Astillero Julio Hernández López Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx ■ Fetichismo azul ■ Heroísmo en pareja ■ Lucro y elecciones Ampliar la imagen Vista parcial, anoche, del área donde cayó el martes pasado el Learjet de la Secretaría de Gobernación, tras haber sido desalojados del lugar los vehículos afectados y los restos del avión Vista parcial, anoche, del área donde cayó el martes pasado el Learjet de la Secretaría de Gobernación, tras haber sido desalojados del lugar los vehículos afectados y los restos del avión Foto: Luis Humberto González Felipe Calderón cerró ayer la primera parte de su proceso personal de construcción de un insospechado paladín (luego vendrán las nomenclaturas viales, las denominaciones inmobiliarias y las rotondas electorales ilustres). Emocionalmente perturbado, con un discurso de pasiones políticas que llegó al extremo de calificar de “heroísmo” el trabajo del joven amigo muerto, el ocupante formal de la Presidencia de la República llevó la exageración de sus alabanzas al extremo de revelar virtualmente que durante dos años quien gobernó en México fue el fallecido secretario de gobernación o, para aplicar la figura del sexenio anterior, una pareja o un tándem presidencial. Tantas habrían sido las virtudes y habilidades del superfuncionario nacido en Madrid que a estas alturas vale preguntarse no sólo si habrá entre los mortales alguien con credenciales suficientes para atreverse a intentar el llenado de los enormes zapatos del Bucareli tocado por San Camilo, sino incluso qué será de este país sin su presencia física (pues la histórica ya le ha sido garantizada mediante decreto, y la de presunto fetiche electoral ya está en imprentas y estudios de producción). Domingo frente a panistas en el que Calderón continuó la ahora sí inocultable tarea de obtener ganancia política de una muerte que ni siquiera tiene esclarecimiento formal. El secretario Luis Téllez pelea a contracorriente para sostener la tesis de que la caída del Learjet fue accidental, mientras el jefe del gabinete insiste en plantear como epopeya lo que podría haber sido un suceso fortuito sin tintes propios para tejer leyendas o relatar proezas. Pero al tocado mánager michoacano le urge asegurar que Mouriño fue el estratega de su victoria electoral porque cree que así refuerza la versión de que ganó legítimamente, gracias a los poderes hasta ahora ocultos de un genio supremo que le empujó a pelear por la sucesión de Vicente Fox cuando las encuestas demostraban que esa aspiración era “una locura” y que le hizo ganar los comicios casi mágicamente (“contra todo pronóstico (...) logró (...) conducirnos, me incluyo, nos condujo hacia la victoria”). Otra de las distorsiones propagandísticas contenidas en el discurso faccioso que sostiene Calderón es la de reconocer al difunto una proporción enorme en el logro de los grandes cambios y la gran mejoría que según eso se habría alcanzado en México en los dos años recientes, apreciación felipense absolutamente distante de la realidad cotidiana. La peligrosa desmesura del tutor michoacano al hablar de su pupilo fallecido llegó al punto indefendible de proponer la figura de éste como modelo a seguir por los mexicanos todos y, de manera casi obligatoria, a partir de ahora, por los panistas que en privado solían, salvo las camarillas beneficiadas de la cercanía con el llamado Iván, expresarse despectivamente de un encumbrado por razones de intimidad al que no reconocían ninguna valía profesional, académica o intelectual ni una verdadera carrera partidista. Crecientemente agitado en su alocución, pasando de la tristeza al tono encendido y el gesto autoritario, Calderón no sólo se excedió escandalosamente en el elogio de quien más cercano le era, sino que echó en cara a los panistas de elite allí reunidos una serie de defectos (mezquindades, ruindades, pleitos, parálisis, mohindad, perezas y jijez de la tostada que debe “dejar atrás la envidia, que tanto sufrió Él”, éste pronombre con inicial en mayúscula, conforme al sentido del incienso felipal); defectos, pues, que sólo podrán ser redimidos a través de la inmediata e incondicional adoración del máximo personaje del retablo –presuntamente– sexenal y el cumplimiento de penitencias electorales que les llevarán por las casas con nudillos predicantes que convoquen a la feligresía ya consolidada y a los descarriados o a aquellos que aún no conocen la buena nueva para que ayuden con su óbolo en forma de boleta comicial a que continúe expandiéndose en la tierra el reino mouriñista nacido a partir de la Parábola Campechana del Sándwich (Felipe conoció a Iván porque éste no quiso conformarse con un emparedado en casa, sino que prefirió asistir con sus papás a una reunión con el dirigente panista, pero no por escuchar a éste sino para “comer rico”, según mencionó ayer el orador principal de la sesión blanquiazul). El ensalzamiento del estilo Mouriño de hacer política pretendió reivindicar no sólo el sabido historial de Juan Camilo en cuanto a aprovechar el poder para hacer negocios personales y familiares (Calderón ya sentenció que todo eso son falsedades y calumnias, aunque jurídicamente esté demostrado el tráfico de influencias y el conflicto de intereses, por ejemplo), sino que avanzó al extremo absolutamente insostenible de convertir al padre del ex secretario en protagonista blanco de historias santas, no sólo en función del duelo familiar, que en todo caso debería mantenerse en el respetable ámbito de lo privado, sino llevándolo al escenario político, como sucedió ayer, exigiendo a los panistas que lo tomen también como ejemplo e incluso como referencia de acicate para seguir adelante y no claudicar en ese esquema de fusión de lo político y los negocios que podría resumirse en la frase “¡La patria es dinero!” De vuelta en el plano terreno, agreste, ingrato y traicionero de la política real, la atención está puesta en el nombre de quien ocupará la secretaría de Gobernación. César Nava, el secretario particular, no quiso ayer descartarse de la posibilidad de ascenso, y se refugió en la sabida muletilla de que el nombramiento es decisión de quien le corresponde tomarla. Germán Martínez, luego del discurso que pronunció ayer, y del compromiso público con el ideario del señor Mouriño Atanes, parece perfilado a continuar al frente del fideicomiso partidista. De ser congruente con su discurso, Calderón deberá nombrar a otro miembro de la “nueva generación” de políticos que encabezaba Juan Camilo Mouriño. Es decir, alguien del círculo íntimo que se reduce cada día más. Y, mientras el PRI sigue desde Hidalgo su marcha hacia 2012, ¡Hasta mañana, con los reajustes de presupuesto en el centro del jaleo legislativo! |
Miércoles 29 de diciembre de 2010, p. 4
Lúcidos examinadores de la realidad y autores comprometidos murieron durante el año que concluye. Fueron referentes culturales, principalmente en el ámbito de las letras: el escritor Carlos Montemayor, el cronista Carlos Monsiváis, el narrador José Saramago y el filósofo Bolívar Echeverría.
La Jornada recuerda a estas personalidades, hacedores de un valioso legado.
También ocurrieron los fallecimientos del poeta Alí Chumacero; de los historiadores Friedrich Katz y Howard Zinn; de los narradores Tomás Eloy Martínez, J. D. Salinger y Miguel Delibes; y del filólogo Antonio Alatorre, entre otros.
El tenor, maestro, narrador, poeta, ensayista, traductor y activista Carlos Montemayor (Parral, Chihuahua, 1947) falleció en la ciudad de México el domingo 28 de febrero, debido al cáncer que lo aquejó durante meses. En su obra rescató la voz de los colectivos enfrentados al sistema político que les negaba cabida. Indígenas y grupos opositores de izquierda encontraron eco en su creación literaria y reivindicación en su discurso político.
Conocedor de las lenguas hebrea, griega clásica, latina, francesa, portuguesa, italiana e inglesa, tradujo obras clásicas como las Odas de Píndaro, Carmina Burana, poesías de Cayo Valerio Catulo, Virgilio y Safo, así como de poetas tales como Fernando Pessoa y Lêdo Ivo. Al parejo desarrolló una labor de rescate de los idiomas indígenas de nuestro país, que fructificó en un par de volúmenes centrados en éstos y en su poesía.
Otra de las herencias que deja fue recuperar en los libros Guerra en el paraíso, Las armas del alba y Las mujeres del alba, los motivos de los grupos opositores armados de las décadas de los 60 y 70, y el hostigamiento gubernamental a las comunidades que les dieron cobijo. Campesinos, indígenas, estudiantes, han sido masacrados una y otra vez en los países de nuestro continente. La historia de su resistencia es una memoria que dignifica nuestra vida
, manifestó el narrador.
El Premio Nobel de Literatura José Saramago (Portugal, 1922) murió el 18 de junio a la edad 87 años, debido a la leucemia. El novelista, poeta y ensayista conjuntó en su persona la generosidad, los ideales por la justicia social y una escritura profundamente determinada por la realidad. La existencia del portugués se puede caracterizar por su sentencia: El único valor que considero revolucionario es la bondad
.
Es el único portugués que ha ganado el máximo reconocimiento a las letras del mundo, que le fue otorgado en 1998 por su capacidad para volver comprensible una realidad huidiza, con parábolas sostenidas por la imaginación, la compasión y la ironía
, afirmó la Academia sueca.
“La razón de escribir, en el fondo, no es más que esa: escribir… No escribo para agradar, tampoco para desagradar. Escribo para desasosegar. Me gustaría que todos mis libros fueran considerados como libros del desasosiego”, señaló Saramago en 2009 en torno a su novela Caín.
En El Evangelio según Jesucristo y Caín desnudó a la religión como mitificación de la realidad; y abordó el tema de la razón en los tiempos modernos en su trilogía formada por Ensayo sobre la ceguera, Todos los nombres y Ensayo sobre la lucidez.
Carlos Monsiváis (ciudad de México, 1938), cronista crítico de los fenómenos presentes en la mexicanidad, además de analista de los hechos sociales que han conmovido los cimientos de la sociedad nacional durante los siglos recientes, expiró el 19 de junio debido a complicaciones de una fibrosis pulmonar.
Identificado con la izquierda, el ensayista capitalino reivindicó en sus escritos al individuo y sus derechos como base del entramado social, contra el autoritarismo y la derecha. En esta lid se inclinó por el movimiento de 1968, los ídolos populares, las figuras de izquierda y los acontecimientos que significaban ideas progresistas; también apoyó las luchas de las minorías sexuales y culturales.
La obra de Monsiváis, caracterizada por la ironía frente a una realidad intolerable, fue un revire humorístico frente a los agravios por medio de la sátira política, como en su columna Por mi madre, bohemios, en la cual evidenciaba la ignorancia y exhibía la demagogia de políticos, empresarios, jerarcas católicos y personajes de la vida pública en general.
El editor y poeta Alí Chumacero (1918) falleció el 22 de octubre en la ciudad de México, víctima de neumonía. Fue un amante de la lectura desde su infancia en su natal Acaponeta, Nayarit, y a ella dedicó su vida entera como crítico, ensayista y editor. Entre su creación literaria destaca Poema de amorosa raíz, de los versos más célebres en nuestro país.
Laboró durante más de medio siglo en el Fondo de Cultura Económica y fue una de las figuras centrales del éxito de la casa editora. Ahí, el autor de Palabras en reposo atestiguó el paso de algunas de las mejores obras de la literatura mexicana del siglo XX y fue famoso el rumor, que Chumacero negaba, de haber mejorado la novela Pedro Páramo de Juan Rulfo con su corrección.
El filósofo marxista e investigador Bolívar Echeverría (1941), referente crítico del capitalismo en América Latina, falleció el 5 de junio en la ciudad de México como consecuencia de un infarto. El ecuatoriano, que adoptó la nacionalidad mexicana, fue autor de una extensa obra sobre modernidad, economía y cultura, y enfocó su trabajo a los ámbitos de la teoría crítica y la filosofía de la cultura.
Echeverría consideraba al barroco en América Latina una forma de resistencia cultural y una modernidad alternativa. “La verdadera fuerza del impulso anticapitalista –escribió– está expandida muy difusamente en el cuerpo de la sociedad, en la vida cotidiana y muchas veces en la dimensión festiva de esta última, donde lo imaginario ha dado refugio a lo político y donde esta actitud anticapitalista es omnipresente”.
Teoría que sostuvo en obras como Conversaciones sobre lo barroco, La modernidad del barroco y Definición de la cultura.
El sábado 16 de octubre, a los 83 años, pereció en la ciudad de Filadelfia Friedrich Katz, a consecuencia de cáncer. El antropólogo e historiador austriaco dedicó su vida profesional al estudio del acontecer en México y América Latina en los siglos XIX y XX. Produjo obras indispensables para entender a nuestro país como La guerra secreta en México: Europa, Estados Unidos y la Revolución Mexicana, De Díaz a Madero: Orígenes y estallido de la Revolución Mexicana y la biografía Pancho Villa, ineludible si se desea comprender al revolucionario.
Howard Zinn (Nueva York, 1922) murió el 27 de enero por una afección cardiaca, . El historiador de izquierda plasmó en su obra el punto de vista de los de abajo durante la construcción estadunidense y fue autor del libro más vendido sobre el tema: La otra historia de Estados Unidos. Referente antibelicista en ese país, el también articulista de La Jornada mantuvo siempre la esperanza en el rescate de la humanidad contra la opresión.
El periodista y narrador Tomás Eloy Martínez, nacido en Buenos, Aires, en 1934, quien logró unificar lo mejor de ambas disciplinas en su obra, pereció el 31 de enero en la capital de su país. Fue autor de una extensa obra que incluye novela, crónica, ensayo, relato, libretos de cine y televisión, donde destacan La pasión según Trelew, prohibida por la dictadura argentina; Santa Evita, traducida a múltiples idiomas, y El vuelo de la reina.
Autor de culto en Estados Unidos, J.D. Salinger (1919) murió el 27 de enero, en New Hampshire. El guardián entre el centeno, publicado en 1951, bastó para colocar al escritor entre los más reconocidos de la literatura moderna de su país y lanzarlo a la fama que siempre despreció.
Miguel Delibes (1920) vivió una España enfrentada por la Guerra Civil y luego la férrea dictadura de Francisco Franco. Es autor de una narrativa del espacio rural español, cruzada por el hambre y la falta de libertades. Su deceso ocurrió el 12 de marzo.
El ensayista y reconocido filólogo Antonio Alatorre, expiró el 21 de octubre a los 88 años. Originario de Autlán, Jalisco, ejerció una labor docente en nuestro país y otras naciones, y fue estudioso de Sor Juana Inés de la Cruz, de quien editó las obras completas. Fue un notable traductor y hacedor de una obra especializada en la que sobresale Los 1001 años de la lengua española.
A lo largo del año también se registraron los decesos de la poeta y traductora Esther Seligson (ciudad de México, 1941); el poeta y especialista en literatura chicana Juan Bruce-Novoa (San José, Costa Rica, 1944-California, Estados Unidos); el escritor y cronista Armando Jiménez (Piedras Negras, Coahuila, 1917-Tuxtla Gutiérrez, Chiapas); el crítico literario Sergio Nudelstejer (Varsovia, Polonia, 1924), y el autor de novela negra Juan Hernández Luna (ciudad de México, 1962).
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