LA GENTE DECIDIO ECHARSE A CAMINAR...BERTHA MUÑOZ

Por C. Rojo

La doctora Bertha Muñoz es una mujer delgadísima, tiene 58 años, el pelo gris, la voz grave y fuma sin parar lo mismo que toma café.

Nació en Morelos, y estudió Medicina en la UNAM en la Ciudad de México, sin embargo lleva 28 años en Oaxaca.

Madre soltera y con tres hijos. Bertha Muñoz alternaba sus profesión dando la cátedra de Salud Pública en la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma Benito Juárez (UABJO), y ofreciendo consulta de Epidemiología en el Hospital Aurelio Valdivieso.

Sin embargo, su vida dio un giro radical a partir de 14 de junio de 2006, día en que la policía estatal del “gobernador” Ulises Ruiz desalojó violentamente el zócalo de la ciudad de Oaxaca, ocupada por los maestros en huelga, que exigían, entre otras demandas, aumento de sueldo.

Al igual que todo el pueblo, aquel día brinqué. Ya estaba muy molesta por las trapacerías de este gobernador.

La única organización a la que pertenecía es la Sociedad Médica. No he militado en un partido político. El 14 de junio estaba dando clase a las 7 de la mañana. Cuando me enteré de la entrada de la policía, fui al Zócalo con mis alumnos y montamos un puesto de socorro para atender a los heridos.

Desde entonces la doctora Bertha Muñoz se incorporó a las movilizaciones del pueblo oaxaqueño, que semanas después constituirían la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO).

El movimiento se extendió, se tomaron pacíficamente, instalaciones gubernamentales, públicas, estaciones de radio y televisión, hubo megamarchas con la participación de la población de diversos sectores sociales, quienes al unísono demandaban, y exigen aún, la salida del señor Ulises Ruiz.

La respuesta del gobierno fue contundente. Policía Federal Preventiva (PFP), paramilitares, sicarios, gases lacrimógenos, asesinatos, represión, violación a los derechos humanos, y presos políticos.

En este escenario, la labor de la doctora fue, por un lado, socorrer a los heridos que provocaba la violenta ofensiva de los policías contra la población que se manifestaba, y por el otro, conducir la transmisión de la Radio Universidad, que tomaron los alumnos para difundir al pueblo de Oaxaca (y al mundo mediante mil “espejos” en Internet) la represión que cometía el gobierno con su policía sobre la población civil organizada.

Esta segunda labor dentro del movimiento, la de conductora, le dio a Bertha Muñoz un reconocimiento dentro del pueblo que la escuchaba. Su voz, sus palabras, transmitían valentía, ánimos, cordura, orden, alegría y broma, aún en los momentos más difíciles de agresión policíaca, como la del 2 de noviembre, cuando la PFP atacó el campus universitario, donde está la Radio Universidad: mucha gente fue herida, pero resistieron el asalto de los PFP.

En una entrevista hecha por la periodista Blanche Petrich, la doctora Bertha dice:

La gente no nos ha dejado de apoyar un solo momento. Vienen profes, clase media, gente humilde, familias.

El 2 de noviembre fue cosa de minutos. Estábamos medio solos esa noche. Apenas dijimos por la radio ‘nos van a atacar’, y quién sabe de dónde salió tanta gente. Este fenómeno de participación popular en Oaxaca, en un momento de tanto peligro, lo van a tener que estudiar sociólogos y politólogos durante mucho tiempo.

A pesar de las movilizaciones pacíficas de la APPO, la presión policíaca fue creciendo cada vez más. El 25 de noviembre se lleva a cabo la séptima mega marcha, la policía provoca y agrede a los manifestantes, se arma un fuerte enfretamiento, hay heridos, y muchos detenidos, varios ni siquiera eran de del movimiento, pero son violados sus derechos y llevados a la cárcel ilegalmente.

La situación es difícil y tensa, la presión policíaca y paramilitar es grande. El 29 de noviembre los universitarios deciden entregar las instalaciones, y con ello, la radio, que prácticamente se había convertido en el corazón del movimiento, pues desde ahí se coordinaban diferentes acciones organizativas en la calle.

Durante estos días, la doctora Bertha Muñoz, y sus hijos, deciden esconderse. A sus teléfonos celulares llegan amenazas de muerte; ya venía ocurriendo meses atrás, pero ahora son más constantes y peligrosas.

En una entrevista, desde la clandestinidad, otorgada a la Comisión Civil Internacional de Derechos Humanos, en su quinta visita a México por los hechos en Oaxaca, la doctora Bertha Muñoz explica:

Bueno, a partir del día en que se entregó Radio Universidad al señor rector de la UABJO, prácticamente yo me tuve que esconder, ya que los rumores y las amenazas - y más que los rumores las amenazas contra mi persona - desde días antes, eran mucho, muy fuertes en relación, así lo mencionaban, de que a mí no me iban a detener, a mí me iban a desaparecer.

Yo planteé ese día, ante el Consejo de la APPO, la posibilidad de entregarme públicamente que con los medios, sí, periodistas presentes, para que no me desaparecieran porque, quién tiene ganas de que lo desaparezcan, yo creo nadie. Pero bueno, ahí se me hizo la observación de que tal y como estaban las cosas en ese momento nadie podía garantizar, a pesar de que yo me entregara públicamente, pues el que no me desaparecieran, conociendo lo que han estado haciendo.

Y entonces se acordó que lo que íbamos a hacer, no sólo yo sino algunas otras personas, las personas que de alguna manera estábamos más señaladas por alguna razón, que teníamos que escondernos para ver como iban las cosas. Entonces pues yo me escondí, llevo desde el 28 de noviembre, 28, 29 de noviembre, escondida.

Inicialmente, yo tenía a mi cargo un puesto de socorro, el primer puesto de socorro que hubo en el movimiento. Por las mismas necesidades del movimiento, se tuvo que montar un servicio médico para atender las urgencias, los heridos, los lesionados…Y posteriormente por azares del destino, me convertí en conductora de Radio Universidad. Y yo creo que fue este último aspecto el que más llamo la atención tanto del Estado como de la gente que ha estado participando.

Entro otros asuntos la doctora Bertha, a través de la CCIODH, exige que los gobiernos federal y estatal trabajen para otorgarle garantías para su seguridad personal y familiar,

… porque no he cometido ningún delito: no he asesinado a nadie, no he robado, no he secuestrado. Y cómo es posible que por la simple manifestación de mis ideas tenga una amenaza de muerte sobre mi cabeza y sobre la de mis hijos. ¿Tanto miedo le tienen a las palabras?.

Hasta el día de hoy la doctora Bertha Muñoz permanece escondida. El gobierno no ha declarado nada sobre ella, ni tampoco le ha otorgado garantías de seguridad. La doctora Bertha dice:

Pueden seguirnos reprimiendo y quizá dentro de una semana en lugar de 10 personas escondidas seamos 50, y a lo mejor otra vez vuelven a llenar las cárceles y quizás vuelvan a balacearnos. Pero repito: la gente decidió echarse a caminar y no la van a parar, el movimiento sigue y va a seguir.




BUENO ESTE ESCRITO NO ES PORQUE HAYA MUERTO SI NO QUE SABEMOS QUE ESTA MAS VIVA Q NUNCA,TRANSMITIENDO DESDE RADIO ESCOPETA DESDE ALGUNA PARTE ,SALUDOS Y UNA GRAN FELICITACION POR ESTE DIA(DIA DEL MEDICO)A ELLA Y A TODOS LOS MEDICOS CONCIENTES Y NO TAN CONCIENTES ,A LOS ALUMNOS EN FORMACION ,QUE COMO VIMOS FORMAN UNA GRAN ESCALADA DE JOVENES CON UNA CONCIENCIA NUEVA,ALGO VISTO DURANTE EL CONFLICTO DEL AÑO PASADO, PORQUE APARTE DE SER MEDICOS PUEDEN ABRIR LOS OJOS PARA VER LO QUE SUCEDE A SU ALREDEDOR Y VER LOS PROBLEMAS QUE AQUEJAN A LA SOCIEDAD,SON VALORES INTRINSECOS DE LA MEDICINA PREVENIR Y/O CURAR LAS ENFERMEDADES,ALIVIAR LAS QUE NO TIENEN CURA, ACOMPAÑAR EN EL SUFRIMIENTO, PROMOCIONAR ESTILO DE VIDA SALUDABLES ESO ES LO QUE NECESITA OAXACA ESTILOS DE VIDA SALUDABLES PARA TODOS SIN EXCEPCION.

FELICIDADES A LOS QUE REALMENTE SON MEDICOS¡¡¡¡

agOnY