miércoles, 12 de noviembre de 2008

CONTINUA EL FRAUDE DE EL ESPURIO CALDERON

-Avionazo: mensajes esquizofrénicos

-Dispendiosa operación esquela

Avionazo: mensajes esquizofrénicos


JENARO VILLAMIL

MEXICO, D.F., 11 de noviembre (apro).- Una vez más, el gobierno federal contradice sus dichos y sus hechos con los mensajes que quiere imponer como verdad incuestionable a la opinión pública.
Mientras el secretario de Comunicaciones y Transportes, Luis Téllez, se esfuerza en convencernos de que el avionazo del martes 4 de fue resultado de un accidente y no de un atentado, el presidente Felipe Calderón encabezó una serie de eventos, cuyos mensajes centrales consistieron en ensalzar a Juan Camilo Mouriño, su exsecretario de Gobernación, como si hubiera sido víctima de un atentado, como un héroe caído en una guerra y, en plena desmesura, llegó a comparar al joven gallego-campechano con el Cid Campeador, mítico personaje de la heroicidad castellana.
La glorificación anticipada de Mouriño, además de exagerada y grosera, por ignorar olímpicamente a los otros fallecidos en el "accidente", en especial al exsubprocurador José Luis Vasconcelos, sólo ha vuelto a despertar las suspicacias y sospechas.
Calderón prácticamente ha despedido a su excolaborador como si se tratara de un sucesor presidencial frustrado y ha orientado sus baterías en reprocharle a los opositores y a los propios panistas sus críticas a Mouriño.
El dolor y el duelo son legítimos y necesarios en cualquier ser humano. Sin embargo, cuando un jefe de Estado como Calderón Hinojosa transforma estos sentimientos en ajustes de cuentas, con mensajes políticos ambiguos, sin destinatarios específicos, llenos de entrelíneas (¿a qué se refiere cuando habla de mezquindades, envidias y calumnias?), sólo abona a la sospecha y a la suspicacia.
¿Si se trató de un accidente qué necesidad hay de lanzar acusaciones anticipadas? Si Mouriño fue tan heroico, ¿por qué nos hemos enterado de su grandeza hasta que ocurrió un avionazo de esas condiciones?
Sorprende, también, que no exista la menor autocrítica en relación con los sucesos. Concedamos que, efectivamente, se trató de un lamentable y terrible accidente que costó la vida a 14 personas, entre ellas, ciudadanos capitalinos y dos extranjeros, cuyo infortunio fue estar en el fatídico cruce de la avenida Reforma y Periférico. Si así fue, ¿acaso no existieron errores de seguridad elementales? ¿Por qué no hubo una revisión previa del avión? ¿Por qué no se calcularon los riesgos de tener en una misma aeronave al número dos del gobierno federal y al operador más importante de la lucha contra el narcotráfico en los ocho años de régimen panista? ¿Acaso las amenazas de muerte contra Santiago Vasconcelos y el precio de cinco millones de dólares a su cabeza se tomaron con tanta ligereza por el gobierno federal?
La dualidad de los mensajes también alumbra a una profunda fractura al interior de lo que hace un año se llamaba "sistema PAN-gobierno". Los reproches de Calderón, primero en el Campo Marte y después en un evento entre panistas, orillan a pensar que existen divisiones muy fuertes en el seno de su equipo de gobierno -los calderonistas-- y también disputas no resueltas con el equipo de su antecesor -los foxistas--, pero también con el panismo militante.
La comunicación política, por definición, debe ser clara, contundente y precisa. Las ambigüedades surgidas en torno del avionazo abundan en una incomunicación política que se ha convertido en uno de los errores más graves del presente sexenio.
No se trata del "deporte nacional de la conjura" o del "sospechosismo" mexicano, como han querido descalificar columnistas o supuestos analistas cortesanos. Se trata de identificar contradicciones reales y un contexto nacional muy preocupante, que orientan a pensar en un atentado cercano al golpe de Estado.
Si no se trató de eso, que lo digan con mensajes claros. Si existen razones de seguridad nacional para no revelar los detalles de un posible sabotaje, que también se lo digan a los ciudadanos. Pero si quieren que aceptemos que tendrán que pasar 11 meses para saber cuáles son los mensajes de las "cajas negras" o que una turbulencia cercana a un tsunami provocó este accidente, entonces la escasa credibilidad gubernamental quedará en cero.
jenarovi@yahoo.com.mx

Dispendiosa operación esquela

JENARO VILLAMIL

Desde las 20 horas del martes 4, cuando aún no se confirmaba oficialmente la muerte de Juan Camilo Mouriño y de ocho acompañantes, incluyendo al extitular de la SIEDO José Luis Santiago Vasconcelos, en las oficinas de prensa gubernamentales comenzaron a promoverse las esquelas que inundaron los medios impresos en los dos días posteriores.
Gobernadores, partidos, dirigentes sindicales, empresarios, concesionarios, iglesias, cámaras y legisladores aprovecharon la tragedia para promoverse a plana entera. En 80% de los casos sólo les interesó un fallecido: el secretario de Gobernación. Fue una minoría la que mencionó a las nueve víctimas que volaban en el Learjet 45 y verdaderas excepciones los que se refirieron a los automovilistas y transeúntes que fallecieron por la explosión del avión.
Un seguimiento realizado por Proceso revela que tan sólo entre el miércoles 5 y el jueves 6 se publicaron un total de 530 esquelas en siete periódicos (El Universal, Reforma, La Jornada, Milenio Diario, La Crónica de Hoy, Nuevo Excélsior y El Financiero). Más de la mitad de estos anuncios de condolencias, 331, se concentraron en dos periódicos: El Universal y Reforma. Éste, en su edición del día 6, tuvo un total de 124 esquelas, el mayor número que se recuerde para expresar condolencias.
En el caso de El Universal, de las 73 esquelas publicadas el día 5, 50 mencionan solamente el nombre de Juan Camilo Mouriño y únicamente ocho expresaron condolencias por todos los fallecidos. De las 124 esquelas publicadas en Reforma el jueves 6, 88 se refirieron exclusivamente al secretario de Gobernación y nada más 14 a todas las víctimas. El segundo nombre más mencionado fue el de José Luis Santiago Vasconcelos.
Para distintos observadores consultados, se trató de una auténtica "cargada post mortem" que en algunos casos pasó por alto la reglamentación de la propia Secretaría de Gobernación. Desde el 8 de febrero de 2007 la dependencia estableció unos nuevos lineamientos generales que ordenan la "racionalidad en el gasto" publicitario y prohíben que en las inserciones en medios impresos y electrónicos aparezca el nombre de los secretarios de Estado.
Algunos jefes de prensa recordaron que durante el accidente en el que falleció Ramón Martín Huerta, titular de la Secretaría de Seguridad Pública en el gobierno foxista, el entonces vocero de la presidencia de la República, Rubén Aguilar, prohibió a los secretarios de Estado y distintas dependencias federales utilizar la tragedia para autopromoverse mediante esquelas en los periódicos.
En este caso no sólo hubo autopromoción de secretarios de Estado, sino casos de desdoblamiento, como el del gobernador de Nayarit, Ney González, quien publicó tres desplegados distintos en un mismo periódico, con cargo al erario estatal: para condolerse de todos los muertos, para "unirse a la pena que embarga al presidente Felipe Calderón Hinojosa" y para expresar "nuestro pesar por el sensible fallecimiento del secretario de Gobernación".
Otro caso singular de acaparamiento fue el de la dirigente nacional de los maestros, Elba Esther Gordillo. Firmó una esquela en la que considera a Mouriño "un hombre cabal, comprometido con las mejores causas de México. Conocí y aprecié su hombría de bien, nos deja un vacío irreparable". Al mismo tiempo, financió otros anuncios a nombre del SNTE y promovió las condolencias de "los miembros del Partido Nueva Alianza", que después de Acción Nacional fue el partido que publicó más inserciones.
A toda plana
Los espacios más caros son las esquelas a toda plana en los dos periódicos de mayor circulación. En Reforma un anuncio de este tipo y tamaño oscila entre 200 y 230 mil pesos, y el de un cuarto de plana cuesta 48 mil; en El Universal, la plana entera se vende entre 80 y 84 mil pesos, y el cuarto de plana en 21 mil pesos.
Por ejemplo, en Reforma y El Universal firmaron sus condolencias a plana entera Jorge Emilio González Martínez y el Comité Ejecutivo Nacional del Partido Verde, que mencionaron sólo a Mouriño. Los esposos y socios Angélica Fuentes de Vergara y Jorge Vergara, dueño de Omnilife y del Grupo Deportivo Guadalajara, le dedicaron planas completas a Mouriño Terrazo y señalaron que "sólo los héroes caen en cumplimiento de su deber".
Los cantantes Alejandro Fernández y Vicente Fernández también pagaron esquelas de plana entera para condolerse por la muerte de todos los ocupantes de la nave. El primero suspendió su concierto en el Auditorio Nacional en señal de duelo.
Prácticamente no hubo gobernador que no aprovechara la tragedia. El mandatario del Estado de México, Enrique Peña Nieto, firmó cuatro en El Universal del miércoles 5. Otros mandatarios estatales generosos en sus condolencias fueron Juan Sabines, de Chiapas; Natividad González Parás, de Nuevo León; Mario Marín, de Puebla; Jesús Aguilar Padilla, de Sinaloa; Ismael Hernández Deras, de Durango; Félix Arturo González Canto, de Quintana Roo; Marcelo de los Santos, de San Luis Potosí; Jesús Silverio Cavazos, de Colima; Amalia García, de Zacatecas, y Narciso Agúndez Montaño, de Baja California Sur.
En contraste, las esquelas de los gobiernos de Tabasco, Veracruz, Distrito Federal y Jalisco no fueron firmadas por los gobernadores.
Entre los condolientes hubo de todo: concesionarios de radio y televisión, sindicatos, los tribunales agrario y fiscal, institutos electorales, asociaciones de pilotos, empresarios como Roberto Hernández, Carlos Slim o Roberto González y hasta la Iglesia Luz del Mundo de Guadalajara, que expresó "su más sentido pesar al gobierno de la República y a la familia Mouriño Escalante por la irreparable pérdida de Juan Camilo Mouriño, secretario de Gobernación".
Empresas paraestatales como Pemex financiaron desplegados de media plana, con los nombres de su director, Jesús Reyes Heroles, y de los distintos directores de área e integrantes del Consejo de Administración; también la Secretaría de Marina, el Canal Once y el Instituto Nacional de Migración colocaron sus logotipos en las esquelas.
A título personal, sin el logotipo de su dependencia, el secretario de Salud, José Ángel Córdoba; el procurador general, Eduardo Medina Mora, y el titular de Seguridad Pública, Genaro García Luna, expresaron sus condolencias por todas las víctimas.
El caso de mesura institucional más destacado fue el del rector de la UNAM, José Narro Robles. En todos los periódicos, la máxima casa de estudios publicó esquelas con el siguiente mensaje:
"La Universidad Nacional Autónoma de México lamenta profundamente los hechos del día 4 del mes en curso, en los que perdieron la vida el secretario de Gobernación, servidores públicos y otras personas, y expresa sus más sentidas condolencias a sus familiares.
"De igual manera, convocamos a los distintos sectores que conforman nuestra sociedad, a mantener la cohesión, actuar con prudencia y responsabilidad y a esperar los resultados de las investigaciones que permitan esclarecer las causas de los acontecimientos. Hoy, nuestro país requiere, de todos, muestras de unidad y madurez."

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