Un Estado militar; otra dolencia socialTUNUARY Y CRISTIÁN CHÁVEZ Soy, el pueblo mexicano estamos siendo testigos del actuar de un Estado militarizado, un Estado en el que población está siendo objeto de vejaciones, de abusos, de desapariciones, de asesinatos, todo esto con la frase de “Guerra contra el Narcotráfico y el Crimen Organizado”, el problema es que ese crimen organizado al que se refieren las fuerzas armadas de este país muchas veces pareciera ser más bien la sociedad civil organizada, una sociedad que lejos de ser criminal, es ciudadana, civil y pacífica que ejerce un derecho legítimo a la protesta. Según Laura Carlsen en su publicación ¿Guerra contra el narcotráfico o la militarización de México?, la frase “guerra contra el narcotráfico” fue utilizada por primera vez por el Presidente estadunidense Richard Nixon, en 1971, en un contexto político y económico muy parecido al actual, en ese año Nixon declaró que las drogas eran el “enemigo público número uno”. Nixon entró a la presidencia con la promesa de mano dura contra el crimen. “Se dio cuenta que, en realidad, tenía pocas posibilidades de tener un impacto grande desde el Ejecutivo. Para dar un papel espectacular y preponderante al gobierno federal, creó de un problema preocupante, una verdadera crisis de drogas a través de la manipulación de las estadísticas.” Hoy, esta militarización escudada con la invención de la guerra contra las drogas, tuvo un objetivo primordial: expandir extralegalmente los poderes de la presidencia y consolidar una imagen de líder fuerte frente a la sociedad en medio de circunstancias difíciles y debilidades políticas, fortaleciendo el Poder Ejecutivo sin contrapesos y transparencia, quitando poderes de los otros niveles de gobierno y restringiendo los derechos ciudadanos. Según la analista Carlsen, esta situación que vive el país promueve la militarización de la sociedad y construye un poder de facto de fuerzas especializadas con pocos controles legales o sociales. El modelo de enfrentar el tráfico, venta y consumo de drogas con medidas militares, aumenta la violencia y debilita las instituciones civiles; Invariablemente se extiende a una guerra contra la oposición política, borrando la línea entre la lucha contra el narcotráfico, el terrorismo y disidentes; Existe una clara amenaza a la soberanía nacional; se desarrolla una economía dependiente de la ayuda militar desde afuera, y la imposición de un modelo de lucha contra el narcotráfico que no sólo no ha tenido resultados, sino que ha profundizado la violencia y la destrucción social y ambiental de gran parte del territorio, creando un círculo vicioso de miedo y caos que se utiliza para justificar la continuación de la intervención militar; en el caso de la aplicación de este modelo en Colombia, sólo la vigilancia de grupos ciudadanos y de derechos humanos en Estados Unidos lograba que se mantuviera un tope al número de soldados estadunidenses en territorio colombiano, y hubo un incremento paulatino de mercenarios yanquis de empresas particulares subcontratados para llevar a cabo funciones militares bajo el Plan Colombia. Sobre esto, en días pasados se publicó en algunos medios alternativos de comunicación que durante la administración Bush, el Departamento de Justicia de Estados Unidos permitió allanamientos militares al interior de dicho país. Mientras tanto, en Colombia se ha denunciado de manera creciente la desaparición de civiles a manos de las fuerzas armadas, a raíz de una ley que otorga beneficios a soldados que demuestren haber matado a miembros de grupos armados. En el modelo militarizado para México contempla el entrenamiento de las fuerzas mexicanas bajo el esquema de Estados Unidos y en particular la heredada por el gobierno de George W. Bush, la cual amplía la red de agentes antidrogas y aduanales estadunidenses que opera en el país, reduciendo así el espacio para aplicar políticas basadas en las prioridades nacionales, quedando estas por debajo de la agenda de seguridad nacional del gobierno de Estados Unidos. En este sentido, la guerra “contra el narcotráfico” de Calderón, es una clara estrategia para ampliar la hegemonía de Estados Unidos en el país, esto encaminado al control violento de la protesta social, al saqueo de los recursos naturales de los pueblos indígenas y la consolidación bélica de un gobierno de dudosa legitimidad. Esto se traduce en lastimosas acciones del Estado, en León, Guanajuato, se inició este martes el patrullaje militar de las calles. El subsecretario de Seguridad Pública del Estado, Pablo Antonio Sánchez Urbina, informó sobre los patrullajes del Ejército, que se “complementarán” con los retenes “para reforzar la seguridad”, que los militares actuarán” por su cuenta, independiente de las fuerzas del Estado”. En Mazatlán, asumió como nuevo comandante de la 3ª zona militar con sede en el puerto, el general Arturo Pérez Cabello, la primera señal del nuevo comandante fue de hermetismo y lejanía con la prensa, ya que los medios presentes en el acto fueron arrinconados “en una especie de zona restringida” sin acceso a los funcionarios. En Guerrero, desde el pasado 7 de febrero desapareció Salvador Nava Torres. Su esposa afirma que los dos últimos testimonios sobre su paradero lo ubican, primero, en un taxi con otros compañeros, mismo que fue detenido en el retén conocido como “El Crucero”. Posteriormente a ello varios testigos lo vieron con una “capucha” encima de un vehículo militar, que había dos testigos que fueron intimidados y golpeados por militares para evitar que declararan. Cabe señalar que los militares han aceptado ante la Coddheum, que Nava Torres fue detenido el 7 de febrero, pero alegan que fue liberado al día siguiente. En Guerrero también, el pasado 13 de febrero fueron detenidos por presuntos policías y desaparecidos con violencia los indígenas Manuel Ponce Rosas y Raúl Lucas Lucía, tres días más tarde fueron asesinados encontrando sus restos ocho días después, mostrando huellas de tortura y tiro de gracia, en el momento de su secuestro y asesinato, Lucas y Ponce investigaban violaciones a derechos humanos por parte de militares. Antes ya habían denunciado cómo militares y policías han entrado en al menos 20 de las 28 comunidades mixtecas de Ayutla, cómo cerca de 100 uniformados robaron cultivos de caña a campesinos, en 2008 documentaron cuatro casos de violaciones a los derechos humanos consistentes en allanamientos, robo, daños, retenciones e interrogatorios ilegales efectuados por militares en poblaciones mixtecas y tlapanecas, estos casos llegaron ante la CNDH y se concretaron en denuncias penales. En Ciudad Juárez los recientes ajustes a la estrategia militar de “lucha contra el narcotráfico”, llevó a una histórica participación militar en la vida social, en la operación cotidiana del ayuntamiento de Ciudad Juárez, Chihuahua. Si bien desde hace varios años existe presencia militar en labores civiles de seguridad pública, el caso de Juárez resulta emblemático de la creciente militarización del Estado, pues los militares tendrán participación inclusive en labores de la Dirección de Comercio municipal. El presidente municipal de Juárez, José Reyes Ferriz, anunció que militares ocuparán los principales mandos de la Secretaría de Seguridad Pública municipal, del Centro de Readaptación Social y de la Dirección de Tránsito. En este sentido es que el profesor Claudio Albertani, en su charla magistral para el seminario Movimientos Sociales y Militarización en México, opinó: “Si los poderosos endurecen sus esquemas militares y de seguridad es porque temen nuevas oleadas de luchas sociales”. Es decir, que en estos momentos de hambre, crisis, devastación, pobreza, despojo e invasión, se suma la violencia de Estado a las dolencias de la sociedad. Fuente: La Jornada de Jalisco |
Miércoles 29 de diciembre de 2010, p. 4
Lúcidos examinadores de la realidad y autores comprometidos murieron durante el año que concluye. Fueron referentes culturales, principalmente en el ámbito de las letras: el escritor Carlos Montemayor, el cronista Carlos Monsiváis, el narrador José Saramago y el filósofo Bolívar Echeverría.
La Jornada recuerda a estas personalidades, hacedores de un valioso legado.
También ocurrieron los fallecimientos del poeta Alí Chumacero; de los historiadores Friedrich Katz y Howard Zinn; de los narradores Tomás Eloy Martínez, J. D. Salinger y Miguel Delibes; y del filólogo Antonio Alatorre, entre otros.
El tenor, maestro, narrador, poeta, ensayista, traductor y activista Carlos Montemayor (Parral, Chihuahua, 1947) falleció en la ciudad de México el domingo 28 de febrero, debido al cáncer que lo aquejó durante meses. En su obra rescató la voz de los colectivos enfrentados al sistema político que les negaba cabida. Indígenas y grupos opositores de izquierda encontraron eco en su creación literaria y reivindicación en su discurso político.
Conocedor de las lenguas hebrea, griega clásica, latina, francesa, portuguesa, italiana e inglesa, tradujo obras clásicas como las Odas de Píndaro, Carmina Burana, poesías de Cayo Valerio Catulo, Virgilio y Safo, así como de poetas tales como Fernando Pessoa y Lêdo Ivo. Al parejo desarrolló una labor de rescate de los idiomas indígenas de nuestro país, que fructificó en un par de volúmenes centrados en éstos y en su poesía.
Otra de las herencias que deja fue recuperar en los libros Guerra en el paraíso, Las armas del alba y Las mujeres del alba, los motivos de los grupos opositores armados de las décadas de los 60 y 70, y el hostigamiento gubernamental a las comunidades que les dieron cobijo. Campesinos, indígenas, estudiantes, han sido masacrados una y otra vez en los países de nuestro continente. La historia de su resistencia es una memoria que dignifica nuestra vida
, manifestó el narrador.
El Premio Nobel de Literatura José Saramago (Portugal, 1922) murió el 18 de junio a la edad 87 años, debido a la leucemia. El novelista, poeta y ensayista conjuntó en su persona la generosidad, los ideales por la justicia social y una escritura profundamente determinada por la realidad. La existencia del portugués se puede caracterizar por su sentencia: El único valor que considero revolucionario es la bondad
.
Es el único portugués que ha ganado el máximo reconocimiento a las letras del mundo, que le fue otorgado en 1998 por su capacidad para volver comprensible una realidad huidiza, con parábolas sostenidas por la imaginación, la compasión y la ironía
, afirmó la Academia sueca.
“La razón de escribir, en el fondo, no es más que esa: escribir… No escribo para agradar, tampoco para desagradar. Escribo para desasosegar. Me gustaría que todos mis libros fueran considerados como libros del desasosiego”, señaló Saramago en 2009 en torno a su novela Caín.
En El Evangelio según Jesucristo y Caín desnudó a la religión como mitificación de la realidad; y abordó el tema de la razón en los tiempos modernos en su trilogía formada por Ensayo sobre la ceguera, Todos los nombres y Ensayo sobre la lucidez.
Carlos Monsiváis (ciudad de México, 1938), cronista crítico de los fenómenos presentes en la mexicanidad, además de analista de los hechos sociales que han conmovido los cimientos de la sociedad nacional durante los siglos recientes, expiró el 19 de junio debido a complicaciones de una fibrosis pulmonar.
Identificado con la izquierda, el ensayista capitalino reivindicó en sus escritos al individuo y sus derechos como base del entramado social, contra el autoritarismo y la derecha. En esta lid se inclinó por el movimiento de 1968, los ídolos populares, las figuras de izquierda y los acontecimientos que significaban ideas progresistas; también apoyó las luchas de las minorías sexuales y culturales.
La obra de Monsiváis, caracterizada por la ironía frente a una realidad intolerable, fue un revire humorístico frente a los agravios por medio de la sátira política, como en su columna Por mi madre, bohemios, en la cual evidenciaba la ignorancia y exhibía la demagogia de políticos, empresarios, jerarcas católicos y personajes de la vida pública en general.
El editor y poeta Alí Chumacero (1918) falleció el 22 de octubre en la ciudad de México, víctima de neumonía. Fue un amante de la lectura desde su infancia en su natal Acaponeta, Nayarit, y a ella dedicó su vida entera como crítico, ensayista y editor. Entre su creación literaria destaca Poema de amorosa raíz, de los versos más célebres en nuestro país.
Laboró durante más de medio siglo en el Fondo de Cultura Económica y fue una de las figuras centrales del éxito de la casa editora. Ahí, el autor de Palabras en reposo atestiguó el paso de algunas de las mejores obras de la literatura mexicana del siglo XX y fue famoso el rumor, que Chumacero negaba, de haber mejorado la novela Pedro Páramo de Juan Rulfo con su corrección.
El filósofo marxista e investigador Bolívar Echeverría (1941), referente crítico del capitalismo en América Latina, falleció el 5 de junio en la ciudad de México como consecuencia de un infarto. El ecuatoriano, que adoptó la nacionalidad mexicana, fue autor de una extensa obra sobre modernidad, economía y cultura, y enfocó su trabajo a los ámbitos de la teoría crítica y la filosofía de la cultura.
Echeverría consideraba al barroco en América Latina una forma de resistencia cultural y una modernidad alternativa. “La verdadera fuerza del impulso anticapitalista –escribió– está expandida muy difusamente en el cuerpo de la sociedad, en la vida cotidiana y muchas veces en la dimensión festiva de esta última, donde lo imaginario ha dado refugio a lo político y donde esta actitud anticapitalista es omnipresente”.
Teoría que sostuvo en obras como Conversaciones sobre lo barroco, La modernidad del barroco y Definición de la cultura.
El sábado 16 de octubre, a los 83 años, pereció en la ciudad de Filadelfia Friedrich Katz, a consecuencia de cáncer. El antropólogo e historiador austriaco dedicó su vida profesional al estudio del acontecer en México y América Latina en los siglos XIX y XX. Produjo obras indispensables para entender a nuestro país como La guerra secreta en México: Europa, Estados Unidos y la Revolución Mexicana, De Díaz a Madero: Orígenes y estallido de la Revolución Mexicana y la biografía Pancho Villa, ineludible si se desea comprender al revolucionario.
Howard Zinn (Nueva York, 1922) murió el 27 de enero por una afección cardiaca, . El historiador de izquierda plasmó en su obra el punto de vista de los de abajo durante la construcción estadunidense y fue autor del libro más vendido sobre el tema: La otra historia de Estados Unidos. Referente antibelicista en ese país, el también articulista de La Jornada mantuvo siempre la esperanza en el rescate de la humanidad contra la opresión.
El periodista y narrador Tomás Eloy Martínez, nacido en Buenos, Aires, en 1934, quien logró unificar lo mejor de ambas disciplinas en su obra, pereció el 31 de enero en la capital de su país. Fue autor de una extensa obra que incluye novela, crónica, ensayo, relato, libretos de cine y televisión, donde destacan La pasión según Trelew, prohibida por la dictadura argentina; Santa Evita, traducida a múltiples idiomas, y El vuelo de la reina.
Autor de culto en Estados Unidos, J.D. Salinger (1919) murió el 27 de enero, en New Hampshire. El guardián entre el centeno, publicado en 1951, bastó para colocar al escritor entre los más reconocidos de la literatura moderna de su país y lanzarlo a la fama que siempre despreció.
Miguel Delibes (1920) vivió una España enfrentada por la Guerra Civil y luego la férrea dictadura de Francisco Franco. Es autor de una narrativa del espacio rural español, cruzada por el hambre y la falta de libertades. Su deceso ocurrió el 12 de marzo.
El ensayista y reconocido filólogo Antonio Alatorre, expiró el 21 de octubre a los 88 años. Originario de Autlán, Jalisco, ejerció una labor docente en nuestro país y otras naciones, y fue estudioso de Sor Juana Inés de la Cruz, de quien editó las obras completas. Fue un notable traductor y hacedor de una obra especializada en la que sobresale Los 1001 años de la lengua española.
A lo largo del año también se registraron los decesos de la poeta y traductora Esther Seligson (ciudad de México, 1941); el poeta y especialista en literatura chicana Juan Bruce-Novoa (San José, Costa Rica, 1944-California, Estados Unidos); el escritor y cronista Armando Jiménez (Piedras Negras, Coahuila, 1917-Tuxtla Gutiérrez, Chiapas); el crítico literario Sergio Nudelstejer (Varsovia, Polonia, 1924), y el autor de novela negra Juan Hernández Luna (ciudad de México, 1962).
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