LLAMADO A CONSTRUIR UN MOVIMIENTO DE MASAS

LLAMADO A CONSTRUIR UN MOVIMIENTO DE MASAS Felipe Martínez Soriano * jueves, 16 de octubre de 2008 Los hombres de convicciones políticas honestas y de conciencia social son de carne y hueso y tienen errores. Ellos conquistarán la democracia en las calles, pero también esas mujeres y hombres tienen aspiraciones justas, democráticas, revolucionarias, filosóficas y humanas. Y siempre están prestos y dispuestos a luchar por el cambio por mejores condiciones de vida. En ese sentido, el llamado es amplio y se les invita de manera fraterna, a la vez que se les invoca y exhorta, igual a militantes honestos de partidos políticos conocidos como de izquierda, a las organizaciones no partidistas, a las mujeres y hombres progresistas, se reitera, y a la juventud rebelde, que desde hace años es una clase social; es decir, a todo al pueblo, deseoso(s) en participar en lo mejor de la lucha social, no en lo indebido; es decir, en la corrupción y en las corrientes del oportunismo. Aunque se debe ser muy claro en la invitación, ya que algunos o muchos militantes tanto de partidos como de organizaciones diversas, se dicen progresistas y leales a principios políticos e ideológicos, pero en la práctica hacen todo lo contrario; es decir, traicionan y les gusta hacer fuego amigo, desvirtuando objetivos de importancia. Pero muy escasos, sin ser militantes de izquierda, en momentos necesarios, tienen actitudes congruentes; es decir, se manifiestan solidarios y progresistas. Pero en fin, a todos ellos va dirigido este ferviente llamado para construir el "movimiento político de masas", tan urgente en estos momentos de crisis económica, política y social, y que éste sea capaz de manifestarse con energía y frenar el avance capitalista y neoliberal que nos consume en forma salvaje. Estos son concretamente los motivos del llamado, que muchos de los que se mencionan, seguramente ya lo entenderán, pero aún permanecen pasivos; es decir, no se manifiestan con valentía en conquistar esos derechos, tampoco protestan ante lo injusto de un sistema político que nos ha llevado a mayores crisis. Por eso, se es reiterativo en la invitación, pues ya se observa a gran escala que partidos políticos que ya conocemos de manera amplia, por su deslealtad con el pueblo, siguen navegando en lo tradicional y electorero: PRI, PAN y otros. Los mismos siguen confabulándome con Felipe Calderón y la élite tecnócrata. Ellos avanzan y hasta se burlan de la izquierda y del pueblo, apropiándose de todo porque nadie les pone un freno u obstáculo, tal como ha sucedido recientemente en el estado de Guerrero con lo de las elecciones. Y todavía sin escrúpulos vaticinan a los cuatro vientos que habrá carro completo en Chiapas y Oaxaca en las elecciones del año que viene. Entonces, hasta se piensa en lo difícil de la crisis que viene y ya se siente, que no es tan necesario repetir la génesis de esa historia de la crisis económica que lacera y humilla al pueblo mexicano. Sin embargo, algo hay que agregar: la democracia es una constante lucha contra el descrédito y la sin razón. Aquellos que creen en la humanidad no pueden perder de vista que su obra está siempre amenazada por la irracionalidad de las pasiones --Stefan Zweig--, refiriéndose a los gobiernos de las tres últimas décadas. La gran crisis de l929 propició el fin del liberalismo iniciado con la "Decena Trágica", encabezada por Victoriano Huerta. Significó en cierta medida el ascenso del fascismo y de las guerras, el fin de la hegemonía británica y una mutación del sistema capitalista que duró poco más de medio siglo con la creación del "estado de bienestar", con base en la alianza y negociación entre estados, empresarios y sindicatos. México tiene, en el momento de mayor desastre social, económico y político del último medio siglo, un gobierno marcado por la corrupción y la ineptitud que nadie cree que pueda tener la capacidad de enfrentar la gran crisis financiera. En cambio, nosotros nos estamos haciendo cómplices de tal desgracia. Nada más estamos a la expectativa y en situación que resulta cómoda y no actuamos con los medios a nuestro alcance, con manifestaciones, marchas y caravanas, por donde quiera y como quiera que sean, ya que el propósito es la movilización consciente del pueblo contra injusticias, represión y humillación contra la soberanía. La génesis de la multicitada crisis que nos golpea hasta la médula de los huesos proviene desde enero de 1980, cuando el gobierno estadunidense autorizó el rescate de la compaña automotriz Chrysler que se encontraba en dificultades desde l975, y en los años siguientes esa compañía cerró 28 plantas y despidió a 48 mil trabajadores. Luego, en l98l, el Sindicato de Controladores Aéreos Profesionales de Estados Unidos estalló una huelga en demanda de aumento salarial y mejores condiciones de trabajo, y fueron amenazados, iniciándose en ese país una tremenda desigualdad, que repercutió en México y nos sigue golpeando hasta ahora. Entonces, arriesguémonos a defender ideales de justicia, igualdad y libertad que son el espíritu de las instituciones. Pero cuando éstas se alejen de su función y olviden la causa de su origen, entonces hay que cuestionarlas, modificarlas e, incluso, desaparecerlas y construir nuevas que respondan a las necesidades de un pueblo sediento de democracia y humanismo. Ojalá el presente llamado llegue al pensamiento de la gente que anhela el cambio social, la democracia y la justicia, tarea que requiere terminar con conductas oportunistas, sectarismo y canibalismo entre organismos, actitudes que a nada conducen. O ¿acaso valen más los cañonazos de millones de pesos para cambiar de chaqueta y nombre y seguir conformándonos en no hacer nada de trabajo político y de concientización de las bases de partidos políticos, de organizaciones diversas y pueblo? ¿O vivir de la vergüenza por pérdidas electorales frecuentes, en lugar de trabajar empujando la conquista de la democracia y la lucha con dignidad, no para el individualismo, la enajenación y la mezquindad.tepap *Ex rector de la UABJO y ex preso político, acusado de ser líder del PROCUP.