lunes, 12 de mayo de 2008

LOS CARROÑEROS DE LA UABJO

LA UABJO


Alberto Alonso Criollo

En el proceso para designar rector en la UABJO, se reproducen los viejos vicios del Sistema Político en su conjunto. Se trata de una elección sin reglas claras de juego; profundamente in equitativa, fundada en la manipulación, así como el control corporativo de los estudiantes y finalmente, en donde se reeditan las criticables prácticas de la compra y coacción del voto.

No solo se trata del problema de que una Institución de Educación Superior, cuya actividad sustantiva debía ser la difusión y generación de conocimiento, esté subordinada a una lógica, la de la política, que le debía ser extraña. Se trata de que en el extremo, las prácticas políticas que se han adueñado de la UABJO están profundamente contaminas por el lastre del autoritario sistema político oaxaqueño que constituye su entorno.

Es terrible, pero hay que reconocer que prácticas tan desaseadas en el proceso de designación de rector, implican grandes riegos para el futuro inmediato de esa Institución tan importante para el estado. Desafortunadamente hay un riesgo enorme de que se impongan opciones “no académicas” que son precisamente las que están haciendo derroche de recursos económicos dilapidados en propaganda y manipulación electoral.

El Dr Víctor Navarro, a quién sus críticos señalan como el candidato del gobierno estatal, tienen en esta identificación, su mayor debilidad. No ayuda nada a su campaña, el señalamiento de que es el candidato oficial del régimen priísta que en la actual coyuntura simboliza la represión. La memoria estudiantil acerca de la actuación de la PFP en los acontecimientos del 2006, en las inmediaciones de Ciudad Universitaria, definitivamente no le favorece.

Por su lado, la alianza que se ha conjuntado entorno de Rafael Torres tampoco será muy provechosa, porque a su lado se señala el apoyo de la maestra Leticia Mendoza Toro, famosa por sus intervenciones desafortunadas en la política universitaria e identificada con los más desprestigiados procedimientos de control universitario. Por lo demás Rafael Torres no respetó el acuerdo de SUMA para alinearse con el candidato de mejor imagen y de mayor posicionamiento libre en los principios de campaña: El Doctor Fausto Díaz Montes.

En el contraste, con todo y sus debilidades, los dos candidatos, Navarro y Torres, se han distinguido por la realización de un dispendioso gasto de campaña que nos obliga a preguntarnos sobre los orígenes de estos fondos que de ninguna manera pueden pensarse como normales. A leguas se nota el patrocinio externo para ambos y la intención del segundo para contribuir a la dispersión del voto.

El Doctor Fausto Díaz Montes, el candidato de mayor experiencia y prestigio académico que según las mediciones de encuesta de abril, se encontraba con las mayores oportunidades de ganar la rectoría; ahora tendrá que lidiar con la dispersión del voto generada por Torres Valdés y los otros tres candidatos que no tienen chance alguno, pero harán labor de zapa.

El Doctor Fausto tiene el prestigio y el proyecto académico que necesita la Universidad Pública pero, como todo proyecto independiente, en un entorno viciado, no tiene el respaldo de los grupos más tradicionales de poder. Sin embargo, eso es una ventaja que le ha ganado una imagen envidiable que puede ser decisiva a la hora de las votaciones.

Efectivamente el día de la jornada electoral se pondrán en tensión los recursos mas cuestionables del acarreo, la manipulación, además de la compra y coacción del voto. Ya se ven en los actos de Navarro y Torres Valdés a profesores afines, listas en mano, supervisando el acarreo forzado de los estudiantes. Vaya imagen más triste para un Centro de Educación Superior.

De cualquier modo, al final, el día del proceso, quién tomará en sus manos, el destino de la Universidad, será la comunidad universitaria que tendrá que utilizar su inteligencia para discernir sobre la opción más afortunada. Ahí, al estar a solas frente a su papeleta, en esos segundos de intimidad, tendrá la plena libertad y responsabilidad por la decisión que asuma. Ahí podrá optar por una opción gobiernista u otro de honestidad académica.


ELECCIONES EN LA UABJO

Salvador FLORES DURÁN

A unos cuantos días de la elección de Rector de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (UABJO), los barruntos de violencia preocupan a la comunidad universitaria, ante la alianza de viejos grupos, que históricamente antagónicos, se han unificado para lograr el control político y económico de la Máxima Casa de Estudios.

Uno de los síntomas preocupantes se registró la semana pasada, cuando surgieron pintas en diversos edificios universitarios que manifestaban el apoyo de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO), al candidato a la Rectoría, Rafael Torres Valdez, surgido del Sindicato Único de Trabajadores y Académicos (SUMA), el cual se conformó para llevar a la rectoría a Francisco Martínez Neri., quien ganó la elección ante la entonces dirigente del STAUO, Leticia Mendoza Toro.

Poco antes del surgimiento de las pintas de la APPO en apoyo a Torres Valdez, éste se reunió con el mermado grupo que todavía dirige Leticia Mendoza Toro, ex rectora y ex dirigente del Sindicato de Trabajadores Académicos de la UABJO, (STAUO), precisamente dos grupos antagonistas que se han disputado en las últimas décadas el control de la Universidad, la cual tomaron con el escenario de violentas disputas.

Días después, en conferencia, una fracción de trabajadores del Sindicato de Trabajadores y Empleados de la UABJO (Steuabjo), encabezados por Rosendo Ramírez Sánchez, formalizaron también el apoyo a Torres Valdez.

Ramírez Sánchez fue un activo dirigente y vocero de la APPO, que durante el 2006 encabezó las acciones para boicotear las actividades culturales organizadas con motivo de la Guelaguetza, aunque posteriormente fue desconocido por ese colectivo de organizaciones, presuntamente por haber negociado con funcionarios del Gobierno estatal.

El entonces Secretario General del Steuabjo enfrentaba incluso al menos dos órdenes de aprehensión por diversos delitos cometidos durante la revuelta del 2006.

La UABJO ha sido un factor fundamental para la vida de Oaxaca; de ella han surgido no solamente los políticos que han encontrado en partidos como el PRI, el PAN o el PRD, una extensión de su trabajo político en la Universidad, de ella han surgido funcionarios y burócratas de todos niveles.

La Universidad se convirtió en la década de los años 70 en el escenario de disputa ideológica entre la izquierda y le derecha y ha sido también la cuna de gestación de grupos radicales violentos de la más diversa índole. Actores como el ex rector, Felipe Martínez Soriano, medio hermano del actual rector, Francisco Martínez Neri, tienen una larga historia en la UABJO.

Bajo su guía, luego del movimiento universitario por el cual logró ser rector, y que provocó la fractura de la UABJO y el surgimiento de la Universidad Regional del Sureste, se formaron personajes como Abraham Martínez Alavés, quien incluso se jactaba hace algunos años de imponer a los rectores, como lo declaró a un periodista de El Extra.

Martínez Alavés, reconocido abogado, incluso llegó a una diputación federal por el PRI, aunque en momentos críticos del movimiento universitario publicó un desplegado en contra de las movilizaciones.

En la UABJO surgieron también grupos como la Coalición Obrero Campesino Estudiantil de Oaxaca (COCEO), encabezada por personajes como Heliodoro Díaz Escárraga, dedicada a la invasión de tierras en los Valles Centrales, el Bufete Popular Universitario, agrupación de brillantes abogados que encabezaron diferentes luchas políticas y laborales, y que ya desaparecidos, “heredaron” a múltiples personajes que se encumbraron en la burocracia universitaria, donde han permanecido por largos años ocupando diversos cargos.

La Máxima Casa de Estudios, que por los conflictos políticos que ha sufrido fue lanzada a los últimos lugares de calidad académica en el ámbito nacional, fue también víctima de grupos porriles que impusieron cacicazgos como el de Marco Antonio Niño de Rivera, quien se impuso como rector con la violencia y la represión.

A ese cacicazgo, y con los mismos métodos de violencia, le siguió el de Nahum Carreño Vásquez, asesinado en el sexenio de Diódoro Carrasco Altamirano, a plena luz del día en la explanada de rectoría, cuando se preparaba para ser rector, luego de imponer a varios personajes en el máximo cargo universitario.

Durante esos años, muchos personajes han logrado mantenerse de una u otra manera en la nómina universitaria, preparándose siempre para asaltar el poder universitario, sin importar que la institución haya sido en 20 años la peor del país en calidad académica.

Aún muerto, Carreño Vásquez impuso a Leticia Mendoza Toro, aprovechando el voto ignorante de las escuelas preparatorias y el sentimiento de víctima que propaló por el campus. Había sido asesinado el líder, pero no la estructura de poder.

Mendoza Toro gozó las mieles del poder y logró una fortuna incalculable, como la de muchos de sus antecesores, aún los más grises e ineficientes, y su hijo incluso llegó a ser diputado local, aunque nunca tuvo una intervención en tribuna.

El 14 de mayo, la elección de rector de la UABJO definirá el rumbo político y académico de la institución, y no es lejano un escenario de violencia, sobre todo tomando en cuenta los ingredientes y las alianzas que buscan seguir viviendo del erario universitario.

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OAXACA DE JUAREZ, MAGON Y ZAPATA ,APPO 2011, http://todoelpoderalpueblo.blogspot.com