sábado, 28 de febrero de 2009

APPO MOVILIZACION Y RESISTENCIA EXPONTANEA

APPO movilización y resistencia pacífica contra el mal gobierno

Jesús Peraza Menéndez
Condición humana: justicia, represión y presos políticos

La APPO señaló con claridad que no participaba de la lucha armada, su movimiento es de resistencia pacífica contra el mal gobierno, pero que respeta todas las formas de lucha, incluida la lucha armada. No le podían atribuir, entonces, a un movimiento de espontánea e incuestionable conformación social de resistencia basada en la movilización y la discusión política, la violencia armada. No se podían confundir las barricadas con métodos rudimentarios de autodefensa, con la lucha armada con tecnologías desarrolladas y formación militar. Lo de Oaxaca nada tenía que ver con la larga trayectoria del EPR y los pensamientos no podían ser cuestionados al calor de la incapacidad del gobierno priísta de Ulises Ruiz y la capacidad de resistencia de los oaxaqueños pobres e indios, y la madurez del EPR para no intervenir en una lucha que no había organizado.
La represión violenta que, por otra parte, originó y ejecutó con brutal inspiración el pequeño burócrata Ulises Ruiz con el silencio cómplice y la omisión de todo el sistema político temeroso de su fracaso, combinó todas las formas de represión contra la sociedad rebelde: intervención policial frente a la intensidad y capacidad de movilización social; criminalización de toda iniciativa política distinta a la del gobierno y las élites; detenciones, generalmente realizadas indiscriminadamente sin fundamento legal, no existen ni órdenes de aprehensión y en la mayoría de los caso no acreditan flagrante delito, la detención-desaparición que ha signado esta época de la que Enrique Krause llamó “democracia sin adjetivos”, que es cuando una clase social ejerce la violencia con impunidad sobre las clases sociales subalternas. Graves vulneraciones a los derechos de las personas y hostigamiento y, con amenaza policial, apertura de numerosas causas judiciales no acompañadas de garantías legales. Se imputan delitos graves y muy graves que derivan en condenas desproporcionadas con la que inauguran una época de represión contra la oposición al régimen neoliberal con matices leguleyos, como la condena que cumple Ignacio del Valle, de San Salvador Atenco, con cadena perpetua.
Asesinato selectivo o ejecución impune, incluso con evidencia pública inobjetable como el del periodista Bradley Roland Will en octubre de 2008 en pleno movimiento social, el que fue filmado por las televisoras de los monopolios mediáticos, por periodistas independientes y por el propio Bradley, a quien eliminó Ulises Ruiz por su labor informativa en tiempo real a través de la Internet, la comunicación había cumplido en Oaxaca informando al planeta desde la perspectiva humana y es algo que la tiranía no podía permitir, al mismo tiempo le servía para desatar la represión militar.
Es el significado del nivel de violencia y de la magnitud de la represión ejercida por el gobierno a manos de servidores públicos, de forma cubierta o encubierta. En cuanto al escenario de los homicidios, la ciudad de Oaxaca no ha sido el único. Las comunidades han sufrido de una forma especialmente intensa el conflicto. En dichas zonas se constata un incremento significativo de la violencia y de la presencia militar, así como el ataque en contra de civiles, en su inmensa mayoría pertenecientes a diferentes grupos indios. Concretamente el balance de muertos documentados por la Comisión Civil Internacional de Observación de los Derechos Humanos (CCIODH), arroja provisionalmente, un total de 23 personas identificadas. Sin embargo en forma muy significativa, la Procuraduría General de Justicia del Estado reconoce sólo 11 casos y la Comisión Nacional de los Derechos Humanos 20, más de la mitad de los muertos pertenecen al magisterio, lo demás son indios.
Es la incapacidad democrática del gobierno de Ulises Ruiz (URO) para dar una salida humana y civilizada a las manifestaciones pacíficas, las que proponían una nueva y moderna convivencia social de género-humana-intercultural con la modernización zapoteca-mixteca, empleando los recursos públicos no exclusiva y excluyentemente con y para las empresas monopólicas, sino en parte también para el desarrollo humano y social, empezando por mejorar las condiciones de existencia del magisterio oaxaqueño. El magisterio es un vínculo orgánico al servicio de los pueblos indios y los trabajadores, los que por su parte hacen una aportación considerable a los ingresos económicos de Oaxaca y el país, más de la mitad de la sociedad mixteca ha emigrado a trabajar a los Estados Unidos, unas 440 mil personas, a las que su suma otro tanto de zapotecos (La Jornada 22/04/07). No hay que olvidar que las remesas son la tercera fuente de ingresos económicos de la nación (las otras son el petróleo y el narcotráfico).
Más de 1,200 millones de dólares por año vienen de las remesas de los migrantes oaxaqueños, generando derechos que no han sido incluidos en las leyes fundacionales y fundamentales, obviando una realidad que lacera la convivencia social, la omisión altera hasta quebrantar la armonía y enfrentar a la sociedad. Son productores de alimentos orgánicos de bajo precio que abastecen el mercado local, es decir que cumplen con una función estratégica en la economía de Oaxaca y del país, aportan también su sabia experiencia en medicina tradicional. Vista desde la presente crisis económica causada por el irracional monopolio del mercado por unas cuantas empresas de alimentos, medicina, cultura chatarras, que especulan con la alimentación intelectual-espiritual-sentimental de los mexicanos. En Oaxaca no logran menguar, no reducen la resistencia sociocultural de autoconsumo, esto permite entender la saña de la represión, con etnocidio-ecocidio, de lo que se trata es de acabar con las culturas ancestrales que se presentan como sólidas opciones para una nueva construcción de la condición humana.

Represión “justicia” del gobierno neoliberal

La represión, como el estilo del gobierno de Ulises Ruiz, inició el 14 de junio, con un bombardeo de gases lacrimógenos desde helicópteros y la movilización de miles de policías contra un plantón de la Sección 22 del SNTE que agrupa a más de 70 mil maestros de Oaxaca que habían estallado un paro indefinido de labores, realizado marchas de más de 100 mil oaxaqueños que naturalmente ocupaban la ciudad. Ulises Ruiz estaba convencido que él sería el brazo ejecutor que pondría fin a la histórica resistencia magisterial en un acuerdo con Vicente Fox y Elba Esther, dado que la resistencia magisterial obstruye la instrumentalización de fraudes electorales, como el que habían colocada al mismo Ulises Ruiz en el gobierno de Oaxaca. Con el movimiento electoral de AMLO se ganó todas las diputaciones locales y Gabino Cué el gobierno del estado; con la represión, el PRI tuvo carro completo segregando a la proporción más importante de la sociedad y creando una nueva sección magisterial espuria incondicional –Sección 59- dada la imperturbable resistencia de la Sección 22. La decepción social fue extraordinaria, lo mismo sucedió en Chiapas con el EZLN y las Juntas de Buen Gobierno, las elecciones le dan carro completo a los partidos gobernantes (PRI-PRD) que, por otra parte, ya no representan a la sociedad, la segregan “legalmente”.
Con una clase política priísta desgastada y degenerada que encabezaba el gobernador José Murat, el que hizo una campaña de millones de pesos para la intimidación mediática, aparentó un atentado contra su persona para prevenir la “violencia de la oposición” que encabezaba Gabino Cué. El autoatentado desenmascarado por las televisoras monopólicas y la Procuraduría General de la República (El Universal 31/05/04). En algunas regiones de Oaxaca fueron especialmente intensos con la campaña represiva ejecutada por caciques y hasta cometieron asesinatos de opositores de su propio partido, de otros partidos y las organizaciones sociales y comunidades (CCIODH, Informe sobre hechos en Oaxaca, Quinta Visita, 2007: p.28).
Felipe Calderón obtendría la presidencia de la república con un “haiga sido como haiga sido”, que significa fraude, ejecutado en las urnas por las bandas de Elba Esther Gordillo, con el ilegal apoyo de de Televisión Azteca, Televisa y con la bendición del dinero de las élites económica, política y del narcotráfico que aseguraban su continuidad al más alto precio humano y social, pues debieron movilizar miles de policías, soldados, marinos para contener la avanzada social en Oaxaca. Buscaban involucrar a la APPO y a Andrés Manuel López Obrador con la violencia, con esa consigna de ser “un peligro para México”. Las televisoras actuaron con impunidad, pagaron multas irrisorias y no se consideró un delito grave su injerencia en el proceso electoral cuando sembraron el terror psicológico alternado con la represión directa. Ulises Ruiz trató de encarcelar a Gabino Cué, como Vicente Fox a Andrés Manuel López Obrador (AMLO); la campaña mediática lleva un fin más sutil, es el de criminalizar la movilización social y toda oposición al modelo económico inhumano con recursos extrajudiciales como la tortura, asesinato-detención-desaparición, pues no hay delito que perseguir.
La violencia es contra quienes se oponen a los salarios de hambre, el desempleo, la prolongación absoluta de la jornada, el trabajo infantil, la destrucción de la vida y el ambiente, la destrucción de las culturas indias, la educación para la ignorancia, la investigación científica servil-acrítica, lo que en suma crean atmósferas de miedo irrespirables en las que se debe aceptar y justificar la inhumana existencia de millones con la hipócrita justificación, la apoteosis que intelectuales y académicos sistémicos corruptos hacen a cambio de migajas de privilegios y poder. No es violencia -según la política mediática- la miseria, el tráfico, venta, lavado de dinero que involucra a policías, a algunos mandos de la élite del ejército o, la arbitraria administración de justicia con el acento de clase dominante, los desfalcos públicos y privados que parejo pagamos todos los mexicanos. La represión ordenada por los altos funcionarios de los gobiernos municipales, estatales, federal y la elite económica, involucrados en tráfico de drogas, pederastia hasta de la jerarquía católica. La malversación de recursos públicos con la abierta represión gubernamental contra toda lucha social, contra la naturaleza y la condición humana, la violencia es la sustancia de la democracia neoliberal y su explicación el quehacer de los apologetas sistémicos. (Continuará).

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OAXACA DE JUAREZ, MAGON Y ZAPATA ,APPO 2011, http://todoelpoderalpueblo.blogspot.com