FLAVIO SOSA : DOS AÑOS DESPUES

Flavio Sosa: dos años después Thursday, 24 de April de 2008 Cuando las rejas se desvanecieron, Flavio Sosa Villavicencio encontró intactas las viejas demandas de justicia social de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO), la misma actitud autoritaria de Ulises Ruiz, un estado con una mayor crisis económica, política y social. Al país lo halló en medio de la polémica, pues la política interior se reduce a una caricatura, dice. EL UNIVERSAL Admite que "sí hay miedo, pero éste se deja en la casa", y del gobernador Ruiz señala: "Para él una injusticia no es nada". En medio de la reflexión, en su casa del municipio de San Bartolo Coyotepec, el llamado "líder visible" de la APPO -aunque él dice: "sólo soy uno de los 150 consejeros que tenía la asamblea en 2006- hace un repaso de su encarcelamiento de un año y cuatro meses, acusado de secuestro, robo calificado con violencia, lesiones calificadas, daños dolosos por incendio, sedición y ataques a las vías generales de comunicación. Su relato va "al infierno que no le deseo ni al mismo Ulises Ruiz" en el penal federal de Almoloya, donde estuvo ocho meses, pasando por los diálogos a ciegas que escapaban de las celdas de prisioneros declarados enemigos número uno del país. Ahí, la libertad se reducía a ver el cielo entre cuatro paredes elevadas y con suerte apreciar alguna ave posada en el alto del enmallado. Prosigue con el encarcelamiento de sus hermanos, su paso por el penal de Cuicatlán, en Oaxaca, de donde salió hace cinco días, con 20 kilogramos menos de peso. Planes Flavio se centra un momento en la perspectiva de la lucha popular. Está feliz ante el desvanecimiento de datos en los procesos que se le siguieron. "Hay que revitalizar el consejo de la APPO que ha sido golpeado, mermado, hacer un balance". El objetivo: llegar a diciembre con muchos comités, para revisar con la sociedad la transformación política y social de Oaxaca. -¿Cómo encuentras a la APPO? -Por la política de terrorismo del gobierno se le ha golpeado, está mermada, ahorita es un estado de conciencia colectiva, está presente en el imaginario colectivo que quiere justicia. La inconformidad la vuelvo a encontrar cuando camino y la gente te saluda; la lucha está ahí ante las personas lastimadas por el terrorismo de Estado. Desde su humilde sillón de sala donde concede la entrevista, los ojos vivaces se mueven buscando agilizar las palabras al hablar del nuevo horizonte político. Su cabellera que ya crece rebelde se parte al frente de manera dispareja, despeinada, mientras la barba de candado poco a poco se va pareciendo a la que fue grabada en miles de pancartas y mantas de decenas de movilizaciones en pos de su libertad. Dice que la tarea es organizativa, en la idea de que no sólo se diseñará la táctica; "llegar al próximo 14 de junio luego de revisar nuestros errores, ante un movimiento obrero activo y vigoroso en Oaxaca". Ahí están, dice, los sindicatos de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (UABJO), los sindicatos democráticos del ayuntamiento capitalino, los sindicatos libres con los que la APPO llega al primero de mayo en medio de una discusión sobre cómo orientar la lucha. Flavio también se pregunta sobre la participación de las organizaciones civiles que tenía la asamblea hace dos años. Por ahora los activistas ya inician reuniones, y aunque faltan muchos compañeros pone en duda si ya no están porque los cooptaron o porque aún son víctimas del terrorismo de Estado. "No lo alcanzo a apreciar bien". -¿Hasta dónde tienes miedo? -Sí hay miedo, pero se deja en la casa, porque no puedes vivir asustado o con temor a salir. Tampoco se trata de la movilización por movilización o llenar de barricadas, sino de revisar hacia dónde vamos. También se le vincula, vía algunos "articulistas", con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). No dice mucho, pero del bombardeo al campamento guerrillero en Ecuador, considera que se trató de un crimen de Estado, de una política de terrorismo de Estado, de un gobierno fascista, "porque el señor Álvaro Uribe es un fascista, que mediante las balas no va a poder arreglar la guerrilla". Una gente que está vinculada a los paramilitares, al narcoterrorismo, no se la merece Colombia, concluye. Cumbia y ballenato Resalta el empeño del gobierno de relacionar a la APPO con el grupo guerrillero. Repone que de Colombia le gusta la cumbia, los libros de Gabriel García Márquez y el ballenato, "que me encanta y hasta tengo unas letras para ponerle ritmo, pero nada que ver con las FARC". -¿Y Andrés Manuel López Obrador? -En lo personal coincido con la lucha de Andrés Manuel, que está peleando por regresar la dimensión ética e histórica a la lucha social. Pero tampoco puedo tirar línea a la APPO. Puedo emitir mi opinión, pero no decirles 'ahora nos vamos con López Obrador'. Es por ello que Flavio habla de defender el petróleo. "Debemos empujar el debate nacional que se abra a los universitarios, a los distintos sectores de la sociedad, que es lo que los mexicanos quieren, para que se haga un diagnóstico del problema de Pemex". No puede ser que quienes quieran opinar sólo sean personas sin calidad moral, como el Congreso del estado, sin legitimidad, ya que sólo fue elegido con 26% de electores, añade. "Necesitamos que haya democracia, ahí están diferentes organizaciones civiles; debemos buscar espacios en los medios de comunicación. Dicen que se trata de una discusión de expertos, pero ya ves a dónde han llevado al país esos expertos". -¿La muerte y el sacrificio en la lucha? -Cualquier sacrificio vale la pena por una causa justa. Apreciamos la vida y no estaría por lesionar una persona por diferencias políticas; es condenable, deleznable, quitar una vida por diferencias políticas. ` Del gobierno federal, asegura que demuestra poca capacidad de gobernar: "Ahí está (Juan Camilo) Mouriño (secretario de Gobernación), la eminencia gris que terminó en una caricatura gris; se convirtió en el Mister Bisnes del gobierno federal y le quedaron muy grandes los zapatos. Es entonces cuando desestima las acciones de la Segob. "Ya en estos momentos el señor Mouriño tiene poco resorte en sus manos". Sería una irresponsabilidad dejar los resortes del gobierno en sus manos, asienta categórico. -¿Y el gobernador, que desestimó tu liberación? -Creo que para él no es relevante que a una injusticia se le pongan tantas luces; para él una injusticia no es nada, Oaxaca es una tierra donde no pasa nada. No me extraña su conducta porque tiene al estado en la peor crisis que haya existido. Flavio Sosa discurre así hacia el futuro, pero hasta ahora no sabe a qué se dedicará. Cuando se le pregunta de qué va a vivir, duda. "No lo sé todavía, pero hay que pagarle al abogado o me va a meter a la cárcel", bromea. A Sosa se le inquiere si viviría de la poesía, una faceta desconocida para la mayoría de quienes lo acusan. En prisión escribió poesías "que tienen que ver con la vida, con mi punto de vista, pero no me considero poeta", dice sonriendo.