Montaña de Guerrero, 24 de marzo. Decenas de indígenas anunciaron su integración al Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente (ERPI) y advirtieron que “no vamos a esperar hasta 2010 para hacer la revolución en Guerrero; aquí en la Montaña ya la estamos haciendo. Desde aquí vamos a defender el petróleo y nuestros recursos naturales. Con acciones combativas vamos a exigir maestros, médicos y hospitales, ya no le creemos a ningún partido político, ni al gobernador Zeferino Torreblanca ni a Felipe Calderón”, afirmó el miliciano indígena Ramón.
En entrevista con La Jornada, cinco años después de la anterior entrevista concedida por la dirigencia nacional del ERPI –la cual se realizó en diciembre de 2003–, el miliciano Rodolfo demandó que no se pretenda inmiscuir a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) ni con las organizaciones revolucionarias que actúan en México y, sobre la pretensión del gobierno federal de privatizar Pemex, advirtió: “desde aquí, a nuestro modo, vamos a defender el petróleo y en general todos los recursos naturales”.
Unos 30 indígenas participaron en la entrevista, aderezando con comentarios las respuestas y a veces sólo asintiendo. Pero eran más de 50 los que se apostaron no muy lejos, en los alrededores del monte en el que se llevó a cabo el encuentro. Algunos caminaron más de 12 horas desde sus comunidades para llegar a este lugar.
Sin uniforme militar, pero encapuchados y armados con escopetas y machetes, a diferencia de otras ocasiones en que aparecen portando rifles AK-47, hablaron de sus problemas con un discurso directo, y anunciaron también la conformación de columnas guerrilleras integradas exclusivamente por indígenas de la Montaña de Guerrero. En esta ocasión no asistió ninguno de los comandantes de la región, solo dos jóvenes responsables del trabajo.
Los pueblos indígenas de la Montaña por lo general se organizan según sus usos y costumbres, y por lo regular hablan sólo las personas mayores, los ancianos. Don Ramón, indígena de unos 64 años, machete en mano explicó cómo decenas de pueblos indígenas han optado por integrarse al ERPI: “gracias por venir hasta tan lejos para ver la pobreza en que nos tienen los gobiernos de México; queremos decir que aquí estamos reunidos la organización del ERPI, debido a que nuestros gobiernos siempre han sido sordos hacia los pueblos indígenas. Desde hace muchas décadas no nos toman en cuenta, y por eso estamos empezando la revolución”.
Por eso la organización del ERPI “planteamos que ya no podemos esperar más, pues ya es demasiado tarde; ésa es la mira de nosotros. Para nosotros los indígenas de la Montaña de Guerrero ya no existe otro camino más que la revolución, ya anduvimos buscando por todos lados el camino que se debe proseguir para que se den derechos a los indígenas, pero por la vía pacífica no se ha podido nunca, al contrario, día con día se pone más difícil la situación”.
Los castigos que recibe “la raza indígena” en toda la República Mexicana “no los manda Dios, sino que los aplican los gobernantes; ese es por un lado, por otro, el gobernador Zeferino Torreblanca se hizo perredista al principio, y luego dijo que no dependía de ningún partido, luego se supo que andaba con Acción Nacional; sabemos que hay países que apoyan a México para combatir la pobreza, pero cuando reciben los apoyos el gobierno mexicano los almacena; ya en las campañas los regalan a la ciudadanía para recibir votos”.
“Hoy estamos reunidos para resolver nuestros problemas. Estamos analizando por qué inició la revolución de 1910, y llegamos a la conclusión que porque el gobierno se portó mal. Decimos por eso que vivos o muertos vamos a decidir por el camino de la revolución, porque ya no queremos oír más discursos. Los soldados no son hijos de los ricos sino de la gente pobre, y al rato, cuando suceda algo (la revolución), creemos que ellos nos van a apoyar, por eso hacemos un llamado a todos los indígenas de todo el país a que se sumen al ERPI, porque ya declaramos la revolución, ya han pasado muchos años, la raza indígena sabe que nuestro México es de los pobres.”
Más reservado, Rodolfo, que aunque no lo dijo pareciera ser el responsable de esta zona en la que tiene presencia el ERPI, narró el trabajo que desarrolla la organización desde hace varios años: “en mi caso llevo seis años por acá, pero antes, cuando trabajábamos como Ejército Popular Revolucionario (EPR), y mucho antes, ya los pueblos se estaban organizando, inclusive desde la época del comandante Genaro Vázquez Rojas”.
Señaló que la gente se ha sumado por comunidades enteras al ERPI, debido a la represión, “a la presencia de los militares, de los grupos paramilitares, del encarcelamiento de los dirigentes indígenas, de la represión a la policía comunitaria, la migración, el saqueo de la madera, la falta de 83 maestros y escuelas, de médicos y hospitales; por eso la gente en la Montaña se está organizando por la vía de las armas.
“Con el gobierno espurio de Felipe Calderón la situación se ha complicado; en lugar de que mande recursos o proyectos, envía militares y pretende comprar helicópteros y armas sofisticadas en el contexto del Plan Mérida, no para combatir el narcotráfico, sino a los movimientos armados y a las organizaciones sociales que luchan contra la pobreza. (Ratificó que en la zona de la Montaña ya se integraron columnas con milicianos indígenas.) Nosotros vemos bien el trabajo del subcomandante Marcos con el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) en Chiapas. En algunas cosas hemos compaginado con sus métodos, su trabajo está bien estructurado y las acciones que realizan les está dando resultados. Él plantea el poder popular desde abajo y nosotros también, y lo hacemos con todas las poblaciones a diario”.
El ERPI da cursos de todo tipo. “Ya se integraron varias columnas indígenas, y todavía estamos en un largo proceso de integración; los pueblos siempre verán bien a la gente que esté con ellos y les respete sus costumbres y tradiciones”.
Con relación a los grupos paramilitares expresó: “sabemos que ya hay células de grupos paramilitares en Metlatónoc y en otras zonas de la Montaña, o en la Tierra Caliente, Costa Chica y Costa Grande. Aquí en la Montaña hemos dicho a esa gente que no puede matar a sus mismos hermanos, hemos tratado de dialogar con ellos que no entienden razones, y que están entrenados por el ejército, pero también no vamos a aceptar que esas personas crezcan y nos maten a los compañeros indígenas y a los dirigentes de las organizaciones, porque nosotros vamos a responder.
“Al gobierno federal decimos que no vamos a permitir que masacren a las poblaciones y rechazamos que se quiera involucrar a la UNAM con la guerrilla de las FARC, y que ahora se empiece a reprimir al estudiantado tratando de inmiscuir a los estudiantes de otras instituciones educativas del país con las organizaciones revolucionarias”.
Del conflicto interno del Partido de la Revolución Democrática (PRD) señaló que el ERPI se ha mantenido al margen. “Sabemos que las bases son pura gente pobre, que a veces ni entienden por qué están en los partidos. Vemos que el sistema ha metido mucho las manos por medio de las corrientes políticas; por ejemplo, decía Jesús Ortega que Alejandro Encinas representa la época pasada, nosotros vemos que los partidos no van a ser la opción nunca, pero vemos también cómo el gobierno de Felipe Calderón metió las manos para dividirlos. Aquí en la Montaña esa división perjudicó a los indígenas, está claro que los partidos no van a resolver el problema jamás.”
El gobierno panista de Felipe Calderón “es muy represivo desde el momento en que ocupó el poder. Hay más carestía, masacres entre los grupos de narcotraficantes y lo mismo sucede con Zeferino (Torreblanca); la cosa está igual, se asemejan porque pareciera que tienen la misma estructura, al entrar como gobierno junto con Chavarría (el secretario de gobierno de Guerrero que políticamente viene de la izquierda) han reprimido a los estudiantes de Ayotzinapa, a los dirigentes sociales. Nosotros como ERPI sabemos que Zeferino es el represor y el empresario que siempre ha apostado a enriquecerse más. Reprimió a los maestros en Acapulco y ahora entró con mano dura. Respetamos a las bases que decían que iban a apoyarlo, pero ahí están las consecuencias”.
Apenas en octubre pasado, el padre Antolín Casarrubias, vicario general de la diócesis de Tlapa, declaró a La Jornada que “la marginación y la miseria en que viven los pueblos indígenas de la Montaña de Guerrero podría propiciar un estallido social de incalculables consecuencias. No es posible que, por ejemplo, el Hospital del Niño y la Madre funcione a medias, únicamente con medicina preventiva”, advirtió en esa ocasión.
creemos que todo el que piense de esta manera esta en su justa desicion
ResponderEliminarestos mediocres gobiernos buenos para nada. solo sirven para defalcar a l pais , y reprimir asus poblaciones,
y todo a que pendejo que diga estas personas estan mal , es por que no le antocado su misarable libertinaje , malditos alcoholicos corructos vividores de los que menos tienen
digamos no a la explotacion del hombre por el hombre.