LAS VOCALES

"Bienvenidos a Oaxaca, tierra de guelaguetza, de represión y crímenes impunes"

LAS VOCALES. Ausencia Gómez. A. El Oaxaca de hoy, a contrapunto de la versión oficial y corifeos, se debate en una profunda crisis en variados ámbitos de su vida económica, política y social. Se incrementan precios de básicos y servicios elevando la carestía de la vida; el desempleo es mal endémico y se pagan salarios de hambre sin prestaciones sociales debidas a quienes tienen la fortuna de subemplearse; se violentan garantías individuales y los delincuentes gozan de impunidad bajo el cobijo omiso del poder monopólico. Y no suficiente con ello, al amparo del “Oaxaca que votó por el PRI” el poder autoritario y su servidumbre, modifica al alza la Tabla de Valores Inmobiliarios y como consecuencia se incrementa la tasa tributaria en este rubro. El poder caciquil requiere de mayores ingresos para sostener la campaña política del 2009 y seguir aplicando cosméticos en obras suntuarias, el rostro de un sepulcro blanqueado e hipócrita. E. La ciudad capital, padece acuciantes problemas irresueltos como lo son la insuficiencia de agua potable, vialidades en pésimo estado, servicios de alumbrado público y recolección de basura en condiciones lamentables, transporte público chatarra; más, inseguridad ciudadana que se traduce en secuestros, asaltos, robos con violencia y sin ella; todavía más, carencia de incentivos para la creación de fuentes de trabajo; regulación excesiva, tráfico de influencias y tortuguismo en la expedición de licencias para la apertura de negocios, etc., etc. Y no basta, se incrementa el impuesto predial. No para atender los problemas, no para dotar de agua potable de calidad, no para contar con servicios municipales eficientes y eficaces. Si para obras de relumbrón que maquillen la triste realidad y de paso, dejen pingües ganancias a constructoras de familiares y a los propios funcionarios, inflando costos. I. Al colmo de lo descrito, se agregan declaraciones de funcionarios, que dibujan su naturaleza y condición a la par que se nos toma como débiles mentales. Ahora resulta que el Instituto Nacional de Antropología e Historia es el responsable que los “antros” citadinos y otros tugurios carezcan de salidas de emergencia, ya que hay rígidos criterios regulatorios para modificar la arquitectura original de los locales ocupados por esos centros de “diversión” y esquilma. ¡Vaya manera de eludir la responsabilidad propia! Es la autoridad municipal quien ha expedido las licencias para el funcionamiento irregular de los “antros” ¿Qué no tiene una instancia de protección civil? ¿Qué no es el municipio el responsable de verificar el cumplimiento de las disposiciones al respecto? Y como la misma autoridad reconoce que los “antros” carecen de salidas de emergencia, entonces se autorizó su funcionamiento volando las normas relativas y si así siguen funcionando entonces ¿Gracias a qué lo hacen? O. El diario “Noticias” registra las palabras del dirigente local de la Cámara nacional de Comercio en Pequeño (Canacope) con relación al secuestro de connotado comerciante: ¡Ya son chingaderas! Coincidimos en que lo son; sin embargo, no de ahora, desde hace mucho tiempo. En la época reciente lo han sido desde el sainete del “secuestro” y “la parabrisas”, la elección de estado de 2004, con su infaltable caída del sistema y la actuación del grupo de choque priísta que asesinó a palos a un maestro jubilado. Lo han sido desde el asesinato impune de 26 simpatizantes del movimiento popular del 2006, desde el intento de desalojo del magisterio en el zócalo de la ciudad; lo han sido desde la criminalización de la protesta social, el encarcelamiento y persecución de sus militantes. Fueron y son la desaparición forzada de personas, la impunidad de violadores sexuales de niños, el asesinato de las locutoras triques. En todos los casos, el poder caciquil y su brazo armado, sea paramilitar o formal, han acumulado descrédito y desprestigio y han evidenciado su eficacia y competencia para perseguir y reprimir. En la misma medida, han demostrado lo contrario para garantizar la seguridad pública, para perseguir y castigar a delincuentes y sobre todo para desalentar la comisión de delitos. U. En la época reciente, ante el empuje social que escapaba de su control y visto el desgaste de sus usos tradicionales de cooptación y mediatización, el poder caciquil con sus “Fouches” de guarache, abrió la caja de Pandora con sus acciones al margen de la Ley y violentando los derechos constitucionales de la población para contener la protesta social ante su ineficiencia, abuso de poder, tráfico de influencias y mal uso de los recursos públicos. Las funestas consecuencias de tal medida no se han limitado sobre sus víctimas políticas. Los vientos que desató han generado tempestades imprevisibles para el poder y sus socios. Hoy bandas de delincuentes fuera del control inicial, golpean a la población y la noticia del secuestro, la imagen del policía asesinado, aparecen en medios nacionales e internacionales, con ello cae la máscara de promocionales sobre el Oaxaca mejor que nunca y la reserva espiritual de México. Y no se politiza nada, de origen todo es consecuencia de un hacer político, de entender la política como medio para depredar a cualquier precio, precio que pagamos todos. Bienvenidos a Oaxaca, tierra de guelaguetza, de represión y crímenes impunes.