A ROMPER EL CERCO PARAMILITAR EN SAN JUAN COPALA

San Juan Copala, nueva caravana: Intento civil y pacífico de romper un cerco paramilitar Lo que pase será responsabilidad de los gobiernos oaxaqueño y federal Estado de sitio y crisis humanitaria También hay un cerco mediático a romper La autonomía es un dique al despojo Zapateando, Xalapa, Ver.– Invitaron a la sociedad veracruzana a participar y a poner los ojos en San Juan Copala, Oaxaca, Angel Luna y David Venegas Reyes, de Voces Oaxaqueñas Construyendo Autonomía y Libertad (VOCAL), la cual forma parte de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO). Explicaron, en voz de David Venegas, que San Juan Copala es un municipio que “en enero de 2007 se declaró en autonomía. Y a raíz de esa declaración, ha sufrido una represión inimaginable en este país, pues desde noviembre del año pasado hasta hoy sufre un cerco paramilitar que impide la entrada de víveres a la comunidad. Les han cortado la luz, han contaminado el río de donde beben y el cual para ellos es sagrado, y los asesinatos, los secuestros y la violencia ahí se padecen de manera cotidiana”. El cerco a Copala, lo lleva a cabo “una organización paramilitar que es parte del Partido Revolucionario Institucional (PRI), la UBISORT (Unión de Bienestar Social de la Región Triqui).” Algunos integrantes de VOCAL, “en un intento de solidaridad, el día 27 de abril pasado, acudimos, junto con otras organizaciones de la APPO y con observadores internacionales a una caravana de observación pacífica y civil al municipio de San Juan Copala. El objetivo era verificar las condiciones en que la población se encontraba a raíz de este cerco paramilitar. No pudimos hacerlo porque nos fue impedida la entrada a la comunidad de manera violenta. Fuimos víctimas de una emboscada donde murieron dos compañeros, la compañera Bety Cariño, de la organización CACTUS, de Huajuapan de León, Oaxaca, y el compañero Jyri Antero Jaakkola, quien fue un observador internacional originario de Finlandia.” Hubo tres heridos por arma de fuego, “Mónica Citlali Santiago y Noé Bautista Jiménez, de VOCAL, y David Cilia, reportero de la revista Contralínea, de la ciudad de México.” Otros de los integrantes de la caravana emboscada “tuvimos que escondernos y escapar de la forma en que pudimos. A pesar de esta represión, seguimos diciendo que el cerco paramilitar en Copala sigue, que nosotros pudimos salir y salvar la vida, otros compañeros no, pero en Copala las cosas están exactamente igual y esto lo demuestra el hecho de que hace dos semanas fueron asesinados en su propia casa uno de los dirigentes del municipio autónomo, que se llama Timoteo Alejandro, y su esposa Cleriberta Castro.” Ambos fueron ultimados por “gente que, la comunidad lo ha denunciado, fueron contratados por el grupo paramilitar. Porque no era gente de la comunidad. Eran fuereños, por eso confiaron en ellos, y los mataron.” Los integrantes de VOCAL, “como sobrevivientes de la caravana, los familiares de los asesinados en la emboscada, los familiares de Timoteo Alejandro y Cleriberta Castro, hubo un secuestro masivo de doce personas (mujeres y niños triquis) también en esos días, todos hemos puesto denuncias ante la Procuraduría General de la República (PGR). Y ha sido ante la PGR porque no creemos absolutamente nada en la procuración de justicia en Oaxaca, que está totalmente sometida a Ulises Ruiz Ortiz y al PRI. Tampoco creemos en la PGR, pero acudimos a hacer estas denuncias como una forma de demostrar que estamos dispuestos a agotar todos los recursos legales e institucionales para obtener justicia. Acudimos también a la Comisión Nacional de Derechos Humanos.” A un mes y una semana de la emboscada, “hasta hoy no han sido llamado absolutamente nadie, ni como testigo ni como indiciado. Es decir que nuestra denuncia hasta hoy no ha tenido el más mínimo trámite. Lo que nos hace pensar en que va a haber impunidad, como en tantos otros casos en nuestro país.” Sin embargo, la comunidad triqui de Copala, “por esta desesperación de estar sufriendo esta crisis humanitaria, están convocando a una nueva caravana, la cual va a salir el 7 de junio, a las seis de la tarde, de la plancha del Zócalo de la Ciudad de México.” En esta nueva caravana humanitaria “van a participar organizaciones de derechos humanos, observadores internacionales de derechos humanos y una gran cantidad de organizaciones sociales del movimiento civil de México. A nivel nacional, de la Otra Campaña y en Oaxaca, de la APPO.” Van a volver a acudir a Copala, “con la intención, de manera pacífica otra vez, romper ese cerco paramilitar que tiene a una comunidad en la hambruna, en la desesperación y al borde de una masacre tipo Acteal.” Los integrantes de VOCAL vinieron a Veracruz “a denunciar estos hechos ante la sociedad veracruzana, ya que ha habido un cerco mediático muy fuerte en torno a estos hechos. Tanto el gobierno estatal como el federal han lanzado línea a los medios de comunicación plegados a ellos para no permitir que se sepan este tipo de cosas, que es de fundamental interés que se sepan. Por eso venimos hasta acá”. David Venegas invitó “a la gente consciente y de buen corazón del estado de Veracruz, en la medida de sus posibilidades, para que participen en esta caravana que sale el 7 de junio, a las seis de la tarde, del Zócalo de la Ciudad de México.” Los que no puedan ir, dijo, el 8 de junio, el día en que la caravana va a entrar a San Juan Copala, que se estén haciendo todas las labores de difusión posible, que todo mundo sepa que ese día va a haber un grupo de hombres y mujeres desarmados y pacíficos que van a intentar entrar a una comunidad que está siendo llevada al borde de la desesperación y del hambre.” Al igual que con la primera caravana, “el dirigente de la organización priista UBISORT, Rufino Juárez, protegido del gobierno estatal, ha dicho públicamente, otra vez, como la vez pasada, que no va a permitir la entrada de la caravana”. Respecto al número de integrantes, dijo que esperan arriba de 400 personas. Quien en Xalapa desee ayudar y no pueda ir, puede aportar víveres no perecederos en el café del patio de Radio Universidad Veracruzana. Pero la otra forma “muy importante en que se puede ayudar, es que el 8 de junio, en todos los lugares donde sea posible, haya manifestaciones, movilizaciones, pequeñas o grandes, difusión, con una idea: que la mayor parte de este país sepa que ese día va a haber el intento civil de romper un cerco paramilitar a una comunidad indígena, y que cualquier cosa que pase, es responsabilidad del gobierno federal y del oaxaqueño.” Los víveres que se piden para apoyar a los triquis sitiados son: frijol, arroz, azúcar, harina de maíz, enlatados. Le preguntaron si también medicamentos, y explicó que eso es “un poco complicado porque, a veces, las caducidad los hace ya inservibles en las comunidades, o por la imposibilidad de aplicarlos.” Aceptó que puede incluirse ropa en buen estado. Pero enfatizó que “para evitar que otra vez el gobierno se haga el occiso, que diga que no sabe nada, que los ciudadanos de todo el país nos encarguemos de hacerle ver que ese día va a haber un intento pacífico de entrar en esa comunidad. De tal forma que no puedan argumentar, como la vez pasada, que no tenían conocimiento.” El bloqueo a la comunidad es un castigo contra la autonomía: “La declaración de autonomía de San Juan Copala ha sido respondida con esta agresión, porque la declaración de autonomía de un pueblo en México significa no seguir creyendo en los partidos políticos y en el gobierno, pero al mismo tiempo significa que los pueblos entienden que es necesaria la alianza con los otros pueblos.” Aclaró que la autonomía, “de ninguna manera significa división o independencia del país. Significa todo lo contrario: que los ciudadanos sean capaces de autogobernarse y en el caso de los pueblos indígenas, tener el control de sus recursos para su propio beneficio y bienestar. De eso se trata la autonomía y es precisamente esa la parte que los gobiernos y las empresas ven como un riesgo, ya que hoy en México la mayor parte de los pueblos indígenas, y de los trabajadores todos, estamos siendo lesionados en nuestros derechos más básicos.” Denunció que ocurren “megaproyectos de despojo, aquí en el estado de Veracruz, nos estamos enterando que hay un proyecto de 7 presas hidroeléctricas en la zona central del estado. Son proyectos que, ya se ha demostrado en otros pueblos, donde no se han permitido, sólo provocan pobreza, desplazamientos forzados, cambios de la forma de vida y destrucción ecológica.” Y como eso es lo que los gobiernos quieren seguir permitiendo, “un pueblo que se declara en autonomía no permite que no se le consulte antes de aprobar cualquier tipo de proyecto en su territorio. La autonomía es un dique en contra del despojo, de la imposición y del autoritarismo”. Venegas Reyes advirtió: “vemos que si el pueblo de México, la sociedad civil, no detiene esta espiral de violencia que hoy está concentrada en Copala, el peligro del paramilitarismo es real para todos los pueblos, comunidades y también para la gente que desde las ciudades se opone a la imposición neoliberal del gobierno. Si hoy la sociedad no denuncia con suficiente fuerza y no logra que el gobierno inmovilice a estos grupos paramilitares, va a ser un cáncer que definitivamente va a venir a corroer aún más a nuestra vida nacional, y como ejemplo tenemos a Colombia, en donde los paramilitares tienen tal nivel de poder que pueden imponer gobernantes y la gente está a merced de ellos.” Opinó el integrante de VOCAL: “Pensamos que si no hay la suficiente fuerza para parar esto en este momento en San Juan Copala, puede estar ocurriendo en cualquier parte del país en donde haya pueblos o ciudadanos organizados tratando de hacer valer sus derechos de manera pacífica”. Respecto a la coyuntura electoral, explicó que para los municipios autónomos un de sus principios es “la no participación electoral y el no involucramiento de los partidos políticos. Sin embargo, sí vemos que San Juan Copala se está viendo afectado por este proceso electoral en Oaxaca, pues como en Veracruz y en otros estados del país, viene a avivar las contradicciones de la clase dominante, a provocar luchas en los pasillos de los palacios y del poder. Y en esa lucha entre los grupos de poder, como decimos vulgarmente, se llevan entre las patas a los pueblos indígenas. En este momento Copala está siendo víctima colateral de la lucha entre los partidos, porque lo que menos quieren en un proceso electoral es que haya un pueblo que no va a ser juego de esa farsa, que no va a permitir la instalación de casillas y cuyos ciudadanos no van a tomar parte de la legitimidad de un régimen de gobierno caduco que sólo ha provocado el empobrecimiento de las amplias mayorías de nuestra población.”