APATIA E INDIFERENCIA (DEL MOVIMIENTO ESTUDIANTIL)

Apatía e indiferencia (del movimiento estudiantil) Apatía e indiferencia por Gabriel HERNÁNDEZ GARCÍA Oaxaca de Juárez.- El movimiento estudiantil esta postrado. Los estudiantes, que en otro momento significaron una esperanza, un punto de apoyo, un sector que podía defender algunos intereses del pueblo, por ejemplo protestar contra el alza del transporte, ayudándole con servicio social en sus colonias y comunidades, asesorándolo en sus múltiples problemas, ahora, no realizan prácticamente ninguna de éstas funciones. En los jóvenes que estudian la preparatoria o la Universidad, campea, el individualismo la apatía, la desorganización. Un sentimiento de considerarse, solo por el hecho de ser estudiante, superior a aquellos sectores de la sociedad, que son considerados como pobres. Los estudiantes creen que si bien es cierto han sido pobres, (o lo son todavía) o bien de clase media, van a llegar a ser ricos, o cuando menos solventes económicamente y que, por lo tanto, no necesitan ni para bien, ni para mal, de las clases pobres. Siendo esto así, piensan que no tienen porque mezclarse en la problemática de las clases marginadas, pues, a ellos no les va ni les viene, dado que ellos van a ser millonarios y por lo tanto no carecerán de nada. En otros momentos, cuando había un alza al transporte público, masas significativas e importantes de estudiantes salían a las calles a marchar y se oponían y protestaban. Algunas veces obligaban a los concesionarios del transporte público y a las autoridades a echar abajo el aumento o a ponerlo en un precio mas equilibrado, para el transportista y para los usuarios. En ese sentido, el pueblo, veía, entendía, se identificaba y apoyaba parte de estas luchas estudiantiles puesto que ante un aumento, la lucha y la negociación se impedía el alza del transporte a niveles exagerados para la economía popular. Se lograba hacerlo menos pesado para colonos campesinos y estudiantes. En la actualidad ese fenómeno estudiantil prácticamente ha desaparecido. Los estudiantes están desorganizados, divididos e indiferentes a problemas como el alza del transporte. Todos sabemos que en Oaxaca, el precio del transporte subió en un peso. Ahora cuesta cuatro pesos con cincuenta centavos el viaje, problema que implica gastar mas diariamente en transporte y, dado que un individuo realiza mas de un viaje diario en transporte público, semanal, mensual y anual, el gasto se elevará enormemente, en detrimento de otros gastos personales o familiares ante este aumento. ¿Qué hicieron los estudiantes oaxaqueños? ¿ Qué medidas tomaron? y ¿Cuáles van a tomar? Prácticamente ninguna. Solo se supo que varios de los dirigentes, dizque estudiantil, que más bien han sido catalogados como porros universitarios en lugar de levantar una lucha estudiantil para evitar el alza del transporte, tranzaron con los concesionarios, recibiendo una fuerte suma de dinero para evitar la toma de autobuses, mismo que se repartieron y que al no hacerlo equitativamente provocó un enfrentamiento entre ellos con saldos de cinco de ellos en la cárcel. Esto evidentemente nada tiene que ver con una lucha estudiantil seria, honesta y consecuente y mucho menos con la lucha social por evitar que no se afecta tanto al pueblo trabajador con el aumento al transporte. Urge, es necesario una organización estudiantil que evite la corrupción académica, (ahí donde se presente); que exija mejores condiciones de infraestructura educativa; que pelee subsidios y becas para los estudiantes pobres; que exija la practica de la cultura y el deporte para todos los jóvenes; que contemple la unión del aspecto teórico con el práctico y por lo tanto una vinculación y colaboración entre el sector industrial y el sistema educativo; que enseñe y recalque a los estudiantes su pertenencia al pueblo la responsabilidad que tiene de ayudarlo, de motivarlo y dirigirlo en aquellas luchas y sectores en donde sea posible. Necesitamos que nuestros estudiantes dejen de ser apáticos indiferentes e insensibles a las luchas populares en el entendido de que les guste o no, ellos también son parte del pueblo.