EL TRICOLOR TRAIDOR A LA REVOLUCION Y A LAS CAUSAS POPULARES

El PRI; traidor a la Revolución, a las causas populares e ideario de Colosio: Carlos Aldeco ISMAEL RIVERA Martes 24 de Marzo de 2009 09:39 A 15 años del magnicidio del Luis Donaldo Colisio Murrieta, ex candidato a la Presidencia de la República por el PRI, Carlos Aldeco Reyes, priísta de sepa con 50 años de militancia, asegura que en Oaxaca el tricolor ha traicionado los postulados de la Revolución Mexicana, abandonado las causas populares y olvidado el ideario de Colosio, razón que dijo, lo hizo retirarse del activismo partidista desde hace algunos años, por la incongruencia en la que ha caído al que define aún como su partido. Los abusos del poder, la corrupción emanada desde las entrañas de la estructura misma de gobierno y el afianzamiento de los cacicazgos no solo políticos, si no económicos y hasta ideológicos, además de la conformación de grupos político-electorales que se siguen negando a dejar el “poder”, y que vio y denunció Luis Donaldo hace más de 15 años, considera, sigue siendo la misma realidad que vive México actualmente. Entonces, quien fuera Síndico Municipal a los 25 años de edad y dos veces secretario municipal en el ayuntamiento de Oaxaca de Juárez, reconoce y lamenta que después de haber participado en nueve administraciones públicas y haber sido coordinador de la Fracción Parlamentaria de la XLVIII Legislatura local: “todo lo que él decía (en referencia a Luis Donaldo Colosio) desgraciadamente no se ha llevado a la práctica en ese sentido, nada más se ha utilizado su nombre como una bandera, porque no lo vemos traducido en hechos”. Asimismo señaló que luego de haber tenido la oportunidad de conocer al sonorense, cuando Luis Donaldo Colosio era Presidente del Comité Ejecutivo Nacional del PRI y él delegado en los estados de Querétaro y Jalisco, durante los años 1990 y 1991, señala: “Yo en lo personal y después de verlo, haberlo conocido y escucharlo aquel día, (el 6 de marzo de 1994) para mí, sí abrigó una esperanza de cambio porque sabía que él lo iba a llevarlo a cabo”. Sin embargo, remontándose en su propia historia y a aquel pasaje crucial que los analistas políticos consideran la sentencia de muerte que marco la vida de Colosio, apunta: “Lo que si, y eso fue un comentario de los que estábamos ahí reunidos en el Monumento a la Revolución, consideramos que todo eso que anunció en esa fecha a muchos políticos no les agradó; es decir todos esos conceptos que el vertió y sus inquietudes y todos esos proyectos, se adelanto al decirlos con toda esa honestidad y sinceridad que trasmitió en ese momento a través de sus palabras y expresiones. “A mi juicio, eso le hizo ganarse enormes enemistades, porque sabían que iban a afectar intereses muy fuertes que se habían anidado y acrecentado durante muchos años dentro de los gobiernos”, exclama un reflexivo Aldeco como remembrando aquel fatídico discurso. Entonces, Aldeco Reyes asienta tras su recorrido por los pasajes y túneles inhóspitos de la vida política que, en la actualidad se padecen porcentajes alarmantes de gente que vive en la pobreza extrema, un grave problema delincuencia generado por el crimen organizado y que abarca principalmente el tráfico de enervantes, pero lo más preocupante, según su apreciación, es la herencia de corrupción que se está dejando a la juventud y nuevas generaciones con la compra de drogas y otros vicios. “Indudablemente con los gobiernos emanados del PRI tras la Revolución Mexicana se lograron avances, aunque también hay que reconocer que se fomentaron vicios como la terrible corrupción y las diferencias de tipo sociales”, añade. Finalmente, Carlos Aldeco establece que él no se encuentra divorciado del tricolor, sencillamente subraya, “en este momento no comparto las formas y los métodos con los que se maneja nuestro instituto político en el sentido de que no abandera las causas populares y el pueblo es lo que quiere y por eso acude a los partidos políticos. No es nada más alcanzar el poder, sino defender a su pueblo haciendo suyas las luchas de tipo social”, concluye.