CON EL PUEBLO...

Llama Emeterio a solidarizarse con la APPO y movimiento magisterial Thursday, 22 de May de 2008 ELIZA RUIZ JAIMES Aún en proceso de rehabilitación, superando física y psicológicamente las lesiones y las secuelas que le dejó la golpiza propinada por policías estatales y municipales, el 16 de julio de 2007, Emeterio Merino Cruz llamó a apoyar la lucha de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO) y del magisterio en el Zócalo de la capital. Aun con dificultades para caminar y apoyado de un bastón, Emeterio llegó hasta la mesa de sonido ubicada frente al antiguo Palacio de Gobierno. Vestía un pantalón deportivo color negro, una playera blanca, un suéter amarrado a la cintura de color oscuro combinado con rayas amarillas, una gorra azul marino y un par de tenis desgastados. "Compañeros, vengo a solidarizarme con ustedes y a pedirles una moneda para mi terapia", soltó en un micrófono que pronto expandió sus palabras, que cayeron de golpe entre los maestros jubilados, entre los normalistas, los curiosos y los paseantes. No necesitó decir nada más, Merino Cruz sostuvo con su brazo derecho un tarro con una abertura tipo alcancía, mientras que con su mano diestra, aún quieta, hacía presión contra su pecho y sostenía la caridad que se empezaba a acumular con el primer rebote de una moneda voluntaria, tocando el fondo del recipiente metálico. Agradeciendo la bondad de los maestros, Merino Cruz recorrió todo el plantón de los maestros de la Sección 22, en el que encontró palabras de aliento, miradas tristes y hasta consignas para animarlo: "vamos a buscar justicia compañero", "la lucha sigue", "el movimiento está vivo". Originario de la Sierra Sur, recuerda que por más de tres años trabajó como profesor de educación primaria, aunque luego lo cambió para ser maestro en plomería, oficio que extraña desde el 2006, pues su vida se mantiene gracias a medicamentos, terapias y constantes cuidados familiares, "están por programarle una operación, porque en la frente tiene un coagulo", confió a NOTICIAS uno de sus familiares. Aunque parece que ha vencido a la muerte, los familiares de Emeterio aún tienen la esperanza de que la recuperación vaya mejorando su estado de salud. Por lo pronto, su esposa y sus cuatro hijos e hijas, están solidarizados con el movimiento social del magisterio y de la Asamblea Popular. Karen y Keherly Cruz Franco, hijas de Emeterio, además de exigir al Gobierno del Estado, que cumpla con el castigo a los culpables del estado de salud de su padre, tienen a disposición de todos los interesados el historial de su padre en el kiosco del Zócalo capitalino.