¿Presidente “no recomendable”?En lugar de atender los graves problemas estructurales del país, el gobierno de Calderón se ha limitado a buscar las “manzanas podridas” por medio de la aplicación de exámenes a los servidores públicos. Para enfrentar el preocupante rezago educativo, se han venido aplicando una serie de evaluaciones a los maestros dentro del marco de la llamada Alianza por la Calidad de la Educación. Para purgar las fuerzas del orden de la infiltración del narcotráfico, también se ha determinado aplicar exámenes de “control de confianza” a los policías. Pero como se ha señalado hasta el cansancio, el problema principal de la educación en México no surge de algunos “malos maestros”, sino de la falta de recursos y los indignos salarios, así como de la corrupción y el autoritarismo de los caciques sindicales encabezados por Elba Esther Gordillo. No tiene ningún sentido realizar una depuración de los docentes si se mantiene la misma estructura que fabrica niños y maestros reprobados. Del mismo modo, si el Presidente realmente quisiera enfrentar la corrupción de las fuerzas policiacas, no se limitaría a aplicar exámenes a los agentes de más bajo nivel, sino que empezaría por depurar los altos mandos y también transformaría de manera integral la estructura de vigilancia y control de las fuerzas del orden. El verdadero problema de la corrupción en la sociedad no se encuentra en las “mordidas”, sino en la “captura” de las funciones centrales del Estado por intereses ajenos. Pero ya que Felipe Calderón quiere resolver todos los problemas del país empleando pruebas y exámenes, habría que invitarlo a que antes de aplicar un examen más a los policías rasos y a los profesores de primaria del país, él asuma su responsabilidad y se someta personalmente tanto a la “certificación de competencias profesionales” que se recetan en la Alianza Educativa como a los exámenes de control de confianza del Modelo Nacional de Evaluación y Control de Confianza. No estaría de más que Elba Esther Gordillo y otros actores públicos bajo sospecha, como Genaro García Luna y Carlos Romero Deschamps, también predicaran con el ejemplo y se sometieran al mismo tipo de pruebas. Ya incluso el mismo ex presidente Vicente Fox se sometió a su propia prueba personal, aunque impulsado por motivaciones distintas a la lucha contra la corrupción. En días recientes, todos los mexicanos nos hemos enterado de que durante seis años fuimos gobernados por un hombre con “serios trastornos sicológicos”. El informe del Vaticano sobre la anulación del matrimonio de Fox, dado a conocer en la prensa nacional, indica que el ex presidente cuenta con fuertes problemas de narcisismo e histeria, entre otras complicaciones mentales. Todos los mexicanos tenemos el derecho a saber si nuestro actual presidente no presenta problemas similares. Los exámenes de confianza que se aplican a los policías incluyen una evaluación sicométrica, un examen toxicológico, una prueba socioeconómica, un examen médico y una evaluación poligráfica. El informe más reciente revela que más de la mitad de los policías del país son simplemente “no recomendables” para sus puestos. ¿Será que el mismo Presidente de la República es también “no recomendable” para su cargo? Más allá de invertir el orden de aplicación de los exámenes de control de confianza, empezando por los altos mandos en lugar de por los policías rasos, resulta urgente implementar estrategias estructurales de largo plazo para combatir la corrupción. Por ejemplo, dentro del marco de la reforma penal y de justicia pendiente sería recomendable analizar la propuesta que ha realizado el senador René Arce, del Partido de la Revolución Democrática, de dotar de autonomía al Ministerio Público. Una reforma de esta envergadura liberaría la investigación de los delitos y las corruptelas del control político del titular del Ejecutivo. También habría que explorar la posibilidad de dotar de mayor autonomía a otros órganos de control, como la Secretaría de la Función Pública, la Auditoría Superior de la Federación y el Instituto Federal de Acceso a la Información Pública. No estaría tampoco mal emular la experiencia de Brasil, que ha creado una instancia autónoma exclusivamente dedicada a la investigación y la acción penal para los delitos cometidos por servidores públicos. Este ministerio público especializado ha tenido gran éxito en las últimas dos décadas en castigar y prevenir la corrupción de alto nivel en aquel país sudamericano. Otra alternativa sería la creación de una instancia específicamente dedicada a la persecución de los delitos cometidos por el personal de seguridad pública del país, esfuerzo que se ha implementado con éxito en varios países alrededor del mundo. En fin, propuestas sobran, lo que falta es voluntad política. Al cumplir la tercera parte de su gestión, Felipe Calderón tiene la obligación de replantear el camino por el cual ha llevado el país. De lo contrario, en 2009 nos podríamos enfrentar con una debacle de proporciones históricas. |
Miércoles 29 de diciembre de 2010, p. 4
Lúcidos examinadores de la realidad y autores comprometidos murieron durante el año que concluye. Fueron referentes culturales, principalmente en el ámbito de las letras: el escritor Carlos Montemayor, el cronista Carlos Monsiváis, el narrador José Saramago y el filósofo Bolívar Echeverría.
La Jornada recuerda a estas personalidades, hacedores de un valioso legado.
También ocurrieron los fallecimientos del poeta Alí Chumacero; de los historiadores Friedrich Katz y Howard Zinn; de los narradores Tomás Eloy Martínez, J. D. Salinger y Miguel Delibes; y del filólogo Antonio Alatorre, entre otros.
El tenor, maestro, narrador, poeta, ensayista, traductor y activista Carlos Montemayor (Parral, Chihuahua, 1947) falleció en la ciudad de México el domingo 28 de febrero, debido al cáncer que lo aquejó durante meses. En su obra rescató la voz de los colectivos enfrentados al sistema político que les negaba cabida. Indígenas y grupos opositores de izquierda encontraron eco en su creación literaria y reivindicación en su discurso político.
Conocedor de las lenguas hebrea, griega clásica, latina, francesa, portuguesa, italiana e inglesa, tradujo obras clásicas como las Odas de Píndaro, Carmina Burana, poesías de Cayo Valerio Catulo, Virgilio y Safo, así como de poetas tales como Fernando Pessoa y Lêdo Ivo. Al parejo desarrolló una labor de rescate de los idiomas indígenas de nuestro país, que fructificó en un par de volúmenes centrados en éstos y en su poesía.
Otra de las herencias que deja fue recuperar en los libros Guerra en el paraíso, Las armas del alba y Las mujeres del alba, los motivos de los grupos opositores armados de las décadas de los 60 y 70, y el hostigamiento gubernamental a las comunidades que les dieron cobijo. Campesinos, indígenas, estudiantes, han sido masacrados una y otra vez en los países de nuestro continente. La historia de su resistencia es una memoria que dignifica nuestra vida
, manifestó el narrador.
El Premio Nobel de Literatura José Saramago (Portugal, 1922) murió el 18 de junio a la edad 87 años, debido a la leucemia. El novelista, poeta y ensayista conjuntó en su persona la generosidad, los ideales por la justicia social y una escritura profundamente determinada por la realidad. La existencia del portugués se puede caracterizar por su sentencia: El único valor que considero revolucionario es la bondad
.
Es el único portugués que ha ganado el máximo reconocimiento a las letras del mundo, que le fue otorgado en 1998 por su capacidad para volver comprensible una realidad huidiza, con parábolas sostenidas por la imaginación, la compasión y la ironía
, afirmó la Academia sueca.
“La razón de escribir, en el fondo, no es más que esa: escribir… No escribo para agradar, tampoco para desagradar. Escribo para desasosegar. Me gustaría que todos mis libros fueran considerados como libros del desasosiego”, señaló Saramago en 2009 en torno a su novela Caín.
En El Evangelio según Jesucristo y Caín desnudó a la religión como mitificación de la realidad; y abordó el tema de la razón en los tiempos modernos en su trilogía formada por Ensayo sobre la ceguera, Todos los nombres y Ensayo sobre la lucidez.
Carlos Monsiváis (ciudad de México, 1938), cronista crítico de los fenómenos presentes en la mexicanidad, además de analista de los hechos sociales que han conmovido los cimientos de la sociedad nacional durante los siglos recientes, expiró el 19 de junio debido a complicaciones de una fibrosis pulmonar.
Identificado con la izquierda, el ensayista capitalino reivindicó en sus escritos al individuo y sus derechos como base del entramado social, contra el autoritarismo y la derecha. En esta lid se inclinó por el movimiento de 1968, los ídolos populares, las figuras de izquierda y los acontecimientos que significaban ideas progresistas; también apoyó las luchas de las minorías sexuales y culturales.
La obra de Monsiváis, caracterizada por la ironía frente a una realidad intolerable, fue un revire humorístico frente a los agravios por medio de la sátira política, como en su columna Por mi madre, bohemios, en la cual evidenciaba la ignorancia y exhibía la demagogia de políticos, empresarios, jerarcas católicos y personajes de la vida pública en general.
El editor y poeta Alí Chumacero (1918) falleció el 22 de octubre en la ciudad de México, víctima de neumonía. Fue un amante de la lectura desde su infancia en su natal Acaponeta, Nayarit, y a ella dedicó su vida entera como crítico, ensayista y editor. Entre su creación literaria destaca Poema de amorosa raíz, de los versos más célebres en nuestro país.
Laboró durante más de medio siglo en el Fondo de Cultura Económica y fue una de las figuras centrales del éxito de la casa editora. Ahí, el autor de Palabras en reposo atestiguó el paso de algunas de las mejores obras de la literatura mexicana del siglo XX y fue famoso el rumor, que Chumacero negaba, de haber mejorado la novela Pedro Páramo de Juan Rulfo con su corrección.
El filósofo marxista e investigador Bolívar Echeverría (1941), referente crítico del capitalismo en América Latina, falleció el 5 de junio en la ciudad de México como consecuencia de un infarto. El ecuatoriano, que adoptó la nacionalidad mexicana, fue autor de una extensa obra sobre modernidad, economía y cultura, y enfocó su trabajo a los ámbitos de la teoría crítica y la filosofía de la cultura.
Echeverría consideraba al barroco en América Latina una forma de resistencia cultural y una modernidad alternativa. “La verdadera fuerza del impulso anticapitalista –escribió– está expandida muy difusamente en el cuerpo de la sociedad, en la vida cotidiana y muchas veces en la dimensión festiva de esta última, donde lo imaginario ha dado refugio a lo político y donde esta actitud anticapitalista es omnipresente”.
Teoría que sostuvo en obras como Conversaciones sobre lo barroco, La modernidad del barroco y Definición de la cultura.
El sábado 16 de octubre, a los 83 años, pereció en la ciudad de Filadelfia Friedrich Katz, a consecuencia de cáncer. El antropólogo e historiador austriaco dedicó su vida profesional al estudio del acontecer en México y América Latina en los siglos XIX y XX. Produjo obras indispensables para entender a nuestro país como La guerra secreta en México: Europa, Estados Unidos y la Revolución Mexicana, De Díaz a Madero: Orígenes y estallido de la Revolución Mexicana y la biografía Pancho Villa, ineludible si se desea comprender al revolucionario.
Howard Zinn (Nueva York, 1922) murió el 27 de enero por una afección cardiaca, . El historiador de izquierda plasmó en su obra el punto de vista de los de abajo durante la construcción estadunidense y fue autor del libro más vendido sobre el tema: La otra historia de Estados Unidos. Referente antibelicista en ese país, el también articulista de La Jornada mantuvo siempre la esperanza en el rescate de la humanidad contra la opresión.
El periodista y narrador Tomás Eloy Martínez, nacido en Buenos, Aires, en 1934, quien logró unificar lo mejor de ambas disciplinas en su obra, pereció el 31 de enero en la capital de su país. Fue autor de una extensa obra que incluye novela, crónica, ensayo, relato, libretos de cine y televisión, donde destacan La pasión según Trelew, prohibida por la dictadura argentina; Santa Evita, traducida a múltiples idiomas, y El vuelo de la reina.
Autor de culto en Estados Unidos, J.D. Salinger (1919) murió el 27 de enero, en New Hampshire. El guardián entre el centeno, publicado en 1951, bastó para colocar al escritor entre los más reconocidos de la literatura moderna de su país y lanzarlo a la fama que siempre despreció.
Miguel Delibes (1920) vivió una España enfrentada por la Guerra Civil y luego la férrea dictadura de Francisco Franco. Es autor de una narrativa del espacio rural español, cruzada por el hambre y la falta de libertades. Su deceso ocurrió el 12 de marzo.
El ensayista y reconocido filólogo Antonio Alatorre, expiró el 21 de octubre a los 88 años. Originario de Autlán, Jalisco, ejerció una labor docente en nuestro país y otras naciones, y fue estudioso de Sor Juana Inés de la Cruz, de quien editó las obras completas. Fue un notable traductor y hacedor de una obra especializada en la que sobresale Los 1001 años de la lengua española.
A lo largo del año también se registraron los decesos de la poeta y traductora Esther Seligson (ciudad de México, 1941); el poeta y especialista en literatura chicana Juan Bruce-Novoa (San José, Costa Rica, 1944-California, Estados Unidos); el escritor y cronista Armando Jiménez (Piedras Negras, Coahuila, 1917-Tuxtla Gutiérrez, Chiapas); el crítico literario Sergio Nudelstejer (Varsovia, Polonia, 1924), y el autor de novela negra Juan Hernández Luna (ciudad de México, 1962).
No hay comentarios:
Publicar un comentario
hola