Fin de temporadaSociedad abiertaERNESTO REYES Con el inicio de las Posadas comienza la cuenta regresiva de este año, porque al terminar, como es la tradición impuesta por la religión y estimulada ahora por el mercantilismo, nos disponemos a celebrar la Navidad, pasando antes como es costumbre en Oaxaca, por las fiestas de La Soledad y la Noche de Rábanos. No en todas las entidades del país tienen la riqueza que sorprende a nuestros visitantes para terminar enfiestados un año que, como el que acaba, no ha sido pleno de éxitos ni mucho menos de sosiego para quienes apenas si van a llegar al final con magros recursos económicos. Aún con todo el bullicio que ya nos contagiaron las festividades de la Virgen de Juquila y la Guadalupana, este tramo final lo hacemos como el equilibrista sin red: con la plena incertidumbre de que no sabemos, hasta que lo vayamos a sentir en carne propia, cómo nos va a encontrar el año nuevo. Mucha gente sin embargo, buscará gastarse hasta el último centavo para satisfacer un poco esa especie de reconocimiento interior que nos orilla a comprar lo supérfluo, de lo necesario, aunque en el futuro inmediato no esté asegurado ni el empleo, ni mucho menos, como se aprecia en el país, una mejor situación económica. El hecho de que según cifras de los banqueros existan 12.5 millones de créditos morosos de los cuales casi 4 millones se han generado en tan sólo seis meses, habla de que muchos mexicanos y mexicanas estén cayendo en incapacidad de pago. Esto que lo saben los gobernantes, no les arredra para pagarse, del erario público onerosos aguinaldos que van, según los cálculos más conservadores, de casi 53 mil pesos que se supone recibirá Ulises Ruiz–extrañamente el que menos va a percibir de los 32 mandatarios- hasta los 353 mil que recibirá el gobernador de Querétaro, el panista Francisco Garrido. A los medios de comunicación les atrae la presumida austeridad que exhiben gobernadores de uno u otro bando, pero se atienen solo a lo que por ley están obligados a declarar, sin contar con bonos especiales, prestaciones y estímulos independientes del aguinaldo. Acostumbrados a la gran opacidad que todavía reina en el sector público, nadie va a creer, aunque se demuestre en papel lo contrario, que los gobernadores no se han despachado con la cuchara grande, mucho menos ahora que – en el caso Oaxaca- ya le faltan dos años para concluir su periodo. Mientras esto sucede – sin hablar de onerosos estímulos que a si mismos se autorizan diputados que muy lejos están de ganarse la dieta con el sudor de su frente el pueblo de a pie, como se dice, busca hasta la última oferta en la voracidad comercial, para salir lo mejor librado de deudas en las tarjetas, con el vecino, con la caja de ahorro de la oficina, etcétera. Estas contradicciones que se dan en un país donde la corrupción se mueve a sus anchas, no empañan las celebraciones que en pueblos y barrios oaxaqueños la gente se procura, ahora con más ahínco, aunque con menos dinero, para satisfacer un poco la adversidad, la falta de expectativas económicas y la escasez monetaria. Por ello aunque en los comercios se note una notable baja de afluencia, la gente sigue animada en las Posadas, preparando piñatas y ponches, y dándole rienda suelta a los pocos placeres mundanos que nos son permitidos. En muchas casas, una gran satisfacción familiar son los adornos aunque se incremente el recibo en el siguiente trimestre; la instalación de nacimientos, las reuniones de despedida con la gente de la oficina, del comercio; los vecinos, porque en tiempos de crisis hermana más la convivencia, que acaso es lo único que nos está quedando ante la falta de solidaridad que nos deja un sistema basado en un individualismo mezquino. El mundo por otra parte, se prepara para importantes cambios que se avecinan en el 2009, parodiados con los zapatazos que en nombre de la cólera de todo el mundo lanzó un periodista iraquí contra el presidente Bush; en México, con las rencillas de siempre entre partidos, y con una violencia irrefrenable, que ni con el cambio de calendario parece tener sosiego. Contactos: Ernesto_reyes_647@hotmail.com |
Miércoles 29 de diciembre de 2010, p. 4
Lúcidos examinadores de la realidad y autores comprometidos murieron durante el año que concluye. Fueron referentes culturales, principalmente en el ámbito de las letras: el escritor Carlos Montemayor, el cronista Carlos Monsiváis, el narrador José Saramago y el filósofo Bolívar Echeverría.
La Jornada recuerda a estas personalidades, hacedores de un valioso legado.
También ocurrieron los fallecimientos del poeta Alí Chumacero; de los historiadores Friedrich Katz y Howard Zinn; de los narradores Tomás Eloy Martínez, J. D. Salinger y Miguel Delibes; y del filólogo Antonio Alatorre, entre otros.
El tenor, maestro, narrador, poeta, ensayista, traductor y activista Carlos Montemayor (Parral, Chihuahua, 1947) falleció en la ciudad de México el domingo 28 de febrero, debido al cáncer que lo aquejó durante meses. En su obra rescató la voz de los colectivos enfrentados al sistema político que les negaba cabida. Indígenas y grupos opositores de izquierda encontraron eco en su creación literaria y reivindicación en su discurso político.
Conocedor de las lenguas hebrea, griega clásica, latina, francesa, portuguesa, italiana e inglesa, tradujo obras clásicas como las Odas de Píndaro, Carmina Burana, poesías de Cayo Valerio Catulo, Virgilio y Safo, así como de poetas tales como Fernando Pessoa y Lêdo Ivo. Al parejo desarrolló una labor de rescate de los idiomas indígenas de nuestro país, que fructificó en un par de volúmenes centrados en éstos y en su poesía.
Otra de las herencias que deja fue recuperar en los libros Guerra en el paraíso, Las armas del alba y Las mujeres del alba, los motivos de los grupos opositores armados de las décadas de los 60 y 70, y el hostigamiento gubernamental a las comunidades que les dieron cobijo. Campesinos, indígenas, estudiantes, han sido masacrados una y otra vez en los países de nuestro continente. La historia de su resistencia es una memoria que dignifica nuestra vida
, manifestó el narrador.
El Premio Nobel de Literatura José Saramago (Portugal, 1922) murió el 18 de junio a la edad 87 años, debido a la leucemia. El novelista, poeta y ensayista conjuntó en su persona la generosidad, los ideales por la justicia social y una escritura profundamente determinada por la realidad. La existencia del portugués se puede caracterizar por su sentencia: El único valor que considero revolucionario es la bondad
.
Es el único portugués que ha ganado el máximo reconocimiento a las letras del mundo, que le fue otorgado en 1998 por su capacidad para volver comprensible una realidad huidiza, con parábolas sostenidas por la imaginación, la compasión y la ironía
, afirmó la Academia sueca.
“La razón de escribir, en el fondo, no es más que esa: escribir… No escribo para agradar, tampoco para desagradar. Escribo para desasosegar. Me gustaría que todos mis libros fueran considerados como libros del desasosiego”, señaló Saramago en 2009 en torno a su novela Caín.
En El Evangelio según Jesucristo y Caín desnudó a la religión como mitificación de la realidad; y abordó el tema de la razón en los tiempos modernos en su trilogía formada por Ensayo sobre la ceguera, Todos los nombres y Ensayo sobre la lucidez.
Carlos Monsiváis (ciudad de México, 1938), cronista crítico de los fenómenos presentes en la mexicanidad, además de analista de los hechos sociales que han conmovido los cimientos de la sociedad nacional durante los siglos recientes, expiró el 19 de junio debido a complicaciones de una fibrosis pulmonar.
Identificado con la izquierda, el ensayista capitalino reivindicó en sus escritos al individuo y sus derechos como base del entramado social, contra el autoritarismo y la derecha. En esta lid se inclinó por el movimiento de 1968, los ídolos populares, las figuras de izquierda y los acontecimientos que significaban ideas progresistas; también apoyó las luchas de las minorías sexuales y culturales.
La obra de Monsiváis, caracterizada por la ironía frente a una realidad intolerable, fue un revire humorístico frente a los agravios por medio de la sátira política, como en su columna Por mi madre, bohemios, en la cual evidenciaba la ignorancia y exhibía la demagogia de políticos, empresarios, jerarcas católicos y personajes de la vida pública en general.
El editor y poeta Alí Chumacero (1918) falleció el 22 de octubre en la ciudad de México, víctima de neumonía. Fue un amante de la lectura desde su infancia en su natal Acaponeta, Nayarit, y a ella dedicó su vida entera como crítico, ensayista y editor. Entre su creación literaria destaca Poema de amorosa raíz, de los versos más célebres en nuestro país.
Laboró durante más de medio siglo en el Fondo de Cultura Económica y fue una de las figuras centrales del éxito de la casa editora. Ahí, el autor de Palabras en reposo atestiguó el paso de algunas de las mejores obras de la literatura mexicana del siglo XX y fue famoso el rumor, que Chumacero negaba, de haber mejorado la novela Pedro Páramo de Juan Rulfo con su corrección.
El filósofo marxista e investigador Bolívar Echeverría (1941), referente crítico del capitalismo en América Latina, falleció el 5 de junio en la ciudad de México como consecuencia de un infarto. El ecuatoriano, que adoptó la nacionalidad mexicana, fue autor de una extensa obra sobre modernidad, economía y cultura, y enfocó su trabajo a los ámbitos de la teoría crítica y la filosofía de la cultura.
Echeverría consideraba al barroco en América Latina una forma de resistencia cultural y una modernidad alternativa. “La verdadera fuerza del impulso anticapitalista –escribió– está expandida muy difusamente en el cuerpo de la sociedad, en la vida cotidiana y muchas veces en la dimensión festiva de esta última, donde lo imaginario ha dado refugio a lo político y donde esta actitud anticapitalista es omnipresente”.
Teoría que sostuvo en obras como Conversaciones sobre lo barroco, La modernidad del barroco y Definición de la cultura.
El sábado 16 de octubre, a los 83 años, pereció en la ciudad de Filadelfia Friedrich Katz, a consecuencia de cáncer. El antropólogo e historiador austriaco dedicó su vida profesional al estudio del acontecer en México y América Latina en los siglos XIX y XX. Produjo obras indispensables para entender a nuestro país como La guerra secreta en México: Europa, Estados Unidos y la Revolución Mexicana, De Díaz a Madero: Orígenes y estallido de la Revolución Mexicana y la biografía Pancho Villa, ineludible si se desea comprender al revolucionario.
Howard Zinn (Nueva York, 1922) murió el 27 de enero por una afección cardiaca, . El historiador de izquierda plasmó en su obra el punto de vista de los de abajo durante la construcción estadunidense y fue autor del libro más vendido sobre el tema: La otra historia de Estados Unidos. Referente antibelicista en ese país, el también articulista de La Jornada mantuvo siempre la esperanza en el rescate de la humanidad contra la opresión.
El periodista y narrador Tomás Eloy Martínez, nacido en Buenos, Aires, en 1934, quien logró unificar lo mejor de ambas disciplinas en su obra, pereció el 31 de enero en la capital de su país. Fue autor de una extensa obra que incluye novela, crónica, ensayo, relato, libretos de cine y televisión, donde destacan La pasión según Trelew, prohibida por la dictadura argentina; Santa Evita, traducida a múltiples idiomas, y El vuelo de la reina.
Autor de culto en Estados Unidos, J.D. Salinger (1919) murió el 27 de enero, en New Hampshire. El guardián entre el centeno, publicado en 1951, bastó para colocar al escritor entre los más reconocidos de la literatura moderna de su país y lanzarlo a la fama que siempre despreció.
Miguel Delibes (1920) vivió una España enfrentada por la Guerra Civil y luego la férrea dictadura de Francisco Franco. Es autor de una narrativa del espacio rural español, cruzada por el hambre y la falta de libertades. Su deceso ocurrió el 12 de marzo.
El ensayista y reconocido filólogo Antonio Alatorre, expiró el 21 de octubre a los 88 años. Originario de Autlán, Jalisco, ejerció una labor docente en nuestro país y otras naciones, y fue estudioso de Sor Juana Inés de la Cruz, de quien editó las obras completas. Fue un notable traductor y hacedor de una obra especializada en la que sobresale Los 1001 años de la lengua española.
A lo largo del año también se registraron los decesos de la poeta y traductora Esther Seligson (ciudad de México, 1941); el poeta y especialista en literatura chicana Juan Bruce-Novoa (San José, Costa Rica, 1944-California, Estados Unidos); el escritor y cronista Armando Jiménez (Piedras Negras, Coahuila, 1917-Tuxtla Gutiérrez, Chiapas); el crítico literario Sergio Nudelstejer (Varsovia, Polonia, 1924), y el autor de novela negra Juan Hernández Luna (ciudad de México, 1962).
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