EN OAXACA UN ""FESTEJO FRIO DE LA REVOLUCION MEXICANA"

Festejo revolucionario frío y desangelado; no más actos masivos Diego Hernández viernes, 21 de noviembre de 2008 El conflicto político y social del año 2006 marcó el fin de aquellos desfiles conmemorativos de la Revolución Mexicana, donde el pueblo abarrotaba el primer cuadro de la ciudad para observar a sus hijos participar. Es que este jueves 20 de noviembre bastó sólo una hora y 20 minutos para que desfilaran todos los contingentes. La Sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) ratificó su decisión de no volver a participar en los actos públicos donde esté el gobernador Ulises Ruiz Ortiz. Desde las 09:00 horas de este jueves se percibía un ambiente frío, desangelado, hasta desencantado, por parte de la ciudadanía hacia la conmemoración del aniversario número 98del inicio de la Revolución Mexicana. El Jardín Madero, sede de la reunión de los Tres Poderes del Estado, no se comparó en nada con los actos ocurridos años atrás, cuando alumnos de escuelas públicas y la sociedad en general se desplazaba en masa hacia las principales calles de la ciudad. Poco después de las 09:00 horas, el orador de la ceremonia, Emilio Mendoza Kaplan, coordinador del Comité para la Planeación y Desarrollo del Estado (Coplade), pronunciaba un discurso enjundioso. "La gesta heroica de nuestro pueblo en 1910, que dio lugar a los grandes cambios del México contemporáneo y que propició también las transformaciones democráticas del siglo XXI en nuestro país, necesita hoy una fuerza revitalizadora", decía a los adormilados asistentes. A un lado de los titulares de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, Ulises Ruiz Ortiz, Herminio Cuevas Chávez y Héctor Anuar Mafud Mafud, continuaba: "sólo los necios identifican a esa fuerza con una nueva revolución armada", sentenciaba. Nadie en su sano juicio desea que se derrame una sola gota de sangre mexicana, decía ante representantes de la Secretaria de la Defensa Nacional (Sedena), cuerpos de seguridad, el Procurador de Justicia y deportistas reconocidos como Tatiana Ortiz, medallista de los Juegos olímpicos, quien se hizo acompañar en todo momento de su novio. Pero Mendoza Kaplan miraba de reojo a sus compañeros de gabinete e insistía en que nadie en sus cabales quiere que en el país impere la ley del más fuerte y que el caos y la inseguridad ahoguen la tranquilidad de nuestros hogares. "Ningún mexicano consiente le puede pedir a su pueblo que asesine a sus semejantes, bajo el pretexto de una causa noble", subrayó con voz fuerte. Luego vino el mensaje para los opositores al régimen priista: "vivimos tiempos aciagos; el crimen organizado nos flagela; los rencores políticos de los más fanatizados pretenden dividirnos; la crisis mundial ensombrece el futuro inmediato, pero saldremos adelante", decía para sí. Incluso, parafraseó los mensajes panistas para insistir que "peores catástrofes hemos vivido en nuestra historia y hemos sobrevivido; lo haremos ahora; no tengo la menor duda". Ante los integrantes de un gabinete indiferente, quizás por el frío de la mañana o la poca afluencia de personas al acto oficial, el titular del Coplade añadió que "la historia nos llama ahora a una profunda transformación política, económica y social, a una urgente reforma de estado". Y en Oaxaca avanzamos en esa dirección, completó desde el atril colocado a un lado de la efigie del principal iniciador de la Revolución Mexicana: Francisco Indalecio Madero. Bajo un modulo rentado arengaba: han quedado atrás los tiempos de cerrazón y conflictos, pero el Gobierno del Estado no descuida el permanente diálogo con todos los sectores de la sociedad y el absoluto respeto de la autonomía municipal. En una práctica anticipada, el virtual candidato del PRI a diputado federal para los comicios federales del 2009, justificaba: "no es este un balance triunfalista, falta mucho por hacer, por eso retomo ahora las palabras del entrañable Enrique Flores Magón: hoy, como siempre, peleamos contra la injusticia y mientras eso suceda, nadie podrá decir que la Revolución ha muerto". Al final, una decena de camionetas de lujo con los integrantes del gabinete a bordo enfilaron en caravana, sin obstáculo alguno, hacia la ex sede del Poder Ejecutivo, hoy convertido en Museo del Palacio, para presenciar otro triste desfile de alumnos de escuelas privadas y cuerpos de seguridad. Como parte del desfile, los uniformados y bomberos hicieron su mejor esfuerzo para llamar la atención de los escasos espectadores y de los personajes públicos. En el interior del ex palacio de gobierno, desde el balcón principal, los asistentes comentaban los últimos acontecimientos de la vida política nacional y local, acompañados de una refrescante nieve de sorbete y limón. Después de la ceremonia, los funcionarios degustaron de platillos regionales y aguas frescas. Pasado el medio día todo había terminado. Los espectadores privilegiados, ubicados en la parte alta del Museo del Palacio, abandonaron el inmueble para darse un baño de pueblo con los escasos ciudadanos que deambulaban por el lugar.