México: La posibilidad de revocar también confirma
“Que el fraude electoral jamás se olvide”
La salud de la república reclama que se instituya la posibilidad de la revocación del mandato en todos los cargos ejecutivos de elección de duración sexenal. Contrario a las voces que pretenden levantar la humareda tildando de golpistas a quienes la promueven, el ejercicio revocatorio pudiera ser confirmatorio, tal como sucedió en Venezuela en el 2004 y en Bolivia hace un mes.
Para quienes tienen como paradigma el sistema democrático de los Estados Unidos, conviene decirles que allá lo tienen instituido en dos formas, la más común es la de la reelección por una sola vez, que equivale a consultar al electorado al cuarto año de gobierno, la otra es la del llamado impeachment, que confiere al congreso la facultad de destituir al presidente en caso de ineptitud o de grave violación de la ley, como estuvo cerca de suceder en los casos de Clinton y de Nixon. En los regímenes parlamentarios la cosa es más sencilla; basta con la pérdida de la confianza de la mayoría para revocar el mandato al Primer Ministro, obligando a un nuevo arreglo parlamentario o a la celebración de elecciones anticipadas. Con lo anterior pretendo aclarar que, de ninguna manera, la promoción de la inclusión de tal posibilidad en la Constitución significa alentar un golpe de estado, en todo caso es su mejor antídoto.
La realidad mexicana actual se caracteriza por el rompimiento institucional, manifestado en la enorme dificultad para lograr acuerdos de estado y por la presencia de un importante movimiento ciudadano que no reconoce legitimidad en quien detenta la titularidad del Poder Ejecutivo. El sistema político está enfermo de gravedad, con riesgo de ser terminal y portador de un virus sumamente peligroso. El “haiga sido como haiga sido” y la no aceptación al recuento voto por voto ha derivado en estancamiento e ingobernabilidad. Los apoyadores del régimen y sus encuestas aseguran contar con más del 65% de aprobación, en cuyo caso un referéndum revocatorio tendría como resultado la confirmación de Calderón en el cargo y su correspondiente legitimación. Por eso digo que el proyecto pretende recuperar la salud de la república.
Para su instrumentación se presentan dos grandes alternativas: hacer la consulta obligadamente al tercer año de gobierno, como lo establece la constitución venezolana, o realizarla en cualquier momento a partir del segundo año de gobierno y a solicitud calificada de parte. En el proyecto propuesto en campaña por AMLO se plantea la primera alternativa, incluso en su ejercicio como Jefe de Gobierno del DF la realizó cada dos años. Personalmente me inclino por la segunda alternativa y me apoyo en la experiencia nefasta del caso Salinas de Gortari, también producto de un fraude electoral, que tuvo un primer tramo de tres años con un congreso sin mayoría de su partido para las reformas constitucionales, por lo que se manejó con especial sutileza para arrasar en las elecciones intermedias de diputados, a partir de lo cual se soltó las amarras y se volcó al desmantelamiento del país; lo mismo pudiera suceder con un planteamiento revocatorio forzado al tercer año de gobierno, susceptible de convertirse en patente de corso para cometer los atropellos en el segundo tramo trienal, sin que se disponga de la oportunidad de detenerlo.
Desde luego que para el caso de la posibilidad de convocar al referéndum en cualquier fecha posterior al segundo año de gobierno, tienen que establecerse los requisitos para dar lugar a su realización, no puede caerse en el extremo de que cualquier grupo pretenda la convocatoria a su antojo, sería un caos. La ley debe establecer los requisitos mínimos indispensables para que la convocatoria tenga lugar, lo suficientemente rigurosos para evitar el caos, pero también lo suficientemente asequibles para que tenga viabilidad. La ley tendrá que prever las normas para evitar que el poder económico y mediático de quien está al cargo del gobierno, lo emplee para inhibir la expresión de la voluntad ciudadana.
Las expresiones de contrariedad de los apoyadores del régimen ante la posibilidad de la revocación del mandato, confirman la certeza de su carácter fraudulento y la falsedad de sus encuestas. De lo contrario no tendrían razón para oponerse y, en cambio, aportarían a la recuperación de la salud republicana.
Un ejemplo de excelencia es el de Bolivia. Confirmado Evo Morales por el referéndum, dispone de la absoluta legitimidad para merecer el respaldo unánime de la Unión de Naciones Sudamericanas y, particularmente, para disponer la expulsión del embajador de los Estados Unidos, principal artífice de la conjura golpista. Por cierto, los hermanos del sur ya se emanciparon ¿Aquí cuándo?
También por cierto, respecto al criminal atentado terrorista de Morelia ¿A quien beneficia? Piensa mal y acertarás.
Miércoles 29 de diciembre de 2010, p. 4
Lúcidos examinadores de la realidad y autores comprometidos murieron durante el año que concluye. Fueron referentes culturales, principalmente en el ámbito de las letras: el escritor Carlos Montemayor, el cronista Carlos Monsiváis, el narrador José Saramago y el filósofo Bolívar Echeverría.
La Jornada recuerda a estas personalidades, hacedores de un valioso legado.
También ocurrieron los fallecimientos del poeta Alí Chumacero; de los historiadores Friedrich Katz y Howard Zinn; de los narradores Tomás Eloy Martínez, J. D. Salinger y Miguel Delibes; y del filólogo Antonio Alatorre, entre otros.
El tenor, maestro, narrador, poeta, ensayista, traductor y activista Carlos Montemayor (Parral, Chihuahua, 1947) falleció en la ciudad de México el domingo 28 de febrero, debido al cáncer que lo aquejó durante meses. En su obra rescató la voz de los colectivos enfrentados al sistema político que les negaba cabida. Indígenas y grupos opositores de izquierda encontraron eco en su creación literaria y reivindicación en su discurso político.
Conocedor de las lenguas hebrea, griega clásica, latina, francesa, portuguesa, italiana e inglesa, tradujo obras clásicas como las Odas de Píndaro, Carmina Burana, poesías de Cayo Valerio Catulo, Virgilio y Safo, así como de poetas tales como Fernando Pessoa y Lêdo Ivo. Al parejo desarrolló una labor de rescate de los idiomas indígenas de nuestro país, que fructificó en un par de volúmenes centrados en éstos y en su poesía.
Otra de las herencias que deja fue recuperar en los libros Guerra en el paraíso, Las armas del alba y Las mujeres del alba, los motivos de los grupos opositores armados de las décadas de los 60 y 70, y el hostigamiento gubernamental a las comunidades que les dieron cobijo. Campesinos, indígenas, estudiantes, han sido masacrados una y otra vez en los países de nuestro continente. La historia de su resistencia es una memoria que dignifica nuestra vida
, manifestó el narrador.
El Premio Nobel de Literatura José Saramago (Portugal, 1922) murió el 18 de junio a la edad 87 años, debido a la leucemia. El novelista, poeta y ensayista conjuntó en su persona la generosidad, los ideales por la justicia social y una escritura profundamente determinada por la realidad. La existencia del portugués se puede caracterizar por su sentencia: El único valor que considero revolucionario es la bondad
.
Es el único portugués que ha ganado el máximo reconocimiento a las letras del mundo, que le fue otorgado en 1998 por su capacidad para volver comprensible una realidad huidiza, con parábolas sostenidas por la imaginación, la compasión y la ironía
, afirmó la Academia sueca.
“La razón de escribir, en el fondo, no es más que esa: escribir… No escribo para agradar, tampoco para desagradar. Escribo para desasosegar. Me gustaría que todos mis libros fueran considerados como libros del desasosiego”, señaló Saramago en 2009 en torno a su novela Caín.
En El Evangelio según Jesucristo y Caín desnudó a la religión como mitificación de la realidad; y abordó el tema de la razón en los tiempos modernos en su trilogía formada por Ensayo sobre la ceguera, Todos los nombres y Ensayo sobre la lucidez.
Carlos Monsiváis (ciudad de México, 1938), cronista crítico de los fenómenos presentes en la mexicanidad, además de analista de los hechos sociales que han conmovido los cimientos de la sociedad nacional durante los siglos recientes, expiró el 19 de junio debido a complicaciones de una fibrosis pulmonar.
Identificado con la izquierda, el ensayista capitalino reivindicó en sus escritos al individuo y sus derechos como base del entramado social, contra el autoritarismo y la derecha. En esta lid se inclinó por el movimiento de 1968, los ídolos populares, las figuras de izquierda y los acontecimientos que significaban ideas progresistas; también apoyó las luchas de las minorías sexuales y culturales.
La obra de Monsiváis, caracterizada por la ironía frente a una realidad intolerable, fue un revire humorístico frente a los agravios por medio de la sátira política, como en su columna Por mi madre, bohemios, en la cual evidenciaba la ignorancia y exhibía la demagogia de políticos, empresarios, jerarcas católicos y personajes de la vida pública en general.
El editor y poeta Alí Chumacero (1918) falleció el 22 de octubre en la ciudad de México, víctima de neumonía. Fue un amante de la lectura desde su infancia en su natal Acaponeta, Nayarit, y a ella dedicó su vida entera como crítico, ensayista y editor. Entre su creación literaria destaca Poema de amorosa raíz, de los versos más célebres en nuestro país.
Laboró durante más de medio siglo en el Fondo de Cultura Económica y fue una de las figuras centrales del éxito de la casa editora. Ahí, el autor de Palabras en reposo atestiguó el paso de algunas de las mejores obras de la literatura mexicana del siglo XX y fue famoso el rumor, que Chumacero negaba, de haber mejorado la novela Pedro Páramo de Juan Rulfo con su corrección.
El filósofo marxista e investigador Bolívar Echeverría (1941), referente crítico del capitalismo en América Latina, falleció el 5 de junio en la ciudad de México como consecuencia de un infarto. El ecuatoriano, que adoptó la nacionalidad mexicana, fue autor de una extensa obra sobre modernidad, economía y cultura, y enfocó su trabajo a los ámbitos de la teoría crítica y la filosofía de la cultura.
Echeverría consideraba al barroco en América Latina una forma de resistencia cultural y una modernidad alternativa. “La verdadera fuerza del impulso anticapitalista –escribió– está expandida muy difusamente en el cuerpo de la sociedad, en la vida cotidiana y muchas veces en la dimensión festiva de esta última, donde lo imaginario ha dado refugio a lo político y donde esta actitud anticapitalista es omnipresente”.
Teoría que sostuvo en obras como Conversaciones sobre lo barroco, La modernidad del barroco y Definición de la cultura.
El sábado 16 de octubre, a los 83 años, pereció en la ciudad de Filadelfia Friedrich Katz, a consecuencia de cáncer. El antropólogo e historiador austriaco dedicó su vida profesional al estudio del acontecer en México y América Latina en los siglos XIX y XX. Produjo obras indispensables para entender a nuestro país como La guerra secreta en México: Europa, Estados Unidos y la Revolución Mexicana, De Díaz a Madero: Orígenes y estallido de la Revolución Mexicana y la biografía Pancho Villa, ineludible si se desea comprender al revolucionario.
Howard Zinn (Nueva York, 1922) murió el 27 de enero por una afección cardiaca, . El historiador de izquierda plasmó en su obra el punto de vista de los de abajo durante la construcción estadunidense y fue autor del libro más vendido sobre el tema: La otra historia de Estados Unidos. Referente antibelicista en ese país, el también articulista de La Jornada mantuvo siempre la esperanza en el rescate de la humanidad contra la opresión.
El periodista y narrador Tomás Eloy Martínez, nacido en Buenos, Aires, en 1934, quien logró unificar lo mejor de ambas disciplinas en su obra, pereció el 31 de enero en la capital de su país. Fue autor de una extensa obra que incluye novela, crónica, ensayo, relato, libretos de cine y televisión, donde destacan La pasión según Trelew, prohibida por la dictadura argentina; Santa Evita, traducida a múltiples idiomas, y El vuelo de la reina.
Autor de culto en Estados Unidos, J.D. Salinger (1919) murió el 27 de enero, en New Hampshire. El guardián entre el centeno, publicado en 1951, bastó para colocar al escritor entre los más reconocidos de la literatura moderna de su país y lanzarlo a la fama que siempre despreció.
Miguel Delibes (1920) vivió una España enfrentada por la Guerra Civil y luego la férrea dictadura de Francisco Franco. Es autor de una narrativa del espacio rural español, cruzada por el hambre y la falta de libertades. Su deceso ocurrió el 12 de marzo.
El ensayista y reconocido filólogo Antonio Alatorre, expiró el 21 de octubre a los 88 años. Originario de Autlán, Jalisco, ejerció una labor docente en nuestro país y otras naciones, y fue estudioso de Sor Juana Inés de la Cruz, de quien editó las obras completas. Fue un notable traductor y hacedor de una obra especializada en la que sobresale Los 1001 años de la lengua española.
A lo largo del año también se registraron los decesos de la poeta y traductora Esther Seligson (ciudad de México, 1941); el poeta y especialista en literatura chicana Juan Bruce-Novoa (San José, Costa Rica, 1944-California, Estados Unidos); el escritor y cronista Armando Jiménez (Piedras Negras, Coahuila, 1917-Tuxtla Gutiérrez, Chiapas); el crítico literario Sergio Nudelstejer (Varsovia, Polonia, 1924), y el autor de novela negra Juan Hernández Luna (ciudad de México, 1962).
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