El verdadero disparo
Sociedad abierta
ERNESTO REYES
Como sucedió con el asesinato de Luis Donaldo Colosio, el gobierno de Ulises Ruiz se aferra a la teoría del “segundo disparo”, con el que se afirma “alguien” o “algunos” miembros de la APPO, remataron al periodista estadounidense, Brad Will aquél trágico 27 de octubre del 2006.
Dicha afirmación alimentada por las conclusiones de la ex procuradora Lizbeth caña Cadeza – miembro del equipo político de El Chucky- la retomó a pie juntillas la Procuraduría General de la República, en la indagatoria que realizó; incluso fue motivo para que la Fiscalía Especializada de Delitos en contra de Periodistas abriera una indagatoria a principios de año y hace unos dos meses solicitara una orden de arraigo al Juzgado Quinto de Distrito en materia de procedimientos penales del Distrito Federal en contra de Miguel Cruz Moreno, Edgar Santiago, Hugo Jara y Arturo Villanueva.
A estos simpatizantes, algunos del CIPO, de la APPO y un foto-reportero, se les acusa presuntamente de estar involucrados en el crimen. La razón por perversa no menos peligrosa: ellos fueron quienes auxiliaron al camarógrafo estadounidense cuando fue herido de bala por policías municipales y priistas de Santa Lucía del Camino. No sólo lo cargaron, le trataron de reanimar, sino trasladaron el cuerpo exánime en un miniauto hacia la Cruz Roja y cuando ya era evidente su muerte, lo llevaron a la morgue.
Culpar a los compañeros de la víctima es el mismo recurso empleado para “esclarecer” el caso del asesinato del profesor Serafin García en Huautla de Jiménez, muerto a palos en las horas finales de la campaña electoral del 2004.
A quien metieron a la cárcel fue al dirigente del Frente Único Huautleco -hoy presidente municipal de aquella población, Agustin Sosa -, mientras a quienes apalearon con ferocidad al profesor García, ahora son premiados como encargados de la próxima campaña federal priista, paseando su impunidad en la zona.
Quienes balearon a Will, amparados en la impunidad del fuero municipal y de los grupos paramilitares, si bien fueron detenidos, en pocas horas los soltaron por “falta de pruebas”.
Del análisis de la Recomendación del Ombudsman nacional – emitida hace ocho días- se puede establecer que se exculpa tácitamente a los integrantes de la APPO que auxiliaron a Brad, porque encuentra graves irregularidades y omisiones cometidas por las dos procuradurías, pero especialmente la oaxaqueña.
De ahí que asegura, el gobierno de Ulises Ruiz actuó de manera ilegal, deshonesta, ineficaz y parcial para desviar la atención sobre los responsables del crimen del camarógrafo.
Del análisis de la Recomendación se desprende que todas las instituciones del gobierno se prestaron a justificar la versión oficial de que Will fue asesinado por sus propios compañeros.
Con este trabajo, se cae la versión acuñada en Oaxaca y respaldada por la PGR, en el sentido de que los disparos contra Brad fueron realizados a poca distancia y no a más de 35 metros como finalmente concluyó la CNDH.
El documento que suscribe el Ombudsman, José Luis Soberanes, sugiere al Ejecutivo y Legislativo estatales intervenir para reponer los procedimientos e indagatorias que esclarezcan el crimen.
Asimismo , ejercer “la probable responsabilidad penal” y “administrativa” de los servidores públicos participantes en las indagatorias y durante la averiguación previa con la que el gobierno de Oaxaca intentó encubrir a los presuntos responsables.
La CNDH recomienda entre muchas cosas más al Procurador Medina Mora que el MP “agilice las investigaciones... garantice el análisis de los indicios, evidencias y elementos de prueba... y considere los que han proporcionado peritos pertenecientes a un organismo internacional que permiten determinar la mecánica y dinámica de las lesiones que ocasionaron dicha muerte.”
Hay muchas más cosas que comentar como resultado del exhaustivo y muy completo Informe de la CNDH, que si bien no surte efectos vinculatorios, si es un elemento que debe tomar en cuenta la investigación que actualmente realiza la Suprema Corte de Justicia de la Nación para confirmar que -incluyendo el caso Will- se violaron los derechos fundamentales de los oaxaqueños y de quienes participaron en los días que estremecieron al sistema político mexicano. El verdadero disparo se le revierte al gobierno. ¿No creen?
Contactos: Ernesto_reyes_647@hotmail.com
Miércoles 29 de diciembre de 2010, p. 4
Lúcidos examinadores de la realidad y autores comprometidos murieron durante el año que concluye. Fueron referentes culturales, principalmente en el ámbito de las letras: el escritor Carlos Montemayor, el cronista Carlos Monsiváis, el narrador José Saramago y el filósofo Bolívar Echeverría.
La Jornada recuerda a estas personalidades, hacedores de un valioso legado.
También ocurrieron los fallecimientos del poeta Alí Chumacero; de los historiadores Friedrich Katz y Howard Zinn; de los narradores Tomás Eloy Martínez, J. D. Salinger y Miguel Delibes; y del filólogo Antonio Alatorre, entre otros.
El tenor, maestro, narrador, poeta, ensayista, traductor y activista Carlos Montemayor (Parral, Chihuahua, 1947) falleció en la ciudad de México el domingo 28 de febrero, debido al cáncer que lo aquejó durante meses. En su obra rescató la voz de los colectivos enfrentados al sistema político que les negaba cabida. Indígenas y grupos opositores de izquierda encontraron eco en su creación literaria y reivindicación en su discurso político.
Conocedor de las lenguas hebrea, griega clásica, latina, francesa, portuguesa, italiana e inglesa, tradujo obras clásicas como las Odas de Píndaro, Carmina Burana, poesías de Cayo Valerio Catulo, Virgilio y Safo, así como de poetas tales como Fernando Pessoa y Lêdo Ivo. Al parejo desarrolló una labor de rescate de los idiomas indígenas de nuestro país, que fructificó en un par de volúmenes centrados en éstos y en su poesía.
Otra de las herencias que deja fue recuperar en los libros Guerra en el paraíso, Las armas del alba y Las mujeres del alba, los motivos de los grupos opositores armados de las décadas de los 60 y 70, y el hostigamiento gubernamental a las comunidades que les dieron cobijo. Campesinos, indígenas, estudiantes, han sido masacrados una y otra vez en los países de nuestro continente. La historia de su resistencia es una memoria que dignifica nuestra vida
, manifestó el narrador.
El Premio Nobel de Literatura José Saramago (Portugal, 1922) murió el 18 de junio a la edad 87 años, debido a la leucemia. El novelista, poeta y ensayista conjuntó en su persona la generosidad, los ideales por la justicia social y una escritura profundamente determinada por la realidad. La existencia del portugués se puede caracterizar por su sentencia: El único valor que considero revolucionario es la bondad
.
Es el único portugués que ha ganado el máximo reconocimiento a las letras del mundo, que le fue otorgado en 1998 por su capacidad para volver comprensible una realidad huidiza, con parábolas sostenidas por la imaginación, la compasión y la ironía
, afirmó la Academia sueca.
“La razón de escribir, en el fondo, no es más que esa: escribir… No escribo para agradar, tampoco para desagradar. Escribo para desasosegar. Me gustaría que todos mis libros fueran considerados como libros del desasosiego”, señaló Saramago en 2009 en torno a su novela Caín.
En El Evangelio según Jesucristo y Caín desnudó a la religión como mitificación de la realidad; y abordó el tema de la razón en los tiempos modernos en su trilogía formada por Ensayo sobre la ceguera, Todos los nombres y Ensayo sobre la lucidez.
Carlos Monsiváis (ciudad de México, 1938), cronista crítico de los fenómenos presentes en la mexicanidad, además de analista de los hechos sociales que han conmovido los cimientos de la sociedad nacional durante los siglos recientes, expiró el 19 de junio debido a complicaciones de una fibrosis pulmonar.
Identificado con la izquierda, el ensayista capitalino reivindicó en sus escritos al individuo y sus derechos como base del entramado social, contra el autoritarismo y la derecha. En esta lid se inclinó por el movimiento de 1968, los ídolos populares, las figuras de izquierda y los acontecimientos que significaban ideas progresistas; también apoyó las luchas de las minorías sexuales y culturales.
La obra de Monsiváis, caracterizada por la ironía frente a una realidad intolerable, fue un revire humorístico frente a los agravios por medio de la sátira política, como en su columna Por mi madre, bohemios, en la cual evidenciaba la ignorancia y exhibía la demagogia de políticos, empresarios, jerarcas católicos y personajes de la vida pública en general.
El editor y poeta Alí Chumacero (1918) falleció el 22 de octubre en la ciudad de México, víctima de neumonía. Fue un amante de la lectura desde su infancia en su natal Acaponeta, Nayarit, y a ella dedicó su vida entera como crítico, ensayista y editor. Entre su creación literaria destaca Poema de amorosa raíz, de los versos más célebres en nuestro país.
Laboró durante más de medio siglo en el Fondo de Cultura Económica y fue una de las figuras centrales del éxito de la casa editora. Ahí, el autor de Palabras en reposo atestiguó el paso de algunas de las mejores obras de la literatura mexicana del siglo XX y fue famoso el rumor, que Chumacero negaba, de haber mejorado la novela Pedro Páramo de Juan Rulfo con su corrección.
El filósofo marxista e investigador Bolívar Echeverría (1941), referente crítico del capitalismo en América Latina, falleció el 5 de junio en la ciudad de México como consecuencia de un infarto. El ecuatoriano, que adoptó la nacionalidad mexicana, fue autor de una extensa obra sobre modernidad, economía y cultura, y enfocó su trabajo a los ámbitos de la teoría crítica y la filosofía de la cultura.
Echeverría consideraba al barroco en América Latina una forma de resistencia cultural y una modernidad alternativa. “La verdadera fuerza del impulso anticapitalista –escribió– está expandida muy difusamente en el cuerpo de la sociedad, en la vida cotidiana y muchas veces en la dimensión festiva de esta última, donde lo imaginario ha dado refugio a lo político y donde esta actitud anticapitalista es omnipresente”.
Teoría que sostuvo en obras como Conversaciones sobre lo barroco, La modernidad del barroco y Definición de la cultura.
El sábado 16 de octubre, a los 83 años, pereció en la ciudad de Filadelfia Friedrich Katz, a consecuencia de cáncer. El antropólogo e historiador austriaco dedicó su vida profesional al estudio del acontecer en México y América Latina en los siglos XIX y XX. Produjo obras indispensables para entender a nuestro país como La guerra secreta en México: Europa, Estados Unidos y la Revolución Mexicana, De Díaz a Madero: Orígenes y estallido de la Revolución Mexicana y la biografía Pancho Villa, ineludible si se desea comprender al revolucionario.
Howard Zinn (Nueva York, 1922) murió el 27 de enero por una afección cardiaca, . El historiador de izquierda plasmó en su obra el punto de vista de los de abajo durante la construcción estadunidense y fue autor del libro más vendido sobre el tema: La otra historia de Estados Unidos. Referente antibelicista en ese país, el también articulista de La Jornada mantuvo siempre la esperanza en el rescate de la humanidad contra la opresión.
El periodista y narrador Tomás Eloy Martínez, nacido en Buenos, Aires, en 1934, quien logró unificar lo mejor de ambas disciplinas en su obra, pereció el 31 de enero en la capital de su país. Fue autor de una extensa obra que incluye novela, crónica, ensayo, relato, libretos de cine y televisión, donde destacan La pasión según Trelew, prohibida por la dictadura argentina; Santa Evita, traducida a múltiples idiomas, y El vuelo de la reina.
Autor de culto en Estados Unidos, J.D. Salinger (1919) murió el 27 de enero, en New Hampshire. El guardián entre el centeno, publicado en 1951, bastó para colocar al escritor entre los más reconocidos de la literatura moderna de su país y lanzarlo a la fama que siempre despreció.
Miguel Delibes (1920) vivió una España enfrentada por la Guerra Civil y luego la férrea dictadura de Francisco Franco. Es autor de una narrativa del espacio rural español, cruzada por el hambre y la falta de libertades. Su deceso ocurrió el 12 de marzo.
El ensayista y reconocido filólogo Antonio Alatorre, expiró el 21 de octubre a los 88 años. Originario de Autlán, Jalisco, ejerció una labor docente en nuestro país y otras naciones, y fue estudioso de Sor Juana Inés de la Cruz, de quien editó las obras completas. Fue un notable traductor y hacedor de una obra especializada en la que sobresale Los 1001 años de la lengua española.
A lo largo del año también se registraron los decesos de la poeta y traductora Esther Seligson (ciudad de México, 1941); el poeta y especialista en literatura chicana Juan Bruce-Novoa (San José, Costa Rica, 1944-California, Estados Unidos); el escritor y cronista Armando Jiménez (Piedras Negras, Coahuila, 1917-Tuxtla Gutiérrez, Chiapas); el crítico literario Sergio Nudelstejer (Varsovia, Polonia, 1924), y el autor de novela negra Juan Hernández Luna (ciudad de México, 1962).
No hay comentarios:
Publicar un comentario
hola