■ Realizan misa frente a la sede de Industrial Minera México, en Lomas de Chapultepec ■ En promedio nos dan 125 pesos diarios, y no 300 como presume Javier Lozano, acusan Ampliar la imagen El padre Carlos Rodríguez durante la misa mensual por las 65 victimas de la mina Pasta de Conchos, que se celebró ayer afuera de las instalaciones de Industrial Minera México, en Polanco Foto: José Carlo González Al cumplirse 31 meses de la muerte de 65 mineros en Pasta de Conchos, sus deudos denunciaron que las pensiones que reciben 26 de las familias afectadas representan cerca de una tercera parte de lo que la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) “presume” ante organizaciones internacionales que se han solidarizado con el movimiento. Esto fue expuesto durante una misa oficiada por el sacerdote jesuita Carlos Rodríguez Rivera, celebrada a las afueras de la sede del consorcio Industrial Minera México, de Grupo México, ubicada en Lomas de Chapultepec. Previo al servicio religioso, los presentes guardaron un minuto de silencio ante 65 cruces realizadas con gis en la acera, tanto por los mineros caídos ese 19 de febrero de 2006, como por los 10 mil habitantes del Distrito Federal que perdieron la vida durante los terremotos del 19 y 20 de septiembre de 1985 y las víctimas de lo ocurrido en Morelia, Michoacán, durante la reciente celebración patria. En entrevista previa a la misa, el religioso jesuita, integrante de la Pastoral Laboral y del Centro de Reflexión y Acción Laboral (Cereal), fustigó lo asegurado por el titular de la STPS, Javier Lozano Alarcón, respecto al monto que alcanzan las pensiones y a la insistencia en asegurar que ese otorgamiento es un logro de la actual administración. “Eso es una falsedad, contrariamente a lo que Lozano ha anunciado de que las familias –26 de ellas– están recibiendo cerca de 300 pesos diarios, pues el cálculo se habría hecho sobre esa cantidad; en realidad reciben en promedio 125 pesos diarios, pero la mayoría recibe sólo 110 pesos y la pensión más grande sólo alcanza los 226 pesos, cantidad que nos parece indignante después de este siniestro en el que hubo responsabilidad de Minera México y de la STPS, a través de sus inspectores; ahora las familias ni tienen los cuerpos ni una pensión digna”. En documentación repartida durante la eucaristía se encuentra una carta que la unidad de asuntos internacionales de la STPS envió a Denisse Roca-Servant, del Comité de Solidaridad de las Familias de Pasta de Conchos en Phoenix, Arizona, en la que, además de asegurar que a todos los reclamos de los deudos se ha dado puntual respuesta, se especifica que “las indemnizaciones y pensiones se determinaron sobre un salario base de cálculo de 300 pesos diarios en lugar de los 110 con el que los patrones, Industrial Minera México y General de Hulla, habían registrado a estos trabajadores ante el IMSS”. También en ese escrito se asegura que “por gestiones de la STPS se logró que las empresas cubrieran una indemnización equivalente a 25 por ciento adicional a los beneficiarios de todos los mineros fallecidos”. Tras señalar que seguirán exigiendo “pensiones dignas, castigo a los responsables y el rescate de los cuerpos”, Rodríguez sostuvo que en breve la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) emitirá una recomendación sobre la queja interpuesta hace un año por los afectados, y dijo que la expectativa es que ésta “apunte al rescate de los cuerpos”. “La CNDH está por pronunciarse; la segunda visitadora, Talía Pedroza, nos ha dicho que hay un conjunto de violaciones en el aparato de Estado que impiden el ingreso a la mina, por lo que es muy probable que su recomendación apunte al rescate de los cuerpos y a la reapertura de la mina; esperamos que haya pronunciamiento antes de que termine el año”.
Niegan deudos de mineros muertos en Pasta de Conchos que reciban pensiones elevadas
Miércoles 29 de diciembre de 2010, p. 4
Lúcidos examinadores de la realidad y autores comprometidos murieron durante el año que concluye. Fueron referentes culturales, principalmente en el ámbito de las letras: el escritor Carlos Montemayor, el cronista Carlos Monsiváis, el narrador José Saramago y el filósofo Bolívar Echeverría.
La Jornada recuerda a estas personalidades, hacedores de un valioso legado.
También ocurrieron los fallecimientos del poeta Alí Chumacero; de los historiadores Friedrich Katz y Howard Zinn; de los narradores Tomás Eloy Martínez, J. D. Salinger y Miguel Delibes; y del filólogo Antonio Alatorre, entre otros.
El tenor, maestro, narrador, poeta, ensayista, traductor y activista Carlos Montemayor (Parral, Chihuahua, 1947) falleció en la ciudad de México el domingo 28 de febrero, debido al cáncer que lo aquejó durante meses. En su obra rescató la voz de los colectivos enfrentados al sistema político que les negaba cabida. Indígenas y grupos opositores de izquierda encontraron eco en su creación literaria y reivindicación en su discurso político.
Conocedor de las lenguas hebrea, griega clásica, latina, francesa, portuguesa, italiana e inglesa, tradujo obras clásicas como las Odas de Píndaro, Carmina Burana, poesías de Cayo Valerio Catulo, Virgilio y Safo, así como de poetas tales como Fernando Pessoa y Lêdo Ivo. Al parejo desarrolló una labor de rescate de los idiomas indígenas de nuestro país, que fructificó en un par de volúmenes centrados en éstos y en su poesía.
Otra de las herencias que deja fue recuperar en los libros Guerra en el paraíso, Las armas del alba y Las mujeres del alba, los motivos de los grupos opositores armados de las décadas de los 60 y 70, y el hostigamiento gubernamental a las comunidades que les dieron cobijo. Campesinos, indígenas, estudiantes, han sido masacrados una y otra vez en los países de nuestro continente. La historia de su resistencia es una memoria que dignifica nuestra vida
, manifestó el narrador.
El Premio Nobel de Literatura José Saramago (Portugal, 1922) murió el 18 de junio a la edad 87 años, debido a la leucemia. El novelista, poeta y ensayista conjuntó en su persona la generosidad, los ideales por la justicia social y una escritura profundamente determinada por la realidad. La existencia del portugués se puede caracterizar por su sentencia: El único valor que considero revolucionario es la bondad
.
Es el único portugués que ha ganado el máximo reconocimiento a las letras del mundo, que le fue otorgado en 1998 por su capacidad para volver comprensible una realidad huidiza, con parábolas sostenidas por la imaginación, la compasión y la ironía
, afirmó la Academia sueca.
“La razón de escribir, en el fondo, no es más que esa: escribir… No escribo para agradar, tampoco para desagradar. Escribo para desasosegar. Me gustaría que todos mis libros fueran considerados como libros del desasosiego”, señaló Saramago en 2009 en torno a su novela Caín.
En El Evangelio según Jesucristo y Caín desnudó a la religión como mitificación de la realidad; y abordó el tema de la razón en los tiempos modernos en su trilogía formada por Ensayo sobre la ceguera, Todos los nombres y Ensayo sobre la lucidez.
Carlos Monsiváis (ciudad de México, 1938), cronista crítico de los fenómenos presentes en la mexicanidad, además de analista de los hechos sociales que han conmovido los cimientos de la sociedad nacional durante los siglos recientes, expiró el 19 de junio debido a complicaciones de una fibrosis pulmonar.
Identificado con la izquierda, el ensayista capitalino reivindicó en sus escritos al individuo y sus derechos como base del entramado social, contra el autoritarismo y la derecha. En esta lid se inclinó por el movimiento de 1968, los ídolos populares, las figuras de izquierda y los acontecimientos que significaban ideas progresistas; también apoyó las luchas de las minorías sexuales y culturales.
La obra de Monsiváis, caracterizada por la ironía frente a una realidad intolerable, fue un revire humorístico frente a los agravios por medio de la sátira política, como en su columna Por mi madre, bohemios, en la cual evidenciaba la ignorancia y exhibía la demagogia de políticos, empresarios, jerarcas católicos y personajes de la vida pública en general.
El editor y poeta Alí Chumacero (1918) falleció el 22 de octubre en la ciudad de México, víctima de neumonía. Fue un amante de la lectura desde su infancia en su natal Acaponeta, Nayarit, y a ella dedicó su vida entera como crítico, ensayista y editor. Entre su creación literaria destaca Poema de amorosa raíz, de los versos más célebres en nuestro país.
Laboró durante más de medio siglo en el Fondo de Cultura Económica y fue una de las figuras centrales del éxito de la casa editora. Ahí, el autor de Palabras en reposo atestiguó el paso de algunas de las mejores obras de la literatura mexicana del siglo XX y fue famoso el rumor, que Chumacero negaba, de haber mejorado la novela Pedro Páramo de Juan Rulfo con su corrección.
El filósofo marxista e investigador Bolívar Echeverría (1941), referente crítico del capitalismo en América Latina, falleció el 5 de junio en la ciudad de México como consecuencia de un infarto. El ecuatoriano, que adoptó la nacionalidad mexicana, fue autor de una extensa obra sobre modernidad, economía y cultura, y enfocó su trabajo a los ámbitos de la teoría crítica y la filosofía de la cultura.
Echeverría consideraba al barroco en América Latina una forma de resistencia cultural y una modernidad alternativa. “La verdadera fuerza del impulso anticapitalista –escribió– está expandida muy difusamente en el cuerpo de la sociedad, en la vida cotidiana y muchas veces en la dimensión festiva de esta última, donde lo imaginario ha dado refugio a lo político y donde esta actitud anticapitalista es omnipresente”.
Teoría que sostuvo en obras como Conversaciones sobre lo barroco, La modernidad del barroco y Definición de la cultura.
El sábado 16 de octubre, a los 83 años, pereció en la ciudad de Filadelfia Friedrich Katz, a consecuencia de cáncer. El antropólogo e historiador austriaco dedicó su vida profesional al estudio del acontecer en México y América Latina en los siglos XIX y XX. Produjo obras indispensables para entender a nuestro país como La guerra secreta en México: Europa, Estados Unidos y la Revolución Mexicana, De Díaz a Madero: Orígenes y estallido de la Revolución Mexicana y la biografía Pancho Villa, ineludible si se desea comprender al revolucionario.
Howard Zinn (Nueva York, 1922) murió el 27 de enero por una afección cardiaca, . El historiador de izquierda plasmó en su obra el punto de vista de los de abajo durante la construcción estadunidense y fue autor del libro más vendido sobre el tema: La otra historia de Estados Unidos. Referente antibelicista en ese país, el también articulista de La Jornada mantuvo siempre la esperanza en el rescate de la humanidad contra la opresión.
El periodista y narrador Tomás Eloy Martínez, nacido en Buenos, Aires, en 1934, quien logró unificar lo mejor de ambas disciplinas en su obra, pereció el 31 de enero en la capital de su país. Fue autor de una extensa obra que incluye novela, crónica, ensayo, relato, libretos de cine y televisión, donde destacan La pasión según Trelew, prohibida por la dictadura argentina; Santa Evita, traducida a múltiples idiomas, y El vuelo de la reina.
Autor de culto en Estados Unidos, J.D. Salinger (1919) murió el 27 de enero, en New Hampshire. El guardián entre el centeno, publicado en 1951, bastó para colocar al escritor entre los más reconocidos de la literatura moderna de su país y lanzarlo a la fama que siempre despreció.
Miguel Delibes (1920) vivió una España enfrentada por la Guerra Civil y luego la férrea dictadura de Francisco Franco. Es autor de una narrativa del espacio rural español, cruzada por el hambre y la falta de libertades. Su deceso ocurrió el 12 de marzo.
El ensayista y reconocido filólogo Antonio Alatorre, expiró el 21 de octubre a los 88 años. Originario de Autlán, Jalisco, ejerció una labor docente en nuestro país y otras naciones, y fue estudioso de Sor Juana Inés de la Cruz, de quien editó las obras completas. Fue un notable traductor y hacedor de una obra especializada en la que sobresale Los 1001 años de la lengua española.
A lo largo del año también se registraron los decesos de la poeta y traductora Esther Seligson (ciudad de México, 1941); el poeta y especialista en literatura chicana Juan Bruce-Novoa (San José, Costa Rica, 1944-California, Estados Unidos); el escritor y cronista Armando Jiménez (Piedras Negras, Coahuila, 1917-Tuxtla Gutiérrez, Chiapas); el crítico literario Sergio Nudelstejer (Varsovia, Polonia, 1924), y el autor de novela negra Juan Hernández Luna (ciudad de México, 1962).
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