Vuelven al poder en Chiapas políticos que apoyaron la contrainsurgencia■ Castañón León, ligado a Gómez Mont, se hará cargo de la Secretaría de Gobierno San Cristóbal de las Casas, Chis., 18 de noviembre. Con la designación del ex magistrado Noé Castañón León como secretario de Gobierno, en sustitución del perredista Antonio Morales Messner, el gobierno de Juan Sabines Guerrero ha dado un paso más en su reconversión al priísmo, del cual procede, quien hace tres años era alcalde tricolor de Tuxtla Gutiérrez, si bien fue formalmente electo gobernador con las boletas del Partido de la Revolución Democrática en 2006. A Castañón León, ex titular del Supremo Tribunal de Justicia del Estado (STJE) durante el interinato de Roberto Albores Guillén, se le recuerda como uno de los promotores de la remunicipalización de facto en las llamadas “zonas de influencia del Ejército Zapatista de Liberación Nacional”. En Ocosingo, Las Margaritas, San Andrés Larráinzar y otros municipios indígenas, el alborismo sobrepuso nuevas demarcaciones de factura contrainsurgente que luego fueron legalizadas. Todas, a un lado de bases militares; un par de ellas, en los Altos y la zona fronteriza, tuvieron ex militares como primeros presidentes municipales. Se recuerda a Castañón León como uno de los orquestadores de las “deserciones” de presuntos zapatistas (quienes resultarían impostores y hasta delincuentes), con todo y entrega de armas en horario estelar televisivo entre 1999 y 2000, en escenarios naturales. El primero, en un balneario del río Jataté para mayor verosimilitud. El flamante secretario de Gobierno ocupó la titularidad del STJE de 1995 a 2001. Años turbulentos en Chiapas. Sobrevivió a tres gobernadores (Javier López Moreno, Julio César Ruiz Ferro y Roberto Albores), y el cuarto, Pablo Salazar Mendiguchía, antes del primer año de su gobierno lo acusó de peculado, abuso de confianza y otros delitos que habría cometido durante la administración de Albores Guillén. No prosperó ninguna de las cuatro averiguaciones previas que le iniciaron, pero el magistrado destituido dejó la entidad en diciembre de 2001. Ahora regresa a un gobierno en el que crece la presencia del grupo alborista, satanizado pasajeramente en el periodo de Salazar Mendiguchía. Por lo demás, el actual titular del Ministerio de Justicia del Estado, Amador Rodríguez Lozano, fue senador priísta, ferviente salinista, luego asesor y “operador” de Salazar Mendiguchía y promotor de la candidatura de Sabines. En marzo de este año, tras sustituir al también polémico Mariano Herrán Salvatti como responsable del Poder Judicial, sorprendió proclamando: “este es un gobierno de izquierda”, tras la liberación de más de un centenar de presos, entre ellos decenas considerados “políticos”, que habían sostenido una huelga de hambre durante más de un mes. Respecto del nombramiento de Castañón León, el gobernador Sabines expresó ayer que “es una garantía de la vigencia del estado de derecho, respeto a los derechos humanos, fortalecimiento de la cultura de paz y reconciliación, y de la imparcialidad del gobierno en los próximos comicios electorales”. Por su parte, el perredista que hasta el lunes ocupaba la secretaría de Gobierno, Morales Messner, fue designado secretario de Transportes, un cargo menos central en el gabinete sabinista. Con ello, el primer círculo del gobierno chiapaneco ha quedado en manos del priísmo de los años más duros de la contrainsurgencia, aunque hoy sus intereses explícitos apuntan al desarrollo turístico y la captación de inversión extranjera. Este lunes, en Tuxtla Gutiérrez, circularon entre los periodistas que cubrían el relevo de funcionarios, versiones de que Castañón León estaría vinculado con el secretario de Gobernación Fernando Gómez Mont, quien como abogado litigante representó en el pasado al ex mandatario interino Albores Guillén cuando éste fue llamado a declarar por las autoridades federales, en respuesta a las acusaciones del entonces gobierno salazarista, y en esas diligencias trabó relación con el nuevo responsable de la política interna del estado. Otro nombramiento polémico es el del secretario de Seguridad Pública y Protección Ciudadana, José Luis Solís Cortés. Fue comisario de la Policía Federal Preventiva en esta entidad, Quintana Roo y Aguascalientes, y posteriormente estuvo bajo investigación de la Secretaría de Seguridad Pública federal, sospechoso de brindar protección a grupos dedicados al narcotráfico, el contrabando de maderas y el trasiego a Centroamérica de vehículos robados. Hasta donde se sabe, su caso quedó “congelado” en la Procuraduría General de la República. |
Miércoles 29 de diciembre de 2010, p. 4
Lúcidos examinadores de la realidad y autores comprometidos murieron durante el año que concluye. Fueron referentes culturales, principalmente en el ámbito de las letras: el escritor Carlos Montemayor, el cronista Carlos Monsiváis, el narrador José Saramago y el filósofo Bolívar Echeverría.
La Jornada recuerda a estas personalidades, hacedores de un valioso legado.
También ocurrieron los fallecimientos del poeta Alí Chumacero; de los historiadores Friedrich Katz y Howard Zinn; de los narradores Tomás Eloy Martínez, J. D. Salinger y Miguel Delibes; y del filólogo Antonio Alatorre, entre otros.
El tenor, maestro, narrador, poeta, ensayista, traductor y activista Carlos Montemayor (Parral, Chihuahua, 1947) falleció en la ciudad de México el domingo 28 de febrero, debido al cáncer que lo aquejó durante meses. En su obra rescató la voz de los colectivos enfrentados al sistema político que les negaba cabida. Indígenas y grupos opositores de izquierda encontraron eco en su creación literaria y reivindicación en su discurso político.
Conocedor de las lenguas hebrea, griega clásica, latina, francesa, portuguesa, italiana e inglesa, tradujo obras clásicas como las Odas de Píndaro, Carmina Burana, poesías de Cayo Valerio Catulo, Virgilio y Safo, así como de poetas tales como Fernando Pessoa y Lêdo Ivo. Al parejo desarrolló una labor de rescate de los idiomas indígenas de nuestro país, que fructificó en un par de volúmenes centrados en éstos y en su poesía.
Otra de las herencias que deja fue recuperar en los libros Guerra en el paraíso, Las armas del alba y Las mujeres del alba, los motivos de los grupos opositores armados de las décadas de los 60 y 70, y el hostigamiento gubernamental a las comunidades que les dieron cobijo. Campesinos, indígenas, estudiantes, han sido masacrados una y otra vez en los países de nuestro continente. La historia de su resistencia es una memoria que dignifica nuestra vida
, manifestó el narrador.
El Premio Nobel de Literatura José Saramago (Portugal, 1922) murió el 18 de junio a la edad 87 años, debido a la leucemia. El novelista, poeta y ensayista conjuntó en su persona la generosidad, los ideales por la justicia social y una escritura profundamente determinada por la realidad. La existencia del portugués se puede caracterizar por su sentencia: El único valor que considero revolucionario es la bondad
.
Es el único portugués que ha ganado el máximo reconocimiento a las letras del mundo, que le fue otorgado en 1998 por su capacidad para volver comprensible una realidad huidiza, con parábolas sostenidas por la imaginación, la compasión y la ironía
, afirmó la Academia sueca.
“La razón de escribir, en el fondo, no es más que esa: escribir… No escribo para agradar, tampoco para desagradar. Escribo para desasosegar. Me gustaría que todos mis libros fueran considerados como libros del desasosiego”, señaló Saramago en 2009 en torno a su novela Caín.
En El Evangelio según Jesucristo y Caín desnudó a la religión como mitificación de la realidad; y abordó el tema de la razón en los tiempos modernos en su trilogía formada por Ensayo sobre la ceguera, Todos los nombres y Ensayo sobre la lucidez.
Carlos Monsiváis (ciudad de México, 1938), cronista crítico de los fenómenos presentes en la mexicanidad, además de analista de los hechos sociales que han conmovido los cimientos de la sociedad nacional durante los siglos recientes, expiró el 19 de junio debido a complicaciones de una fibrosis pulmonar.
Identificado con la izquierda, el ensayista capitalino reivindicó en sus escritos al individuo y sus derechos como base del entramado social, contra el autoritarismo y la derecha. En esta lid se inclinó por el movimiento de 1968, los ídolos populares, las figuras de izquierda y los acontecimientos que significaban ideas progresistas; también apoyó las luchas de las minorías sexuales y culturales.
La obra de Monsiváis, caracterizada por la ironía frente a una realidad intolerable, fue un revire humorístico frente a los agravios por medio de la sátira política, como en su columna Por mi madre, bohemios, en la cual evidenciaba la ignorancia y exhibía la demagogia de políticos, empresarios, jerarcas católicos y personajes de la vida pública en general.
El editor y poeta Alí Chumacero (1918) falleció el 22 de octubre en la ciudad de México, víctima de neumonía. Fue un amante de la lectura desde su infancia en su natal Acaponeta, Nayarit, y a ella dedicó su vida entera como crítico, ensayista y editor. Entre su creación literaria destaca Poema de amorosa raíz, de los versos más célebres en nuestro país.
Laboró durante más de medio siglo en el Fondo de Cultura Económica y fue una de las figuras centrales del éxito de la casa editora. Ahí, el autor de Palabras en reposo atestiguó el paso de algunas de las mejores obras de la literatura mexicana del siglo XX y fue famoso el rumor, que Chumacero negaba, de haber mejorado la novela Pedro Páramo de Juan Rulfo con su corrección.
El filósofo marxista e investigador Bolívar Echeverría (1941), referente crítico del capitalismo en América Latina, falleció el 5 de junio en la ciudad de México como consecuencia de un infarto. El ecuatoriano, que adoptó la nacionalidad mexicana, fue autor de una extensa obra sobre modernidad, economía y cultura, y enfocó su trabajo a los ámbitos de la teoría crítica y la filosofía de la cultura.
Echeverría consideraba al barroco en América Latina una forma de resistencia cultural y una modernidad alternativa. “La verdadera fuerza del impulso anticapitalista –escribió– está expandida muy difusamente en el cuerpo de la sociedad, en la vida cotidiana y muchas veces en la dimensión festiva de esta última, donde lo imaginario ha dado refugio a lo político y donde esta actitud anticapitalista es omnipresente”.
Teoría que sostuvo en obras como Conversaciones sobre lo barroco, La modernidad del barroco y Definición de la cultura.
El sábado 16 de octubre, a los 83 años, pereció en la ciudad de Filadelfia Friedrich Katz, a consecuencia de cáncer. El antropólogo e historiador austriaco dedicó su vida profesional al estudio del acontecer en México y América Latina en los siglos XIX y XX. Produjo obras indispensables para entender a nuestro país como La guerra secreta en México: Europa, Estados Unidos y la Revolución Mexicana, De Díaz a Madero: Orígenes y estallido de la Revolución Mexicana y la biografía Pancho Villa, ineludible si se desea comprender al revolucionario.
Howard Zinn (Nueva York, 1922) murió el 27 de enero por una afección cardiaca, . El historiador de izquierda plasmó en su obra el punto de vista de los de abajo durante la construcción estadunidense y fue autor del libro más vendido sobre el tema: La otra historia de Estados Unidos. Referente antibelicista en ese país, el también articulista de La Jornada mantuvo siempre la esperanza en el rescate de la humanidad contra la opresión.
El periodista y narrador Tomás Eloy Martínez, nacido en Buenos, Aires, en 1934, quien logró unificar lo mejor de ambas disciplinas en su obra, pereció el 31 de enero en la capital de su país. Fue autor de una extensa obra que incluye novela, crónica, ensayo, relato, libretos de cine y televisión, donde destacan La pasión según Trelew, prohibida por la dictadura argentina; Santa Evita, traducida a múltiples idiomas, y El vuelo de la reina.
Autor de culto en Estados Unidos, J.D. Salinger (1919) murió el 27 de enero, en New Hampshire. El guardián entre el centeno, publicado en 1951, bastó para colocar al escritor entre los más reconocidos de la literatura moderna de su país y lanzarlo a la fama que siempre despreció.
Miguel Delibes (1920) vivió una España enfrentada por la Guerra Civil y luego la férrea dictadura de Francisco Franco. Es autor de una narrativa del espacio rural español, cruzada por el hambre y la falta de libertades. Su deceso ocurrió el 12 de marzo.
El ensayista y reconocido filólogo Antonio Alatorre, expiró el 21 de octubre a los 88 años. Originario de Autlán, Jalisco, ejerció una labor docente en nuestro país y otras naciones, y fue estudioso de Sor Juana Inés de la Cruz, de quien editó las obras completas. Fue un notable traductor y hacedor de una obra especializada en la que sobresale Los 1001 años de la lengua española.
A lo largo del año también se registraron los decesos de la poeta y traductora Esther Seligson (ciudad de México, 1941); el poeta y especialista en literatura chicana Juan Bruce-Novoa (San José, Costa Rica, 1944-California, Estados Unidos); el escritor y cronista Armando Jiménez (Piedras Negras, Coahuila, 1917-Tuxtla Gutiérrez, Chiapas); el crítico literario Sergio Nudelstejer (Varsovia, Polonia, 1924), y el autor de novela negra Juan Hernández Luna (ciudad de México, 1962).
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