Sociedad abiertaERNESTO REYES Los lamentables hechos – destrozos , pintas y violencia- que se sucedieron a lo largo de la megamarcha del martes y al final del mitin en el atrio de Catedral, evidencian la falta de madurez – unos más, otros menos- de dos organizaciones plenamente confrontadas como son el FPR y Vocal, que con sus posturas polarizadas están metiendo a la APPO y el magisterio en un callejón delicado, diferencias que tendrán que tratarse para cuando se realice el congreso de refundación del mismo. Mientras tanto, los roces y golpes de que fuimos testigos, fueron la nota que destacaron muchos medios de comunicación acostumbrados a la descalificación de todo aquello que huela a disidencia respecto al gobierno de Ulises Ruiz. Algunos notoriamente de derecha, otros oficialistas y otros más desorientados, pero el caso es que no pudieron resistirse a abonar más en el descrédito permanente en que se ha mantenido a la protesta social. Tampoco pueden ni deben ocultarse estas muestras de intolerancia, pero deben tratarse en su justa dimensión. Frente a las más de 30, 40 mil o 50 mil personas que marcharon de manera ordenada pero enérgica, destacaron lamentablemente las acciones de medio centenar de personas que rompiendo con los acuerdos colectivos, causan destrozos en algunos comercios y fachadas. Como todo aquél o aquella que se sienta con presencia política pretende tomar la palabra en los mítines, quien no lo hace manifiesta de cualquier manera su inconformidad y es lo que pasó el martes. Sin embargo, a las descalificaciones verbales prosiguieron los golpes por cuestiones ideológicas y políticas, lo que nos recordó tantos episodios de infantilismo de izquierda que han enfrentado los procesos sociales. En Sinaloa, en Guerrero, en Jalisco, en Oaxaca, ya pasamos por la época de los llamados “enfermos” que terminaron en violencia, incluso criminal, en contra de quienes no coincidían con sus posturas política y se consideran enemigos a eliminar, no adversarios; es lo que debe de impedirse a tiempo que retoñe en Oaxaca, mucho más cuando a través de estas manifestaciones se exuda la frustración ante los golpes que propina el Estado. Tampoco se salvan quienes han decantado por la vía electoral o que forman parte a través de partidos del Sistema Político. ¿Pero no acaso el magisterio mismo, desconoce a Ulises Ruiz como gobernador pero al mismo tiempo se sienta con funcionarios del gobierno estatal y del gobierno federal para promover sus pliegos petitorios? Frente a las multitudes que se vieron por la mañana, por la tarde un grupo de ciudadanos, de organizaciones civiles y muchos a título personal, marcharon del templo de Santo Domingo a la Catedral, en una especie de procesión que buscó en el mensaje de la fe encontrar el camino para enfrentar la falta de justicia que se respira en Oaxaca. Presidida por un grupo de sacerdotes, entre ellos Alejandro Solalinde, la celebración dio un toque diferente a la efeméride, porque se leyó un documento suscrito por 44 párrocos de la diócesis oaxaqueña, la de Tehuantepec, la de Puerto Escondido y la prelatura de Huautla de Jjiménez, que en tono severo da cuenta de los hechos que han agraviado a los oaxaqueños y oaxaqueñas. Asimismo, anima a todos aquellos y aquellas que han seguido luchando por la justicia, por la paz y a quienes siguen perseverando en sus ideales sin negociar o vender su conciencia. Presentes estuvieron ex presos políticos y sus familiares, así como también aquellos que por diversos medios exigen justicia o que liberen a sus compañeros: a los suyos. A todos ellos, y a quienes han sufrido toda clase de injusticas, estuvo dirigido el mensaje de los sacerdotes que con este gesto demuestran su alto compromiso con los valores de libertad, paz y justicia que todo buen cristiano desea para sus semejantes. Tras al recuento en donde actualizan los agravios a partir de la incriminación de Juan Manuel Martínez Moreno y coacusados del asesinato de Brad Will, reparando en el agravio sufrido recientemente por el periodista Pedro Matías, los clérigos exhortan a todo aquél ciudadano que se sienta impelido por la injusticia, a seguir aportando con lucidez y valentía todo lo que puede dar un nuevo rumbo a la democratización y liberación de la sociedad oaxaqueña. Frente a la forma como acabó el mitin de la mañana, por la noche, se sirvieron tamales y café en fraternal convivencia. Contactos: Ernesto_reyes_647@hotmail.com |
Miércoles 29 de diciembre de 2010, p. 4
Lúcidos examinadores de la realidad y autores comprometidos murieron durante el año que concluye. Fueron referentes culturales, principalmente en el ámbito de las letras: el escritor Carlos Montemayor, el cronista Carlos Monsiváis, el narrador José Saramago y el filósofo Bolívar Echeverría.
La Jornada recuerda a estas personalidades, hacedores de un valioso legado.
También ocurrieron los fallecimientos del poeta Alí Chumacero; de los historiadores Friedrich Katz y Howard Zinn; de los narradores Tomás Eloy Martínez, J. D. Salinger y Miguel Delibes; y del filólogo Antonio Alatorre, entre otros.
El tenor, maestro, narrador, poeta, ensayista, traductor y activista Carlos Montemayor (Parral, Chihuahua, 1947) falleció en la ciudad de México el domingo 28 de febrero, debido al cáncer que lo aquejó durante meses. En su obra rescató la voz de los colectivos enfrentados al sistema político que les negaba cabida. Indígenas y grupos opositores de izquierda encontraron eco en su creación literaria y reivindicación en su discurso político.
Conocedor de las lenguas hebrea, griega clásica, latina, francesa, portuguesa, italiana e inglesa, tradujo obras clásicas como las Odas de Píndaro, Carmina Burana, poesías de Cayo Valerio Catulo, Virgilio y Safo, así como de poetas tales como Fernando Pessoa y Lêdo Ivo. Al parejo desarrolló una labor de rescate de los idiomas indígenas de nuestro país, que fructificó en un par de volúmenes centrados en éstos y en su poesía.
Otra de las herencias que deja fue recuperar en los libros Guerra en el paraíso, Las armas del alba y Las mujeres del alba, los motivos de los grupos opositores armados de las décadas de los 60 y 70, y el hostigamiento gubernamental a las comunidades que les dieron cobijo. Campesinos, indígenas, estudiantes, han sido masacrados una y otra vez en los países de nuestro continente. La historia de su resistencia es una memoria que dignifica nuestra vida
, manifestó el narrador.
El Premio Nobel de Literatura José Saramago (Portugal, 1922) murió el 18 de junio a la edad 87 años, debido a la leucemia. El novelista, poeta y ensayista conjuntó en su persona la generosidad, los ideales por la justicia social y una escritura profundamente determinada por la realidad. La existencia del portugués se puede caracterizar por su sentencia: El único valor que considero revolucionario es la bondad
.
Es el único portugués que ha ganado el máximo reconocimiento a las letras del mundo, que le fue otorgado en 1998 por su capacidad para volver comprensible una realidad huidiza, con parábolas sostenidas por la imaginación, la compasión y la ironía
, afirmó la Academia sueca.
“La razón de escribir, en el fondo, no es más que esa: escribir… No escribo para agradar, tampoco para desagradar. Escribo para desasosegar. Me gustaría que todos mis libros fueran considerados como libros del desasosiego”, señaló Saramago en 2009 en torno a su novela Caín.
En El Evangelio según Jesucristo y Caín desnudó a la religión como mitificación de la realidad; y abordó el tema de la razón en los tiempos modernos en su trilogía formada por Ensayo sobre la ceguera, Todos los nombres y Ensayo sobre la lucidez.
Carlos Monsiváis (ciudad de México, 1938), cronista crítico de los fenómenos presentes en la mexicanidad, además de analista de los hechos sociales que han conmovido los cimientos de la sociedad nacional durante los siglos recientes, expiró el 19 de junio debido a complicaciones de una fibrosis pulmonar.
Identificado con la izquierda, el ensayista capitalino reivindicó en sus escritos al individuo y sus derechos como base del entramado social, contra el autoritarismo y la derecha. En esta lid se inclinó por el movimiento de 1968, los ídolos populares, las figuras de izquierda y los acontecimientos que significaban ideas progresistas; también apoyó las luchas de las minorías sexuales y culturales.
La obra de Monsiváis, caracterizada por la ironía frente a una realidad intolerable, fue un revire humorístico frente a los agravios por medio de la sátira política, como en su columna Por mi madre, bohemios, en la cual evidenciaba la ignorancia y exhibía la demagogia de políticos, empresarios, jerarcas católicos y personajes de la vida pública en general.
El editor y poeta Alí Chumacero (1918) falleció el 22 de octubre en la ciudad de México, víctima de neumonía. Fue un amante de la lectura desde su infancia en su natal Acaponeta, Nayarit, y a ella dedicó su vida entera como crítico, ensayista y editor. Entre su creación literaria destaca Poema de amorosa raíz, de los versos más célebres en nuestro país.
Laboró durante más de medio siglo en el Fondo de Cultura Económica y fue una de las figuras centrales del éxito de la casa editora. Ahí, el autor de Palabras en reposo atestiguó el paso de algunas de las mejores obras de la literatura mexicana del siglo XX y fue famoso el rumor, que Chumacero negaba, de haber mejorado la novela Pedro Páramo de Juan Rulfo con su corrección.
El filósofo marxista e investigador Bolívar Echeverría (1941), referente crítico del capitalismo en América Latina, falleció el 5 de junio en la ciudad de México como consecuencia de un infarto. El ecuatoriano, que adoptó la nacionalidad mexicana, fue autor de una extensa obra sobre modernidad, economía y cultura, y enfocó su trabajo a los ámbitos de la teoría crítica y la filosofía de la cultura.
Echeverría consideraba al barroco en América Latina una forma de resistencia cultural y una modernidad alternativa. “La verdadera fuerza del impulso anticapitalista –escribió– está expandida muy difusamente en el cuerpo de la sociedad, en la vida cotidiana y muchas veces en la dimensión festiva de esta última, donde lo imaginario ha dado refugio a lo político y donde esta actitud anticapitalista es omnipresente”.
Teoría que sostuvo en obras como Conversaciones sobre lo barroco, La modernidad del barroco y Definición de la cultura.
El sábado 16 de octubre, a los 83 años, pereció en la ciudad de Filadelfia Friedrich Katz, a consecuencia de cáncer. El antropólogo e historiador austriaco dedicó su vida profesional al estudio del acontecer en México y América Latina en los siglos XIX y XX. Produjo obras indispensables para entender a nuestro país como La guerra secreta en México: Europa, Estados Unidos y la Revolución Mexicana, De Díaz a Madero: Orígenes y estallido de la Revolución Mexicana y la biografía Pancho Villa, ineludible si se desea comprender al revolucionario.
Howard Zinn (Nueva York, 1922) murió el 27 de enero por una afección cardiaca, . El historiador de izquierda plasmó en su obra el punto de vista de los de abajo durante la construcción estadunidense y fue autor del libro más vendido sobre el tema: La otra historia de Estados Unidos. Referente antibelicista en ese país, el también articulista de La Jornada mantuvo siempre la esperanza en el rescate de la humanidad contra la opresión.
El periodista y narrador Tomás Eloy Martínez, nacido en Buenos, Aires, en 1934, quien logró unificar lo mejor de ambas disciplinas en su obra, pereció el 31 de enero en la capital de su país. Fue autor de una extensa obra que incluye novela, crónica, ensayo, relato, libretos de cine y televisión, donde destacan La pasión según Trelew, prohibida por la dictadura argentina; Santa Evita, traducida a múltiples idiomas, y El vuelo de la reina.
Autor de culto en Estados Unidos, J.D. Salinger (1919) murió el 27 de enero, en New Hampshire. El guardián entre el centeno, publicado en 1951, bastó para colocar al escritor entre los más reconocidos de la literatura moderna de su país y lanzarlo a la fama que siempre despreció.
Miguel Delibes (1920) vivió una España enfrentada por la Guerra Civil y luego la férrea dictadura de Francisco Franco. Es autor de una narrativa del espacio rural español, cruzada por el hambre y la falta de libertades. Su deceso ocurrió el 12 de marzo.
El ensayista y reconocido filólogo Antonio Alatorre, expiró el 21 de octubre a los 88 años. Originario de Autlán, Jalisco, ejerció una labor docente en nuestro país y otras naciones, y fue estudioso de Sor Juana Inés de la Cruz, de quien editó las obras completas. Fue un notable traductor y hacedor de una obra especializada en la que sobresale Los 1001 años de la lengua española.
A lo largo del año también se registraron los decesos de la poeta y traductora Esther Seligson (ciudad de México, 1941); el poeta y especialista en literatura chicana Juan Bruce-Novoa (San José, Costa Rica, 1944-California, Estados Unidos); el escritor y cronista Armando Jiménez (Piedras Negras, Coahuila, 1917-Tuxtla Gutiérrez, Chiapas); el crítico literario Sergio Nudelstejer (Varsovia, Polonia, 1924), y el autor de novela negra Juan Hernández Luna (ciudad de México, 1962).
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