PROTESTA PARA UNA BUENA CAUSA EN OAXACA

Sólo protestan contra uno de los circos PORQUE NO PROTESTAMOS TODOS CONTRA LOS CIRCOS lunes, 08 de septiembre de 2008 Con la consigna "¡tortura, tortura, tortura no es cultura!" medio centenar de jóvenes se manifestó ayer frente a las instalaciones del circo Solary, ubicado en el Periférico-Eduardo Mata, en contra del mal trato a los animales. LUIS IGNACIO VELÁSQUEZ Fotos: HUGO VELASCO A las 17:00 horas, mientras cientos de personas hacían largas filas para adquirir boletos para la función, los jóvenes irrumpieron frente a la entrada principal del circo para desplegar mantas y pancartas a favor del respeto a la vida de los animales que forman parte del espectáculo. En entrevista, la estudiante universitaria Nayeli Reyes Vásquez señaló que la protesta tenía por propósito frenar la crueldad hacia los animales en el circo. "En los circos la gente se divierte, pero no se pone a pensar que los animales sufren demasiado, que reciben golpes, pasan hambre, para participar en un espectáculo que ellos no disfrutan". "Yo soy estudiante de la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (UABJO) y ahí me enteré de la protesta, por eso estoy aquí, porque me parece una buena causa, pues es injusto exhibir a los animales para diversión de los que nos auto llamamos humanos". Mientras sus compañeros trepan por el camellón central de la transitada vía para desplegar desde ahí sus pancartas, Reyes Vásquez subrayó que no se oponen a los circos, "pero que no incluyan a animales en sus funciones, porque da lástima ver cómo los tienen". Los jóvenes, en su mayoría ataviados con ropa de color negro, intentaron conscientizar a los padres de familia presentes en el lugar que el circo no era un espectáculo apropiado para sus hijos por la crueldad con que se trata a los animales, con pancartas con leyendas como: ""tú pagas, ellos sufren", "¿cómo crees que llegaron los camellos al circo?", "los animales también sienten, deben estar libres", "castigo inhumano, represión, crueldad, sufrimiento", y "¿no les enseñamos a nuestros hijos que la crueldad no es divertida y que los animales merecen respeto?". Y aunque algunas personas optaron por retirarse, otras increparon a los manifestantes por su apariencia. "¡Mira el cabello que tienes, eso es educación!", reprochó una mujer a un joven con rastas, al momento que empujaba materialmente a sus pequeños hijos para incorporarse a la fila a fin de conseguir un boleto para la función. -Pero los animales deben de ser libres, esto no es un espectáculo, respondió el muchacho aludido, en tanto otro de sus compañeros lo invitaba a no intercambiar palabras con las personas que querían ingresar al circo. Divididos en grupos, los muchachos recorrieron las largas filas con sus pancartas para regresar por la glorieta de acceso al fraccionamiento La Noria, por todo lo ancho de la carretera; en tanto una veintena de policías en dos patrullas y seis motocicletas de la Policía Municipal se mantenían a la expectativa en el crucero de Trinidad de las Huertas, frente a la tienda Chedrahui. Otros jóvenes más atrevidos regresaron a la entrada principal del circo para corear: "no a los circos, no a los circos" y "tortura, tortura, tortura, no es cultura". Ahí, un chico cubierto del rostro con un paliacate se desgañitaba sin cesar: ¿qué le estás enseñando a tus hijos? ¡te gustaría estar encerrado como los animales, olvidado en una jaula! ¡esto no es una diversión, es una masacre lo que realizan ahí adentro! ¡no se pueden llamar seres humanos si soportan ver el sufrimiento de otros seres vivos!