EL CARROÑERO ESTORCIONADOR

EL CARROÑERO EXTORSIONADOR. Rolando Garza R. Medios independientes. Como si no bastara su permanente fracaso en brindar protección y seguridad a la sociedad, el régimen que encabeza Felipe Calderón ahora carroñea sobre el dolor y la sangre de víctimas inocentes. Su declaratoria de “Guerra al narcotráfico” a unos días de hacerse del poder presidencial fue una estrategia para cobrar la legitimidad social ausente en su designación presidencial. Y fue para prevenir cualquier estallido social en contra de su impostura, enviando a la calle al ejército. El precio de la aventura lo paga ya la sociedad, actos criminales con consecuencias fatales se suceden y afectan por igual a personas aisladas y a grupos de personas. Lo sucedido en Morelia le sucede a lo que paso en Creel, Chihuahua. Pero no le basta, ahora en nombre de la lucha contra el narco terror, convoca a la “Unidad Nacional” y sataniza a sus opositores políticos y a todo aquel que disienta sobre su política neoliberal. Ahora resulta que todo individuo, organización política o civil que no acepte los dictados de Calderón y su régimen debe ser objeto del linchamiento moral (por el momento) porque de hoy en adelante será considerado cómplice de las bandas criminales. Se olvida Calderón y olvidan los camaleones priístas que ha sido desde el poder donde se ha cobijado la existencia y fortalecimiento del narcotráfico. Que en ello se han visto envueltos políticos, policías de todo tipo y corporación y hasta generales del ejército. Soslaya Calderón que los más de 50 000 millones de dólares que mueve el narcotráfico mexicano no están debajo del colchón de los narcos, que en el lavado de dinero y manejo financiero de esos recursos hay prestanombres. Ni un solo alto político, policía, militar o empresario ha pisado la cárcel. Y pronto el sinvergüenza carroñero, extorsionador y chantajista de la indignación social habrá de demandar una “Ley de Excepción” que le de poderes meta constitucionales ¿Para combatir eficazmente al crimen organizado? No, para sacar adelante las “reformas” que le exige el imperialismo yanqui. Para entregar los recursos naturales del país al gran capital internacional. Para establecer el Estado Policíaco. Esa es la intención de quien hipócritamente convoca a la “Unidad Nacional” y la de sus secuaces en los medios de comunicación.