La caída
México, D.F., 7 de noviembre (apro).- Menos de un año le duró a Felipe Calderón la “luna de miel”. El desplome que han mostrado las últimas encuestas es el reflejo de una serie de errores de gobierno y la falta de mejoría en la economía familiar, golpeada por la constante alza de precios, así como el incremento a la gasolina, aún cuando no ha entrado en vigor.
Curiosamente los tres principales competidores de la elección presidencial del 2006 han caído estrepitosamente en los ejercicios de percepción ciudadana. Andrés Manuel López Obrador ya no cuenta con la simpatía de la mitad de la población que lo apoyó en aquellas elecciones. Su tozudez rayana en el capricho, así como sus posiciones totalmente radicales, han ahuyentado a millones que votaron por él.
Roberto Madrazo, por su parte, está cada vez peor y su trampa descubierta en el maratón de Berlín terminó por sepultarlo. Difícilmente podrá regresar a la política, sobre todo ahora que flotan en las inundaciones de Tabasco sus deficiencias como gobernador y posibles actos de corrupción en los recursos que le dio Petróleos Mexicanos (Pemex) para obras hidráulicas que nunca se realizaron.
Pero si en el caso de los dos tabasqueños el impacto negativo en sus respectivas imágenes sólo les afecta a ellos, en Felipe Calderón es grave porque se trata del jefe del Ejecutivo y sus errores nos perjudican a todos.
De acuerdo con la encuesta nacional de Ipsos-Bimsa publicada en El Universal el lunes pasado, de agosto a la fecha, la aprobación presidencial descendió siete puntos porcentuales, al pasar de 64 a 57%.
Se trata de una caída considerable que debería de preocupar a Calderón y su equipo que cada vez muestra de manera clara su inexperiencia política para manejar los escenarios políticos y financieros.
De acuerdo con la encuesta de Ipsos-Bimsa, “a diferencia de la caída en popularidad del periodo abril-agosto, hoy el descenso en la aprobación está acompañado por un aumento en el número de ciudadanos que reprueban la labor del presidente. Uno de cada tres mexicanos, 33 por ciento, reprueba la gestión de Felipe Calderón, cifra 13 puntos porcentuales por encima de la medición de agosto, y la más alta en lo que va del año”.
Si se observa en perspectiva, este desplome en la aprobación ciudadana es una reacción al incumplimiento de las promesas que Calderón hizo durante su campaña: crear empleos, no aumentar los precios de los productos básicos, tampoco los impuestos, entre otros.
Lo preocupante es que Calderón aún no cumple un año como presidente de la República y ya da muestra de desgaste. Faltan cinco años y no se observa una estrategia de gobierno capaz de resolver los problemas estructurales del país.
En Los Pinos se hace cada vez más evidente y público el gasto excesivo en vinos, licores, comida exquisita y otros lujos entre el equipo cercano a Calderón, especialmente de Juan Camilo Mouriño y César Nava. Además de que la residencia presidencial parece más una casa de desfile de modas que un centro de gobierno. La mayor parte del equipo en Los Pinos son jóvenes que provienen de las escuelas privadas más caras del país y algunos de ellos con postgrado en el extranjero, ajenos a la realidad del país.
Calderón se enfrenta cada vez más a los poderes fácticos que influyen en la vida política del país y lo hace con estos jóvenes de gustos exquisitos, a quienes se les implementaron gimnasios, cocinas con chefs, cámaras de oxigeno y sistemas de purificación de aire en sus oficinas, y que los alejan aún más de la realidad nacional.
En el gabinete tampoco cuenta con muchos apoyos: El secretario de Gobernación, Francisco Ramírez Acuña no tiene el oficio, el tamaño ni la disposición para sentarse a dialogar con los poderes fácticos, como son los líderes de los sindicatos, entre ellos Elba Esther Gordillo; los empresarios, los líderes de los partidos y de los movimientos sociales como la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO), así como de la guerrilla más activa, el Ejército Popular Revolucionario (EPR).
La mano dura que Calderón quiso implementar a través de las fuerzas armadas y la Policía Federal Preventiva (PFP) tampoco le dio el resultado que quería: las bandas del narcotráfico siguen mandando en algunas regiones del país y la inseguridad prevalece en las principales ciudades, aun con los espectaculares decomisos de la semana pasada.
Ante este difícil panorama a Calderón le urge dar un golpe espectacular y uno podría ser contra los hijos de Marta Sahagún, quienes participaron en actos de corrupción para hacerse de una enorme fortuna en menos de seis años.
Los hijos políticos de Vicente Fox podrían ser o representar el sacrificio político que requiere Calderón para ganar simpatía y confianza entre la ciudadanía.
Otro acto sería el alejamiento estratégico con Elba Esther Gordillo, de ahí que no se descarta que se apruebe en el Senado, con el apoyo del PAN, una iniciativa para revisar el destino de los millonarios recursos públicos que se les da a los sindicatos como el SNTE que lidera la maestra.
Este alejamiento le daría a Calderón también un bono de confianza ciudadana y un deslinde político ante quien se ha mostrado como la responsable de su victoria y públicamente es reconocida como el símbolo de la corrupción.
Calderón tiene ante sí esta disyuntiva: Si actúa con inteligencia contra estos dos ejemplos de corrupción puede ganar muchas simpatías. En caso contrario, no solo perderá la confianza ciudadana, sino que entrará en un desgaste más fuerte que el que tuvo Fox; y el PAN difícilmente repetirá una tercera victoria en la elección presidencial del 2012.
FUENTE: PROCESO.Jose Gil Olmos.
Miércoles 29 de diciembre de 2010, p. 4
Lúcidos examinadores de la realidad y autores comprometidos murieron durante el año que concluye. Fueron referentes culturales, principalmente en el ámbito de las letras: el escritor Carlos Montemayor, el cronista Carlos Monsiváis, el narrador José Saramago y el filósofo Bolívar Echeverría.
La Jornada recuerda a estas personalidades, hacedores de un valioso legado.
También ocurrieron los fallecimientos del poeta Alí Chumacero; de los historiadores Friedrich Katz y Howard Zinn; de los narradores Tomás Eloy Martínez, J. D. Salinger y Miguel Delibes; y del filólogo Antonio Alatorre, entre otros.
El tenor, maestro, narrador, poeta, ensayista, traductor y activista Carlos Montemayor (Parral, Chihuahua, 1947) falleció en la ciudad de México el domingo 28 de febrero, debido al cáncer que lo aquejó durante meses. En su obra rescató la voz de los colectivos enfrentados al sistema político que les negaba cabida. Indígenas y grupos opositores de izquierda encontraron eco en su creación literaria y reivindicación en su discurso político.
Conocedor de las lenguas hebrea, griega clásica, latina, francesa, portuguesa, italiana e inglesa, tradujo obras clásicas como las Odas de Píndaro, Carmina Burana, poesías de Cayo Valerio Catulo, Virgilio y Safo, así como de poetas tales como Fernando Pessoa y Lêdo Ivo. Al parejo desarrolló una labor de rescate de los idiomas indígenas de nuestro país, que fructificó en un par de volúmenes centrados en éstos y en su poesía.
Otra de las herencias que deja fue recuperar en los libros Guerra en el paraíso, Las armas del alba y Las mujeres del alba, los motivos de los grupos opositores armados de las décadas de los 60 y 70, y el hostigamiento gubernamental a las comunidades que les dieron cobijo. Campesinos, indígenas, estudiantes, han sido masacrados una y otra vez en los países de nuestro continente. La historia de su resistencia es una memoria que dignifica nuestra vida
, manifestó el narrador.
El Premio Nobel de Literatura José Saramago (Portugal, 1922) murió el 18 de junio a la edad 87 años, debido a la leucemia. El novelista, poeta y ensayista conjuntó en su persona la generosidad, los ideales por la justicia social y una escritura profundamente determinada por la realidad. La existencia del portugués se puede caracterizar por su sentencia: El único valor que considero revolucionario es la bondad
.
Es el único portugués que ha ganado el máximo reconocimiento a las letras del mundo, que le fue otorgado en 1998 por su capacidad para volver comprensible una realidad huidiza, con parábolas sostenidas por la imaginación, la compasión y la ironía
, afirmó la Academia sueca.
“La razón de escribir, en el fondo, no es más que esa: escribir… No escribo para agradar, tampoco para desagradar. Escribo para desasosegar. Me gustaría que todos mis libros fueran considerados como libros del desasosiego”, señaló Saramago en 2009 en torno a su novela Caín.
En El Evangelio según Jesucristo y Caín desnudó a la religión como mitificación de la realidad; y abordó el tema de la razón en los tiempos modernos en su trilogía formada por Ensayo sobre la ceguera, Todos los nombres y Ensayo sobre la lucidez.
Carlos Monsiváis (ciudad de México, 1938), cronista crítico de los fenómenos presentes en la mexicanidad, además de analista de los hechos sociales que han conmovido los cimientos de la sociedad nacional durante los siglos recientes, expiró el 19 de junio debido a complicaciones de una fibrosis pulmonar.
Identificado con la izquierda, el ensayista capitalino reivindicó en sus escritos al individuo y sus derechos como base del entramado social, contra el autoritarismo y la derecha. En esta lid se inclinó por el movimiento de 1968, los ídolos populares, las figuras de izquierda y los acontecimientos que significaban ideas progresistas; también apoyó las luchas de las minorías sexuales y culturales.
La obra de Monsiváis, caracterizada por la ironía frente a una realidad intolerable, fue un revire humorístico frente a los agravios por medio de la sátira política, como en su columna Por mi madre, bohemios, en la cual evidenciaba la ignorancia y exhibía la demagogia de políticos, empresarios, jerarcas católicos y personajes de la vida pública en general.
El editor y poeta Alí Chumacero (1918) falleció el 22 de octubre en la ciudad de México, víctima de neumonía. Fue un amante de la lectura desde su infancia en su natal Acaponeta, Nayarit, y a ella dedicó su vida entera como crítico, ensayista y editor. Entre su creación literaria destaca Poema de amorosa raíz, de los versos más célebres en nuestro país.
Laboró durante más de medio siglo en el Fondo de Cultura Económica y fue una de las figuras centrales del éxito de la casa editora. Ahí, el autor de Palabras en reposo atestiguó el paso de algunas de las mejores obras de la literatura mexicana del siglo XX y fue famoso el rumor, que Chumacero negaba, de haber mejorado la novela Pedro Páramo de Juan Rulfo con su corrección.
El filósofo marxista e investigador Bolívar Echeverría (1941), referente crítico del capitalismo en América Latina, falleció el 5 de junio en la ciudad de México como consecuencia de un infarto. El ecuatoriano, que adoptó la nacionalidad mexicana, fue autor de una extensa obra sobre modernidad, economía y cultura, y enfocó su trabajo a los ámbitos de la teoría crítica y la filosofía de la cultura.
Echeverría consideraba al barroco en América Latina una forma de resistencia cultural y una modernidad alternativa. “La verdadera fuerza del impulso anticapitalista –escribió– está expandida muy difusamente en el cuerpo de la sociedad, en la vida cotidiana y muchas veces en la dimensión festiva de esta última, donde lo imaginario ha dado refugio a lo político y donde esta actitud anticapitalista es omnipresente”.
Teoría que sostuvo en obras como Conversaciones sobre lo barroco, La modernidad del barroco y Definición de la cultura.
El sábado 16 de octubre, a los 83 años, pereció en la ciudad de Filadelfia Friedrich Katz, a consecuencia de cáncer. El antropólogo e historiador austriaco dedicó su vida profesional al estudio del acontecer en México y América Latina en los siglos XIX y XX. Produjo obras indispensables para entender a nuestro país como La guerra secreta en México: Europa, Estados Unidos y la Revolución Mexicana, De Díaz a Madero: Orígenes y estallido de la Revolución Mexicana y la biografía Pancho Villa, ineludible si se desea comprender al revolucionario.
Howard Zinn (Nueva York, 1922) murió el 27 de enero por una afección cardiaca, . El historiador de izquierda plasmó en su obra el punto de vista de los de abajo durante la construcción estadunidense y fue autor del libro más vendido sobre el tema: La otra historia de Estados Unidos. Referente antibelicista en ese país, el también articulista de La Jornada mantuvo siempre la esperanza en el rescate de la humanidad contra la opresión.
El periodista y narrador Tomás Eloy Martínez, nacido en Buenos, Aires, en 1934, quien logró unificar lo mejor de ambas disciplinas en su obra, pereció el 31 de enero en la capital de su país. Fue autor de una extensa obra que incluye novela, crónica, ensayo, relato, libretos de cine y televisión, donde destacan La pasión según Trelew, prohibida por la dictadura argentina; Santa Evita, traducida a múltiples idiomas, y El vuelo de la reina.
Autor de culto en Estados Unidos, J.D. Salinger (1919) murió el 27 de enero, en New Hampshire. El guardián entre el centeno, publicado en 1951, bastó para colocar al escritor entre los más reconocidos de la literatura moderna de su país y lanzarlo a la fama que siempre despreció.
Miguel Delibes (1920) vivió una España enfrentada por la Guerra Civil y luego la férrea dictadura de Francisco Franco. Es autor de una narrativa del espacio rural español, cruzada por el hambre y la falta de libertades. Su deceso ocurrió el 12 de marzo.
El ensayista y reconocido filólogo Antonio Alatorre, expiró el 21 de octubre a los 88 años. Originario de Autlán, Jalisco, ejerció una labor docente en nuestro país y otras naciones, y fue estudioso de Sor Juana Inés de la Cruz, de quien editó las obras completas. Fue un notable traductor y hacedor de una obra especializada en la que sobresale Los 1001 años de la lengua española.
A lo largo del año también se registraron los decesos de la poeta y traductora Esther Seligson (ciudad de México, 1941); el poeta y especialista en literatura chicana Juan Bruce-Novoa (San José, Costa Rica, 1944-California, Estados Unidos); el escritor y cronista Armando Jiménez (Piedras Negras, Coahuila, 1917-Tuxtla Gutiérrez, Chiapas); el crítico literario Sergio Nudelstejer (Varsovia, Polonia, 1924), y el autor de novela negra Juan Hernández Luna (ciudad de México, 1962).
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