sábado, 1 de diciembre de 2007

CINISMO DE COMPLICIDAD EN OAXACA : PRIAN.

A unas horas de cumplir su primer año de gobierno, en la marginada población oaxaqueña de Yogana, Felipe Calderón Hinojosa presentó el jueves 29 el programa Sectorial Social de su administración, acompañado por integrantes del gabinete en la materia y de Ulises Ruiz, quien maltrecho de salud y con evidente pérdida de rumbo del régimen que encabeza, celebra este sábado 1 de diciembre, 1,095 días de haber llegado, también en condiciones de escándalo, al gobierno del estado.

Por razones de la vida y de la política, sin poderse deslindar de los compromisos que lo atan para cogobernar con el priato que presume la impunidad de Mario Marín, Calderón, regresa nuevamente a Oaxaca a compartir foro con el llamado por Carlos Loret, “gober penoso”, sin ningún dejo de preocupación por la condena que hace tiempo han hecho muchos oaxaqueños de que la estancia presidencial es un aval incuestionable a la impunidad con que se conduce el régimen local, acusado hasta el cansancio, de lesionar derechos fundamentales de su pueblo y de ciudadanos que se han vinculado de algún modo con el movimiento social surgido para cuestionar su ejercicio en el poder.

A la vista de la resolución de la Suprema Corte de la Nación para no tocar ni con el pétalo de una insinuación al “gober precioso” y dejarlo libre de las acusaciones por haber dañado los derechos de la periodista Lydia Cacho, nos habremos de acostumbrar a seguir viendo, impotentes acaso, la relación constante entre quienes jefaturan éstos y los demás estados de la República y el poder presidencial, pues la lección que nos deja la desaseada decisión del máximo tribunal es que ningún tipo de abuso procedente del poder y de quienes nos gobiernan, podrá ser cuestionado, ni tampoco tener éxito.

La complicidad que sostienen el PAN y el PRI en una especie de cogobierno, deja sano y salvo por supuesto a Mario Marín, pero también a Ulises quien a la postre acaba de declarar que muy poco le preocupa la determinación de la Suprema Corte de Justicia de la Nación de ampliar su investigación de los hechos violentos ocurridos en Oaxaca en 2006 hasta el desalojo que efectuó la policía estatal contra simpatizantes de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO) en el cerro del Fortín, el 16 de julio pasado, que tuvo saldo de detenidos y heridos, entre ellos Emeterio Merino.

No necesita Ulises de ningún arte adivinatorio para estar seguro ahora, más que nunca, de que así como exoneraron a su socio poblano, la Corte será indulgente con las acciones ilegales atribuídas a su gobierno, por lo cual realiza una investigación sobre los acontecimientos del año pasado.

Con el criterio exhibido por los ministros ahora, muy pocas esperanzas quedan de que los 24 muertos y sus familiares, así como los más de 300 detenidos y 600 detenidos que ha producido el conflicto tendrán justicia algún día. Habrán de esperar, acaso, la “justicia divina” que no está ciega, maltrecha y prostituída como la que imparte el Poder Judicial.

No es ninguna coincidencia que uno de los abogados oficiosos de Ulises, Jorge Franco, haya esbozado una sonrisa de satisfacción en el salón de plenos del Tribunal cuando se desechó el dictamen del Ministro Juan Silva Meza que pedía sanciones contra autoridades protectoras de pederastas, cuyas víctimas y sus familiares ––en Oaxaca hay dos casos escandalosos— ahora estarían en la condición no sólo de pedir perdón a los influyentes particulares señalados de abusos, sino de ser acusados de perjurio o de daño moral, como puede sucederle a Lydia Cacho y a todos los periodistas que hayan tocado casos como éste.

Bajo este escenario acudió Felipe Calderón a Oaxaca, hablando linduras de los programas sectoriales del gabinete social que, afirma, pone por escrito el compromiso por reducir la mortalidad infantil y de madres de familia; reducir el analfabetismo, elevar la calidad educativa, apoyar a la gente más pobre y cerrar la brecha entre la riqueza y la pobreza.

Muchos recordamos que uno de los programas sociales más difundidos lo presentó Carlos Salinas de Gortari en San Juan Copala, en 1989 y desde entonces los triquis no solamente están más pobres, sino que son presa de una vorágine de violencia interétnica que se expresa en la desaparición de jovencitas que nadie quiere dar razón de ellas.

Otra muestra del desparpajo oficial al dar pinceladas para la reducción de la pobreza, la conocen los vecinos de San Juan Petlapa, que en las postrimerías del régimen de Vicente Fox vieron inaugurada su carretera y ahora, un año y 13 meses después, la pavimentación del camino casi no existe.

El descrédito sobre la política gubernamental que al tiempo de emprender programas sin que la justicia se haga extensa a miles de comunidades prácticamente excluídas de cualquier tipo de desarrollo, se apresta a incrementar impuestos y los precios de las gasolinas, puede apreciarse en el hecho de que 72 % de los mexicanos, según Consulta Mitofsky, opina que la economía nacional está peor que hace un año.

Y que el riesgo de crisis económica está presente al menos en la percepción de la gente, con lo que apenas un año después del Calderonazo –por su atropellada toma de posesión- acaba la luna de miel que siempre al inicio de cualquier gobierno expresa una población esperanzada de que su vida va a mejorar de algún modo.

Por eso, no es coincidencia que Ulises Ruiz sea de nuevo el anfitrión de Calderón y se muestre obsequioso como dicen las crónicas, con el visitante, que trae bajo su égida la distribución de recursos para el área social y de otros, que el titular del Ejecutivo puede disponer sin necesidad de pedir autorización del Congreso, como por ejemplo, el reparto entre las entidades federativas de los excedentes por las ventas del petróleo.

Como se sabe, el fondo petrolero se distribuye, según simpatías y antipatías, además de compromisos políticos del presidente con los gobernadores, porque los ingresos por este concepto se van a gasto corriente.

Desde el 2005, el gobierno de Fox mantuvo la amenaza de condicionarle a Ulises la entrega de este fondo a la resolución del caso del periódico NOTICIAS y un año después, a la búsqueda de una solución al conflicto presentado por la APPO y el magisterio.

Pero después pudo comprobarse que con el supuesto amago de Gobernación sólo se engañaba a las contrapartes de Ulises para deslizar la idea de que se ahorcaría económicamente.

Ahora, con la puesta en marcha del Programa Sectorial Social, Calderón ofrece una gran bolsa presupuestaria que aunque esté debidamente etiquetada por la Sedeso y otras dependencias, proporciona un excelente respiro para que Ulises con optimismo por el aval presidencial y de su partido, el PAN, pase el umbral de inicio de su segundo periodo de gobierno, por el que sabe muchos oaxaqueños no lo eligieron.

Es la manifestación más clara de que sin importar acusaciones de violaciones de derechos humanos, muertes, aprehensiones y daños colaterales infringidos a la sociedad habrá, como con la Presidencia de la República, gobernador a fuerza durante los próximos tres años.


ERNESTO REYES

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OAXACA DE JUAREZ, MAGON Y ZAPATA ,APPO 2011, http://todoelpoderalpueblo.blogspot.com