LA BURBUJA DE OAXACA

La burbuja Una realidad aparte Amado Sanmartín Hernández COMO si los medios nacionales todos fueran torpes, corruptos y no supieran hacer su tarea, el gobierno del Estado los reta a venir a Oaxaca para quese den cuenta de la realidad. Significaría convocarlos a un paseo para sentir las llamas sin necesidad de ir al infierno: que vengan, pero para difundir la versión oficial, como lo dicte y decrete “La burbuja”, y no lo que diga la población, las víctimas del autoritarismo, mucho menos las organizaciones humanitarias. El gobierno quiere que esos medios –que al parecer no les hanllegado al precio o de plano son incorruptibles--, proyecten una falsa imagen edénica, ocultando lo de adentro, que no se difunda para nada la convulsión social en que se debate el pueblo de Oaxaca, y su síndrome que todo mundo conoce. (Si le pego, no chille; si le duele, se aguanta). Quieren, como los medios goebbelianos locales, que por ejemplo, el diario Reforma se sujete, subordine y escriba una realidad aparte, para ellos; que los medios independientes se sumen al coro de ranas pidiendo rey. Reclaman con estridencia y perversamente a un diario una sujeción a los caprichos y abusos de la élite, acostumbrados a detener y tener todo, violentando voluntades por las vías que sean, con ese poder extraordinario desde los cargos que ellos mismos se han otorgado. “La burbuja” quiere comprar una realidad para el Estado, aunque sea mediática. Tener a su disposición una prensa ad hoc. (Si ellos viven bien, comen bien y están bien, eso es lo que se debe decir de Oaxaca). Con algunos medios de la capital del país no ha funcionado aquello de que “el que paga manda”. Esos medios ya han venido a Oaxaca y han constatado la realidad, pero cuando la difunden y dicen que en la tierra del Benemérito no se están haciendo las cosas bien, se les acusa --lo mínimo--, de estar desinformando y sirviendo a intereses de quien sabe quien. Se les sataniza, excomulga y exorciza. Delitos como la tortura, crímenes, pederastia, desapariciones forzadas de personas y de lesa humanidad, no pueden pasar inadvertidos, pero nadie los puede mencionar, porque “generan un caos que no existe”. Despilfarrar los recursos públicos en montañas de mentiras para desmentir una realidad que todo mundo está viendo, es crear una atmósfera adversa e irresponsable con los medios honestos que están cumpliendo su tarea. (Solo la ciencia modifica y transforma la realidad…y al mismo mundo, se lee en “Teoría, métodos y técnicas en la investigación social”). HAY muchas cosas que ya no se pueden ocultar bajo la alfombra, se han dejado de contar con los dedos de las manos; ya no caben, y ahora hasta con recomendaciones por pederastia; o el iceberg socio-político-económico que en aguas mediáticas y tranquilas por decreto, viene flotando desde hace dos años, pero sin que nadie quiera darse cuenta del peligro que constituye para el buque insignia del autoritarismo. Y es en este escenario de una sociedad sacudida por temblores sociales de 7 grados, en que se reta a medios capitalinos a venir a Oaxaca para que den testimonio y difundan por todo el mundo la “verdad verdadera” de la metáfora. Que vengan a constatar el cochinero, parece descabellado; pero no es más que la actitud fanfarrona de alguien sin ideas que quiere convencer a su escaso auditorio de que su casa está que rechina de limpia. Ni retar a los medios que no comulgan con ruedas de molino a que vengan a Oaxaca, ni condenarlos y descalificarlos porque seatienen a una realidad que en las últimas horas parece enriquecerse con nuevos escenarios de crisis y caos social, ha sido inteligente. Culpar a la prensa nacional por difundir lo que otros medios aquí callan --pero que cada vez les es más difícil ocultar--, no es faltar a la verdad. Tampoco se le debe imputar el desastre de Oaxaca, porque “aquí no pasa nada”. ¿O pasa algo? ¿Significan acaso desorden y desestabilización social los choques y represión entre y contra taxistas, mototaxistas, carretoneros; eternos bloqueos de carreteras, toma de oficinas públicas, conflictos postelectorales y por clavarse el gobierno los recursos de los Ramos 28 y 33? ¿Deben considerarse como problemas y conflictos las disputas (dis-pu-tas) entre los maestros de las Secciones 22 y 59; la miseria por falta de servicios y con escuelas con techos de cartón en colonias y municipios a diez minutos de la capital, la que por cierto cada día luce y exhibe nuevos y diferentes baches a propios y extraños, cual queso gruyere? ¿Son nimiedades dijera Mafalda, las decenas de hospitales que se medio construyen por todo el estado sin medicinas ni instrumentos; mercados persas dentro y fuera del Centro Histórico; comerciantes en quiebra, con impuestos catastrales al mil por ciento? ¿Son parte del folklor los crímenes, asaltos, inhumaciones clandestinas, protección a pederastas, torturas, desaparición forzada de personas, delitos de lesa humanidad, inseguridad y delincuencia las 24 horas del día? Este es el real y verdadero panorama que el gobierno del Estado quiere que vean los incrédulos medios de la capital del país. La oferta es tentadora; pero se duda que esa prensa venga a Oaxaca, para que luego se le condene por publicar lo que vio. -x-x-x-x- EL partido Convergencia considera un elefante blanco y un despilfarro de los recursos públicos, mantener con vida artificial eso que se ha dado en llamar Corporación de Radio y Televisión de Oaxaca, la que única y exclusivamente difunde la imagen del gobierno. El Canal 9 de TV funcionó más o menos hasta que Héctor Parker la tuvo en sus manos, hace 16 años, en el sexenio de Diódoro Carrasco. En esa época, la televisora estatal tuvo un contenido también más o menos articulado; semiprofesional, se podría decir, sin lograr una alternativa audiovisual solidaria y comprometida con la realidad de la población; no fue plural, menos pluripolar o crítica.A duras penas podía mantener una programación atractiva y periodística,y a veces ofrecía algunos espacios participativos y mesas redondas. Se llegó a decir que Héctor Parker, en cierto modo, hizo, sino competitiva, sí llamativa en algunos casos su producción. Supo difundir la cultura y las costumbres de Oaxaca, y periodísticamente, contaba con un equipo dinámico sin caer en la estridencia oficialista. Pero vino el siguiente sexenio, y “El talibán” José Murat con sus cancerberos de los medios, ocupaba la pantalla horas y horas –hablando como ahora--, también de un Oaxaca utópico. A sus testigos de piedra –igual que hora--, se les caía la baba escuchando su perorata echeverriana. Como recompensa por soportarle que los salpicara de saliva, a algunos los mandó a Europao a Nueva York. Hubo quienes sin morder la punta del rebozo, publicaban sus fotografías de los lugares donde paseaban conlos dineros del pueblo. ¿Valdría la pena referirse a la situación actual del Canal 9 de la televisión delEstado; si es una herramienta y alternativa real de cultura, de proyecto, de debate de ideas, de integración y comprometida con los valores del pueblo? Parece que la única vez que este medio cumplió con una función democrática, fue cuando estuvo tomada por la Asamblea Popular. So long.. WWW.KAOSENLARED.NET