-Detectan transgenes en maíz oaxaqueño
-Denuncian uso de semillas híbridas contaminadas con transgénicos
Detectan transgenes en maíz oaxaqueño De la Redacción [03:00] El argumento se suscitó hace mucho tiempo: que los genes de cultivos genéticamente modificados podían escaparse al ambiente y contaminar variedades de cultivos tradicionales. Ahora es oficial. Un estudio llevado a cabo por investigadores mexicanos y estadounidenses encontró transgenes en muestras de maíz silvestre. La investigación -publicada en Molecular Ecology (Ecología Molecular)- encontró transgenes en cerca de 1% de unas 2 mil muestras de maíz tradicional tomadas en el sureste de México. Se espera que el nuevo estudio ponga fin a la controversia que se inició en 2001 cuando por primera vez se informó de la propagación de transgenes en variedades tradicionales de maíz en Oaxaca. Pero el método de ese estudio -publicado entonces en la revista Nature- fue tenazmente criticado en Estados Unidos y la investigación fue eventualmente repudiada por la publicación científica. Ahora la nueva investigación llevada a cabo en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y la Universidad de California, Davis, entre otros centros de investigación, confirma los resultados de 2001. BIOSEGURIDAD, EN DUDA "Esta controversia y confusión en torno a los resultados ha implicado un retraso muy importante para la bioseguridad de México", le dijo a BBC Ciencia la doctora Elena Álvarez-Buylla, del Laboratorio de Genética Molecular, Desarrollo y Evolución de Plantas de la UNAM, quien dirigió el estudio. "Efectivamente hemos corroborado lo que sugerían los datos desde el principio". Además, agrega, el nuevo estudio presenta dos datos adicionales. "Uno, demuestra que los ensayos comerciales que se usan de manera tradicional pueden tener falsos negativos, asegurando que no hay transgenes cuando sí los hay". "Y dos, que el muestreo es muy importante porque los transgenes no están esparcidos de manera uniforme en el espacio, sino se acumulan en muy pocas poblaciones", explica la investigadora. Esto es importante, dice, porque la única forma de asegurar que los transgenes se encuentran realmente presentes es necesario hacer un diseño de muestreo que tome en cuenta la forma de esparcimiento. INCERTIDUMBRES En los alimentos genéticamente modificados el ADN de la planta se altera de modo artificial para crear cultivos con propiedades específicas. En México, donde el maíz es base de la alimentación, existen unas 60 variedades domesticadas y salvajes. Y para protegerlas el gobierno estableció una moratoria en 1998 sobre la siembra y experimentación de maíz transgénico. Pero la venta y uso de maíz modificado sí está autorizada en el marco de la Asociación de Libre Intercambio de Norteamérica con Estados Unidos y Canadá. Y se cree que los transgenes pudieron haberse filtrado de manera ilegal. Aunque este estudio no analiza los efectos de la contaminación transgénica, otras investigaciones sugieren que ésta podría tener consecuencias a largo plazo para la salud y el medio ambiente. "El maíz es promiscuo -explica la doctora Álvarez- es decir, una mazorca se forma a partir de eventos de polinización de una multitud de donadores de polen". "Y una vez que está la semilla formada, sus genes pueden viajar largas distancias tanto a través del polen como de la semilla". La consecuencia es un "cruzamiento lejano", es decir, el desplazamiento de transgenes a cultivos convencionales o especies silvestres, y la mezcla de cultivos de semillas convencionales con cultivos genéticamente modificados. Esto, dicen los expertos, podría tener un impacto importante sobre la inocuidad y la seguridad de los alimentos, principalmente en México, que es un centro de origen y diversidad genética del maíz. DAÑO A LA SALUD Se piensa, por ejemplo, que la introducción de un nuevo gen a una planta puede crear un alergénico que cause una reacción en individuos susceptibles. También hay temores sobre los riesgos desconocidos hasta ahora de la transferencia genética de alimentos transgénicos a células del organismo o bacterias gastrointestinales, que podrían afectar de forma adversa al ser humano. Lo cierto, afirma la investigadora mexicana es que, como demuestra este estudio, los transgenes no se pueden contener. "Y mucho menos pueden coexistir sin contaminar a otras especies una vez que se siembren a campo abierto en un lugar como México, donde, como lo demuestra este estudio, los transgenes pueden pasar a las razas de maíz criollo". Estos son maíces mejorados y seleccionados desde hace siglos para que se den bien en ciertas condiciones ambientales y respondan a las necesidades de alimentación de la región. Por eso, dice la investigadora, la siembra de transgénicos en un centro de origen como México puede tener muchas más consecuencias e incertidumbres que la siembra en otros lugares como Estados Unidos. "Ésta es una tecnología que puede ser muy virtuosa para la humanidad -dice Elena Álvarez-Buylla- pero necesitamos tener una visión mucho más objetiva de este tema". Y agrega que "la bioseguridad tiene que ser parte de las políticas del Estado y por eso es necesario que el gobierno de México asuma la responsabilidad de proteger al maíz como un bien común". AVAL DE AUTORIDADES Cabe señalar que el lunes 9 de marzo la Secretaría de Agricultura informó que hacia el año 2012 podría iniciar la comercialización de maíz transgénico en México, el país considerado el lugar de origen del grano. "Como estamos aquí previendo, quizá en dos años, tres años, podríamos pensar ya en salir de manera comercial en los lugares, en los espacios que cuidemos con el máximo rigor científico, técnico y ambiental", dijo el martes en rueda de prensa el secretario de Agricultura, Alberto Cárdenas. El gobierno promulgó el pasado viernes reformas legales para permitir el uso experimental de maíz genéticamente modificado, el primero de los dos pasos previos a la comercialización, y que ha desatado críticas de organizaciones ambientalistas por considerar que se contaminarían los cultivos nativos del grano. El titular de la Comisión Intersecretarial de Bioseguridad de los Organismos Genéticamente Modificados (Cibiogem), Ariel Álvarez, dijo que hasta el momento se han recibido 25 solicitudes para iniciar la fase experimental y ahora las autoridades analizarán cada una para determinar si cumplen los requisitos. Las modificaciones legales señalan que se permitirá la experimentación con maíz transgénico siempre que no implique riesgos para el consumo humano y animal. DEFENSA A LOS OGM Cárdenas defendió el uso de transgénicos al considerar que permitirían crear semillas más resistentes y aumentar la producción. Agregó que "hasta ahora en ninguna parte del mundo se ha demostrado que un OGM (organismo genéticamente modificado) le haga daño, repercuta en la salud a las personas. No hay ninguna demostración de ningún alimento, de ningún producto que a un ser humano le haya repercutido inclusive genéticamente". Añadió que "a nadie le ha salido nada raro en su cuerpo" por consumir productos con OGM. El secretario aseguró que los protocolos que se utilizarán para autorizar para cultivos de maíz transgénico serán muy exigentes. Consideró que el uso de esos cultivos podrían incrementar la productividad hasta en un 30%. Grupos ambientalistas, como Greenpeace, han manifestado su preocupación ante riesgos de contaminación. Formaliza Sagarpa uso experimental de maíz transgénico Publicó en el DOF las reformas a la Ley de Bioseguridad; obliga a liberar sólo semillas modificadas que permitan su uso y consumo humano o animal. La Jornada On Line Publicado: 06/03/2009 13:54 México, DF. El gobierno federal publicó este viernes reformas a la Ley de Bioseguridad de Organismos Genéticamente Modificados que permitirán el uso experimental de maíz transgénico. A través del Diario Oficial de la Federación, la Sagarpa dio a conocer las modificaciones a dicha ley, cuyo contenido establece las normas bajo las cuales se podrá hacer uso experimental del maíz genéticamente modificado. Entre ellas, expone que el maíz transgénico liberado tendrá que poseer características que permitan el uso y consumo humano o animal, así como su uso en procesamiento de alimentos. “No se permitirá la experimentación ni la liberación al ambiente de maíz genéticamente modificado que contenga características que impidan o limiten su uso o consumo humano o animal, o bien su uso en procesamiento de alimentos para consumo humano”, señala el artículo 67 de la ley referida. Por otro lado, el artículo 70 establece que tanto la Sagarpa como la Semarnat “deberán promover la conservación in situ de razas y variedades de maíces criollos y sus parientes silvestres a través de los programas de subsidio u otros mecanismos de fomento para la conservación de la biodiversidad, sin que ello implique autorización alguna para el cambio de uso de suelo de forestal a agrícola. Denuncian uso de semillas híbridas contaminadas con transgénicos
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