Astillero■ Banana Republic ■ (Narco) Doctrina Monroe ■ Intervencionismo Mérida Ampliar la imagen VISITA CAMARAL. El presidente de la mesa directiva de la Cámara de Diputados, César Duarte, y el coordinador de la bancada del Partido de la Revolución Democrática, Javier González Garza, recibieron al embajador de Cuba en México, Manuel Aguilera de la Paz (izquierda), y a otros integrantes del cuerpo diplomático, en el vestíbulo del edificio E del Palacio Legislativo de San Lázaro Foto: Francisco Olvera El sangriento desastre nacional provocado por la “guerra contra el narcotráfico” (que sin logística, inteligencia ni plan sensato instaló Felipe Calderón como eje inaugural y rector de su administración) desembocará en estos días en la apertura de puertas al intervencionismo estadunidense por medio de una expansiva iniciativa llamada Mérida, que mediante la inyección de cientos de millones de dólares (zanahoria de billetes verdes para los corruptos apetitos locales) está comprando el derecho a supervisar y controlar la operación de cuerpos policiacos, marinos y militares, y el funcionamiento de aduanas, aeropuertos y cruces fronterizos en ambos extremos del país. El México que se disuelve diariamente es así tomado bajo tutela por los intereses estadunidenses, cuyo representante formal en México, el embajador Tony Garza (casado con la multimillonaria mexicana María Asunción Aramburuzabala), planteó el martes pasado, ante comerciantes de Harlingen, Texas, una especie de Doctrina Monroe del Narco: “México no sería el centro de la actividad de los cárteles ni estaría experimentando estos niveles de violencia si no fuera por Estados Unidos, que es el mayor consumidor de drogas ilegales y el principal abastecedor de armas a los cárteles” (oportunamente, en el senado de la colonia sureña un priísta propuso que el senado de la metrópoli combata con energía el tráfico de armas compradas en el norte y luego puestas en manos de narcos mexicanos). La tesis de “la droga de América para los americanos” (entendiendo a éstos, en la imperante visión gringocentrista, como los ciudadanos de los Estados Unidos de América) lleva a la consecuente consideración de que Washington tiene que reconocer y asumir “su responsabilidad” en esas “guerras contra el narcotráfico”, como las que se libran en México, a riesgo de sufrir “un fracaso conjunto”. Aun cuando recientes declaraciones de un testigo protegido en Estados Unidos han revelado que las organizaciones mexicanas del narcotráfico han infiltrado profundamente las estructuras políticas, policiacas e incluso militares, pero también las de la propia embajada estadunidense en México, el embajador de las Coronas (la del imperio y la cervecera) ha alabado lo que Felipe Calderón ha hecho en materia de “lucha contra el narcotráfico” apenas tomó posesión. En los últimos ocho años, dijo Garza, el trabajo conjunto de autoridades de ambos países ha “derrocado” a una docena de los más importantes capos mexicanos. Ahora, con la Iniciativa Mérida, explicó el comisionado de George W. Bush para asuntos del traspatio, se tendrá “una agresiva asociación”, con moderna tecnología y policías mejor entrenados (tecnología cuyas claves, control y manejo tendrán los agentes gringos bajo la máxima filosófica que establece que el que paga, manda; y entrenamiento que significará el moldeamiento y conducción de los cuerpos policiacos nativos): Banana Republic en ropa de combate. La rendija abierta al intervencionismo armado estadunidense toma a México en un proceso de agudizada división social, con miedo y desesperanza colectivas ante la agresividad sin control ni castigo de los grupos mixtos (policías y ladrones) del narcotráfico y con una izquierda institucional domesticada y sin capacidad para oponerse a los varios proyectos de anexión que en el país vecino se han preparado largamente. En ese contexto tiene un sentido trasnacional la aparentemente irracional embestida de la administración felipista contra el narcotráfico. Aparte de extender por el país una red militar en prevención de desbordamientos políticos o sociales, la famosa “guerra” contra los cárteles ha servido para justificar la “ayuda” del metiche vecino norteño, que ahora se apresta a cumplir bajo nomenclatura yucateca con sus “responsabilidades”. ¡Bomba! Astillas Mientras el recaudador gordillista Miguel Ángel Yunes se esforzaba por dibujar un ISSSTE medianamente aceptable ante diputados de diversos partidos que rebatieron sus versiones complacientes, un lector (cuyo nombre será guardado, para evitar represalias a su familiar) compartía con esta columna lo que vio el pasado martes en el hospital Zaragoza, ubicado en la calzada del mismo nombre: “a) No tienen en existencia sillas de ruedas en cantidad suficiente para los enfermos que llegan (mi padre no puede caminar), y las superficies y trámites a realizar son innumerables; b) No existe estacionamiento para dejar automóviles, así sean de enfermos discapacitados; c) Existen en el edificio principal ocho elevadores (seis de servicio general y dos para desechos y otros servicios), de los cuales siete están fuera de servicio (el hospital es de 12 pisos), con las consiguientes aglomeraciones, incomodidad y daño a los enfermos graves (parece vagón del Metro de la línea 1 a las 19 horas). Los trabajadores tienen que hacer rollos de sábanas y otras ropas a lavar y dejarlas rodar por las escaleras con el consiguiente peligro de esparcir bacterias y virus entre pisos, enfermos, personal y visitantes; d) La farmacia trabaja hasta las 15 horas, con las consiguientes filas de 70 o más personas (aproximadamente de media hora a cuarenta y cinco minutos para surtir las recetas); y, e) Instalaciones tétricas, oscuras e insalubres. Ojalá invites al famoso Yunes a que se dé una vuelta para que observe si exagero en alguno de los puntos” (invitación similar hicieron los diputados a quien hace su cochinito para hacer campaña a nombre del PAN y el Panal para ser gobernador de Veracruz)… Es de reconocerse el que Josefina Vázquez Mota haya ofrecido disculpas en un acto público por su equívoco de días atrás al referirse al título de una obra de Carlos Fuentes. La titular de la SEP hizo lo que Vicente Fox evitó reiteradas veces… Y, mientras Encinas sigue conduciendo su trineo reformista tirado por un Reno (el Movimiento de Renovación del PRD), ¡hasta mañana, con la asociación sindical de pilotos refutando juicios sumarios sobre impericias de difuntos en el manejo del contratista jet de Gobernación! |
Miércoles 29 de diciembre de 2010, p. 4
Lúcidos examinadores de la realidad y autores comprometidos murieron durante el año que concluye. Fueron referentes culturales, principalmente en el ámbito de las letras: el escritor Carlos Montemayor, el cronista Carlos Monsiváis, el narrador José Saramago y el filósofo Bolívar Echeverría.
La Jornada recuerda a estas personalidades, hacedores de un valioso legado.
También ocurrieron los fallecimientos del poeta Alí Chumacero; de los historiadores Friedrich Katz y Howard Zinn; de los narradores Tomás Eloy Martínez, J. D. Salinger y Miguel Delibes; y del filólogo Antonio Alatorre, entre otros.
El tenor, maestro, narrador, poeta, ensayista, traductor y activista Carlos Montemayor (Parral, Chihuahua, 1947) falleció en la ciudad de México el domingo 28 de febrero, debido al cáncer que lo aquejó durante meses. En su obra rescató la voz de los colectivos enfrentados al sistema político que les negaba cabida. Indígenas y grupos opositores de izquierda encontraron eco en su creación literaria y reivindicación en su discurso político.
Conocedor de las lenguas hebrea, griega clásica, latina, francesa, portuguesa, italiana e inglesa, tradujo obras clásicas como las Odas de Píndaro, Carmina Burana, poesías de Cayo Valerio Catulo, Virgilio y Safo, así como de poetas tales como Fernando Pessoa y Lêdo Ivo. Al parejo desarrolló una labor de rescate de los idiomas indígenas de nuestro país, que fructificó en un par de volúmenes centrados en éstos y en su poesía.
Otra de las herencias que deja fue recuperar en los libros Guerra en el paraíso, Las armas del alba y Las mujeres del alba, los motivos de los grupos opositores armados de las décadas de los 60 y 70, y el hostigamiento gubernamental a las comunidades que les dieron cobijo. Campesinos, indígenas, estudiantes, han sido masacrados una y otra vez en los países de nuestro continente. La historia de su resistencia es una memoria que dignifica nuestra vida
, manifestó el narrador.
El Premio Nobel de Literatura José Saramago (Portugal, 1922) murió el 18 de junio a la edad 87 años, debido a la leucemia. El novelista, poeta y ensayista conjuntó en su persona la generosidad, los ideales por la justicia social y una escritura profundamente determinada por la realidad. La existencia del portugués se puede caracterizar por su sentencia: El único valor que considero revolucionario es la bondad
.
Es el único portugués que ha ganado el máximo reconocimiento a las letras del mundo, que le fue otorgado en 1998 por su capacidad para volver comprensible una realidad huidiza, con parábolas sostenidas por la imaginación, la compasión y la ironía
, afirmó la Academia sueca.
“La razón de escribir, en el fondo, no es más que esa: escribir… No escribo para agradar, tampoco para desagradar. Escribo para desasosegar. Me gustaría que todos mis libros fueran considerados como libros del desasosiego”, señaló Saramago en 2009 en torno a su novela Caín.
En El Evangelio según Jesucristo y Caín desnudó a la religión como mitificación de la realidad; y abordó el tema de la razón en los tiempos modernos en su trilogía formada por Ensayo sobre la ceguera, Todos los nombres y Ensayo sobre la lucidez.
Carlos Monsiváis (ciudad de México, 1938), cronista crítico de los fenómenos presentes en la mexicanidad, además de analista de los hechos sociales que han conmovido los cimientos de la sociedad nacional durante los siglos recientes, expiró el 19 de junio debido a complicaciones de una fibrosis pulmonar.
Identificado con la izquierda, el ensayista capitalino reivindicó en sus escritos al individuo y sus derechos como base del entramado social, contra el autoritarismo y la derecha. En esta lid se inclinó por el movimiento de 1968, los ídolos populares, las figuras de izquierda y los acontecimientos que significaban ideas progresistas; también apoyó las luchas de las minorías sexuales y culturales.
La obra de Monsiváis, caracterizada por la ironía frente a una realidad intolerable, fue un revire humorístico frente a los agravios por medio de la sátira política, como en su columna Por mi madre, bohemios, en la cual evidenciaba la ignorancia y exhibía la demagogia de políticos, empresarios, jerarcas católicos y personajes de la vida pública en general.
El editor y poeta Alí Chumacero (1918) falleció el 22 de octubre en la ciudad de México, víctima de neumonía. Fue un amante de la lectura desde su infancia en su natal Acaponeta, Nayarit, y a ella dedicó su vida entera como crítico, ensayista y editor. Entre su creación literaria destaca Poema de amorosa raíz, de los versos más célebres en nuestro país.
Laboró durante más de medio siglo en el Fondo de Cultura Económica y fue una de las figuras centrales del éxito de la casa editora. Ahí, el autor de Palabras en reposo atestiguó el paso de algunas de las mejores obras de la literatura mexicana del siglo XX y fue famoso el rumor, que Chumacero negaba, de haber mejorado la novela Pedro Páramo de Juan Rulfo con su corrección.
El filósofo marxista e investigador Bolívar Echeverría (1941), referente crítico del capitalismo en América Latina, falleció el 5 de junio en la ciudad de México como consecuencia de un infarto. El ecuatoriano, que adoptó la nacionalidad mexicana, fue autor de una extensa obra sobre modernidad, economía y cultura, y enfocó su trabajo a los ámbitos de la teoría crítica y la filosofía de la cultura.
Echeverría consideraba al barroco en América Latina una forma de resistencia cultural y una modernidad alternativa. “La verdadera fuerza del impulso anticapitalista –escribió– está expandida muy difusamente en el cuerpo de la sociedad, en la vida cotidiana y muchas veces en la dimensión festiva de esta última, donde lo imaginario ha dado refugio a lo político y donde esta actitud anticapitalista es omnipresente”.
Teoría que sostuvo en obras como Conversaciones sobre lo barroco, La modernidad del barroco y Definición de la cultura.
El sábado 16 de octubre, a los 83 años, pereció en la ciudad de Filadelfia Friedrich Katz, a consecuencia de cáncer. El antropólogo e historiador austriaco dedicó su vida profesional al estudio del acontecer en México y América Latina en los siglos XIX y XX. Produjo obras indispensables para entender a nuestro país como La guerra secreta en México: Europa, Estados Unidos y la Revolución Mexicana, De Díaz a Madero: Orígenes y estallido de la Revolución Mexicana y la biografía Pancho Villa, ineludible si se desea comprender al revolucionario.
Howard Zinn (Nueva York, 1922) murió el 27 de enero por una afección cardiaca, . El historiador de izquierda plasmó en su obra el punto de vista de los de abajo durante la construcción estadunidense y fue autor del libro más vendido sobre el tema: La otra historia de Estados Unidos. Referente antibelicista en ese país, el también articulista de La Jornada mantuvo siempre la esperanza en el rescate de la humanidad contra la opresión.
El periodista y narrador Tomás Eloy Martínez, nacido en Buenos, Aires, en 1934, quien logró unificar lo mejor de ambas disciplinas en su obra, pereció el 31 de enero en la capital de su país. Fue autor de una extensa obra que incluye novela, crónica, ensayo, relato, libretos de cine y televisión, donde destacan La pasión según Trelew, prohibida por la dictadura argentina; Santa Evita, traducida a múltiples idiomas, y El vuelo de la reina.
Autor de culto en Estados Unidos, J.D. Salinger (1919) murió el 27 de enero, en New Hampshire. El guardián entre el centeno, publicado en 1951, bastó para colocar al escritor entre los más reconocidos de la literatura moderna de su país y lanzarlo a la fama que siempre despreció.
Miguel Delibes (1920) vivió una España enfrentada por la Guerra Civil y luego la férrea dictadura de Francisco Franco. Es autor de una narrativa del espacio rural español, cruzada por el hambre y la falta de libertades. Su deceso ocurrió el 12 de marzo.
El ensayista y reconocido filólogo Antonio Alatorre, expiró el 21 de octubre a los 88 años. Originario de Autlán, Jalisco, ejerció una labor docente en nuestro país y otras naciones, y fue estudioso de Sor Juana Inés de la Cruz, de quien editó las obras completas. Fue un notable traductor y hacedor de una obra especializada en la que sobresale Los 1001 años de la lengua española.
A lo largo del año también se registraron los decesos de la poeta y traductora Esther Seligson (ciudad de México, 1941); el poeta y especialista en literatura chicana Juan Bruce-Novoa (San José, Costa Rica, 1944-California, Estados Unidos); el escritor y cronista Armando Jiménez (Piedras Negras, Coahuila, 1917-Tuxtla Gutiérrez, Chiapas); el crítico literario Sergio Nudelstejer (Varsovia, Polonia, 1924), y el autor de novela negra Juan Hernández Luna (ciudad de México, 1962).
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