miércoles, 17 de septiembre de 2008

EL ACTO TERRORISTA EN MORELIA Y LA CONYUNTURA POLITICA

EL ACTO TERRORISTA EN MORELIA Y LA COYUNTURA POLITICA.

Michoacán: ¿terrorismo fecal?

ACTO TERRORISTA EN MORELIA Y LA COYUNTURA POLITICA.

Adrián Valladares. (Prensa libre).

Antes de entrar en materia, conviene recordar que a lo largo de la historia universal se han sucedido actos terroristas contra la población civil, cuya intención es empujar a ésta a tomar una posición más o menos activa y legitimar ante sus ojos acciones de fuerza del poder para consolidarse.

Desde el incendio de Roma, pretexto para criminalizar, perseguir y sacrificar a miles de cristianos, hasta el 11 de septiembre, pretexto de George Bush para invadir Irak y posesionarse de su petróleo.

El más célebre de los actos de provocación fue el incendio del Reichtang en 1933, la consecuencia, el afianzamiento en el poder de Adolfo Hitler y su partido nacional socialista:

“Como consecuencia inmediata del incendio del Reichtang, un "Derecho para la protección de la nación y del Estado" fue promulgado, decreto esencialmente dirigido contra los comunistas; comportaba también la suspensión de ciertos artículos de la Constitución. Hitler aprovechó la situación y declaró el Estado de Emergencia y animó al anciano presidente Paul von Hindenburg a firmar el Decreto del Incendio del Reichstag aboliendo la mayoría de las disposiciones de derechos humanos de la constitución de la República de Weimar.

En una escala modesta; pero con el mismo criterio, el 25 de noviembre de 2006 en Oaxaca ardieron varios edificios públicos y de la iniciativa privada, los incendios fueron realizados por fuerzas paramilitares del gobierno estatal y sirvieron de pretexto para perseguir, golpear y encarcelar a militantes y dirigentes de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca.
Lo ocurrido en Morelia constituye un acto de provocación, independientemente de sus autores. En consecuencia, para explicárselo, es indispensable preguntarse a quién o a quienes perjudica y a quién o a quienes beneficia.
En primer lugar, obviamente arremete y daña a las víctimas directas, población civil inerme e indefensa; en un segundo momento, a quienes desde diferentes posiciones disienten de la conducta del gobierno que en busca de una legitimidad no obtenida en las urnas, ha lanzado irresponsablemente una guerra contra el narcotráfico, arrastrando consigo a toda la sociedad.
Esa “lucha contra la delincuencia” ha carecido de consenso social y es vista con escepticismo por la población, dada la profunda corrupción policíaca y la convicción generalizada que desde las mismas instituciones del poder se brinda protección a la delincuencia. No beneficia a los diferentes cárteles de la droga, por el contrario, les pone en su contra a la sociedad.
El atentado de Morelia ante los ojos de una población crédula de los mensajes mediáticos de la derecha en el poder y poco avezada en las tácticas de Maquiavelo, legitima la “Cruzada” de Calderón.
No es nada extraño entonces que el discurso de Calderón el 16 de septiembre, convoque a la “unidad nacional” en la “guerra” contra la delincuencia, desde hoy bautizada contra el “terrorismo” a la manera de George Bush.
Así sucede cuando los gobiernos carecen de bases sociales, se aterroriza su población y mediante el uso de tan providenciales actos, la empujan a su lado; de paso, descalifican a sus críticos y opositores políticos, pretendiendo cancelar o posponer el debate de los grandes asuntos nacionales y la aceptación acrítica de todas las medidas y acciones de gobierno. Calderón busca erigirse ahora en salvador de la patria.
El asunto no queda ahí, el acto terrorista abona el terreno para que las fuerzas políticas de la derecha insistan con renovada y “justificada” fuerza en endurecer la política represiva del Estado, poco falta para que propongan un “Estado de excepción” y demanden su decreto.

El acto terrorista aún sin proponérselo sus autores, empuja hacia la legitimación del régimen, a conculcar la oposición a la política de gobierno, a la aceptación ciega de su programa neoliberal y a dotar a Calderón de poderes extraordinarios. ¿A quién perjudica y a quién beneficia la sangre inocente derramada?

¿Acto en la construcción del Estado Fascista?


Michoacán: ¿terrorismo fecal?

Los atentados terroristas en Michoacán, en pleno día de la independencia, podrían ser, como en el caso de las Torres Gemelas en EU, una provocación del gobierno espurio.
Edgar González Ruíz

Hay que atender a las lecciones de la historia. Hace siete años, en EU, Bush, quien llegó al poder mediante un fraude electoral, puso en práctica su estrategia militarista usando como pretexto el espectacular ataque terrorista contra las Torres Gemelas del cual él sigue siendo el principal sospechoso, entre otras cosas porque su gobierno fue el gran beneficiario de la masacre.

Ayer, 15 de septiembre, en plena conmemoración de la Independencia de México, en el estado de Michoacán, gobernado por el Partido de la Revolución Democrática, que representa a la izquierda en el espectro electoral, ocurrieron misteriosos y sangrientos atentados que cobraron víctimas en el pueblo, y que los voceros y aduladores de Fecal tratan de atribuir al pretendido "crimen organizado".

La expresión remite al infantilismo que la derecha ha difundido en los medios, tratando de hacer creer a la gente que, como en las películas policiacas, hay una entidad fantasmagórica, una especie de "gran sindicato del crimen", que está en guerra con el usurpador Fecal, a quien con ese pretexto se trata de presentar como el gran defensor de la seguridad del pueblo.

En realidad, los delincuentes no ganarían nada con llevar a cabo esos atentados, pero quien sí puede ganar mucho es Fecal, al promover el apoyo a su estrategia de militarización del país, en momentos en que la inconformidad popular es cada vez mayor, por las políticas que golpean al pueblo con medidas como el aumento las gasolinas y a los impuestos.

De hecho, ya el gobierno derechista ha esgrimido antes el espantajo del terrorismo, ejercido no contra sus amigos sino contra las entidades que le son odiosas. Cabe recordar que luego de la llegada de Fecal al poder se registraron atentados "terroristas" contra Pemex, que ha sido tan atacado por el gobierno derechista, el cual busca su privatización.

Ahora resulta que el día de ayer, precisamente en los momentos en que Fecal mostraba su falta de poder de convocatoria, a pesar de los miles de acarreados traídos en camiones de pasajeros desde pueblos recónditos, y López Obrador, presidente legítimo de México, presentaba un programa para defender los intereses populares y frenar al gobierno espurio, uno de los gobiernos de izquierda del país, el de Michoacán, es agredido en un episodio que apunta hacia su desestabilización en beneficio de la derecha gobernante.

No hay que comprar la fantasía de que el acto fue orquestado por el pretendido "crimen organizado", si no queremos repetir la tonta reacción que tuvieron los estadounidenses ante los atentados contra las Torres Gemelas, historia que ha finalizado con una larga guerra de intervención en Irak, y con el enriquecimiento de los empresarios petroleros y de la industria militar.

A la fecha, resulta muy difícil determinar todas las circunstancias del atentado, como suele suceder con los magnicidios y los crímenes de estado, lo que sí es clarísimo, es que la hipótesis de que Bush fue su autor explica el desarrollo posterior de los hechos, y no así la teoría de que los atentados fueron un ataque a su gobierno perpetrado por organizaciones terroristas árabes.

En el caso de Fecal, es claro que dicho personaje no tiene escrúpulo alguno para actuar contra el pueblo contra la izquierda, y que el PAN no tiene intencipión alguna de abandonar el poder, ni de verlo menoscabado en las elecciones de 2009, a partir de esas premisas cada quien puede sacar sus conclusiones, lo cierto es que si lo ocurrido en Morelia se usa como pretexto para militarizar el país, la consecuencia inmediata será el aumento de la llamada "delincuencia organizada", pues como se evidenció en el tan publicitado secuestro de Fernando Martí, esta requiere de complicidades con los cuerpos de seguridad, por lo cual: a mayor militarización, más delincuencia de gan envergadura.






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OAXACA DE JUAREZ, MAGON Y ZAPATA ,APPO 2011, http://todoelpoderalpueblo.blogspot.com