LA PAROTA EN GUERRERO

-Con marcha refrendan opositores su rechazo a encuesta sobre La Parota

-El movimiento contra la presa, inspirador para la defensa del agua: Arrojo Agudo

Ante el premio Goldman de Medio Ambiente, comuneros narran los años de lucha Con marcha refrendan opositores su rechazo a encuesta sobre La Parota No permitiremos ser despojados; defenderemos la tierra con nuestra vida, reitera CECOP OSSIEL PACHECO El premio Goldman de Medio Ambiente 2003 y presidente de la Fundación Nueva Cultura del Agua, el español Pedro Arrojo Agudo, durante su intervención en la asamblea que organizaron opositores al proyecto hidroeléctrico, en la comunidad de Amatillo, de Acapulco Foto: DAVID NOH COLLI Ante el premio Goldman de Medio Ambiente 2003 y presidente de la Fundación Nueva Cultura del Agua, Pedro Arrojo Agudo, representantes de las comunidades de los bienes comunales de Cacahuatepec opositoras a La Parota se pronunciaron contra la consulta que prevé organizar el Instituto Electoral del Estado de Guerrero (IEEG) entre los guerrerenses sobre el proyecto hidroeléctrico el próximo año. Así lo expresaron ayer en la asamblea realizada en la cancha de Amatillo, donde confluyó la marcha que empezó en Oaxaquilla y que encabezó Arrojo, quien escuchó las consignas contra la presa que pretende construir la Comisión Federal de Electricidad (CFE); pudo constatar las condiciones de pobreza y marginación de los lugareños, así como las pintas y murales que han realizado los comuneros que se oponen a La Parota, en las cuales se leen mensajes como “La tierra, el sol, el agua nos dan vida, por eso no se venden”. Julián Blanco Cisneros, de la comunidad Ejido de los Guajes, fue uno de los que se manifestó contra la consulta del IEEG, argumentó que “el resto de los ciudadanos por más acapulqueños que sean no tienen porque emitir una opinión sobre las tierras de los comuneros que habitan en los bienes comunales de Cacahuatepec, sino es un asunto que deberán resolver los auténticos dueños de esas tierras”. Unos 200 comuneros opositores a La Parota se dieron cita en Amatillo. Ahí, uno a uno dieron sus testimonios de lo ocurrido durante cinco años de lucha en contra de la represa. Felipe Solís, de La Concepción, hizo un recuento de la lucha jurídica, que va desde la resolución del Tribunal Latinoamericano del Agua hasta las sentencias que emitió el Tribunal Unitario Agrario, y las movilizaciones que han realizado. Blanco Cisneros describió que el proyecto llegó a dividir a las comunidades donde familias, compadres y amigos han roto lazos de amistad y parentezco por esta obra, aunado a que el gobierno estatal “no ha podido con nosotros”, a pesar de que han ofrecido la pavimentación de calles, la construcción de bardas, iglesias, escuelas y la introducción del agua potable. En tanto, el vocero del CECOP, Felipe Flores, dio cuenta que esta lucha lleva tres asesinados y heridos, así como líderes que han sido encarcelados, pero asentó que seguirán al frente de las movilizaciones hasta lograr que el proyecto sea cancelado. Llamó a los comuneros a ser inteligentes para evitar ser objeto de la represión; también dejó en claro que las acciones de resistencia nada tienen que ver con el precio que la CFE ofrece como indemnización, sino “para que nos dejen vivir en paz”. Advirtió que no aceptarán ser despojados de sus tierras y que defenderán sus propiedades hasta con su vida. Incluso, instó a los comuneros a seguir defendiendo la dignidad de los pueblos de Cacahuatepec y a generar una cultura a favor del cuidado del agua para evitar que sea contaminada. Originalmente los campesinos se empezaron a concentrar en Aguacaliente para de ahí partir en una marcha a Amatillo, donde se realizó la asamblea. Sin embargo, de último momento se cambio el inicio de la caravana, que arrancó de Oaxaquilla. Las consignas no se hicieron esperar, y los pocos asistentes desplegaron sus mantas en las que demandan se respete el resolutivo de la asamblea realizada el 12 de agosto en la que los comuneros por aclamación se manifestaron en contra de La Parota. Encabezó la manifestación el español Arrojo Agudo, el vocero del CECOP, Felipe Flores, y comisarios y representantes de una veintena de comunidades asentadas en el área de influencia del embalse de la presa, además del dirigente Javier Monroy, del Comité de Amigos y Familiares de Secuestrados, Desaparecidos y Asesinados en Guerrero, y alumnos de la normal rural de Ayotzinapa. En cambio no asistió Marco Antonio Suástegui, otro de los dirigentes más visibles de esta organización opositora. poldoFernandez. El movimiento contra la presa, inspirador para la defensa del agua: Arrojo Agudo OSSIEL PACHECO En la asamblea de Amatillo, el premio Goldman de Medio ambiente 2003, Pedro Arrojo Agudo, dijo que el mundo contempla la lucha del Consejo de Ejidos y Comunidades Opositoras a La Parota (CECOP) porque es emblemática. Citó que en el segundo Encuentro Internacional de Organizaciones Ciudadanas por el Agua, que se llevó a cabo del 18 al 20 de septiembre en Guadalajara, se invocó como ejemplo de lucha al movimiento opositor a esta presa. “Están siendo observados, apreciados, y en la medida que esto ocurre el gobierno mexicano y los poderes de acá no tendrán la posibilidad de quitarles sus tierras porque será conocido”, resaltó el ambientalista español ante campesinos provenientes de las comunidades que se verán afectadas por La Parota. El profesor de análisis económico en la Facultad de Economía de la Universidad de Zaragoza, España, afirmó que los comuneros no sólo tienen su solidaridad, sino que es parte del movimiento opositor. Abundó que en la medida que obtengan la atención de la sociedad civil nacional e internacional, el gobierno, aunque sea poco ético, no podría realizar ninguna acción contra los campesinos opositores a la hidroeléctrica. Instó a los asistentes a seguir en pie de lucha porque “al defender su río, están luchando por la dignidad de los pueblos y un mundo en el cuál los derechos humanos deben estar por delante del derecho de los ricos a ser cada día más ricos”. Aprovechó la reunión para presentar la Carta principios éticos para una movilización mundial frente a la crisis del agua, que suscribieron diferentes personalidades, entre las que destaca el obispo emérito de San Cristóbal de las Casas, Samuel Ruiz García; el ex presidente de Portugal, Mario Soares; Danielle Mitterrand, presidenta de la Fundación France Libertés; y el obispo de la provincia de Misiones en Argentina, Joaquín Piñas, entre otros. Dijo a los opositores a La Parota que ellos, al igual que otros pueblos del mundo, fueron los inspiradores del contenido del documento que da cuenta que el planeta afronta una grave crisis mundial del agua, generada por la convergencia de tres fallas: de inequidad y pobreza; de insostenibilidad por la degradación de los ecosistemas acuáticos y de gobernanza por la falta de democracia participativa en la gestión de los servicios básicos de agua y saneamiento. Argumentó que “en aras del desarrollo económico no todo se vale para hacer dinero porque hay muchas cosas que no se compran ni se venden”, como los derechos humanos porque “la dignidad de las personas y de los pueblos no están en venta, sobre todo en un mundo donde han predicado sobre el capital; no todo vale para hacer más dinero, menos aún, no todo vale para hacer más ricos, a los que ya son los más ricos, no se pueden destruir territorios ni comunidades. “No es legítimo, no es digno, ni ético arruinar los derechos básicos de las poblaciones más vulnerables y pobres para producir más riqueza para los que ya son más ricos”, sintetizó Arrojo Agudo la carta suscrita en el foro sobre ética en la gestión de aguas y ecosistemas acuáticos realizado en Zaragoza, España. El también presidente de la Fundación Nueva Cultura del Agua auguró que los opositores ganarán la lucha contra La Parota, y narró que en el sur de España se dio un caso parecido en una ciudad similiar a Acapulco, cuando en Marbella, que visitan las personas más ricas del mundo, y ante el crecimiento de ese centro turístico empezó a carecer de agua, y proyectaron hacer una represa aguas adentro en el Valle del Genal, pero la gente de esos pueblos de rebeló y cuestionaron por qué la solidaridad de los más pobres para los ricos. Describió que sin usar la violencia, mediante la fuerza de la razón y el derecho, los inconformes explicaron que si querían crecer aún más tenían que hacerlo hacía el mar: “con las nuevas tecnologías de desalación cuesta menos de medio dolar el metro cúbico, pidieron aplicar tecnologías que no impliquen la ruina de los pueblos; al final ganaron que esa presa no se hiciera porque fueron firmes en la defensa de lo básico”.