Ampliando las fronteras Vs. Construyendo lo inimaginable Por: Nancy Alejandra Ortiz Ochoa, Educadora y Socióloga El filósofo Luis Villoro en su libro El pensamiento moderno hace una descripción detallada sobre las concepciones filosóficas que se van modificando a través de la historia de la modernidad. Como el concepto del hombre, el alma, la ciencia y la historia. También nos describe como fueron surgiendo en la modernidad diferentes concepciones que anteriormente no estaban contemplados en el imaginario colectivo de la gente, tal es el caso del concepto de Cultura, donde se comienza a ver al hombre como un ser creador. Villoro nos dice que en el pensamiento moderno el hombre tiene una naturaleza indefinida, pues no tiene un lugar ni un sitio en el orden de las demás cosas, sino que tendrá el lugar y el sitio que él se proponga obtener y elegir el modo que le plazca vivir, en contraste con la edad media donde todo estaba estrictamente ordenado por una sola persona “Dios”. Un rasgo de la modernidad es el individualismo. Es decir, vivir el ahora, bajo las condiciones que me plazca sin pensar en las consecuencias que esto podrá tener. Todo esto bajo la bandera del orden y el progreso. En la modernidad el hombre se realiza a sí mismo. Como Dios creando un mundo nuevo, el hombre hace uso de la historia, la ciencia y el conocimiento para desarrollar un mundo inimaginable. Creador de una segunda naturaleza, el mundo es considerado moldeable, transformable en instrumento por el arte y la técnica. El pensamiento moderno sustituye la fe por la razón. El hombre crea a Dios. Un ejemplo de pensamiento moderno en la actualidad lo podemos encontrar en los nuevos colonizadores. Ciudadanos Estadounidenses apropiándose de costas mexicanas para construir lo imposible, sin importar las adversidades que se presenten ni las futuras consecuencias. Los constructores de estos nuevos colonizadores ya tienen una respuesta bien formulada para los cuestionamientos que se les presenten; confían en su capacidad creadora, en la técnica y la ciencia, anteponiendo sus deseos al orden natural de las cosas, desplazando su geografía para instalarse donde mejor les plazca. “Al bajar la árida sierra de Para The New York Times, Estados Unidos había recorrido su territorio hasta Loreto Bay, afirmaba en un reportaje titulado “La nueva frontera de México” y complementaba “tiene los elementos más básicos de la naturaleza, sol y agua, roca y arena, lo vertical y lo horizontal”. Los “desarrolladores estadounidenses” adquirieron 8 mil hectáreas de costa mexicana en Baja California Sur, para levantar Loreto Bay, una lujosa zona residencial donde se edificarán 6 mil residencias estilo “colonial Español”, actualmente ya han construido algunas, las cuales están rodeadas por calles adoquinadas, camellones empastados, palmeras, arroyuelos y lagos artificiales que son cruzados por puentes de tablones, plantas de ornato, campos de golf, cancha de tenis y un moderno hotel. La población que está comprando éstas casas es estadounidense un 70%, las residencias tienen un valor que va de los 700 mil hasta 1 millón 400 mil dólares. “No hay por qué preocuparse. Loreto Bay será el proyecto sustentable más grande de todo México. Tendrá una planta desaladora para convertir en dulce el agua del Mar. Está bien planificado el crecimiento demográfico que se vendrá. Y contribuiremos a la cultura del reciclaje en toda la zona” explica Amyra López, gerente de proyectos especiales de Loreto Bay a la revista proceso. Para muchos ecologistas Loreto Bay no es natural, todo es ficticio, y dicen “Cuándo ha visto usted esas extensiones de césped en el desierto ¡Nunca! Aquí hay escasez de mantos acuíferos. De dónde sacarán el agua para seguir dándole mantenimiento a ese aparatoso campo de golf, o para mantener a los nuevos miles de pobladores” los ecologistas hablan sobre las plantas desaladoras y opinan “…resultan costosísimas, por lo que elevan los precios del agua hasta cinco veces. Y además dejan los residuos de la salmuera en cantidades proporcionales al agua desalada. ¿Qué harán con la salmuera? Pues si la tiran al mar, van a crear una super salinidad que destruirá a las especies marinas (…) las áreas empastadas que crean estos desarrolladores ocasionan muchos daños ecológicos. Las mantienen verdes no sólo con agua, sino con gran cantidad de fertilizantes, son áreas con bastantes plagas y requiere mucho pesticida. La zona costera no tiene capacidad para afrontar todo lo que se viene. Provocaran una catástrofe ecológica en manglares, esteros, ojos de agua, islas e islotes, para lo único que será sustentable, pero económicamente, será para los empresarios.” Al parecer el siglo XX no fue suficiente para mostrarnos lo peor del pensamiento moderno. Pues si bien es cierto que la modernidad nos ha traído, entre otras cosas, mucho lujo, comodidades y confort, también es cierto que nos ha traído desigualdad, miseria, guerras y mucha contaminación. El pensamiento moderno no siempre signfica en la realidad progreso para todos. Fuentes consultadas Villoro Luis, El pensamiento moderno, Fondo de Cultura Económica, S.A. de C.V., 1992. Proceso, la invasión Yanqui, 2008, No. 1642 //travel.nytimes.com/2007/08/31/travel/escapes/31break1.html?fta=y |
Miércoles 29 de diciembre de 2010, p. 4
Lúcidos examinadores de la realidad y autores comprometidos murieron durante el año que concluye. Fueron referentes culturales, principalmente en el ámbito de las letras: el escritor Carlos Montemayor, el cronista Carlos Monsiváis, el narrador José Saramago y el filósofo Bolívar Echeverría.
La Jornada recuerda a estas personalidades, hacedores de un valioso legado.
También ocurrieron los fallecimientos del poeta Alí Chumacero; de los historiadores Friedrich Katz y Howard Zinn; de los narradores Tomás Eloy Martínez, J. D. Salinger y Miguel Delibes; y del filólogo Antonio Alatorre, entre otros.
El tenor, maestro, narrador, poeta, ensayista, traductor y activista Carlos Montemayor (Parral, Chihuahua, 1947) falleció en la ciudad de México el domingo 28 de febrero, debido al cáncer que lo aquejó durante meses. En su obra rescató la voz de los colectivos enfrentados al sistema político que les negaba cabida. Indígenas y grupos opositores de izquierda encontraron eco en su creación literaria y reivindicación en su discurso político.
Conocedor de las lenguas hebrea, griega clásica, latina, francesa, portuguesa, italiana e inglesa, tradujo obras clásicas como las Odas de Píndaro, Carmina Burana, poesías de Cayo Valerio Catulo, Virgilio y Safo, así como de poetas tales como Fernando Pessoa y Lêdo Ivo. Al parejo desarrolló una labor de rescate de los idiomas indígenas de nuestro país, que fructificó en un par de volúmenes centrados en éstos y en su poesía.
Otra de las herencias que deja fue recuperar en los libros Guerra en el paraíso, Las armas del alba y Las mujeres del alba, los motivos de los grupos opositores armados de las décadas de los 60 y 70, y el hostigamiento gubernamental a las comunidades que les dieron cobijo. Campesinos, indígenas, estudiantes, han sido masacrados una y otra vez en los países de nuestro continente. La historia de su resistencia es una memoria que dignifica nuestra vida
, manifestó el narrador.
El Premio Nobel de Literatura José Saramago (Portugal, 1922) murió el 18 de junio a la edad 87 años, debido a la leucemia. El novelista, poeta y ensayista conjuntó en su persona la generosidad, los ideales por la justicia social y una escritura profundamente determinada por la realidad. La existencia del portugués se puede caracterizar por su sentencia: El único valor que considero revolucionario es la bondad
.
Es el único portugués que ha ganado el máximo reconocimiento a las letras del mundo, que le fue otorgado en 1998 por su capacidad para volver comprensible una realidad huidiza, con parábolas sostenidas por la imaginación, la compasión y la ironía
, afirmó la Academia sueca.
“La razón de escribir, en el fondo, no es más que esa: escribir… No escribo para agradar, tampoco para desagradar. Escribo para desasosegar. Me gustaría que todos mis libros fueran considerados como libros del desasosiego”, señaló Saramago en 2009 en torno a su novela Caín.
En El Evangelio según Jesucristo y Caín desnudó a la religión como mitificación de la realidad; y abordó el tema de la razón en los tiempos modernos en su trilogía formada por Ensayo sobre la ceguera, Todos los nombres y Ensayo sobre la lucidez.
Carlos Monsiváis (ciudad de México, 1938), cronista crítico de los fenómenos presentes en la mexicanidad, además de analista de los hechos sociales que han conmovido los cimientos de la sociedad nacional durante los siglos recientes, expiró el 19 de junio debido a complicaciones de una fibrosis pulmonar.
Identificado con la izquierda, el ensayista capitalino reivindicó en sus escritos al individuo y sus derechos como base del entramado social, contra el autoritarismo y la derecha. En esta lid se inclinó por el movimiento de 1968, los ídolos populares, las figuras de izquierda y los acontecimientos que significaban ideas progresistas; también apoyó las luchas de las minorías sexuales y culturales.
La obra de Monsiváis, caracterizada por la ironía frente a una realidad intolerable, fue un revire humorístico frente a los agravios por medio de la sátira política, como en su columna Por mi madre, bohemios, en la cual evidenciaba la ignorancia y exhibía la demagogia de políticos, empresarios, jerarcas católicos y personajes de la vida pública en general.
El editor y poeta Alí Chumacero (1918) falleció el 22 de octubre en la ciudad de México, víctima de neumonía. Fue un amante de la lectura desde su infancia en su natal Acaponeta, Nayarit, y a ella dedicó su vida entera como crítico, ensayista y editor. Entre su creación literaria destaca Poema de amorosa raíz, de los versos más célebres en nuestro país.
Laboró durante más de medio siglo en el Fondo de Cultura Económica y fue una de las figuras centrales del éxito de la casa editora. Ahí, el autor de Palabras en reposo atestiguó el paso de algunas de las mejores obras de la literatura mexicana del siglo XX y fue famoso el rumor, que Chumacero negaba, de haber mejorado la novela Pedro Páramo de Juan Rulfo con su corrección.
El filósofo marxista e investigador Bolívar Echeverría (1941), referente crítico del capitalismo en América Latina, falleció el 5 de junio en la ciudad de México como consecuencia de un infarto. El ecuatoriano, que adoptó la nacionalidad mexicana, fue autor de una extensa obra sobre modernidad, economía y cultura, y enfocó su trabajo a los ámbitos de la teoría crítica y la filosofía de la cultura.
Echeverría consideraba al barroco en América Latina una forma de resistencia cultural y una modernidad alternativa. “La verdadera fuerza del impulso anticapitalista –escribió– está expandida muy difusamente en el cuerpo de la sociedad, en la vida cotidiana y muchas veces en la dimensión festiva de esta última, donde lo imaginario ha dado refugio a lo político y donde esta actitud anticapitalista es omnipresente”.
Teoría que sostuvo en obras como Conversaciones sobre lo barroco, La modernidad del barroco y Definición de la cultura.
El sábado 16 de octubre, a los 83 años, pereció en la ciudad de Filadelfia Friedrich Katz, a consecuencia de cáncer. El antropólogo e historiador austriaco dedicó su vida profesional al estudio del acontecer en México y América Latina en los siglos XIX y XX. Produjo obras indispensables para entender a nuestro país como La guerra secreta en México: Europa, Estados Unidos y la Revolución Mexicana, De Díaz a Madero: Orígenes y estallido de la Revolución Mexicana y la biografía Pancho Villa, ineludible si se desea comprender al revolucionario.
Howard Zinn (Nueva York, 1922) murió el 27 de enero por una afección cardiaca, . El historiador de izquierda plasmó en su obra el punto de vista de los de abajo durante la construcción estadunidense y fue autor del libro más vendido sobre el tema: La otra historia de Estados Unidos. Referente antibelicista en ese país, el también articulista de La Jornada mantuvo siempre la esperanza en el rescate de la humanidad contra la opresión.
El periodista y narrador Tomás Eloy Martínez, nacido en Buenos, Aires, en 1934, quien logró unificar lo mejor de ambas disciplinas en su obra, pereció el 31 de enero en la capital de su país. Fue autor de una extensa obra que incluye novela, crónica, ensayo, relato, libretos de cine y televisión, donde destacan La pasión según Trelew, prohibida por la dictadura argentina; Santa Evita, traducida a múltiples idiomas, y El vuelo de la reina.
Autor de culto en Estados Unidos, J.D. Salinger (1919) murió el 27 de enero, en New Hampshire. El guardián entre el centeno, publicado en 1951, bastó para colocar al escritor entre los más reconocidos de la literatura moderna de su país y lanzarlo a la fama que siempre despreció.
Miguel Delibes (1920) vivió una España enfrentada por la Guerra Civil y luego la férrea dictadura de Francisco Franco. Es autor de una narrativa del espacio rural español, cruzada por el hambre y la falta de libertades. Su deceso ocurrió el 12 de marzo.
El ensayista y reconocido filólogo Antonio Alatorre, expiró el 21 de octubre a los 88 años. Originario de Autlán, Jalisco, ejerció una labor docente en nuestro país y otras naciones, y fue estudioso de Sor Juana Inés de la Cruz, de quien editó las obras completas. Fue un notable traductor y hacedor de una obra especializada en la que sobresale Los 1001 años de la lengua española.
A lo largo del año también se registraron los decesos de la poeta y traductora Esther Seligson (ciudad de México, 1941); el poeta y especialista en literatura chicana Juan Bruce-Novoa (San José, Costa Rica, 1944-California, Estados Unidos); el escritor y cronista Armando Jiménez (Piedras Negras, Coahuila, 1917-Tuxtla Gutiérrez, Chiapas); el crítico literario Sergio Nudelstejer (Varsovia, Polonia, 1924), y el autor de novela negra Juan Hernández Luna (ciudad de México, 1962).
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