“Disturbio en ceremonia”
Sociedad abierta
ERNESTO REYES
La revista Día Siete publicó el domingo un sondeo entre sus lectores para que estos definieran en este ejercicio quién de los mexicanos de la política o los espectáculos era uno de los más odiados o los más queridos.
Por supuesto que por tercera ocasión aparecen casi empatados en los primeros lugares Andrés Manuel López Obrador y Felipe Calderón Hinojosa.
Sin embargo, en opinión positiva, AMLO le gana a Calderón, seguido del cantante Luis Miguel; aunque entre los más odiados Calderón figura como segundo lugar.
Este detalle como otros hechos que suceden en el país, reflejan que todavía no se ha apagado el clima de polarización que dejó el proceso electoral del 2006, donde a AMLO se le robó la Presidencia de la República.
Pues bien, este fin de semana hubo un hecho que rebasa lo anecdótico, porque en una ceremonia celebrada en Palacio Nacional fueron arrestados y acosados dos jóvenes por miembros del Estado Mayor Presidencial, por un supuesto delito del que nos acabamos de enterar: “disturbio en ceremonia solemne”.
Paradójicamente, un día después que se conmemorara la matanza del 2 de octubre, donde los estudiantes lucharon porque se anulara el delito de “disolución social”, Calderón en una decisión que denota su talante por lo menos intolerante, aplicó el reglamento del EMP a los dos inconformes por el hecho de expresar su desacuerdo con el discurso que en ese momento pronunciaba.
Los afectados fueron dos de ellos que estaban en la ceremonia donde se entregaron los galardones por el Premio Nacional de la Juventud 2007.
Primero, con todas sus letras y el valor que solo un muchacho puede tener, Andrés Gómez Emilson le gritó espurio al titular del Poder Ejecutivo, cosa que contrarió a Calderón quien en lugar de ofrecer respeto al punto de vista del inconforme, reaccionó contrario a como lo hubiera hecho un hombre de Estado.
Incluso Vicente Fox, cuando un joven oaxaqueño lo enfrentó a su llegada a Cuilapam de Guerrero, llamándolo “traidor a la democracia”, expresó su molestia pero ordenó que no le hicieran nada al universitario.
Cuando Calderón hablaba del caso de la oaxaqueña Eufrosina Cruz Mendoza- quien es constantemente elogiada por el panismo con tal de hacerla su diputada plurinominal - Andrés pensó que debía hacerlo así, como declaró después a los medios.
Sin embargo, detrás suyo estaban los elementos del EMP quienes esperaron el tiempo prudente para bajarlo del estrado y conducirlo a una habitación del palacio nacional donde ya estaba otro estudiante, Marco Virgilio Jiménez – tesista de la licenciatura en historia por la UNAM- quien en el mismo acto había cuestionado también al presidente de que en México no había libertad.
Becado a Noruega por sus altos conocimientos en matemáticas, el estudiante del CCH Sur de la UNAM, se encontró de pronto con Marco Virgilio y se contaron mutuamente lo que había sucedido sin que hubiera concertación previa de estos hechos. Uno de ellos refirió que mientras lo sometían, los militares le contestaron al preguntarle de qué lo acusarían: “Pregúntale a tu pinche conciencia”.
Del hecho, la presidencia aceptó que el Estado Mayor Presidencial habían puesto a disposición de las autoridades competentes a los dos jóvenes “por la probable realización de conductas que son sancionadas penal o administrativamente por la legislación vigente…”
Sin embargo, seguramente calculando los efectos que la consignación hubiera significado en el marco del aniversario del 2 de octubre, la presidencia dijo que no formularía cargo alguno contra los jóvenes.
Pero el daño ya estaba hecho, porque la institución del Ejército que cuida la seguridad del titular del Ejecutivo había ejercido acciones policiales ordenada, o por lo menos tolerada por la presidencia de la República.
El mensaje que se le quiso dejar no sólo a los protagonistas, sino a todos los mexicanos, es que esto le puede pasar a todo aquél hombre o mujer que pretenda “subvertir” el orden, o trasgreda alguna ceremonia, calificando de distinta manera a quien sabe que no ganó la presidencia, y esta actuación es la mejor revelación de prueba.
Pero lo más grave es que aunque Calderón hubiera querido afirmar en el discurso que en México se tienen mayores libertades que en el 68, criminalizó con este actuar de nuevo a los jóvenes, otorgando razón a quienes protestaron. Nada más falta ahora que decrete la eliminación del diccionario de las palabras espurio o “pelele”.
Contactos: Ernesto_reyes_647@hotmail.com
Miércoles 29 de diciembre de 2010, p. 4
Lúcidos examinadores de la realidad y autores comprometidos murieron durante el año que concluye. Fueron referentes culturales, principalmente en el ámbito de las letras: el escritor Carlos Montemayor, el cronista Carlos Monsiváis, el narrador José Saramago y el filósofo Bolívar Echeverría.
La Jornada recuerda a estas personalidades, hacedores de un valioso legado.
También ocurrieron los fallecimientos del poeta Alí Chumacero; de los historiadores Friedrich Katz y Howard Zinn; de los narradores Tomás Eloy Martínez, J. D. Salinger y Miguel Delibes; y del filólogo Antonio Alatorre, entre otros.
El tenor, maestro, narrador, poeta, ensayista, traductor y activista Carlos Montemayor (Parral, Chihuahua, 1947) falleció en la ciudad de México el domingo 28 de febrero, debido al cáncer que lo aquejó durante meses. En su obra rescató la voz de los colectivos enfrentados al sistema político que les negaba cabida. Indígenas y grupos opositores de izquierda encontraron eco en su creación literaria y reivindicación en su discurso político.
Conocedor de las lenguas hebrea, griega clásica, latina, francesa, portuguesa, italiana e inglesa, tradujo obras clásicas como las Odas de Píndaro, Carmina Burana, poesías de Cayo Valerio Catulo, Virgilio y Safo, así como de poetas tales como Fernando Pessoa y Lêdo Ivo. Al parejo desarrolló una labor de rescate de los idiomas indígenas de nuestro país, que fructificó en un par de volúmenes centrados en éstos y en su poesía.
Otra de las herencias que deja fue recuperar en los libros Guerra en el paraíso, Las armas del alba y Las mujeres del alba, los motivos de los grupos opositores armados de las décadas de los 60 y 70, y el hostigamiento gubernamental a las comunidades que les dieron cobijo. Campesinos, indígenas, estudiantes, han sido masacrados una y otra vez en los países de nuestro continente. La historia de su resistencia es una memoria que dignifica nuestra vida
, manifestó el narrador.
El Premio Nobel de Literatura José Saramago (Portugal, 1922) murió el 18 de junio a la edad 87 años, debido a la leucemia. El novelista, poeta y ensayista conjuntó en su persona la generosidad, los ideales por la justicia social y una escritura profundamente determinada por la realidad. La existencia del portugués se puede caracterizar por su sentencia: El único valor que considero revolucionario es la bondad
.
Es el único portugués que ha ganado el máximo reconocimiento a las letras del mundo, que le fue otorgado en 1998 por su capacidad para volver comprensible una realidad huidiza, con parábolas sostenidas por la imaginación, la compasión y la ironía
, afirmó la Academia sueca.
“La razón de escribir, en el fondo, no es más que esa: escribir… No escribo para agradar, tampoco para desagradar. Escribo para desasosegar. Me gustaría que todos mis libros fueran considerados como libros del desasosiego”, señaló Saramago en 2009 en torno a su novela Caín.
En El Evangelio según Jesucristo y Caín desnudó a la religión como mitificación de la realidad; y abordó el tema de la razón en los tiempos modernos en su trilogía formada por Ensayo sobre la ceguera, Todos los nombres y Ensayo sobre la lucidez.
Carlos Monsiváis (ciudad de México, 1938), cronista crítico de los fenómenos presentes en la mexicanidad, además de analista de los hechos sociales que han conmovido los cimientos de la sociedad nacional durante los siglos recientes, expiró el 19 de junio debido a complicaciones de una fibrosis pulmonar.
Identificado con la izquierda, el ensayista capitalino reivindicó en sus escritos al individuo y sus derechos como base del entramado social, contra el autoritarismo y la derecha. En esta lid se inclinó por el movimiento de 1968, los ídolos populares, las figuras de izquierda y los acontecimientos que significaban ideas progresistas; también apoyó las luchas de las minorías sexuales y culturales.
La obra de Monsiváis, caracterizada por la ironía frente a una realidad intolerable, fue un revire humorístico frente a los agravios por medio de la sátira política, como en su columna Por mi madre, bohemios, en la cual evidenciaba la ignorancia y exhibía la demagogia de políticos, empresarios, jerarcas católicos y personajes de la vida pública en general.
El editor y poeta Alí Chumacero (1918) falleció el 22 de octubre en la ciudad de México, víctima de neumonía. Fue un amante de la lectura desde su infancia en su natal Acaponeta, Nayarit, y a ella dedicó su vida entera como crítico, ensayista y editor. Entre su creación literaria destaca Poema de amorosa raíz, de los versos más célebres en nuestro país.
Laboró durante más de medio siglo en el Fondo de Cultura Económica y fue una de las figuras centrales del éxito de la casa editora. Ahí, el autor de Palabras en reposo atestiguó el paso de algunas de las mejores obras de la literatura mexicana del siglo XX y fue famoso el rumor, que Chumacero negaba, de haber mejorado la novela Pedro Páramo de Juan Rulfo con su corrección.
El filósofo marxista e investigador Bolívar Echeverría (1941), referente crítico del capitalismo en América Latina, falleció el 5 de junio en la ciudad de México como consecuencia de un infarto. El ecuatoriano, que adoptó la nacionalidad mexicana, fue autor de una extensa obra sobre modernidad, economía y cultura, y enfocó su trabajo a los ámbitos de la teoría crítica y la filosofía de la cultura.
Echeverría consideraba al barroco en América Latina una forma de resistencia cultural y una modernidad alternativa. “La verdadera fuerza del impulso anticapitalista –escribió– está expandida muy difusamente en el cuerpo de la sociedad, en la vida cotidiana y muchas veces en la dimensión festiva de esta última, donde lo imaginario ha dado refugio a lo político y donde esta actitud anticapitalista es omnipresente”.
Teoría que sostuvo en obras como Conversaciones sobre lo barroco, La modernidad del barroco y Definición de la cultura.
El sábado 16 de octubre, a los 83 años, pereció en la ciudad de Filadelfia Friedrich Katz, a consecuencia de cáncer. El antropólogo e historiador austriaco dedicó su vida profesional al estudio del acontecer en México y América Latina en los siglos XIX y XX. Produjo obras indispensables para entender a nuestro país como La guerra secreta en México: Europa, Estados Unidos y la Revolución Mexicana, De Díaz a Madero: Orígenes y estallido de la Revolución Mexicana y la biografía Pancho Villa, ineludible si se desea comprender al revolucionario.
Howard Zinn (Nueva York, 1922) murió el 27 de enero por una afección cardiaca, . El historiador de izquierda plasmó en su obra el punto de vista de los de abajo durante la construcción estadunidense y fue autor del libro más vendido sobre el tema: La otra historia de Estados Unidos. Referente antibelicista en ese país, el también articulista de La Jornada mantuvo siempre la esperanza en el rescate de la humanidad contra la opresión.
El periodista y narrador Tomás Eloy Martínez, nacido en Buenos, Aires, en 1934, quien logró unificar lo mejor de ambas disciplinas en su obra, pereció el 31 de enero en la capital de su país. Fue autor de una extensa obra que incluye novela, crónica, ensayo, relato, libretos de cine y televisión, donde destacan La pasión según Trelew, prohibida por la dictadura argentina; Santa Evita, traducida a múltiples idiomas, y El vuelo de la reina.
Autor de culto en Estados Unidos, J.D. Salinger (1919) murió el 27 de enero, en New Hampshire. El guardián entre el centeno, publicado en 1951, bastó para colocar al escritor entre los más reconocidos de la literatura moderna de su país y lanzarlo a la fama que siempre despreció.
Miguel Delibes (1920) vivió una España enfrentada por la Guerra Civil y luego la férrea dictadura de Francisco Franco. Es autor de una narrativa del espacio rural español, cruzada por el hambre y la falta de libertades. Su deceso ocurrió el 12 de marzo.
El ensayista y reconocido filólogo Antonio Alatorre, expiró el 21 de octubre a los 88 años. Originario de Autlán, Jalisco, ejerció una labor docente en nuestro país y otras naciones, y fue estudioso de Sor Juana Inés de la Cruz, de quien editó las obras completas. Fue un notable traductor y hacedor de una obra especializada en la que sobresale Los 1001 años de la lengua española.
A lo largo del año también se registraron los decesos de la poeta y traductora Esther Seligson (ciudad de México, 1941); el poeta y especialista en literatura chicana Juan Bruce-Novoa (San José, Costa Rica, 1944-California, Estados Unidos); el escritor y cronista Armando Jiménez (Piedras Negras, Coahuila, 1917-Tuxtla Gutiérrez, Chiapas); el crítico literario Sergio Nudelstejer (Varsovia, Polonia, 1924), y el autor de novela negra Juan Hernández Luna (ciudad de México, 1962).
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