-Cabos sueltos
-Plan México: el contexto de la militarización, la violencia relacionada al narcotráfico, y los derechos humanos
-Material militar por 90 millones de dólares para el Plan México
Cabos sueltosUno. En vísperas de que se concrete la llegada del primer paquete de armamento, software de inteligencia y asesoría militar estadunidense en el marco del Plan México, la llamada Operación Limpieza de Felipe Calderón asume la forma de un tributo a la Casa Blanca y al Capitolio. Más allá de la connotación religiosa del nombre del operativo, que remite a un discurso cristiano maniqueo: bueno/malo, limpio/sucio, el mandatario de las “manos limpias”, quien se declaró admirador del generalísimo Francisco Franco, parece llevar a cabo un ritual de purificación. La limpieza purificadora de Calderón, en “guerra” contra los malos y los sucios, ha impactado el aparato de espionaje y contraespionaje de la División Antidrogas de la Policía Federal en la Secretaría de Seguridad Pública y de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO), órgano antimafia por excelencia de la Procuraduría General de la República. Hasta ahora sobreviven los anticontaminados jefes de ambas corporaciones, Genaro García Luna y Eduardo Medina Mora. La poda afectó también al director de Interpol-México, Ricardo Gutiérrez, y al general brigadier Roberto Aguilera –uno de los militares más cercanos del ex secretario de la Defensa Nacional, general Gerardo Clemente Vega–, quien en el sexenio foxista se desempeñó como jefe del Centro de Inteligencia Antinarcóticos (Cian) de la Sedena. En la actualidad, Aguilera era el agregado militar de la embajada de México en Argentina. Dos. No parece un dato baladí que la purga de cuadros de inteligencia policial y militar de México haya tenido como origen la delación de un “testigo protegido” de la agencia antidrogas de Estados Unidos (DEA), detenido en Washington el 2 de julio pasado. Se trata del ex agente de la policía federal José Alberto Pérez Guerrero, “bautizado” como Felipe. Es decir, son los organismos de inteligencia de Estados Unidos, no los de México, los que controlan una investigación plagada de anomalías e inconsistencias. Por lo que la llamada Operación Limpieza de Calderón –que remite bis a bis a la “Murambatsvina” de don Robert Mugabe en Zimbabue– es sólo un tributo al Congreso de Estados Unidos, que en mayo pasado condicionó la aprobación de la raquítica “ayuda” contrainsurgente de la Iniciativa Mérida (200 millones de dólares en especie para 2008) a la fiscalización de las unidades policiales y militares mexicanas, y a una serie de “reformas legales y judiciales” de neto corte injerencista. Tres. Ambos hechos, la Operación Limpieza y el Plan México (definido por un funcionario de la administración Bush como un “salto cuántico” en la relación con Estados Unidos en materia de seguridad), tienen que ver con un elemento que pocas veces se aborda. Esto es, la red de relaciones formales e informales que históricamente establece el grupo militar de la embajada de Estados Unidos (agregaduría de defensa, Agencia Nacional de Seguridad, CIA, DEA, FBI, etcétera), bajo el manto de “acuerdos de colaboración” con sus contrapartes locales, incluidos los subsistemas de inteligencia de las fuerzas armadas y las distintas policías del país. La colaboración, que muchas veces adopta la forma de “convenios de tipo verbal”, incluye asistencia en infraestructura, vehículos, equipos, capacitación y gastos operacionales, incluido el pago de “fuentes humanas de información” (espías). Asimismo, permite que agentes mexicanos sean sometidos a chequeos con equipos de detección de mentiras y monitoreados por especialistas de la embajada estadunidense. Cuatro. Resulta obvio el papel determinante de los organismos de seguridad estadunidenses en el diseño de la arquitectura de la inteligencia mexicana. Ergo, en su penetración. Lo cual deriva en una subordinación dependiente. Con un agregado: la Iniciativa Mérida (símil del Plan Colombia) es el componente operativo de tipo contrainsurgente establecido en el marco de la Alianza para la Seguridad y la Prosperidad de América del Norte (ASPAN), el TLC militarizado. Bajo supervisión del Comando Norte del Pentágono, la ASPAN surgió en marzo de 2005 al calor de la “guerra al terrorismo” de George W. Bush y pone un énfasis excesivo en la seguridad de Estados Unidos, tal como establece la Secretaría de Seguridad de la Patria de Michael Chertoff. La alianza busca imponer una Norteamérica sin fronteras, disolviendo las soberanías nacionales. Para ello esgrime el discurso del miedo, según el cual la principal amenaza que enfrenta América del Norte es trasnacional y de tipo asimétrico. Es decir, no remite ya al clásico modelo westfaliano donde sólo había confrontación entre dos estados, sino que alude a entidades terroristas, estados fallidos o naciones deshonestas, en cuyo seno se desarrollan individuos o pequeños grupos marginales que pueden contar con materiales de destrucción dotados de sofisticación técnica. Cinco. Más allá del golpeteo, vía filtraciones a la prensa, entre los mandos de las fuerzas armadas, la PGR y la SSP en pugna por los recursos de la Iniciativa Mérida y del Presupuesto nacional, la “guerra” de Calderón contra los malos responde al libreto y al tipo de amenaza asimétrica elaborado por el discurso imperial. En ese contexto, un análisis titulado La Secretaría de la Defensa Nacional en el combate al narcotráfico define a los cárteles como una “amenaza interna” que pone en riesgo la “viabilidad” de la nación y prevé una simbiosis entre las mafias y “grupos armados desafectos al gobierno”, así como un incremento sustancial del grado de violencia. Ante la configuración de una narcoguerrilla, sugerida también por el zar antidrogas de Estados Unidos, John Walters, la solución final de la Sedena es el “aniquilamiento”. Una larga guerra de exterminio. O sea, la colombianización del país. El lugar donde Washington quería posicionar a México, con un Ejército ocupado en tareas policiales y distraído de sus tareas de vigilancia y protección del territorio nacional. Plan México: el contexto de la militarización, la violencia relacionada al narcotráfico, y los derechos humanos Narco News
Muchas de esas condiciones ya son ley en México, pero el gobierno Mexicano no hace nada para que la ley se aplique de hecho.
Bush y Calderón dicen que el aumento de violencia y muertos vale la pena. Dicen que demuestra que la estrategia militar está funcionando bien. Sin embargo, índices de interdicción de las drogas que entran a EE.UU. por México han sido constantes en 10%. Solo parece que los índices de interdicción se han aumentado porque ahora cada vez que el gobierno mexicano confisca drogas, organiza una conferencia de prensa.
Pero militarización y ocupaciones militares no son novedades en Chiapas. Las tácticas del gobierno y su pretexto de represión cambian tras los años, pero la represión sigue siendo constante. Ponencia de Kristin Bricker de Narco News en el Foro Social Américas en Guatemala como parte del taller “Plan México: Nueva ofensiva del Imperialismo.” Kristin Bricker es corresponsal basada en México de Narco News También forma parte del colectivo Rebel Imports que vende textiles, café y miel de comercio justo de las cooperativas zapatistas. Para contactos con Kristin escriba a krisbricker@gmail.com. Su blog personal es http://mywordismyweapon. Material militar por 90 millones de dólares para el Plan México Narco News
Fuentes del Congreso de EE.UU. confirmaron a Narco News que el gobierno de EE.UU. ha destinado aproximadamente 90 millones de dólares de los 116,5 millones de dólares del Financiamiento Militar del Exterior (FMF) bajo el Plan México, también conocido como Iniciativa Mérida o Plan Mérida. Los 90 millones incluyen aproximadamente un 77% de la asignación total para México bajo el Plan México en 2008. El Congreso de EE.UU. autorizó la entrega de hasta un 85% o sea 99 millones de dólares, de los fondos del FMF hasta que exista un informe de la Secretaria de Estado respecto al cumplimiento de México de las condiciones sobre derechos humanos establecidas en el Plan México. Sin embargo, fuentes del Congreso señalan que México todavía no ha satisfecho las condiciones de derechos humanos, de modo que el Departamento de Estado no ha sometido el informe. Las condiciones de derechos humanos son mínimas – requieren el establecimiento de una comisión para recibir quejas sobre la conducta de la policía, que el gobierno mexicano se reúna regularmente con las organizaciones mexicanas de derechos humanos para que puedan “hacer recomendaciones sobre la implementación del” Plan México (excluyendo con ello de las consultas a toda ONG que se oponga al paquete de ayuda militar), que fiscales y jueces civiles investiguen y procesen a policías federales y fuerzas militares que son acusadas de cometer abusos de los derechos humanos, y que no se utilice ante los tribunales evidencia obtenida mediante la tortura. Este último punto es particularmente difícil de certificar para la Secretaria de Estado ya que el semanario mexicano Proceso reveló este mes que tres sospechosos arrestados por la Oficina del Procurador General (PGR) por el caso del ataque “narcoterrorista” con granadas de Morelia, Michoacán, fueron torturados por un cartel de la droga o por fuerzas de seguridad mexicanas para que dijeran que eran miembros de la organización criminal Los Zetas y que lanzaron las granadas que mataron a ocho personas el Día de la Independencia de México. Memorandos oficiales filtrados a Proceso por una agencia no identificada de inteligencia confirman que autoridades de seguridad en Michoacán se reunieron con representantes del cartel de la droga La Familia antes de los arrestos “y que acordaron que detendrían a varias personas” y que las acusarían de realizar el ataque en Morelia. Una teoría que rivaliza con la hipótesis oficial de que Los Zetas realizaron el ataque de Morelia es que La Familia realizó el ataque a fin de provocar medidas de fuerza militares contra Los Zetas, que han estado contrabandeando a través del territorio de La Familia. Material militar La Agencia de Cooperación en la Seguridad del Departamento de Defensa, que administra el programa FMF, define el Financiamiento Militar del Exterior como “programa del gobierno de EE.UU. para financiar, mediante subvenciones o préstamos, la adquisición de artículos, servicios y entrenamiento militares de EE.UU.” Por el momento no se sabe qué material militar fue comprado con los 90 millones de dólares y qué material sigue esperando la publicación del informe de derechos humanos. Sin embargo, el plan de gastos del Plan México, publicado por Narco News en septiembre, delinea cómo se gastará el FMF para 2008. Según el plan de gastos, el financiamiento del FMF proveerá hasta dos aviones CASA 235. El plan de gastos señala: “Aparte de hasta dos aviones, el paquete suministrado incluirá apoyo logístico (sobre todo repuestos apoyo técnico limitado) durante tres años. El financiamiento también apoyará el entrenamiento de transición (entrenamiento para pilotos experimentados para que vuelen un nuevo tipo de avión) para pilotos mexicanos.” Los aviones CASA 235 tienen la capacidad de utilizar equipos de visión nocturna, dos ordenadores para transmitir y recibir información de una base militar o de un centro de control, y espacio para 57 soldados con todo su equipo o para 48 paracaidistas. El CASA 235 también puede llevar seis misiles contra barcos y dos torpedos MK47 o misiles contra barcos Exocet M-39. México recibirá hasta cinco helicópteros utilitarios de carga mediana BH-412 EP (Helicóptero Bell) junto con un paquete de apoyo logístico para dos años para aviones nuevos y posiblemente cuatro helicópteros de propiedad mexicana que ya están en servicio. Esto incluye la capacitación para pilotos. Los BH-412 han sido diseñados para desplegar rápidamente fuerzas militares, que, según el plan de gastos, “establecerán la seguridad requerida para la inhabilitación exitosa de armas, drogas, y personas.” El BH-412 lleva entre 1 y 2 miembros de la tripulación y entre 13 y 14 soldados y está equipado para vuelos de día y de noche. El financiamiento del FMF también restaurará y equipará completamente dos aviones de vigilancia Cessna Citation II C-550 de la Oficina del Procurador General mexicano (PGR). Los Cessna Citation tienen radar y cámaras. Pueden ser equipados de armas y a menudo lo son cuando sirven en la guerra contra la droga. En 2001, Cessna Citations suministrados por el gobierno de EE.UU. y piloteados por pilotos peruanos bajo la dirección de agentes de la CIA mataron a una misionera estadounidense y a su bebé en Perú cuando los confundieron con narcotraficantes. El Plan México proveerá una cantidad indeterminada de escáneres de iones “para apoyar los esfuerzos de la Armada mexicana (SEMAR) y del Ejército y la Fuerza Aérea de México (SEDENA) por controlar su territorio nacional y la vía de entrada al sur de EE.UU.” Los escáneres de iones vienen con un paquete estándar de mantenimiento. El plan de gastos señala que son “capaces de detectar explosivos y narcóticos” y que serán “utilizados por la SEDENA para ayudar a detectar tráfico de drogas ilícitas y armas a través de áreas remotas de México y apoyarán el esfuerzo del GOM [gobierno de México] por montar un sistema robusto de inhabilitación a través de las rutas terrestres.” Se sabe que los escáneres de iones producen más positivos falsos que positivos reales y que son ampliamente abusados por las autoridades carcelarias para acosar a visitantes a la prisión, negándoles acceso. Es el primer año en la memoria reciente en el que México recibirá fondos del FMF de EE.UU. Hasta ahora, México había sido excluido de la recepción de ayuda militar de EE.UU., porque participa en el Estatuto de Roma, que estableció la Corte Penal Internacional (CPI). Según la ley de EE.UU., los países que forman parte del Estatuto de Roma, sólo pueden recibir ayuda militar de EE.UU. si llegan a un acuerdo según el Artículo 98, en el que prometen no procesar a ciudadanos de EE.UU. en la CPI. México no ha llegado a un acuerdo según el Artículo 98, pero la ley que excluye a partes del Estatuto de Roma contiene una escapatoria: el presidente puede no aplicar la ley, permitiendo al país que reciba fondos del FMF, si considera que es en función del “interés nacional” de EE.UU. Más armamento Según el plan de gastos. México también recibirá vehículos blindados, chalecos a prueba de balas, y “ayuda técnica” relacionada según la sección anti-narcóticos del Plan México. Esos fondos, sin embargo, esperan la firma de una carta de acuerdo entre los gobiernos de EE.UU. y México. La carta de acuerdo esboza cómo se transferirá el entrenamiento y el equipo del Plan México. El Financiero informa que la contraparte mexicana de Condoleezza Rice, la Secretaria de Relaciones Exteriores Patricia Espinosa Cantellano, piensa que la carta de acuerdo será finalizada y firmada esta semana. ----------- Kristin Bricker es corresponsal basada en México de Narco News También forma parte del colectivo Rebel Imports que vende textiles, café y miel de comercio justo de las cooperativas zapatistas. Para contactos con Kristin escriba a krisbricker@gmail.com. Su blog personal es http://mywordismyweapon. |
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