarse insultaron y amenazaron a los observadores internacionales que estaban en el caracol, procedentes de cinco países. Lo de Orcao “gritaban bulla, como es su costumbre”, relató la JBG. “En su escrito dicen que no sabemos nada.” Y se fueron gritando “muera el EZLN” y “que se mueran de sed” (en relación con la tubería rota en Patria Nueva). “La provocación fue de Orcao”, declaró la JBG. En la tarde había ya en el caracol varios centenares de indígenas zapatistas. “Los compañeros vinieron a cuidar, no a hacer enfrentamiento.” Estos hechos se dan en el contexto de diversos conflictos en la región ocurridos en días recientes, sobre los cuales ha habido informaciones confusas, falsas o contradictorias, pero prefiguran una situación potencialmente explosiva. Desde el ataque de Orcao a zapatistas en Bosque Bonito, el día 5, por el cual se dijo falsamente que había 14 muertos, hasta las diferencias entre priístas y zapatistas en el balneario Agua Clara, donde se habló de tres desaparecidos, lo cual también resultó falso. Hoy se informó, con mucha imprecisión, de otro choque entre campesinos oficialistas y presuntas bases zapatistas en el ejido Agua Azul, en la cañada de Taniperlas (nada que ver con las cascadas de Agua Azul en Tumbalá). Está por confirmarse. Una semana atrás, otro choque en Palenque fue falsamente atribuido a zapatistas. |
Miércoles 29 de diciembre de 2010, p. 4
Lúcidos examinadores de la realidad y autores comprometidos murieron durante el año que concluye. Fueron referentes culturales, principalmente en el ámbito de las letras: el escritor Carlos Montemayor, el cronista Carlos Monsiváis, el narrador José Saramago y el filósofo Bolívar Echeverría.
La Jornada recuerda a estas personalidades, hacedores de un valioso legado.
También ocurrieron los fallecimientos del poeta Alí Chumacero; de los historiadores Friedrich Katz y Howard Zinn; de los narradores Tomás Eloy Martínez, J. D. Salinger y Miguel Delibes; y del filólogo Antonio Alatorre, entre otros.
El tenor, maestro, narrador, poeta, ensayista, traductor y activista Carlos Montemayor (Parral, Chihuahua, 1947) falleció en la ciudad de México el domingo 28 de febrero, debido al cáncer que lo aquejó durante meses. En su obra rescató la voz de los colectivos enfrentados al sistema político que les negaba cabida. Indígenas y grupos opositores de izquierda encontraron eco en su creación literaria y reivindicación en su discurso político.
Conocedor de las lenguas hebrea, griega clásica, latina, francesa, portuguesa, italiana e inglesa, tradujo obras clásicas como las Odas de Píndaro, Carmina Burana, poesías de Cayo Valerio Catulo, Virgilio y Safo, así como de poetas tales como Fernando Pessoa y Lêdo Ivo. Al parejo desarrolló una labor de rescate de los idiomas indígenas de nuestro país, que fructificó en un par de volúmenes centrados en éstos y en su poesía.
Otra de las herencias que deja fue recuperar en los libros Guerra en el paraíso, Las armas del alba y Las mujeres del alba, los motivos de los grupos opositores armados de las décadas de los 60 y 70, y el hostigamiento gubernamental a las comunidades que les dieron cobijo. Campesinos, indígenas, estudiantes, han sido masacrados una y otra vez en los países de nuestro continente. La historia de su resistencia es una memoria que dignifica nuestra vida
, manifestó el narrador.
El Premio Nobel de Literatura José Saramago (Portugal, 1922) murió el 18 de junio a la edad 87 años, debido a la leucemia. El novelista, poeta y ensayista conjuntó en su persona la generosidad, los ideales por la justicia social y una escritura profundamente determinada por la realidad. La existencia del portugués se puede caracterizar por su sentencia: El único valor que considero revolucionario es la bondad
.
Es el único portugués que ha ganado el máximo reconocimiento a las letras del mundo, que le fue otorgado en 1998 por su capacidad para volver comprensible una realidad huidiza, con parábolas sostenidas por la imaginación, la compasión y la ironía
, afirmó la Academia sueca.
“La razón de escribir, en el fondo, no es más que esa: escribir… No escribo para agradar, tampoco para desagradar. Escribo para desasosegar. Me gustaría que todos mis libros fueran considerados como libros del desasosiego”, señaló Saramago en 2009 en torno a su novela Caín.
En El Evangelio según Jesucristo y Caín desnudó a la religión como mitificación de la realidad; y abordó el tema de la razón en los tiempos modernos en su trilogía formada por Ensayo sobre la ceguera, Todos los nombres y Ensayo sobre la lucidez.
Carlos Monsiváis (ciudad de México, 1938), cronista crítico de los fenómenos presentes en la mexicanidad, además de analista de los hechos sociales que han conmovido los cimientos de la sociedad nacional durante los siglos recientes, expiró el 19 de junio debido a complicaciones de una fibrosis pulmonar.
Identificado con la izquierda, el ensayista capitalino reivindicó en sus escritos al individuo y sus derechos como base del entramado social, contra el autoritarismo y la derecha. En esta lid se inclinó por el movimiento de 1968, los ídolos populares, las figuras de izquierda y los acontecimientos que significaban ideas progresistas; también apoyó las luchas de las minorías sexuales y culturales.
La obra de Monsiváis, caracterizada por la ironía frente a una realidad intolerable, fue un revire humorístico frente a los agravios por medio de la sátira política, como en su columna Por mi madre, bohemios, en la cual evidenciaba la ignorancia y exhibía la demagogia de políticos, empresarios, jerarcas católicos y personajes de la vida pública en general.
El editor y poeta Alí Chumacero (1918) falleció el 22 de octubre en la ciudad de México, víctima de neumonía. Fue un amante de la lectura desde su infancia en su natal Acaponeta, Nayarit, y a ella dedicó su vida entera como crítico, ensayista y editor. Entre su creación literaria destaca Poema de amorosa raíz, de los versos más célebres en nuestro país.
Laboró durante más de medio siglo en el Fondo de Cultura Económica y fue una de las figuras centrales del éxito de la casa editora. Ahí, el autor de Palabras en reposo atestiguó el paso de algunas de las mejores obras de la literatura mexicana del siglo XX y fue famoso el rumor, que Chumacero negaba, de haber mejorado la novela Pedro Páramo de Juan Rulfo con su corrección.
El filósofo marxista e investigador Bolívar Echeverría (1941), referente crítico del capitalismo en América Latina, falleció el 5 de junio en la ciudad de México como consecuencia de un infarto. El ecuatoriano, que adoptó la nacionalidad mexicana, fue autor de una extensa obra sobre modernidad, economía y cultura, y enfocó su trabajo a los ámbitos de la teoría crítica y la filosofía de la cultura.
Echeverría consideraba al barroco en América Latina una forma de resistencia cultural y una modernidad alternativa. “La verdadera fuerza del impulso anticapitalista –escribió– está expandida muy difusamente en el cuerpo de la sociedad, en la vida cotidiana y muchas veces en la dimensión festiva de esta última, donde lo imaginario ha dado refugio a lo político y donde esta actitud anticapitalista es omnipresente”.
Teoría que sostuvo en obras como Conversaciones sobre lo barroco, La modernidad del barroco y Definición de la cultura.
El sábado 16 de octubre, a los 83 años, pereció en la ciudad de Filadelfia Friedrich Katz, a consecuencia de cáncer. El antropólogo e historiador austriaco dedicó su vida profesional al estudio del acontecer en México y América Latina en los siglos XIX y XX. Produjo obras indispensables para entender a nuestro país como La guerra secreta en México: Europa, Estados Unidos y la Revolución Mexicana, De Díaz a Madero: Orígenes y estallido de la Revolución Mexicana y la biografía Pancho Villa, ineludible si se desea comprender al revolucionario.
Howard Zinn (Nueva York, 1922) murió el 27 de enero por una afección cardiaca, . El historiador de izquierda plasmó en su obra el punto de vista de los de abajo durante la construcción estadunidense y fue autor del libro más vendido sobre el tema: La otra historia de Estados Unidos. Referente antibelicista en ese país, el también articulista de La Jornada mantuvo siempre la esperanza en el rescate de la humanidad contra la opresión.
El periodista y narrador Tomás Eloy Martínez, nacido en Buenos, Aires, en 1934, quien logró unificar lo mejor de ambas disciplinas en su obra, pereció el 31 de enero en la capital de su país. Fue autor de una extensa obra que incluye novela, crónica, ensayo, relato, libretos de cine y televisión, donde destacan La pasión según Trelew, prohibida por la dictadura argentina; Santa Evita, traducida a múltiples idiomas, y El vuelo de la reina.
Autor de culto en Estados Unidos, J.D. Salinger (1919) murió el 27 de enero, en New Hampshire. El guardián entre el centeno, publicado en 1951, bastó para colocar al escritor entre los más reconocidos de la literatura moderna de su país y lanzarlo a la fama que siempre despreció.
Miguel Delibes (1920) vivió una España enfrentada por la Guerra Civil y luego la férrea dictadura de Francisco Franco. Es autor de una narrativa del espacio rural español, cruzada por el hambre y la falta de libertades. Su deceso ocurrió el 12 de marzo.
El ensayista y reconocido filólogo Antonio Alatorre, expiró el 21 de octubre a los 88 años. Originario de Autlán, Jalisco, ejerció una labor docente en nuestro país y otras naciones, y fue estudioso de Sor Juana Inés de la Cruz, de quien editó las obras completas. Fue un notable traductor y hacedor de una obra especializada en la que sobresale Los 1001 años de la lengua española.
A lo largo del año también se registraron los decesos de la poeta y traductora Esther Seligson (ciudad de México, 1941); el poeta y especialista en literatura chicana Juan Bruce-Novoa (San José, Costa Rica, 1944-California, Estados Unidos); el escritor y cronista Armando Jiménez (Piedras Negras, Coahuila, 1917-Tuxtla Gutiérrez, Chiapas); el crítico literario Sergio Nudelstejer (Varsovia, Polonia, 1924), y el autor de novela negra Juan Hernández Luna (ciudad de México, 1962).
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